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Haemophilus influenzae: características, cultivo, patogenia, tratamiento


Haemphilus influenzae es un cocobacilo Gram negativo, pleomórfico, causante de infecciones muy variadas y algunas bastante graves en el ser humano, entre ellas la meningitis, septicemia, neumonía, epiglotitis, conjuntivitis, celulitis o artritis, entre otras. La especie influenzae representa el principal patógeno de este género.

Esta bacteria puede vivir como microbiota habitual en el tracto respiratorio de algunos individuos sanos. Las personas que presentan esta bacteria en su faringe sin tener síntomas se les denominan portadores sanos, y son los responsables de la diseminación de la bacteria.

Las personas más susceptibles de sufrir infecciones graves por este microorganismo son los niños y los ancianos. Los primeros son mayormente afectados por meningitis y los segundos por neumonía.

Esta bacteria pertenece al grupo de microorganismos denominados fastidiosos o exigentes, mejor conocido como grupo (HACEK) que significa Haemophilus, Aggregatibacter, Cardiobacterium, Eikenella y Kingella.

Para cultivar esta bacteria es necesario contar con medios enriquecidos que contengan el factor X (hemina) y el factor V (NAD o NADP). El medio de cultivo por excelencia para esta bacteria es el agar chocolate enriquecido con IsoVitaleX.

Índice del artículo

Características generales

Haemophilus influenzae pertenece a la familia Pasteurellaceae. Es una bacteria cosmopólita que afecta a humanos exclusivamente.

El primero en aislar a esta bacteria fue el doctor alemán Emil Pfeiffer, quien buscaba el agente causal de la epidemia de influenza ocurrida en 1892. Erróneamente se pensó que este microorganismo era quien originaba la enfermedad, pero más tarde se supo que el agente causal de la influenza era un virus y no esta bacteria.

Por esta razón, inicialmente esta bacteria recibió los siguientes nombres: bacilo de Pfeiffer o Bacillus influenzae. 

Algunas cepas de Haemophilus influenzae son capsuladas y otras no. Las capsuladas son tipificables según el tipo de carbohidrato que poseen en la cápsula. Se conocen 6 tipos diferentes designadas con las letras a, b, c, d, e y f.

A nivel de laboratorio pueden diferenciarse al usar antisueros aglutinantes de anticuerpos en contra del polisacárido correspondiente.

Las cepas capsuladas son patógenas. Las del tipo b son las más invasivas y frecuentemente aisladas en procesos infecciosos graves. Mientras que las no capsuladas son consideradas microbiota habitual y, aunque también pueden originar infecciones, estas no suelen ser invasivas y no representan mayor peligro.

A nivel de laboratorio son difíciles de aislar, pues necesitan medios muy enriquecidos para su desarrollo óptimo, tales como agar chocolate o agar Levithal.

Es por ello que, este microorganismo entra en el grupo de bacterias llamadas exigentes desde el punto de vista nutricional, aunque algunos autores prefieren denominarlas como microorganismos fastidiosos.

Su reacción frente a las pruebas catalasa y oxidasa es positiva. Es un microorganismo aerobio y anaerobio facultativo que crece bien a 35-37 °C, a un pH 7,6 y con 5% de CO2. Desde el punto de vista bioquímico, esta bacteria se clasifica en 8 biotipos según lo propuesto por Kilian.

La clasificación se basa en el resultado de ciertas pruebas, tales como indol, ornitina y ureasa.

Morfología

Características microscópicas

Haemophilus influenzae se parece mucho al resto de las especies del género Haemophilus, pues son coco bacilos muy pequeños y su tamaño oscila entre 0,2-0,3 µm de ancho y 0,5-0,8 de largo µm.

Sin embargo, los Haemophilus influenzae vistos al microscopio son muy pleomórficos, es decir, pueden adoptar diferentes formas. Estos pueden verse como bacilos muy cortos (cocobacilos) o bacilos un tanto más alargados, e incluso filamentosas. Con la tinción de Gram se tiñen de rojo, es decir, son Gram negativos.

