Trastornos mentales/Psicopatología

Bradilalia: qué es, síntomas, causas, comorbilidad y tratamiento


¿Qué es la bradilalia?

La bradilalia es una condición médica que consiste en una alteración en la manera de hablar. Quienes la padecen tienen afectado tanto el ritmo como la fluidez del habla. Por ello, la manera en la que emiten las palabras es más lenta de lo normal, además de aparecer algunos otros problemas de expresión.

Así, por ejemplo, la bradilalia puede producir mutismo (falta temporal del habla), alargamiento excesivo de fonemas o tartamudeos. Este trastorno está relacionado con diferentes tipos de problemas neurológicos, por lo que las causas que lo producen serán distintas en cada caso.

Entre otros factores, la bradilalia puede aparecer asociada a retrasos mentales, síndrome de Down, patologías cerebrales o que afecten al sistema nervioso, consumo de sustancias alteradoras de la transmisión neuronal, diabetes, o ictus.

Aunque no se trata de un problema excesivamente frecuente, es necesario comprender mejor cómo se produce y las maneras en las que se puede tratar. Su resolución será fundamental para mejorar las condiciones de vida de los pacientes que sufren bradilalia, cuya autoestima y bienestar pueden verse muy afectados por ella.

Síntomas y características de la bradilalia

El principal síntoma de la bradilalia es la dificultad para hablar de manera fluida y a un ritmo normal. Los pacientes que sufren esta condición tienen problemas para producir palabras a la misma velocidad que una persona sana; además, suelen presentar un tono monótono, y una voz ligeramente distorsionada.

Sin embargo, a pesar de que este es el síntoma principal de la bradilalia, no es el único. A continuación veremos algunas de las características más comunes que presentan las personas con este trastorno.

Patrones del habla anormales

Además del ritmo lento a la hora de hablar y de los problemas de fluidez, las personas con bradilalia presentan otras anomalías en el lenguaje.

Entre otras, por ejemplo, se encuentran la repetición de sonidos de manera inadecuada, la prolongación de ciertos fonemas, o las pausas injustificadas a la hora de hablar.

Debido a todos estos problemas del habla, las personas con bradilalia pueden ser confundidas con pacientes con trastornos mentales. En ocasiones, es cierto que esta condición se presenta junto a otras como síndrome de Down o retraso psicológico; sin embargo, no siempre es así.

Por lo tanto, en los casos en los que la bradilalia sea el único problema de un paciente, este tendrá que convivir normalmente con el estigma de ser considerado un enfermo mental a pesar de no serlo realmente.

Baja autoestima

Debido a que la capacidad de comunicación es de suma importancia para los seres humanos, una persona con bradilalia por lo general tendrá que lidiar con problemas de autoconfianza y falta de autoestima.

El principal inconveniente de este trastorno es que quienes lo padecen no pueden comunicarse de forma efectiva con los demás. Esto les puede crear todo tipo de problemas en su vida cotidiana, con los que tendrán que aprender a lidiar de manera individual. Si la bradilalia aparece junto a otro tipo de trastorno, esto será aún más difícil.

Aislamiento social

La mezcla de las dificultades para comunicarse con la baja autoestima que esto produce provocan que la mayoría de los pacientes con bradilalia acaben por retirarse de la vida social y pierdan en gran medida el contacto con otras personas. Como sabemos, esto puede tener consecuencias muy negativas para cualquier persona.

El contacto con otros individuos es fundamental para el mantenimiento de una salud mental adecuada. Por eso, la bradilalia puede acabar desembocando en problemas como depresión o ansiedad social si no es tratada de manera adecuada.

En estos casos, es posible que el paciente pueda beneficiarse de la ayuda de un profesional de la salud mental. Incluso en los casos en los que el trastorno sea incurable, un psicólogo puede ayudar a lidiar con los aspectos emocionalmente más duros del mismo.

Diagnóstico complicado

Para diagnosticar la bradilalia es necesario recurrir a un experto de las alteraciones del lenguaje, conocido como logopeda. Sin embargo, incluso estos pueden tener problemas a la hora de encontrar la causa del habla lenta y poco articulada de los pacientes con esta patología.

Esto se debe a que, en general, la bradilalia se presenta junto a otros trastornos. En la mayoría de las ocasiones, el logopeda tendrá que realizar una gran cantidad de pruebas a la persona para determinar la causa y el mejor tratamiento posible para su problema del habla.

