Arte

Churrigueresco: historia, características, artistas y obras


El churrigueresco es un estilo único que nació en España a partir de la arquitectura barroca. Se caracterizó por tratarse únicamente de decoraciones recargadas tanto en el exterior como en el interior de las obras, y representó la última etapa de la decadencia.

Fue un estilo que tomó el nombre de la familia española de arquitectos y escultores Churriguera. Aunque ellos no fueron los principales exponentes de este estilo, que contó con arquitectos como Narciso Tomé, Pedro de Ribera y Lorenzo Rodríguez.

Catedral Metropolitana de la Ciudad de México con su fachada de elementos churriguerescos. Fuente: Jorge Láscar from Australia [CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], vía Wikimedia Commons.

El churrigueresco fue un estilo que a nivel visual resultó irritable, con una notable presencia de elementos decorativos de características más bien extravagantes. De forma consciente se buscó abrumar a los espectadores.

Aunque en períodos coincide con el estilo Rococó, el churrigueresco no se parece. Sus obras más representativas se encuentran en los países que fueron colonial española, pero más específicamente en México.

Al estilo churrigueresco en México se le agregaron características del arte local, lo que enriqueció y dio más importancia a estas expresiones artísticas. Las columnas se volvieron uno de los elementos más identificativos del churrigueresco.

Índice del artículo

Origen e historia

El churrigueresco se consideró como un estilo simultáneo al Rococó. El Rococó fue un estilo que en España no tuvo mayor producción o importancia, ya que era considerado como una expresión artística más de las élites. Por ende, el Barroco en España se transformó más bien en decoraciones recargadas, que finalmente se denominó como churrigueresco.

Este estilo recibió su nombre por los trabajos de los hermanos Churriguera (José Benito, Joaquín y Alberto), que se destacaron como arquitectos y escultores de la época, aunque en México fue Jerónimo de Balbás quien más influenció con sus obras.

Fue un estilo que tuvo un desarrollo lento. Durante la mitad del siglo XVII ya se vieron algunas muestras del estilo churrigueresco, aunque fueron los primeros años del siglo XVIII en los que se dio inicio al churrigueresco en España. Mientras que fue el neoclasicismo académico el encargado de poner punto y final a las expresiones artísticas churriguerescas.

Entre los años 1720 y 1760 las estípites, o columnas en forma de pirámide invertida, se consolidaron como la característica principal de la decoración de esta época.

Desde el año 1760 las expresiones artísticas se fueron alejando de los elementos recargados. Hasta que finalmente en 1790 el churrigueresco llegó a su final, gracias a los movimientos neoclásicos, enfocados más en obras que apostaran por la armonía o la moderación de las cosas.

Características

La principal característica del churrigueresco fue el uso de estípites. Estas columnas consistían en pilares que eran más estrechos en la parte inferior que en la superior; es decir, tenían similitudes con una pirámide invertida.

Estas columnas se encontraban divididas en secciones; fueron una representación geométrica del cuerpo humano.

Fue un estilo considerado como anti funcional por sus detractores, ya que solo se basó en adornos. Elementos estructurales como las columnas que se usaban, no tenían ningún sustento.

Todo se concentró en los detalles a nivel superficial, sobre cómo las luces impactaron y lograron generar sombras en la piedra.

También estuvieron presentes las columnas salomónicas, que fueron concebidas inicialmente en Roma, Italia. Mientras que los estípites se originaron en Grecia.

No se consideró como un estilo arquitectónico. Se refirió más bien a un movimiento de esculturas y de decoración.

Aunque España y México son los países con mayor influencia churrigueresca, Perú también contó con obras con elementos propios de este estilo artístico. 

Artistas y obras destacadas

El churrigueresco adoptó su nombre por los hermanos Churriguera, que a pesar de contar con varias obras durante este período, no son considerados los exponentes más consecuentes con las ideas de este movimiento. 

Los hermanos Churriguera

Nació en 1665 en Madrid. A finales del siglo XVIII se mudó a Salamanca donde se encargó del retablo de San Esteban, una de las obras más característicos del período. También se encargó, por pedido de un banquero, de las fachadas de la actual Academia de Bellas Artes, en Madrid.

Trabajó junto a sus hermanos Joaquín y Alberto, ambos menores que él y nacido en Madrid. Joaquín destacó en obras como la Hospedería del colegio Anaya y la cúpula de la catedral nueva de Salamanca.

Alberto, por su parte, trabajó en Salamanca en la construcción de la Plaza Mayor  y la iglesia de San Sebastián.

Narciso Tomé

Fue el encargado de realizar el Transparente, obra que se diseñó para la catedral de Toledo y que se terminó en el año 1732. Esta obra representó una de las principales expresiones del estilo churrigueresco. En ella trabajó junto a sus hermanos, Andrés y Diego.

El Transparente se trató de una obra que juntó elementos de la escultura, de la pintura y arquitectónicos, con efectos de luz que otorgaron gran teatralidad a la obra.