Morfológicamente son muy parecidos al género Pasteurella, pero estas últimas presentan una coloración bipolar que los diferencian. No son formadores de esporas. Tampoco poseen flagelos, por tanto son inmóviles.

Características macroscópicas

Después de una incubación de 24 horas sobre agar chocolate se desarrollan colonias muy pequeñas de forma convexa de 0,5 a 0,8 mm de diámetro, de aspecto granular, transparentes y opacas.

A las 48 horas de incubación, las colonias han crecido algo más (1 a 1,5 mm). Cabe destacar que las colonias de las cepas que poseen cápsula tienden a ser más mucoides y mucho más grandes, llegando a medir hasta 3,0 mm.

Hábitat

Las cepas de Haemophilus influenzae colonizan en un 50-75% la nasofaringe de niños sanos y adultos. También es posible encontrar esta cepa en el tracto genital de algunos individuos.

Ciclo de vida

Haemophilus influenzae es una bacteria patógena exclusiva del ser humano, cuyo hábitat natural está representado por las vías respiratorias superiores de este. Allí la bacteria puede crecer y prosperar sin causar daño al hospedero.

La reproducción es asexual por fisión, en este tipo de reproducción, un organismo duplica primero su material genético, luego forma dos células nuevas a partir de una célula madre originaria.

Cultivo

El término Haemophilus es una palabra compuesta, proviene de dos vocablos griegos, ‘haemo’, que significa sangre y ‘philus’ que viene a ser afinidad.

Esta bacteria hace honor a su nombre, ya que crece excelentemente bien en agar con sangre calentada (agar chocolate). También puede crecer en agar sangre, pero necesita estar en compañía de una cepa de S. aureus. Este último, por ser betahemolítico, rompe los eritrocitos y libera el factor V que necesita el Haemophilus.

Es así como las colonias de Haemophilus se pueden desarrollar cerca de la cepa de S. aureus. A este fenómeno se le conoce como satelitismo y es utilizado con frecuencia como estrategia diagnóstica.

Cabe destacar que la cepa de Haemophilus influenzae no produce hemólisis sobre el agar sangre, lo que lo diferencia de otras especies de Haemophilus, como por ejemplo del H. haemolyticus y H. parahaemolyticus.

Enfermedades (patogenia)

Este microorganismo se trasmite por las secreciones, principalmente las respiratorias (saliva y moco) que emiten las personas enfermas o portadoras de la bacteria.

Las bacterias viajan en las secreciones expelidas cuando el paciente estornuda o tose. Las bacterias se esparcen en el ambiente y estas son inhaladas por el individuo susceptible.

Haemophilus influenzae es un microorganismo piogénico, motivo por el cual genera secreciones purulentas.

Entre las principales patologías que origina se encuentra la meningitis, septicemia, neumonía, epiglotitis, conjuntivitis y otitis, entre otros.

Septicemia

Cuando las bacterias pasan al torrente sanguíneo se denomina bacteriemia y es el paso crucial para la diseminación del microorganismo a otros órganos o tejidos. Cuando el microorganismo se multiplica en la sangre se denomina septicemia, este cuadro compromete el estado general del paciente.

Meningitis

La meningitis es una enfermedad grave que provoca rigidez de nuca, dolor de cabeza, vómitos o cambios de conducta, llegando en algunos casos a provocar la muerte. Esta infección es frecuente en niños.

Neumonía

Se presenta como una complicación grave de una infección previa del tracto respiratorio, tal como una bronquitis o un cuadro de traqueobronquitis febril aguda. Cursa con fiebre alta, disnea o tos productiva con esputo purulento. Puede coexistir con bacteriemia. Esta afectación es más común en los adultos mayores.

Conjuntivitis

La conjuntivitis cursa con enrojecimiento de la conjuntiva, ardor, hinchazón de los párpados, presencia de secreción purulenta o hipersensibilidad a la luz (fotofobia).

