Medicina

Diaforesis: qué es, síntomas, causas, tipos, tratamientos


¿Qué es la diaforesis?

La diaforesis se refiere a la producción abundante de sudor corporal. Aunque existen condiciones normales de sudoración, implica una respuesta exagerada ante una condición clínica determinada. Se trata de una situación diferente a la sudoración o transpiración normal de un individuo.

Existen discrepancias en cuanto a los términos empleados con respecto a la sudoración. En ocasiones se considera la diaforesis como una respuesta fisiológica ante estímulos como el calor y el ejercicio; sin embargo, es un mecanismo desencadenado por una alteración orgánica o condición clínica anormal.

El cuerpo humano posee millones de glándulas sudoríparas distribuidas a lo largo de toda la piel. Su objetivo es producir la transpiración que elimina toxinas a través del sudor y regula la temperatura corporal. Es un mecanismo donde intervienen tanto estas glándulas como el sistema nervioso autónomo.

La sudoración tiene su centro de regulación en el sistema nervioso central. La existencia de estímulos no fisiológicos -como la enfermedad- producen pérdida de la regulación normal. La diaforesis, entonces, se convierte en un síntoma secundario de enfermedades o patologías capaces de desencadenarla.

El tratamiento de las causas de diaforesis eliminará la presencia de esta condición, desagradable para quien la presenta.

Síntomas de la diaforesis

La diaforesis es un síntoma que rara vez se presenta de forma aislada. Por lo general, acompaña a otras enfermedades y se caracteriza por la producción incontrolada de sudor. Los síntomas que se presentan son consecuencia tanto de la sudoración excesiva como de las enfermedades causantes.

Cambios tróficos en la piel

En condiciones normales, la piel es suave, ligeramente húmeda, elástica y con una coloración uniforme. La humedad mantenida en la piel conlleva a cambios en sus características propias que pueden producir:

  • Reblandecimiento.
  • Pérdida de la resistencia.
  • Resequedad.
  • Manchas blanquecinas, oscuras o rojizas.

Mal olor

Un síntoma característico asociado al exceso de humedad por sudor es el mal olor corporal. La piel contiene glándulas sudoríparas ecrinas y apocrinas. Las características de la secreción de estas glándulas la hacen susceptible a descomposición bacteriana, cuyo resultado es un olor acre y desagradable.

El sudor producido por las glándulas apocrinas es el más denso debido a su contenido en proteínas y grasas, por lo que suele descomponerse con más facilidad. Por esta razón, el síntoma es marcado sobre todo en áreas como las axilas, los genitales y los pies, donde abundan estas.

Algunas enfermedades que producen diaforesis, como la insuficiencia hepática o renal y la diabetes, confieren un olor característico al sudor.

Dolor

Algunos padecimientos relacionados al dolor visceral -cólicos intestinales, biliares o nefríticos- estimulan la producción excesiva de sudor. Esto se debe a la estimulación del sistema nervioso autónomo.

Fiebre

El aumento de la temperatura corporal por encima de los 38-38,5° C puede desencadenar un estímulo cuya respuesta sea la sudoración. Esta respuesta es consecuencia de la necesidad de disminuir la temperatura a niveles basales.

Signos de inestabilidad hemodinámica

En los casos de shock puede observarse sudoración profusa como un signo clínico relacionado. El shock, cualquiera sea la causa, produce síntomas de inestabilidad hemodinámica:

  • Taquicardia.
  • Hipotensión.
  • Palidez generalizada.
  • Mareos o confusión.
  • Frialdad corporal.
  • Sensación de muerte inminente.

Causas de la diaforesis

Se debe tener en cuenta la función normal de la transpiración y las diferentes formas en que puede ser afectada para entender las causas de la diaforesis.

El sudor se secreta por las glándulas sudoríparas y es una sustancia líquida compuesta por agua, sales minerales, amoniaco, urea y glucosa. Por medio de esta secreción la sudoración cumple con su objetivo.

Fisiología de la sudoración

Los mecanismos productores y reguladores de la sudoración aún se mantienen en estudio. Hoy se conoce que depende enteramente del sistema nervioso autónomo, por lo que es un proceso involuntario.

La función de la transpiración es regular la temperatura corporal y eliminar sustancias de desecho del cuerpo. Cambios de temperatura y concentración de electrolitos en el organismo pueden determinar la producción de sudor, en condiciones normales.

En la secreción de sudor intervienen estructuras que permiten este mecanismo fisiológico:

  • Receptores específicos, conectados a fibras nerviosas aferentes. Estas conducen la señal producida por los estímulos a los centros de integración.
  • Glándulas sudoríparas ecrinas y apocrinas.
  • Inervación efectora por parte del sistema nervioso simpático. Adicionalmente, la información que activa la secreción de sudor es mediada por la liberación de acetilcolina.
  • Un centro integrador -en el sistema nervioso central- que recibe las señales transmitidas por las fibras nerviosas aferentes. Este sistema involucra la región preóptica del hipotálamo, el tallo cerebral y la médula espinal.

