Derecho

Sociedad de producción rural: concepto, características, ventajas, ejemplo


¿Qué es una sociedad de producción rural?

La sociedad de producción rural es una manera de asociación ejidal que se origina con la finalidad de fomentar actividades rurales. Las sociedades de producción rural se encuentran adscritas al régimen normal como sociedad limitada o sociedad ilimitada.

Si se trata de sociedad limitada, en caso de reclamación por un tercero los socios están obligados a responder por las obligaciones contraídas por la sociedad según el capital social aportado. Sin embargo, en el caso de la sociedad ilimitada los socios responden individualmente por todas las obligaciones de un modo solidario.

Además, en estas sociedades de producción rural se usa la figura de la responsabilidad suplementada, que implica que los socios responden por encima de su aportación al capital social de manera subsidiaria hasta un importe específico establecido  en el pacto social de constitución de la sociedad.

Su actividad consiste en aunar los esfuerzos de varios individuos que trabajan el campo y conseguir así beneficios comunes. La sociedad de producción rural es una forma de aumentar las posibilidades de éxito en el ámbito rural.

Características de la sociedad de producción rural

-Su objetivo principal es planificar y organizar actividades económicas productivas, de venta y de apoyo recíproco para conseguir satisfacer tanto necesidades particulares como de la sociedad.

-Normalmente cuentan con un mínimo de dos socios, pudiendo comprender personas físicas: suele haber dos personas más (que son productores rurales), además de pequeños dueños de predios rurales, ejidos, etc.

-Estas sociedades se constituyen con una capital mínimo que cambia según el régimen de responsabilidad que utilicen.

-Su nombre como sociedad termina en “Sociedad de Producción Rural” o “S.P.R.”

-Las personas que componen el Consejo de Administración y de Vigilancia de la sociedad de producción rural solo cuentan con dicho cargo por un plazo de tres años.

-Son transmisibles los derechos de los socios que forman parte de la sociedad de producción rural, aunque es requisito contar con la autorización de la Asamblea. Además, en ocasiones es necesario reclamar el consentimiento para transmitir esos derechos a la entidad financiera con la que se está obligado.

– La junta o el consejo de vigilancia son los responsables de seleccionar a la persona encargada de gestionar la contabilidad de la sociedad de producción rural. Esta posición debe ser ratificada por la asamblea general de socios.

Ventajas

-Al agrupar distintas estrategias, consiguen un incremento de la integración del sector.

-Están exentos de un modo parcial del abono del Impuesto Sobre la Renta.

-Los cargos representativos dentro de la sociedad de producción rural no son permanentes y esto garantiza una rotación necesaria y muy interesante, para dar entrada a nuevas propuesta y proyectos de crecimiento.

– La actividad en equipo sin limitaciones de tiempo les permite crear, innovar, analizar e iniciar proyectos novedosos que, por una parte, incentivan la mejora social; y por otra, promueven la inversión productiva.

-Funciona para reducir las brechas del sector rural, incentivando el potencial existente mediante los instrumentos que faciliten el procedimiento productivo, así como la posterior venta.

Desventajas

-Ralentización de la toma de decisiones; tener que tomar algunas decisiones en común y, en ocasiones, con el consentimiento de la Asamblea puede hacer que se atrase la selección de una opción. Actualmente, con unos mercados tan dinámicos, rápidos y cambiantes, puede convertirse en una desventaja importante.

-No hay formación específica de sus miembros. Los socios de una sociedad de producción rural suelen ser expertos en el sector agrario y la producción. Sin embargo, en ocasiones no tienen la formación específica y les resulta complicado cumplir con tareas contables o realizar gestiones administrativas indispensables en cualquier negocio.

– Suele haber complejidad y problemas a la hora de conseguir financiación externa de bancos y entidades financieras. Por su peculiar estructura, estas sociedades no resultan tan atractivas para propiciar créditos, puesto que se pueden considerar de alto riesgo.

-No cuentan con el beneplácito de las entidades gubernamentales hasta que pasan bastantes años, así que cuesta conseguir que se presenten como clientes de las sociedades de producción rural.

¿Cómo se gestiona una sociedad de producción rural?

Su constitución se formaliza mediante las aportaciones económicas o en especie de los socios. Cuando se trata de sociedades de responsabilidad ilimitada, no es necesario un desembolso inicial.

Por el contrario, las sociedades de responsabilidad limitada precisan una aportación inicial con la finalidad de establecer un capital mínimo, que tiene que ser igual a 700 veces el salario mínimo diario actual en el país.

En cuanto a las sociedades de responsabilidad suplementada, es indispensable una aportación inicial que se asigna a la formación de un capital de al menos 350 veces el salario mínimo diario general en el país.

La Asamblea General de las sociedades de producción rural se constituye como autoridad superior. Esta Asamblea erige un Consejo de Administración que comprende un presidente, un secretario, un tesorero y los vocales, que se estipulan en los estatutos de la sociedad.

Ejemplo

El Sr. Castellanos tiene una empresa que produce confituras de albaricoque. Su producción es estable y consigue beneficios, aunque no suficientes para mantener los gastos que tiene.

Su finca cuenta con 1000 hectáreas de terreno, herencia familiar que recibió de sus abuelos; el problema es que no utiliza todo el terreno para la producción de confituras.

En una feria de agricultores y ganaderos de la zona conoce al Sr. Gallego y comienzan a charlar sobre la posibilidad de establecer una sociedad de producción rural que beneficie a ambos empresarios.

El Sr. Gallego cría caballos en una finca cercana y su negocio está en expansión, aunque para ello precisa más terreno. Los dos empresarios acuerdan unificar sus recursos para gestionar de forma conjunta sus negocios.

Cada uno de los socios conoce poco o nada del negocio del otro; por ello deciden que es interesante compartir sus conocimientos y apoyarse.

Su acuerdo para constituir una sociedad de producción rural es aportar cada uno una cantidad específica —en dinero o en especies— y determinar que su sociedad sea de responsabilidad limitada.