Sinusitis

Es una infección de los senos paranasales que cursa con congestión nasal y abundante secreción. La secreción puede ser líquida o espesa, de color verdoso o amarillento y con o sin sangre. Otros síntomas incluyen: tos, fiebre, dolor de garganta e hinchazón de los párpados. Esta afectación es generalmente causada por cepas no capsuladas.

Epiglotitis

Cursa con un fuerte y brusco dolor de garganta, fiebre, voz apagada o incapacidad para hablar, babeo, entre otros signos. Esto ocurre debido al edema laríngeo obstructivo que genera la infección. Puede causar la muerte por asfixia.

Diagnóstico

La mejor manera de hacer el diagnóstico es por medio del cultivo. La muestra dependerá del proceso infeccioso.

Si se sospecha de una meningoencefalistis, se debe tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo por punción lumbar para estudio citoquímico y cultivo. En caso de septicemia se tomarán muestras de sangre para realizar un seriado de hemocultivos.

Si el proceso es una conjuntivitis se tomará secreción emitida por esta mucosa. En caso de neumonía se cultiva una muestra de esputo o lavado bronquial.

Las muestras se siembran en agar chocolate y se incuban en aerobiosis con 5% de CO2 por 48 horas de incubación.

La identificación se puede realizar utilizando pruebas bioquímicas manuales o también por sistemas automatizados como el VITEK 2.

La serotipificación se realiza a través de los antisueros aglutinantes. Las cepas de Haemophilus influenzae que no reaccionen frente a ningún antisuero son clasificados como no capsulado o no tipificable.

El agar Levithal permite distinguir entre las cepas capsuladas de las no capsuladas.

Tratamiento

Haemophilus influenzae puede ser tratado con betalactámicos, tales como ampicilina, ampicilina/sulbactam, amoxicilina/ácido clavulánico, piperacilina/tazobactam. En infecciones graves suelen utilizarse cefalosporinas de tercera generación, tales como: ceftriaxona, cefotaxima y cefoperazona o carbapenémicos.

Es importante resaltar que la ampicilina ya no se está utilizando porque actualmente la mayoría de las cepas aisladas son resistentes a este antibiótico, debido a la producción de una betalactamasa.

También se pueden usar macrólidos y quinolonas.

Sin embargo, lo más aconsejable es realizar el antibiograma y colocar tratamiento de acuerdo a la sensibilidad reportada.

Prevención

Después de la introducción de la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo b la disminución de los casos de meningitis por este microorganismo disminuyó significativamente.

Actualmente el antígeno capsular tipo b (poliribosil-ribitol-fosfato) del H. influenzae se incluye en la vacuna pentavalente que previene también contra difteria, tétano, tos ferina y hepatitis B.

La vacuna se coloca en 3 o 4 dosis. El esquema de 4 dosis es el siguiente:

Se comienza con la primera dosis a los 2 meses de edad. Luego se colocan dos dosis más cada dos meses (es decir, a los 4 y 6 meses de edad). Finalmente la cuarta dosis se coloca a los 6 o 9 meses después de colocar la tercera. La última dosis representa el refuerzo.

Contraindicación de la vacuna

La vacuna está contraindicada en:

– Pacientes que han presentado una severa reacción anafiláctica (alérgica) en contra de los componentes de la vacuna.

Es importante no confundir los efectos secundarios con una reacción anafiláctica. Las reacciones anafilácticas son respuestas inmunológicas graves que comprometen la vida del paciente. En tanto que, los efectos adversos pueden ser enrojecimiento local en el lugar de la punción y fiebre.

– También está contraindicada en pacientes que estén enfermos o que tengan las defensas bajas. En estos casos es necesario esperar a que se recuperen las condiciones normales para poder colocar la vacuna.

– Finalmente, no se recomienda la vacunación en menores de 6 semanas de edad.

Referencias

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