Psicología educativa

Actividades para niños con problemas de aprendizaje


¿Qué son las actividades para niños con problemas de aprendizaje?

Las actividades para niños con problemas de aprendizaje son las que permiten ayudar a complementar tratamientos para la dislexia, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), discalculia y disgrafía. Los trastornos del aprendizaje (TA) tienen gran protagonismo a día de hoy, pues son una de las causas más frecuentes del fracaso escolar.

Estos niños y niñas, a pesar de recibir una instrucción adecuada en la escuela, no consiguen avanzar en alguno de los aprendizajes de forma adecuada, y sus resultados en algunas materias pueden distar mucho de lo esperable por su edad, por su esfuerzo y por su nivel de inteligencia.

Por ello, es indispensable conocer qué actividades pueden ayudarles a alcanzar los objetivos y superar, o gestionar, sus problemas de aprendizaje.

Actividades para cada trastorno

Actividades para niños con dislexia

– Jugar con el niño a juegos que ayuden a conocer cómo se deletrean las palabras, y cómo suenan las letras cuando se unen. Un buen juego sería El Ahorcado.

– Jugar a juegos que ayuden a detectar las sílabas de las palabras y su pronunciación. Por ejemplo, las palabras encadenadas o inventar canciones juntos.

– Leer con el niño siempre ayudará a que aprenda cómo suenan los símbolos escritos y cómo se agrupan. El adulto puede leer primero y que luego el niño lea lo que se ha leído, así el maestro hará de modelo. También se le puede pedir que le lea al maestro, mientras este supervisa lo leído.

– Leer palabras inventadas. Cuando leemos una palabra inventada, nos obligamos a decodificar en nuestro cerebro cada letra, su unión en sílabas y su sonido. Esto es muy bueno para los niños con dislexia.

Actividades para niños con TDAH

– Marcarle rutinas. Si se le ayuda a organizar su día y a ser consciente del tiempo, poco a poco estas rutinas le ayudarán a tener una vida más ordenada. Por ejemplo, hacer en conjunto un calendario semanal con las horas de levantarse, comer, hacer los deberes…

– Los contratos conductuales. Es un acuerdo que se toma en conjunto entre el niño y el adulto sobre determinados comportamientos que debe corregir poco a poco.

– Entrenar las autoinstrucciones. Ayudar al niño a pararse y decidir qué tiene que hacer.

– Tiempo de recreo libre. No es bueno limitar al niño constantemente. Por eso, debe tener un tiempo diario para jugar al aire libre, con otros niños, si es posible.

Actividades para niños con disgrafía

– Revisar la postura que toma el niño o niña a la hora de escribir, puesto que en muchas ocasiones la disgrafía la causa una mala postura o una tensión muy fuerte en los músculos que van del cuello a la mano.

– El clásico punzón: podemos facilitar al niño diferentes dibujos, líneas y letras de menor a mayor dificultad para que perfore los contornos.

– Se puede trabajar mediante el recorte de papel con el objetivo de crear objetos de decoración, como guirnaldas, o haciendo ejercicios de papiroflexia de menor a mayor dificultad.

– Por último, le podemos enseñar al niño a hacer punto de cruz, con todo lo que ello conlleva: ensartar la aguja, seguir un patrón y copiarlo en la tela, tener puntería a la hora de clavar la aguja…

Actividades para niños con discalculia

– Lo más importante es tener una enorme paciencia, pues la mayoría de las intervenciones se centran en repetir, repetir y repetir ciertos ejercicios hasta que el niño o niña automatiza su aprendizaje. Lo importante es repetir las tareas una y otra vez y que sean divertidas.

– Usar juegos que relacionen los números y las operaciones con la vida real. Por ejemplo, ir a comprar golosinas juntos o material escolar, y que el niño o niña tenga que hacerse cargo de sumar los precios y comprobar que la vuelta es correcta.

– Cuantos más sentidos estén implicados en su aprendizaje, mejor. Por eso, una buena manera de aprender los números sería, por ejemplo, con el número 3: el niño escribe el número diciéndolo en voz alta, luego dibuja 3 manzanas, después reúne 3 cubos, y por último da tres saltos. Una buena idea también sería jugar al parchís, teniendo que contar en voz alta mientras mueve la ficha, y haciendo también las operaciones en voz alta.

¿Qué se puede hacer si sospechamos de algún trastorno del aprendizaje en el niño o niña?

Lo mejor que podemos hacer ante la sospecha es preguntar a un profesional, como un psicopedagogo o un psicólogo. Este sabrá cómo aconsejar, dirá si las sospechas están basadas en factores disfuncionales, y en caso necesario, evaluará al niño o niña para hacer un diagnóstico.

Si finalmente el profesional considera que el niño presenta algún trastorno del aprendizaje, asesorará en todo lo que se necesite. Además, sería bueno hacer saber en el centro educativo el diagnóstico, puesto que es necesario para que tengan en cuenta sus dificultades y ayuden al niño en el aula y la escuela.