Medicina

Antineuríticos: qué son, para qué sirven, funcionamiento, efectos


¿Qué son los antineuríticos?

Los antineuríticos son un grupo de medicamentos de naturaleza distinta pero con un propósito común: evitar o disminuir la inflamación neural. Dependiendo de su origen, pueden actuar directamente sobre los nervios periféricos afectados o tener efectos a nivel del sistema nervioso central.

La mayoría de estos fármacos no fueron ideados inicialmente como antineuríticos. Pese a que la mayoría tiene acciones a nivel neurológico, su uso terapéutico estaba destinado a otras patologías, como convulsiones, depresión, enfermedades degenerativas o dolores crónicos.

Tratándose de medicamentos que actúan a nivel del sistema nervioso, los efectos secundarios debido a su administración son abundantes. De hecho, su uso como droga antineurítica fue un hallazgo ocasional, descrito inicialmente como un evento adverso. Algunos de estos efectos pueden ser severos y obligan a suspender el tratamiento.

¿Para qué sirven los antineuríticos?

Los medicamentos antineuríticos se administran para disminuir la inflamación y por ende la sintomatología de las neuropatías periféricas. Para comprender mejor esta tarea, se debe tener claro en qué consisten estas neuropatías, comúnmente conocidas como neuritis.

Se conoce como neuritis a la inflamación de un nervio periférico o de alguna de sus ramas. Esta condición puede ser ocasionada por traumatismos locales o generalizados, infecciones varias, trastornos nutricionales, intoxicaciones, enfermedades neurodegenerativas, cáncer o incluso por causas desconocidas.

El término neuritis también se utiliza, erróneamente, para describir cualquier disfunción dolorosa de un nervio periférico aún en ausencia de inflamación. En este caso la palabra correcta es neuralgia, aunque este concepto solo se limita al dolor y no considera las otras consecuencias de las neuropatías.

La neuritis no se manifiesta solo con dolor. De hecho, los síntomas iniciales son los cambios en la sensibilidad del área inervada por la raíz nerviosa afectada y sensación de hormigueo. Si la condición médica causante se perpetúa suele haber hipotrofia muscular, alteraciones en el funcionamiento tisular y modificaciones cutáneas locales.

Usos cotidianos

El tratamiento antineurítico abarca un importante número de patologías neurológicas. Las neuritis se pueden presentar en prácticamente cualquier nervio periférico del organismo, pero existen ciertos casos particulares que merecen mención.

Neuritis intercostal

Es la inflamación de los nervios que transcurren entre una costilla y otra. Los signos y síntomas asociados a este tipo particular de neuritis son muy variados.

En casos severos, el solo hecho de respirar puede resultar doloroso. Otras acciones comunes también son molestas, como reír, estornudar, toser, suspirar o estirar los brazos (especialmente molesto y doloroso al bañarse o al vestirse).

Neuralgia del trigémino

Ocurre por la inflamación de uno de los pares craneales más altos: el nervio trigémino. Su área de inervación es la cara, por ello los síntomas se ubican en dicha región.

Suele ser unilateral, por lo que solo afecta una mitad del rostro y provoca muecas peculiares para disminuir las molestias. El dolor es punzante o lacerante, y muy intenso.

Neuritis óptica

Una de las causas más frecuente de pérdida visual aguda es la neuritis óptica. La inflamación unilateral o bilateral de este par craneal afecta a personas jóvenes y es más frecuente en mujeres.

Además de la pérdida de visión parcial o total, hay dificultad para distinguir los colores y dolor al mover el globo ocular.

Neuritis vestibular

El nervio vestibular inerva al oído interno y cumple funciones fundamentales en el equilibrio. De allí que su inflamación se caracterice por mareos, náuseas, vértigo, desequilibrio e incluso desmayos. En estos casos la audición no se ve comprometida y casi no hay dolor.

¿Cómo funcionan los antineuríticos?

Los antineuríticos son medicamentos producidos para una tarea distinta que demostraron, además, la capacidad de aliviar los síntomas de la neuritis.

Entre estos fármacos, los más importantes son:

Antiepilépticos

La gabapentina y la pregabalina son los principales representantes de este grupo. Ideados en un principio como tratamientos para las convulsiones, en la actualidad juegan un rol vital como tratamientos neuropáticos, antimigrañosos y antidepresivos.

