Historia

Paz de Augsburgo: causas, acuerdos, consecuencias


¿Qué fue la Paz de Augsburgo?

La Paz de Augsburgo fue un acuerdo al que se llegó en Alemania el 25 de septiembre de 1555, a manos del Sacro Imperio Romano Germánico. El acuerdo buscaba conseguir la paz entre el luteranismo y el catolicismo, dos religiones con principios distintos y cuyos creyentes habían causado conflictos internos dentro del Imperio.

Como en ese entonces el Imperio se dividía en áreas de control que manejaban los príncipes, el acuerdo permitía a cada príncipe elegir la religión oficial de su dominio. A su vez, se les permitía la libre y fácil inmigración a todos los ciudadanos del Imperio que no estuviesen de acuerdo con lo establecido en la zona donde viviesen.

Si bien la Paz de Augsburgo puso fin al conflicto entre católicos y luteranos, no se tomó ninguna medida para solucionar los problemas latentes con los miembros de otras religiones protestantes que habitaban el Sacro Imperio.

Causas de la Paz de Augsburgo

División religiosa

El Sacro Imperio Romano Germánico tenía varias décadas fragmentándose previo a la Paz de Augsburgo en 1555. Las religiones protestantes que habían surgido cada vez ganaban más devotos, lo que causó conflictos entre estos y los católicos.

Las divisiones religiosas dentro del Imperio no solo trajeron consecuencias a corto plazo, como la potenciación de los conflictos armados entre protestantes y católicos, sino también a largo plazo. Los problemas que generaron pueden considerarse una de las principales causas de la Guerra de los Treinta Años.

El Ínterin de Augsburgo

Otra de las principales causas de la Paz de Augsburgo fue el decreto del emperador Carlos V denominado el Ínterin de Augsburgo. Este decreto, que pronto fue convertido en ley, fue dictado en 1548 con el fin de acabar con los conflictos religiosos mientras se encontraba una solución más permanente al problema entre protestantes y católicos.

Este decreto estuvo basado en principios católicos y contó con 26 leyes que, hasta cierto punto, perjudicaban a los príncipes luteranos. Sin embargo, le era permitida la entrega de pan y vino cristiano a los laicos, y además se autorizaba a los sacerdotes a contraer matrimonio. La naturaleza cristiana del acuerdo fue lo que hizo que este colapsara.

Los protestantes no quisieron apegarse a las normas establecidas en el decreto en vista de su fuerte influencia católica. Esto conllevó a los mismos protestantes a establecer su propio decreto en la ciudad alemana Leipzig, el cual tampoco fue del todo aceptado por cristianos o por el Imperio.

Todo esto generó más divisiones entre ambos bandos y estas no fueron subsanadas hasta el decreto de la Paz de Augsburgo en 1555.

Acuerdos

La Paz de Augsburgo contenía tres decretos principales que daban forma al acuerdo entre luteranos y católicos dentro del Sacro Imperio. Los luteranos eran los protestantes que más problemas tenían con los católicos y, por tanto, el dictamen de la paz se basó en esta religión protestante específicamente.

Cuius Regio, Eius Religio

En latín, esta frase significa: “De quien sea el dominio, su religión”. Este principio establecía que todo príncipe que tuviese territorio dentro del Imperio podría establecer una religión oficial dentro de su territorio, fuese luterana o católica.

Esta religión sería la que todos los habitantes de la región deberían practicar. Aquellos que se negasen o no quisiesen, podían emigrar sin dificultad ni daños a su honor. 

Se les permitía a las familias vender su propiedad y establecerse en una región de su elección, que se adaptara a sus creencias religiosas.

Reservación eclesiástica

Este dictamen establecía que, aunque un obispo local cambiase su religión (por ejemplo, de calvinismo a catolicismo), los habitantes de la región no debían adaptarse al cambio.

De hecho, si bien esto no estaba escrito, era de esperarse que el obispo abandonara su puesto para dar paso a otro que sí fuese creyente de la religión local.

Declaración de Fernando I de Habsburgo

El último principio de la ley se mantuvo en secreto por casi dos décadas, pero permitía a los caballeros (soldados) y a ciertas ciudades no poseer una uniformidad religiosa. Es decir, se permitía legalmente la subsistencia de católicos con luteranos.

Cabe destacar que el luteranismo era la única rama del protestantismo que era reconocida oficialmente por el Imperio Romano.

La ley fue impuesta a última hora a manos del mismo Fernando I de Habsburgo (el emperador), quien utilizó su autoridad para dictar este principio unilateralmente.

Consecuencias de la Paz de Augsburgo

Si bien la Paz de Augsburgo sirvió para aliviar un poco las fuertes tensiones existentes entre católicos y luteranos, dejó muchas bases sin cubrir que ocasionarían problemas al Imperio Romano a mediano plazo.

Otras religiones protestantes, como el calvinismo y el anabaptismo, no eran reconocidas en el acuerdo. Esto enfureció a los miembros de cada religión, lo que generó incluso más fragmentación interna en el Imperio.

De hecho, los protestantes no luteranos que viviesen en zonas donde fuese legal el catolicismo o el luteranismo, todavía podían ser acusados de herejía.

Uno de los 26 artículos del dictamen establecía que toda religión no perteneciente al catolicismo o luteranismo sería excluida por completo de la paz. Estas religiones no serían reconocidas hasta casi un siglo después, cuando se firmó la Paz de Westfalia en 1648.

De hecho, la principal consecuencia de la decisión del emperador de no incluir a otras religiones en el acuerdo conllevó directamente a la Guerra de los Treinta Años.

Los calvinistas tuvieron que tomar medidas contra el Imperio al ser miembros de una religión a la que le era negada un reconocimiento oficial. En 1618 los calvinistas de Praga asesinaron a dos fieles emisarios del emperador en la Cancillería Bohemia de la ciudad, lo que precipitó el inicio de la guerra.

Importancia

El establecimiento de la paz fue irreprochablemente importante, pues las dos mayores religiones del Imperio por fin podrían convivir más pacíficamente. Los mismos católicos ya habían pedido la intervención de las autoridades imperiales para saldar cuentas con los luteranos, pues el conflicto se había propagado por mucho tiempo.

Sin embargo, el acuerdo fue altamente controversial y causó una de las guerras más sangrientas en la historia de la humanidad.

Luego del conflicto religioso ocurrido entre protestantes y el Estado en el siglo XVII, otros países se sumaron a la lucha y comenzó una guerra que duraría 30 años, dejando atrás 8 millones de muertos. La mayoría de estos eran romanos.

Referencias

  1. Religious Divide in the Holy Roman Empire, LumenLearning, (n.d.). Tomado de lumenlearning.com
  2. Augsburg Interim, The Editors of Encyclopedia Britannica, (n.d.). Tomado de Britannica.com
  3. Peace of Augsburg, The Editors of Encyclopedia Britannica, (n.d.). Tomado de Britannica.com
  4. Augsburg, Peace of; The Columbia Encyclopedia 6th ed, (n.d.). Tomado de encyclopedia.com