Historia

Guerra del Pacífico: causas, desarrollo y batallas, consecuencias


La guerra del Pacífico o guerra del salitre fue un conflicto militar que enfrentó a Chile contra una alianza formada por Perú y Bolivia. El enfrentamiento armado tuvo lugar entre 1879 y 1884 y concluyó con la anexión de varios territorios bolivianos y peruanos a Chile.

Las disputas territoriales entre los países de la zona habían sido habituales desde el mismo momento de su independencia. Además, algunos de los territorios en disputa eran ricos en salitre y, por lo tanto, importantes fuentes de riqueza. Bolivia y Chile trataron de relajar la tensión con un acuerdo de límites firmado en 1874.

Sin embargo, en 1878, Bolivia estableció un impuesto a la empresa chilena que se encargaba de explotar el salitre de Antofagasta, lo que fue considerado por los chilenos como una violación del tratado. La tensión fue en aumento hasta que Chile ocupó militarmente Antofagasta. Bolivia y su aliado Perú, respondieron enseguida.

Los primeros meses de guerra se desarrollaron en el océano. Chile logró controlar las zonas costeras, lo que le permitió atacar por tierra y ocupar Tarapacá, Tacna y Arica. Aunque Bolivia abandonó el conflicto, las batallas entre chilenos y peruanos continuaron hasta la firma del Tratado de Ancón, en 1883, que confirmaba la victoria chilena.

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Antecedentes

Al inicio de la época republicana, Perú, Bolivia y Argentina aceptaron que sus fronteras fueran las mismas que durante la colonia. Sin embargo, los españoles nunca había sido demasiado claros sobre las mismas, por lo que algunos límites eran bastante imprecisos. Esto se trasladó a las primeras demarcaciones fronterizas de esos países.

Entre los territorios problemáticos estaban Atacama, que Chile señaló como su frontera norte y Bolivia consideraba como perteneciente a su provincia de Potosí.

La situación se agravó tras el descubrimiento en la década de 1840 de yacimientos de salitre y de guano en Tarapacá y Antofagasta. La riqueza que suponían estos materiales provocó que chilenos y bolivianos reclamaran los territorios como propios, sin que pudieran llegar a un acuerdo.

La cuestión acabó provocando que Bolivia declarara la guerra a Chile en junio de 1863. Sin embargo, el conflicto no llegó a ser grave, ya que poco después los países de la zona debieron unirse para enfrentarse a España.

Tratados de límites de 1866 y 1874

Al finalizar la guerra con España, Chile y Bolivia retomaron las negociaciones sobre sus fronteras. El primer acuerdo se firmó en agosto de 1866 y, además de señalar las coordenadas de sus límites territoriales, recogía que debían compartir a medias los derechos de explotación de los minerales en una franja de territorio determinada.

Un golpe de Estado en Bolivia, en 1871, llevó al poder a Agustín Morales. Una de sus primeras medidas fue considerar nulo el tratado firmado por el anterior presidente. El resultado fue una nueva ronda de negociaciones entre los dos países involucrados. A pesar de que llegó a firmarse un nuevo tratado, en 1872, Bolivia rechazó su contenido.

El 6 de agosto de 1875, los dos países llegaron a un nuevo acuerdo. Mediante este tratado, Chile renunciaba al 50% de los impuestos obtenidos de las explotaciones de mineral a cambio de la promesa de Bolivia de no aumentar los impuestos a los negocios y capitales chilenos durante 25 años.

Tratado secreto de alianza entre Perú y Bolivia de 1873

Chile estaba fortaleciendo su posición en la zona gracias a las inversiones que estaba realizando en Tarapacá y Antofagasta. Perú consideraba la posición chilena como una amenaza para su supremacía en la costa del Pacífico.

El resultado fue un acuerdo secreto de defensa mutua entre Perú y Bolivia. Argentina también fue invitada, pero no llegó a unirse.

Causas de la guerra del Pacífico

Como se ha señalado, las disputas territoriales entre Chile y Bolivia habían sido constantes desde el comienzo de la época republicana. El territorio principal que ambos países reclamaban era el desierto de Atacama.

Sin embargo, tras esta disputa territorial se encontraba la cuestión económica, ya que los dos países pretendían controlar los ricos yacimientos de salitre de la zona.

Crisis económica de Bolivia y Perú

En 1872, la economía peruana se encontraba en bancarrota. Una de las causas era el agotamiento del guano y el salitre que explotaba. Además, una cuarta parte del capital salitrero de Tarapacá era de Chile, al igual que la mayoría de los trabajadores.