Su mecanismo de acción como antineuríticos no es bien conocido. A nivel central se sabe que actúan sobre los receptores del neurotransmisor GABA, ayudando a prevenir las convulsiones, pero a nivel periférico no está clara su función. Algunos autores creen que se debe a su efecto sobre los canales de calcio voltaje-dependientes en las vías del dolor.

La carbamazepina y la oxcarbazepina son muy utilizados en la neuralgia del trigémino, mostrando resultados alentadores. La lamotrigina, otro antiepiléptico de nueva generación, actúa sobre los canales de sodio e inhibe la liberación del glutamato, potente neurotransmisor muy activo en la génesis del dolor.

Antidepresivos

Los inhibidores de la recaptación de serotonina/noradrenalina y los antidepresivos tricíclicos pueden ser útiles como antineuríticos. Al igual que los antiepilépticos, estos medicamentos tienen efectos a nivel del sistema nervioso central y periférico. Su uso se ha destinado casi exclusivamente para las neuralgias crónicas.

Estos medicamentos activan las vías nerviosas descendentes dependientes de la noradrenalina y de la serotonina. Cuando esta vía se mantiene estimulada en el ámbito de la médula espinal no se cumple la retroalimentación neuronal, limitándose las señales de dolor que ascienden al cerebro por los haces nerviosos contrarios.

Opiodes

La morfina, la metadona y la meperidina son fármacos opiodes muy usados en las neuritis. Su intención es únicamente disminuir el dolor, aunque cierto efecto central puede evitar los trastornos mentales que suelen acompañar a estas neuropatías. Su mecanismo de acción involucra al sistema nervioso central, así como al periférico.

Los receptores opiodes se encuentran diseminados por todo el organismo. Dependiendo de la droga utilizada y de la dosis, pueden tener acciones locales o distancia. Su tarea se enfoca en el antagonismo NMDA, un neurotransmisor importantísimo en la activación del dolor. Gracias a este fenómeno se produce el efecto analgésico.

Otros antineuríticos

Los anestésicos locales son útiles por su acción localizada y escasos efectos sistémicos. La lidocaína, bupivacaína y la mepivacaína se utilizan en inyección, gel o parches, bloqueando los nervios locales y por ende inhibiendo el estímulo doloroso durante el tiempo que dure su acción.

Algunas neuritis se producen por déficit de vitaminas, por ello los compuestos con vitamina B son muy utilizados en estos casos. Los medicamentos compuestos por elementos del complejo de vitaminas B son especialmente útiles en las neuritis intercostales.

En la actualidad se ha permitido la administración de derivados cannabinoides para el tratamiento de ciertas neuropatías crónicas. Si bien su uso sigue siendo polémico, algunos estudios respaldan el alivio que proporcionan gracias a la acción del THC y el CBD a nivel central.

Efectos secundarios de los antineuríticos

La gran mayoría de los tratamientos antineuríticos tienen efectos indeseables a nivel central. La mayoría de los antiepilépticos y antidepresivos producen somnolencia, mareos, marcha inestable y visión borrosa.

La presencia de pesadillas y trastornos alimenticios también se presentan con el consumo de estos medicamentos.

Otro evento secundario habitual es la adicción. Esto ocurre también con los opiodes y cannabinoides. La sensación de bienestar y en ocasiones de euforia que producen puede terminar siendo un vicio. La cautela y adecuada dosificación son necesarias en estos pacientes.

Referencias

  1. Hoorbakht, Hedieh y Bagherkashi, Farid (2012). Optic Neuritis, its Differential Diagnosis and Management. The Open Ophthalmology Journal, 6: 65-72.
  2. Cruccu, Giorgio y colaboradores (2016). Trigeminal neuralgia: new classification and diagnostic grading for practice and research. Neurology, 87(2): 220-228.
  3. Ang, C. D. y colaboradores (2008). Vitamin B for treating disorders of the peripheral nerves. Recuperado de: cochrane.org
  4. Wikipedia (última edición 2018). Dolor Neuropático. Recuperado de: es.wikipedia.org