Así, entre otras cosas, es muy probable que sea necesario medir sus niveles de inteligencia, su percepción y atención y sus capacidades de lectoescritura. Además, necesitará estudiar su historial médico para tratar de localizar la causa primaria de la enfermedad.

Causas de la bradilalia

A pesar de que no se conoce exactamente qué produce la bradilalia, sí se sabe que está relacionada con un problema neurológico en la mayoría de los casos. Por varios motivos, una persona puede sufrir una alteración en ciertas áreas de su cerebro y perder en parte el control de los órganos fonadores.

Estas alteraciones puede aparecer desde la infancia, debido a problemas como parálisis cerebral o síndrome de Down; o, por el contrario, pueden surgir una vez que la persona ya es adulta, tras sufrir por ejemplo un ictus o un derrame cerebral.

En otras ocasiones, la bradilalia puede estar producida por la atrofia de algunos de los músculos y órganos encargados del habla. Sin embargo, esta atrofia tiende a estar relacionada también con los trastornos neurológicos mencionados anteriormente.

Incluso, la bradilalia puede ser uno de los síntomas de la esclerosis múltiple y señalar lesiones cerebrales, por lo que los estudios médicos resultan sumamente importantes a la hora del diagnóstico.

Fisiopatología

Los principales órganos afectados por la bradilalia son aquellos situados dentro del aparato fonador; es decir, la boca, la faringe y la laringe. En algunas ocasiones, el aparato respiratorio también está dañado y tiene parte de responsabilidad en los problemas del habla relacionados con este trastorno.

En la inmensa mayoría de las ocasiones, todas estas alteraciones físicas tienen que ver con los problemas neurológicos que causan originalmente la enfermedad. Cuando la persona es incapaz de utilizar correctamente algunos órganos, estos acaban por atrofiarse y cada vez son más difíciles de emplear.

Por eso, y debido a que los problemas neurológicos no suelen ser tratables, la mayoría de los enfoques clínicos para tratar la bradilalia pasan por intentar estimular los órganos fonadores hasta que recuperen su función normal.

Comorbilidad

Como se ha dicho anteriormente, este trastorno del lenguaje suele estar producido por una alteración del sistema neurológico.

Por lo tanto, casi siempre se presenta junto a otros problemas, relacionados especialmente con el cerebro o las capacidades mentales. A continuación veremos algunos de los más comunes.

Derrame cerebral

Un derrame cerebral se produce cuando un vaso capilar situado en el cerebro se rompe por cualquier motivo. Debido a esto, el riego sanguíneo deja de llegar hasta ciertas partes de este órgano, lo que puede provocar todo tipo de problemas.

En el caso de la bradilalia, las áreas que suelen verse afectadas son las que tienen que ver o bien con el lenguaje, o bien con el control motor de los órganos fonadores o respiratorios.

Por lo general, es muy difícil restablecer por completo las funciones perdidas tras un ictus o derrame cerebral. Sin embargo, con el tratamiento adecuado es posible que la persona vuelva a recuperar gran parte de su capacidad de hablar normalmente.

Parálisis cerebral

La parálisis cerebral es un término que engloba a una serie de trastornos que afectan principalmente a la movilidad de una persona. Debido a ciertas alteraciones en el cerebro, las personas que presentan este problema pueden tener dificultades para manejar adecuadamente algunos de sus órganos.

Estas dificultades pueden ser más o menos serias en función de la gravedad de la parálisis cerebral. Al igual que en el caso del ictus, las personas con bradilalia suelen tener dañadas las áreas relacionadas con el control de los órganos fonadores o respiratorios, o incluso las zonas del lenguaje, como la de Broca o la de Wernicke.

Síndrome de Down

El síndrome de Down es una de las causas de retraso mental más comunes que existen hoy en día. Se debe a una alteración genética que causa que uno de los cromosomas (el 21) esté formado por tres copias en lugar de por las dos habituales.

Este trastorno produce una gran cantidad de problemas en las personas que lo sufren. Entre otras, su capacidad cognitiva suele ser significativamente más baja que la de la población normotípica.

Además, las personas con síndrome de Down pueden presentar todo tipo de dificultades en su desarrollo físico, además de una propensión a sufrir enfermedades y complicaciones de diversa naturaleza.