Perú trató de monopolizar el comercio de ambos productos, pero el descenso del precio del salitre hizo que la economía no mejorara. Los capitalistas chilenos rehusaron conceder nuevos créditos a las empresas de Tarapacá y el gobierno peruano no pudo pagar las expropiaciones que pretendía realizar.

Por su parte, Bolivia estaba explotando sus reservas de salitre de Tal-Tal. El presidente peruano buscó una alianza con los bolivianos y los argentinos para evitar la presencia chilena en el desierto de Atacama.

Explotación de riquezas por capitales chilenos en zonas con límites sin precisión

La actividad de las empresas chilenas en Tarapacá y Antofagasta preocupaba a los bolivianos y a los peruanos. Ambos gobiernos pensaban que Chile tenía un plan para adueñarse de esos territorios históricamente en disputa.

El aumento del impuesto a la exportación en 1878

La llegada al poder en Bolivia de Hilarión Daza tras un golpe de Estado militar en 1876 provocó un aumento de la tensión. Daza negó la validez de los tratados firmados por sus antecesores. Además, en 1878, decretó un incremento de los impuestos que afectó a las empresas chilenas de Antofagasta.

A partir de ese momento, las empresas chilenas debían pagar 10 centavos más por cada quintal de salitre. Daza amenazó con confiscar las infraestructuras de las compañías que no pagaran.

A comienzos de 1879, el presidente chileno cumplió su amenaza y expulsó a los chilenos de Antofagasta y comenzó a rematar los bienes de las empresas.

Confiscación de los bienes de las compañías mineras chilenas

La mencionada confiscación de los bienes de las empresas chilenas ordenada por Hilarión Daza fue el acontecimiento final que provocó la guerra. Las compañías se negaron a pagar el aumento de impuestos decretado por el presidente boliviano y Chile intentó que los dos países recurrieran a un arbitraje neutral.

Daza se negó y dictó una resolución que agravó la situación. Así, a principios de 1879 ordenó eliminar el impuesto, pero a cambio se dispuso a anular las concesiones otorgadas a los chilenos sobre el salitre.

Aunque Perú, que ya había firmado el acuerdo secreto de defensa con Bolivia, intentó convencer a Daza de que aceptara el arbitraje, los preparativos para una guerra se aceleraron.

Desarrollo y batallas

El gobierno chileno consideró que Bolivia había roto el tratado firmado en 1874 y envió algunos barcos a Antofagasta. Sus tropas desembarcaron y tomaron la ciudad sin resistencia.

Ante esto, Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879. La falta de cuerpo diplomático en La Paz provocó que tuviera que ser el gobierno peruano el que comunicara la declaración de guerra al resto del mundo, comenzando por Estados Unidos.

Campaña marítima

La primera etapa de la guerra se desarrolló en las aguas del Pacífico. Chile consideró que era vital conseguir el control de los puertos para, así, debilitar a sus enemigos.

La campaña marítima enfrentó tan solo a los chilenos y a los peruanos, ya que Bolivia no tenía armada propia. En un primer momento, el poderío naval de ambos bandos estaba bastante equilibrado, ya que los dos países habían comprado modernos barcos de guerra en los últimos años.

Los enfrentamientos más importantes tuvieron lugar entre el 5 de abril y el 8 de octubre de 1879 y el resultado final favoreció claramente a los chilenos.

Chile comenzó la campaña bloqueando el puerto de Iquique con la intención de bloquear las exportaciones peruanas y obligar a sus barcos a abandonar Callao. Este bloqueo inició a principios de abril. En esas fechas, los chilenos también bombardearon Mollendo, Pabellón de Pica y Pisagua.

Los peruanos, por su parte, prefirieron evitar en lo posible los enfrentamientos directos. En lugar de eso, atacaron las líneas de transporte y los puertos chilenos que estaban desprotegidos.

Batalla de Iquique

El 16 de mayo, los barcos chilenos abandonaron Iquique rumbo al Callao. Tan solo dejaron dos buques para mantener el bloqueo. Sabedores de esto, los peruanos enviaron dos grandes barcos para intentar abrir la ciudad.

La batalla se desarrolló el 21 de mayo y culminó con la victoria de las naves peruanas y el desbloqueo temporal del puerto.

Tras esto, capturar al acorazado Huáscar, uno de los barcos peruanos que habían participado en la batalla de Iquique, se convirtió en prioritario para Chile. El acorazado pasó seis meses atacando a los transportes enemigos y logró capturar a un vapor, el Rímac, que transportaba un importante cuerpo de caballería chileno.