Tomé diseñó un lugar en el que el Santísimo Sacramento se colocaba en el interior de un recipiente que era transparente y que podía ser visto por todos los presentes. Tuvo nubes esculpidas, rayos de color dorado y ángeles que se encontraban tallados.

Pedro de Ribera

El exponente más importante que tuvo el estilo churrigueresco fue increíblemente Pedro de Ribera y no los hermanos Churriguera, aunque fue discípulo de José Benito de Churriguera. Ribera fue un arquitecto español, nacido en Madrid.

Superó incluso a su maestro en el excesivo uso de las decoraciones. Entre sus obras destacan la Ermita de la Virgen del Puerto o el puente de Toledo. Varias fuentes llevan su firma, como La Fama, Santa María la Real de Montserrat. Además, trabajó en palacios como Santoña, Perales y también en Miraflores.

Jerónimo de Balbás

El andaluz fue el que llevó el estilo churrigueresco a México, gracias a su trabajo en los tres retablos (Perdón, Reyes y Mayor) en la Catedral mexicana. Por el espacio que debían ocupar las decoraciones recargadas, la magnitud del trabajo se antojó importante y riesgoso. Su obra se desarrolló entre los años 1718 y 1736.

Lorenzo Rodríguez

Fue un arquitecto andaluz. Tuvo mucha influencia de Jerónimo de Balbás. Llegó a México en el año 1731. Su trabajo más representativo del estilo churrigueresco fue la fachada del colegio San Ildefonso, que tuvo gran presencia de los estípites, y el Sagrario Metropolitano, que fue diseñado por Rodríguez y construido entre los años 1749 y 1760.

Felipe Ureña

Aunque los arquitectos españoles destacaron en tierras mexicanas, también hubo artistas locales que se vieron influenciados por las tendencias que llegaban del viejo continente.

Felipe Ureña nació en Toluca y se dice que utilizó estípites desde el año 1729. La iglesia de La Compañía, en Guanajuato, fue su trabajo más importante dentro del estilo churrigueresco.

En México

El churrigueresco en México nació obviamente como una consecuencia del movimiento que se desarrolló en España. Su llegada al país se dio principalmente por el dominio que ejerció la Corona española sobre cierto territorios del continente americano durante esa época.

A esta etapa se le dio el nombre de barroco anti clásico en América, específicamente en México y Perú.

Lo que caracterizó de forma especial al estilo churrigueresco en México fue el uso que hicieron del color y de las decoraciones. La ornamentación era muy lujosa y se usó para cubrir las fachadas y algunas zonas en la parte superior de las torres.

En la parte interior de los edificios que se construían, el churrigueresco estuvo muy presente en los retablos que se encontraban en la parte trasera de los altares. Estos retablos se hacían eco o repetían elementos presentes en las fachadas.

La madera era tallada y estaba compuesta por diferentes figuras. Habían formas de querubines, frutas, flores y cabezas humanas.

En México el estilo Churrigueresco fue una variante del movimiento barroco, con menos fuerza que el gótico. Representó la confianza y el orgullo que tenían quienes financiaron estas lujosas obras.

Aunque tuvo una gran influencia de España, también se destacó las habilidades locales. El arte del tallado se debió a la gran habilidad que tenían los aztecas para moldear; mientras que el uso del color es una influencia notoria de los mayas, quien cubrían sus piedras en el pasado.

El estilo churrigueresco en México fue decayendo a finales del siglo XVIII, por la influencia del clasicismo, que fue llegando al país de la mano de Manuel Tolosa en el año 1770. Después de esta etapa, fue cuando México vivió sus mejores años en cuanto a la arquitectura.

En España

Empezó como una manera de decorar en la que se empleó el estuco (masa de yeso blanca) y que arrancó durante los últimos años del siglo XVII. Se derivó del Barroco y tuvo un gran impacto en el continente americano, especialmente en sus colonias.

Cada zona de España tuvo una obra o algunas característica que la diferenció de otras partes del país. En el área de Castilla se destacaron los Churriguera. En Andalucía Alonso Cano se encargó de la fachada de la catedral de Granada.

Por su parte, en Galicia, el granito fue ampliamente usado. La ornamentación recargada tuvo un objetivo geométrico. Aunque en otras zonas de España también se diseñaron obras con un exceso decorativo.

Referencias

  1. Flores Torres, O. (2003). Historiadores de México siglo XX. México: Trillas.
  2. Maza, F. (1969). El churrigueresco en la ciudad de México. Mexico: Fondo de Cultura Económica.
  3. Pla i Dalmau, J. (1951). La Arquitectura barroca española y el churrigueresco. [With illustrations.]. Pp. 132. Gerona, Madrid.
  4. Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A. (1971). Los Churriguera. Madrid: Instituto Diego Velázquez.
  5. Roig, J. (1996). Arquitectura ornamental. Caracas, Venezuela: Equinoccio.