Ron Mueck: biografía, estilo, obras destacadas
Ron Mueck (1958) es un famoso escultor de nacionalidad australiana, conocido a nivel mundial por sus esculturas hiperrealistas. Sus obras pueden definirse como representaciones de las anatomías humanas a escala alterada —es decir, mucho más grandes que el tamaño natural del cuerpo humano—, realizadas con materiales sintéticos y pelo natural.
Felicitas Sylvester, en su texto La obra hiperrealista de Ron Mueck (s.f.), establece que Mueck se introdujo en el mundo artístico mediante su talento para elaborar creaciones plásticas que representan figuras humanas de forma totalmente tridimensional y realista, lo que sorprendió a miles de espectadores alrededor del mundo.
Se puede decir que sus esculturas son una reproducción fiel de los detalles del cuerpo humano, pero que al mismo tiempo implican un juego con las escalas y dimensiones. Así mismo, sus obras se caracterizan por representar la vida desde sus primeros estadios hasta su instancia terminal.
Muchos críticos y coleccionistas afirman que este escultor se ha convertido en uno de los artistas más cotizados del siglo XXI; esto se debe a que sus figuras no solo son llamativas por su hiperrealismo, sino porque además retratan la psicología humana.
Por ello, las figuras de Mueck transmiten emociones como vulnerabilidad, soledad y alienación. Todas estas sensaciones provocan inquietud y compasión en los espectadores.
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Ron Mueck nació en Australia en 1958. Se formó en un entorno familiar constituido por jugueteros de la ciudad de Melbourne. Por esta razón, Mueck creció rodeado de disfraces y de muñecos de guiñol, lo que posteriormente lo motivaría a fabricar sus propios modelos.
Luego, sin recibir ninguna formación profesional, Mueck inició una carrera en la fabricación de esculturas y muñecos para la televisión, el cine y publicidad general. De este primer período datan sus trabajos para programas infantiles como Plaza Sésamo y Shirl’s Neighborhood (este último para la televisión de Melbourne).
En 1984 se vinculó con el creador del Show de los Muppets, Jim Henson (1936-1990). Para este productor, Mueck realizó las marionetas empleadas en las películas Laberinto (1986) —protagonizada por Jennifer Conelly y David Bowie— y Dreamchild (1985). El escultor incluso prestó su voz para uno de los personajes de Laberinto.
Mueck actualmente está casado con Caroline Willing, quien es hija de la pintora Paula Rego y del artista Victor Willing.
Su suegra, Paula Rego, fue una de los tantos artistas interesados en la obra de Mueck. De hecho, luego de ver a su yerno fabricar la figura de un dragón en la arena para sus hijas, le pidió que creara una figura de Pinocho con el objetivo de usarla en su pintura El hada azul le susurra a Pinocho (1996).
A través de esta pieza, el escultor tuvo contacto Charles Saatchi, un coleccionista británico conocido por promover artistas contemporáneos como Tracey Emin y Damien Hirst. Saatchi le solicitó a Mueck la elaboración de unas piezas, en la actualidad conocidas como Ángel y Máscara. El promotor se entusiasmó con el resultado y envió al escultor a trabajar a Los Ángeles.
Por otro lado, unas de las esculturas que le ofreció Mueck al coleccionista fue Padre Muerto, una creación que muestra la figura de un hombre muerto a un tercio de escala real. La obra fue exhibida en 1997 en dos lugares: la Royal Academy of Art de Londres y el Brooklyn Museum of Art de Nueva York.
Esta exposición impulsó la consagración de Ron Mueck en el medio artístico. Cinco años después de estos eventos, el escultor fue a representar a su país en la Bienal de Venecia 2001, donde obtuvo un éxito contundente con su obra Niño en cuclillas, una escultura gigantesca de cinco metros de altura.
Desde entonces, Mueck ha elaborado numerosas esculturas empleando fibra de vidrio y silicona. En el año 2002, sus obras fueron expuestas en solitario en el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington DC. En esa ocasión se mostró la escultura Hombre Grande, una de sus piezas más famosas.
Las exhibiciones más recientes de Mueck tuvieron lugar en The National Gallery de Londres y en el Museum of Contemporary Art de Sidney. En esas exposiciones se mostró su obra Mujer embarazada, una escultura de dos metros que posteriormente fue adquirida por la National Gallery de Australia.
La autora Felicias Sylvester defiende que el estilo de Ron Mueck se corresponde con la tendencia hiperrealista surgida en 1960, sin embargo, es importante agregar que este escultor le otorga características del contexto del siglo XXI, ya que su noción de la realidad está mediatizada por elementos sociales como el terrorismo, la guerra, la crisis energética, la hambruna mundial y el cambio climático.
Vale destacar que el hiperrealismo es una manifestación artística que toma a la fotografía como sustituta del bosquejo o dibujo tradicional y que, al ser proyectada en la escultura o pintura, busca reproducir todo lo que el ojo o lente mecánico ha visto. De hecho, Mueck ha afirmado en varias ocasiones que prefiere guiarse de fotografías y no trabajar con modelos humanos.
Por esta razón, las representaciones hiperrealistas de Mueck están influenciadas por la sociedad global, lo multimedia y lo virtual; el “mundo real” del escultor es el resultado de todo aquello que ha sido proyectado, fotografiado, filmado o publicado.
Además, el objeto hiperrealista representado por Mueck en la obra artística cuenta con las mismas cualidades sensibles de lo “real”, pero los colores y los materiales resultan más prístinos y brillantes.
A continuación se mencionan algunas de las esculturas más populares de Ron Mueck:
Se trata de una escultura que representa de manera monumental la figura de un recién nacido. Esto se puede afirmar porque el cuerpo del bebé todavía tiene pequeñas manchas de sangre distribuidas por todo el cuerpo y el cabello mojado, lo que le da a entender al espectador que Mueck quiso retratar el inicio de la vida. Este cuerpo se caracteriza además por su vientre hinchado y por sus extremidades lánguidas.
Esta obra consiste en la escultura de una mujer que permanece acostada en la cama. Su mirada y la posición de sus dedos le demuestran al espectador que la mujer se encuentra absorta en sus pensamientos, probablemente preocupada por múltiples especulaciones. Uno de los detalles más emblemáticos de la escultura radica en la nitidez de los pliegues y las arrugas de la sábana.
En esta obra se puede apreciar a un joven que lleva unos jeans y una camiseta blanca. Además, el adolescente destaca por la suavidad de su piel morena y la carnosidad de sus labios. Su principal atractivo es que la escultura capturó el momento justo en el que el joven está levantándose la camisa con el objetivo de visualizar una herida reciente.
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