Finalmente, el 8 de octubre, los chilenos pudieron acabar con la amenaza que suponía el Huáscar. La pérdida de ese barco significó que Perú perdiera todas sus opciones de resistir a la armada chilena. Su intento de comprar nuevas embarcaciones acabaron en fracaso.

A pesar de que todavía se desarrollaron algunas batallas más, como el bloqueo al Callao, Chile acabó con controlar los puertos, con lo que comenzó su campaña terrestre.

Campaña de Tarapacá

Una vez que Chile consiguió el control marítimo, sus barcos pudieron transportar sin problemas a casi 9 000 soldados hasta Pisagua. Este desembarco, que tuvo lugar el 2 de noviembre de 1879, fue el comienzo de la campaña de Tarapacá.

Los chilenos comenzaron su avance por la región con la intención de conquistarla, ya que consideraban que era clave para poder tomar Lima.

Las tropas peruanas y bolivianas consiguieron una importante victoria en la batalla de Tarapacá, pero no fue suficiente para detener a los soldados chilenos. Los aliados se quedaron sin refuerzos y sin apoyo logístico, por lo que tuvieron que retirarse a Arica y dejaron vía libre a las tropas chilenas.

Esa retirada provocó disturbios internos en Bolivia y Perú que acabaron provocando sendos cambios de gobierno.

Campaña de Tacna y Arica

El ministro de guerra chileno propuso organizar un desembarco cerca de Lima para acortar la guerra. Sin embargo, el resto del gobierno prefirió primero enviar a sus tropas a ocupar la salida que tenía Bolivia al océano.

Los chilenos desembarcaron el 31 de diciembre de 1879 en las cercanías de Tacna en misión de reconocimiento. Más adelante, a finales de febrero del año siguiente, 11 000 de sus soldados fueron transportados a Punta Coles, cerca de Ilo, sin encontrar resistencia.

Al mismo tiempo, Chile envió una expedición compuesta por más de 2 000 soldados a Mollendo para destruir su puerto e impedir la llegada de materiales y alimentos a Arequipa.

El contingente chileno que había desembarcado en Punta Coles comenzó su avance. El 22 de marzo tuvo lugar la batalla de Los Ángeles, en la que las fuerzas chilenas derrotaron a una división peruana y lograron con ello cortar las comunicaciones de Tacna y Arica con Arequipa.

​La victoria chilena se repitió en la batalla de Tacna, el 26 de mayo, y en la de Arica, el 7 de junio. Este último enfrentamiento significó la práctica desaparición de los ejércitos profesionales de Perú y Bolivia.

Perú se vio obligado a buscar nuevas tropas, mientras que Bolivia dejó de participar militarmente en el conflicto. A partir de ese momento, los bolivianos solo aportaron armas y dinero a sus aliados peruanos.

La situación plenamente favorable a los chilenos hizo que comenzaran a desarrollarse conversaciones de paz.

Campaña de Lima

La campaña de Lima comenzó en septiembre de 1880 y concluyó en enero del año siguiente con la ocupación de la capital peruana por parte del ejército chileno.

Las tropas chilenas desembarcaron en Paracas, a más de 200 kilómetros de Lima, el 20 de noviembre e iniciaron su avance. Hasta el 13 de enero de 1881, el ejército de Chile no encontró apenas resistencia, pero a partir de esa fecha tuvo que mantener tres importantes batallas.

La primera, el mismo 13 de enero, fue la batalla de Chorrillos. Ese día, el chileno Manuel Baquedano se dirigió con sus más de 20 000 hombres al valle de Lurín, a 15 kilómetros de Lima. El peruano Nicolás de Piérola, por su parte, se estableció con sus 30 000 efectivos y sus más de cien cañones en San Juan, Chorrillos y Miraflores.

Baquedano atacó de frente a sus enemigos, mientras que el general Lynch hacía lo propio por el flanco derecho de los peruanos. Algo más tarde, otras dos divisiones se unieron al ataque, que culminó con una clara victoria chilena.

Dos días más tarde, el 15 de enero, tuvo lugar la batalla de Miraflores. Baquedano estaba decidido a terminar con el conflicto y envió a un emisario, Isidoro Errázuriz, a ofrecer la paz a Piérola. Sin embargo, las conversaciones acabaron en fracaso y el líder peruano atacó a los chilenos.

