Historia

Protocolo de Río de Janeiro (1942): causas, objetivos


El Protocolo de Río de Janeiro, cuyo nombre oficial fue Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, fue un acuerdo firmado entre Ecuador y Perú para poner fin a sus disputas territoriales.

La firma del tratado se produjo en la ciudad que le da nombre el 29 de enero de 1942. Además de los dos países en conflicto, también estamparon su firma otras naciones que actuaron como mediadoras y testigos.

El origen de las tensiones territoriales entre Perú y Ecuador se remontaban a la creación de la Gran Colombia, justo después de las guerras de independencia. Los nuevos países surgidos de las colonias españoles acordaron respetar tanto las fronteras existentes en 1810 como el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Pese a esa disposición, algunas zonas quedaron en disputa. En el caso de Perú y Ecuador se trataba de la zona amazónica. A pesar de la firma de varios tratados con los que se intentó zanjar la cuestión, las guerras entre ambos países se repitieron durante las siguientes décadas.

El Protocolo de Río tampoco significó el fin del conflicto. Este no se resolvió hasta 1998, con la firma del Acta de Brasilia.

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Antecedentes

Fue Simón Bolívar, entonces máximo dirigente de la Gran Colombia, quien comenzó a reclamar a Perú parte de sus territorios. En concreto, “el Libertador” pidió la incorporación a su país de las provincias de Jaén, Maynas y Tumbes.

Esta reclamación no desapareció cuando la Gran Colombia se disolvió. Uno de los Estados surgidos, Ecuador, pretendió concentrar todas las tierras que habían sido parte de la Audiencia de Quito, además de Guayaquil.

El gobierno ecuatoriano propuso negociar con Perú para delimitar sus fronteras, especialmente las situadas en la zona del Amazonas. El primer resultado fue la firma del Tratado Pando-Novoa, en julio de 1832, con el que se declaraban oficiales los límites territoriales existentes.

Sin embargo, en 1841 Ecuador comenzó a exigir a Perú las provincias de Maynas y Jaén aprovechando la guerra que este segundo país mantenía con Bolivia.

Guerra de 1858

El primer conflicto grave, aunque no armado, entre ambos países se produjo en 1858. El año anterior, Ecuador intentó pagar su deuda externa con Inglaterra mediante la entrega de las provincias peruanas de la Amazonia que reclamaba.

Perú reacción presentando una queja formal y, finalmente, los dos países rompieron sus relaciones. En octubre de 1858, el Congreso peruano dio permiso al gobierno para usar las armas en caso de que Ecuador no rectificara.

El Presidente de Perú, Ramón Castilla, ordenó bloquear la costa ecuatoriana. Un año más tarde, en diciembre de 1859, los dos países acordaron suavizar la tensión.

En enero de 1860, Perú y Ecuador firmaron los Tratados de Mapasingue. Mediante este acuerdo, Ecuador anulaba la cesión de territorios que había prometido a sus acreedores y aceptó las fronteras de los antiguos virreinatos de Perú y Santa Fé de Bogotá. Sin embargo, el Tratado fue desconocido por los dos países en los años siguientes.

Principios de siglo XX

A comienzos del siglo XX, la tensión en la frontera entre Ecuador y Perú se recrudeció. En 1903, se registraron algunos enfrentamientos armados en Angoteros. Según el gobierno de Perú, una patrulla ecuatoriana trató de penetrar en su territorio y fue rechazada por sus tropas.

Como ya habían hecho a finales del siglo anterior, los dos países recurrieron al arbitraje del Rey de España para solucionar el incidente, sin lograr resultados.

El momento de mayor tensión se produjo siete años después, en 1910. Ecuador negó la autoridad a la Corona española de emitir un laudo arbitral, ya que una filtración había mostrado que iba a ser contrario a sus intereses. A principios de abril, los consulados peruanos en Quito y Guayaquil sufrieron ataques, lo que provocó una respuesta equivalente en Lima.