Situaciones de sudoración normal y anormal

La sudoración o transpiración normal se produce como consecuencia de:

  • Temperatura ambiental.
  • Ejercicio físico.
  • La ingesta de comida, a causa de la termogénesis inducida por los alimentos.
  • Cambios hormonales, como los que ocurren en el embarazo y el climaterio.

Las situaciones que causan sudoración profusa anormal son:

Hiperhidrosis

Es un término que suele confundirse con la diaforesis. Si bien la hiperhidrosis es un tipo de transpiración excesiva, es causada por una alteración del sistema nervioso autónomo. El aumento del estímulo secretor sobre las glándulas sudoríparas produce la secreción aumentada de sudor.

La hiperhidrosis puede ser localizada o generalizada. Asimismo, es posible que se presente en forma paroxística o permanente.

Psicógenas

  • Estrés.
  • Miedo.
  • Ansiedad.
  • Angustia.

Enfermedades endocrinas

  • Disfunción hipofisiaria.
  • Hipertiroidismo.
  • Aumento de la actividad adrenérgica.
  • Hipoglicemia en las personas diabéticas.

Infecciosas

  • Malaria o paludismo.
  • Tuberculosis.
  • Infecciones del sistema nervioso central.
  • Infecciones sistémicas en general.
  • Endocarditis infecciosa.

Emergencias médicas

  • Shock de cualquier causa.
  • Traumatismos craneoencefálicos.
  • Hipovolemia.
  • Deshidratación severa.
  • Síndromes coronarios agudos, como la angina y el infarto.

Medicamentosas

  • Antibióticos y antivirales.
  • Medicamentos para bajar de peso.
  • Epinefrina.
  • Cafeína.
  • Antidepresivos.
  • Analgésicos.
  • Sobredosis de insulina e hipoglicemiantes orales.
  • Preparados hormonales (tiroxina).
  • Drogas de abuso, como anfetaminas o cocaína.
  • Agentes quimioterápicos.
  • Antidepresivos.

Neoplásicas

  • Tumores endocrinos.
  • Linfomas.
  • Leucemias.
  • Feocromocitoma.

Neurológicas

  • Meningitis.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • Neuropatías periféricas.
  • Tumores o lesiones medulares.

Tipos de diaforesis

Dependiendo de la extensión del área de sudoración, se pueden identificar dos tipos:

Diaforesis localizada o focal

Ocurre en los casos de hiperhidrosis, donde la sudoración predominantemente se produce en axilas, manos y pies. Se considera una diaforesis primaria o idiopática.

La hiperhidrosis se relaciona con una disfunción del sistema nervioso simpático, sin embargo la causa específica aún no es clara. La hiperhidrosis tiene carácter permanente y puede estar presente desde la infancia y durar toda la vida.

Diaforesis generalizada

Denominada también diaforesis secundaria. Corresponde a la sudoración en toda la superficie corporal como resultado de causas directas, como enfermedades o medicamentos.

La transpiración generalizada suele ser transitoria, ya que desaparece al tratar la causa que la produce.

Tratamientos de la diaforesis

La diaforesis no posee un tratamiento específico. Para detener la sudoración excesiva hay que identificar la causa y aplicar el tratamiento correspondiente.

Hiperhidrosis o diaforesis primaria

Tópico

  • Jabones neutros para mantener la piel limpia y sana.
  • Lociones astringentes y humectantes.
  • Antitranspirantes y desodorantes.

Farmacológico

Algunos productos con propiedades anticolinérgicas -como la benzotropina- son efectivos para reducir la sudoración, no obstante, sus efectos secundarios son molestos.

La inoculación de toxina botulínica local es una terapia efectiva. Su administración se limita a axilas, no es permanente, es dolorosa y puede ocasionar reacciones de hipersensibilidad.

Instrumental

  • Iontoforesis.
  • Terapia con láser.

Quirúrgico

La simpatectomía es un tratamiento que consiste en la eliminación de las fibras nerviosas responsables de la estimulación de glándulas sudoríparas. Se realiza a través de una toracoscopia y es una intervención segura.

Algunos efectos adversos, como la sudoración compensatoria y la afectación de otras fibras nerviosas, deben ser tomados en cuenta antes de realizarla.

Diaforesis secundaria

Identificar la condición clínica que causa el exceso de sudor es importante para establecer el tratamiento adecuado. Algunos ejemplos de tratamiento médico específico a las causas incluyen:

  • Antibioticoterapia para las infecciones.
  • Hidratación.
  • Ansiolíticos y antidepresivos.
  • Tratamiento para las emergencias médicas.
  • Descontinuar el uso de medicamentos que ocasionen el cuadro clínico.

Referencias

  1. Dr. Chris (s.f.). Excessive Sweating (Perspiration) – Hyperhidrosis and Diaphoresis. Recuperado de healthhype.com
  2. York Morris, S (2016). Understanding diaphoresis. Recuperado de healthline.com
  3. International hiperhidrosis society (s.f.). Phisiology of normal sweating. Recuperado de sweathelp.org
  4. Arribasalud (2017). Diaforesis – sudoración excesiva: causas, síntomas, diagnóstico, prevención y tratamiento. Recuperado de arribasalud.com
  5. Wikipedia (last rev 2018). Perspiration. Recuperado de en.wikipedia.org