En cuanto a su relación con la bradilalia, el síndrome de Down suele producir también alteraciones del lenguaje en muchas ocasiones. Una de ellas es precisamente la dificultad para producir palabras a un ritmo normal y de forma fluida. Sin embargo, en estos casos la bradilalia no suele ser el único problema presente del habla.

Discapacidad mental

Por último, muchas personas que presentan un bajo nivel de coeficiente intelectual pueden tener también síntomas de bradilalia. En general, cuanto más inteligente es una persona, mejor es capaz de dominar el lenguaje; por eso, en los casos en los que haya alguna discapacidad mental, es habitual que se presenten alteraciones del habla.

Tratamiento de la bradilalia

Tratamiento paliativo

En la mayoría de las ocasiones, las causas fisiológicas de la bradilalia no pueden ser solucionadas. Una vez que el cerebro queda dañado por cualquier motivo, es prácticamente imposible remediar este hecho. Por lo tanto, la mayoría de los tratamientos para este trastorno se centran principalmente en aliviar los síntomas.

Debido a que se trata de un trastorno del lenguaje, los encargados de solucionarlo suelen ser los logopedas. Estos expertos le enseñarán al paciente distintas maneras de adquirir la capacidad de producir palabras sin interrupciones y de forma fluida.

Entre otras cosas, el paciente tendrá que trabajar para mejorar su coordinación entre los sonidos que produce y su respiración. También será necesario que fortalezca los músculos fonadores y respiratorios, que pueden haber quedado atrofiados por la falta de uso.

Por último, se le enseñarán estrategias para corregir o disimular la lentitud excesiva en la comunicación. De esta manera, aunque el problema subyacente no se llegue a solucionar, la persona podrá volver a vivir una vida normal.

Tratamiento fisiológico

Las últimas investigaciones sobre el tema han mostrado que el sistema nervioso, al contrario de lo que se pensaba hasta hace poco, es capaz de regenerarse por sí mismo. Por lo tanto, en épocas recientes han aparecido terapias cuyo objetivo es estimular el crecimiento neuronal en las áreas cerebrales dañadas.

Estas terapias son todavía de carácter experimental. Sin embargo, algunas de ellas tienen resultados muy prometedores, que podrían ayudar a los pacientes afectados de bradilalia en épocas futuras.

Por otro lado, todavía se está investigando el uso de células madre para restablecer áreas cerebrales dañadas en pacientes con problemas neurológicos. De nuevo, estos procedimientos no están perfectamente desarrollados, pero prometen ser muy eficaces en un futuro no muy lejano.

Tratamiento psicológico

Sin duda, uno de los aspectos más complicados de convivir con la bradilalia es la cantidad de inseguridades y problemas psicológicos que puede causar en los pacientes que la sufren. Así, por lo general esta enfermedad está asociada con baja autoestima, depresión, ansiedad y aislamiento social.

Por ello, además de intentar paliar los síntomas físicos de este trastorno del habla, un tratamiento efectivo de la bradilalia debe incluir alguna estrategia para evitar las consecuencias mentales más graves que suelen aparecer en los pacientes.

Para ello, existen muchos enfoques distintos que pueden ser efectivos. Las terapias psicológicas que más éxito suelen tener en este tipo de problemas son dos: la cognitivo-conductual, y la terapia de aceptación y compromiso.

Ambos enfoques prometen ayudar a los pacientes a aprender a convivir con su problema sin que este les produzca un trastorno grave a nivel psicológico. Combinando los enfoques paliativo, neurológico y psicológico, es posible para la mayoría de las personas llevar una vida relativamente normal a pesar de sufrir este trastorno.

Sin embargo, aún queda mucho que aprender sobre la bradilalia. Esperemos que, dentro de no mucho tiempo, se pueda haber erradicado por completo esta alteración del habla.

Referencias

  1. “Bradilalia” en: Definición Abc. Recuperado de Definición Abc: definicionabc.com.
  2. “Bradiartria” en: Binipatía. Recuperado de Binipatía: binipatia.com.
  3. “Dysarthria” en: Wikipedia. Recuperado de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “Bradilalia” en: Binipatía. Recuperado de Binipatía: binipatia.com.
  5. “Language disorder” en: Wikipedia. Recuperado de Wikipedia: en.wikipedia.org.