Eloy Alfaro, presidente ecuatoriano, puso en alerta a sus tropas. Leguía, mandatario peruano, hizo lo mismo. En el último momento, la mediación de los Estados Unidos, Brasil y Argentina evitó que estallara la guerra. España, por su parte, desistió de presentar su informe.

Después de otro momento de tensión en 1922, los peruanos intentaron acudir al Tribunal de la Haya para resolver el conflicto para siempre. Ecuador rehusó acudir a esa vía.

Conferencias de Washington

La capital de los Estados Unidos fue la sede de una serie de encuentros desarrollados en 1936. En esta ocasión, Ecuador y Perú acordaron mantener una “línea de statu quo” que sirviera como frontera provisional reconocida por ambos.

Nuevos encuentros en Washington no sirvieron para avanzar en las negociaciones y terminar con la disputa.

Causas

Los límites entre Ecuador y Perú habían sido objeto de disputa desde el mismo momento de su independencia. Desde que la Gran Colombia desapareciera, las situaciones de tensión se habían reproducido cada pocos años.

Posición de Ecuador

Ecuador afirmaba que la cédula de creación de la Real Audiencia de Quito, emitida en 1563, le daba la razón en sus reclamaciones. Además, se remitía al uti possidetis de 1810, al Tratado de Guayaquil de 1829 y al Protocolo de Pedemonte-Mosquera como otras fuentes de derecho que confirmaban sus pretensiones.

Posición de Perú

Por su parte, Perú afirmaba que la Real Cédula de 1802 respaldaba su posición. Por otra parte, le daba al uti possidetis una interpretación totalmente diferente a la de Ecuador.

Aparte de esas fuentes, el país se sentía respaldado por el derecho de libre determinación de los pueblos, ya que las provincias en disputa juraron su declaración de independencia.

Causa inmediata

La firma del Protocolo de Río de Janeiro fue provocada por la guerra entre Perú y Ecuador que comenzó en 1941. Un incidente en la frontera desencadenó el enfrentamiento entre ambos países.

Las versiones sobre el comienzo del conflicto varían dependiendo del país, pero acabó haciendo necesaria la mediación internacional para alcanzar un acuerdo de paz.

Sucesos

Como se ha señalado, ambas partes mantienen versiones diferentes sobre la causa que originó la guerra. Los enfrentamientos comenzaron el 5 de julio 1941.

Ecuador acusó a los peruanos de aprovechar algunos incidentes aislados entre las patrullas de la frontera para planear una invasión. Por su parte, Perú afirmó que los ecuatorianos habían intentado invadir Zarumilla.

En los inicios del conflicto, los peruanos mostraron una mayor capacidad bélica. Sus tropas ubicadas en la frontera habían sido mucho mejor equipadas y contaban, incluso, con tanques.

Guerra aérea

El día 6 de julio, solo 24 horas después de que se iniciara la guerra, Perú envió a sus aviones para atacar varios objetivos situados en la frontera.

Parte de la ventaja que los peruanos obtuvieron durante esos primeros días de conflicto se debió a que contaba con una unidad aerotransportada. Gracias a ella, sus fuerzas armadas pudieron alcanzar y controlar Puerto Bolívar a finales de mes.

Reacción de Ecuador

Ecuador, ante los ataques, decidió reforzar las defensas de su capital, pero sin intentar ningún contraataque. Muy pronto solicitó que se declarara un alto el fuego.

Bloqueo de Guayaquil

La situación no había cambiado apenas para finales de agosto. Las fuerzas ecuatorianas seguían estando centradas en defender Quito. El presidente de Ecuador, que pasaba por problemas internos, había recibido información por parte de varios países acerca del avance peruano hacia Guayaquil.

La estrategia del gobierno peruano era dar la oportunidad a Ecuador de reconocer sus derechos sobre las provincias en disputa. De no hacerlo, amenazaban con tomar Guayaquil y, después, dirigirse hacia Quito.

