Medicina

Ototubaritis: síntomas, causas, secuelas, tratamientos


La ototubaritis es un proceso inflamatorio de las trompas de Eustaquio que se acompaña de una obstrucción transitoria y reversible de dichas trompas. Puede ser la consecuencia de procesos infecciosos de las vías respiratorias superiores o de las rinitis alérgicas y puede complicarse frecuentemente con una otitis media.

La superficie de las cavidades aéreas del oído medio está cubierta de una mucosa de epitelio cilíndrico ciliado (mucosa respiratoria) con glándulas secretoras. Esta mucosa se encuentra cubriendo y en contacto con el periostio del hueso temporal donde se esculpe el oído medio.

La trompa de Eustaquio es un conducto que posee una porción ósea (tercio posterior) dentro del hueso temporal y una porción condromembranosa anterior (dos tercios) que desemboca en la nasofaringe. Por lo tanto, este tubo osteocondromembranoso comunica la caja timpánica con la nasofaringe.

La luz de las trompas se abre por la contracción de los músculos del velo del paladar (músculos periestafilinos). La trompa de Eustaquio desempeña funciones de vital importancia para la función del oído medio. Permite equilibrar las presiones entre el medio ambiente y el oído medio al ventilar la caja timpánica.

Otra función de estas trompas es eliminar las secreciones del oído medio hacia la orofaringe, y evitar la entrada de bacterias y elementos extraños protegiendo las estructuras allí contenidas.

En el oído medio permanentemente se absorbe gas. Si la trompa de Eustaquio está inflamada, obstruida y no funciona adecuadamente, la caja timpánica no se podrá ventilar. Esto genera una disminución de la presión del oído medio con respecto a la presión ambiental, es decir, una presión negativa dentro de la caja timpánica.

Normalmente la trompa de Eustaquio permite equilibrar las presiones de manera que la presión de la caja timpánica se iguale a la presión ambiental. Cuando se genera presión negativa en el oído medio se estimulan las glándulas mucosas, aumenta la producción de secreciones y esto predispone al desarrollo de las otitis medias.

Índice del artículo

Síntomas de la ototubaritis

Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor de oído
  • Sensación de prurito o picazón y edema del oído
  • Aparición de acúfenos (pitos)
  • Aumento de la sensibilidad al ruido
  • Aumento de las secreciones en el oído medio que puede traer como consecuencia el abombamiento de la membrana timpánica y la aparición de un nivel de líquido que se observa al hacer una otoscopia.

Puede ocurrir pérdida auditiva transitoria. Si el proceso se complica con una infección aguda del oído medio aparecen secreciones amarillentas y enrojecimiento de la membrana timpánica. En algunas ocasiones puede presentarse vértigo, mareos, náuseas, vómitos y fiebre.

Los acúfenos son característicos de las ototubaritis. Un acúfeno es la presencia de un ruido que el paciente percibe pero que no responde a ningún estímulo auditivo externo.

Causas

Los procesos virales o bacterianos de las vías respiratorias superiores, las rinitis alérgicas y la presencia de tejido adenoideo en las cercanías de la desembocadura de las trompas de Eustaquio en la orofaringe, predisponen a la inflamación y cierre temporal de dichos conductos y la instauración de la ototubaritis.

En los niños pequeños menores de tres años, las ototubaritis son muy frecuentes y se complican generalmente con otitis medias. Esto se debe, por un lado, a la falta de desarrollo del sistema inmunológicos en el niño y, por el otro, a las características particulares de estos conductos en los niños que facilitan su cierre e inflamación.

Estas características de las trompas de Eustaquio de los niños que las diferencian de las de los adultos son las siguientes:

  • La porción ósea de la trompa de Eustaquio de los niños es más larga que la del adulto.
  • El ángulo entre la porción membranosa y la ósea es mucho menor, de aproximadamente 10 grados. Por lo tanto, la trompa de los niños tiene una forma mucho más recta que la del adulto.
  • El istmo es más largo con un orificio nasofaríngeo de 4 a 5mm, mucho más pequeño que el del adulto.

Las bacterias que con mayor frecuencia se encuentran en las infecciones del oído medio son M. catarrhalis, H. influenzae y S. pneumoniae (neumococo). Sin embargo, esto puede variar dependiendo de la tasa de vacunación de la población a la que se hace referencia, de la edad de los pacientes y de las causas primarias desencadenantes.

Secuelas

Las complicaciones de las ototubaritis son las otitis medias que, en algunos casos, pueden ser recurrentes. Cuando las otitis medias son infecciosas pueden complicarse con mastoiditis, laberintitis, meningitis y raras veces con abscesos encefálicos. Estas complicaciones pueden generar secuelas propias del proceso infeccioso.

Sin embargo, las complicaciones más frecuentes de las otitis medias infecciosas recurrentes son las perforaciones espontáneas de la membrana timpánica, debido a la acumulación de secreciones purulentas y aumento de la presión del oído medio.

Las perforaciones de la membrana timpánica suelen cicatrizar espontáneamente sin dejar secuelas. Pero cuando no se administra adecuadamente el tratamiento, los gérmenes son resistentes y muy virulentos o el paciente por alguna causa está inmunodeprimido. Estos procesos pueden hacerse crónicos.

En estos casos pueden aparecer secuelas relacionadas con perforaciones timpánicas no resueltas, rigidez del tímpano por procesos inflamatorios e infecciosos o daño de la cadena de huesecillos.

La atelectasia vera o atelectasia timpánica es una de las secuelas de las otitis serosas. Consiste en una invaginación y colapso de la membrana timpánica clasificada en siete grados y que puede o no incluir a la cadena de huesecillos.

La tímpano-esclerosis, las atelectasias o la alteración de la cadena de huesecillos interfieren con la transmisión del sonido desde el oído externo. Todos estos hechos conllevan al desarrollo de hipoacusia, que puede ser permanente o necesita ser resuelta quirúrgicamente.

Tratamientos

El tratamiento de la ototubaritis requiere de antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos, mucolíticos y la corrección o tratamiento de la causa inicial, es decir, de las rinitis alérgicas si está presente, de las infecciones del tracto respiratorio superior o de las adenoiditis. También se incluyen aerosoles y lavados nasales.

En caso de que exista un proceso infeccioso que incluya a las trompas de Eustaquio o al oído medio se incluyen antibióticos. En algunas ocasiones se requiere del drenaje timpánico quirúrgico y la colocación de un pequeño tubo para facilitar el drenaje transtimpánico temporal.

Los tratamientos quirúrgicos de los problemas de ototubaritis complicada incluyen colocación de tubos ventilatorios, reconstrucción tímpanosicular y tuboplastias.

Referencias

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