El primer movimiento de los peruanos fue bloquear el puerto de Guayaquil, el más importante de Ecuador. Por otra parte, sus tropas habían ocupado ya otras localidades costeras, además de Loja y Zamora Chinchipe.

La superioridad peruana le permitió realizar otras peticiones. Entre ellas, exigieron varios territorios que Ecuador había tomado mientras Perú estaba en guerra con Chile, en 1879.

Firma del acuerdo

El claro desenlace de la guerra, más la labor mediadora de Argentina, Chile, Estados Unidos y Brasil propiciaron que ambas partes en conflicto se reunieran en Río de Janeiro.

Allí, el 29 de enero de 1942, rubricaron el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, con el que se ponía fin al conflicto.

Las interpretaciones del acuerdo fueron diferentes según las realizaran los peruanos o los ecuatorianos. Estos segundos afirmaron que habían perdido unos 200.000 kilómetros cuadrados de su territorio.

Para Perú, sin embargo, esos terrenos nunca habían pertenecido a Ecuador. Desde su punto de vista, el Protocolo solo había obligado al gobierno ecuatoriano a reconocer los derechos legítimos de Perú.

Objetivos

El principal objetivo del Protocolo de Río de Janeiro fue terminar con las disputas territoriales que habían enfrentado a Perú y Ecuador desde 1830. El preámbulo del tratado afirmaba lo siguiente:

“Los Gobiernos del Perú y del Ecuador, afirman solemnemente su decidido propósito de mantener entre los dos pueblos relaciones de paz y amistad, de comprensión y de buena, voluntad, y de abstenerse, el uno respecto del otro, de cualquier acto capaz de perturbar esas relaciones”.

Igualmente, con este acuerdo se puso punto y final a la guerra que ambos países mantenían desde 1941. Perú se comprometió a retirar todas sus tropas de territorio ecuatoriano.

Fijación de la frontera

El Protocolo de Río creó varias comisiones para que delimitaran las fronteras que ambos países se disputaban. Estas desarrollaron un plan que pasaba por colocar hitos que delimitaran claramente los límites de cada país.

Esta labor comenzó a mediados de 1942, pero no pasó demasiado tiempo antes de que aparecieran los primeros problemas. Estos acabarían dando lugar a nuevos enfrentamientos.

Para empezar, los dos países mantenían diferentes puntos de vista sobre los accidentes geográficos que habían usado las comisiones delimitadoras. Así, por ejemplo, no se ponían de acuerdo sobre el cauce del río Zarumilla.

Por otra parte, en esa época no se había explorado en profundidad la zona amazónica, por lo que el Protocolo solo nombraba los lugares que debían ejercer de frontera de una manera general. Cada país intentó que esas generalidades fueran interpretadas a su favor.

Acontecimientos posteriores

La Cordillera del Cóndor fue una de las zonas que más problemas ocasionó a la comisión delimitadora. Un error geográfico provocó que se recurriera al arbitraje de un experto de Brasil.

Tras emitir su dictamen, la comisión continuó su trabajo hasta colocar hitos en el 90% de la línea fronteriza. Fue entonces cuando Ecuador realizó objeciones a todo el Protocolo firmado. El país volvió a insistir en que la soberanía de Jaén y Maynas debía corresponderle.

En 1995, la tensión volvió a aumentar hasta que se produjeron nuevos enfrentamientos armados. Finalmente, en 1998, los dos países firmaron un nuevo tratado para acabar con el problema fronterizo.

Referencias

  1. Wikisource. Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro. Obtenido de es.wikisource.org
  2. El Popular. Protocolo de Río de Janeiro. Obtenido de elpopular.pe
  3. Hazte Ver Ecuador. 29 De Enero De 1942 Protocolo De Río De Janeiro. Obtenido de hazteverecuador.com
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Protocol of Rio de Janeiro. Obtenido de britannica.com
  5. St John, Ronald Bruce. Ecuador – Peru Endgame. Recuperado de dur.ac.uk
  6. Bowman, Isaiah. The Ecuador-Peru Boundary Dispute. Obtenido de foreignaffairs.com