A pesar de la superioridad numérica peruana, la batalla finalizó con victoria chilena y con la huida de los limeños. La capital peruana fue ocupada el día 17.

Ese mismo día los peruanos destruyeron todos los barcos de guerra que les quedaban, así como los fuertes del Callao. Su intención era evitar que cayeran en manos chilenas cuando ocuparan el puerto.

Campaña de la Sierra o de la Breña

La última fase de la guerra del Pacífico, la llamada campaña de la sierra o de la Breña, se prolongó desde abril de 1881 hasta junio de 1884.

En esos años, los peruanos desarrollaron sobre todo una guerra de guerrillas para intentar luchar contra la ocupación chilena. Los enfrentamientos armados tuvieron lugar en la sierra, con batallas como la de Sangra, La Concepción o la de Huamachuco.

El general Andrés Cáceres fue el primero que organizó a sus hombres para la guerra de guerrillas contra los chilenos. Este militar consiguió reunir un ejército de unos 3 000 hombres y contó con un fuerte apoyo de los campesinos.

Patricio Lynch, el jefe político-militar de Chile, era partidario de acabar totalmente con el ejército de Perú y, para ello, organizó un batallón con el único propósito de conquistar la Sierra Central. Para 1882, las tropas chilenas habían reducido los efectivos peruanos hasta dejarlos en poco más de 1 000 hombres.

Uno de los enfrentamientos más dramáticos de toda la guerra fue el Combate de la Concepción. Este se desarrolló entre los días 9 y 10 de julio de 1882 en el pueblo que da nombre a la batalla, que concluyó con la muerte de todo el contingente chileno desplegado en la zona.

El mismo día 10, los chilenos vencieron a las fuerzas peruanas en la batalla de Huamachuco. Este enfrentamiento marcó el final de la guerra y el comienzo de unas negociaciones de paz que culminarían en la firma del Tratado de Ancón.

Consecuencias de la guerra del Pacífico

Los contendientes de la guerra del Pacífico firmaron dos acuerdos diferentes. El primero, entre Perú y Chile, determinaba, entre otros aspectos, que el primer país cedía incondicionalmente la zona de Tarapacá al segundo.

Bolivia, sin embargo, se negó a firmar dicho tratado y solo suscribió un pacto de tregua.

Consecuencias territoriales

Además de la cesión de Tarapacá, Perú debió aceptar que Chile ocupara de manera temporal Tacna y Arica. A pesar de que esta cesión debía durar solo 10 años, finalmente Arica quedó en manos chilenas. Tacna, por su parte, fue devuelta a Perú en 1925.

Por otra parte, Bolivia perdió su única salida al mar, el departamento litoral. Además, Chile y Argentina se repartieron la Puna de Atacama.

Consecuencias sociales

Las consecuencias sociales de la guerra del Pacífico fueron dramáticas para los dos países perdedores. El conflicto dejó 15 000 víctimas mortales, tanto militares como civiles.

Además, la derrota desencadenó una guerra civil en Perú causada por las diferencias sociales surgidas a partir del conflicto. Así, el bloqueo chileno durante la guerra provocó que Perú quedara totalmente arruinado y que se incrementara la estratificación de sus clases sociales.

Consecuencias económicas

Aunque menos que a Perú, Bolivia también se vio afectada económicamente por su derrota en la guerra. Para empezar, tuvo que devolver los bienes que había embargado a las empresas chilenas justo antes del conflicto. El país, además, se debilitó por la pérdida de su salida al mar y de otros territorios.

Chile, en cambio, salió notablemente beneficiado de la guerra. Gracias a su victoria, consiguió territorios ricos en salitre y otros minerales, además del control de zonas marítimas y de los aranceles correspondientes.

Referencias

  1. Enciclopedia de Historia. Guerra del Pacífico. Obtenido de enciclopediadehistoria.com
  2. EcuRed. Guerra del Pacífico. Obtenido de ecured.cu
  3. Notimérica. La Guerra del Pacífico, origen de un problema territorial entre Bolivia y Chile aún sin resolver. Obtenido de notimerica.com
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. War of the Pacific. Obtenido de britannica.com
  5. Country Studies. War of the Pacific, 1879-83. Obtenido de countrystudies.us
  6. New World Encyclopedia. War of the Pacific. Obtenido de newworldencyclopedia.org
  7. Sater, William F. War Of The Pacific. Obtenido de encyclopedia.com
  8. Quiroga, Stefan. Death Comes to the Atacama. Obtenido de historytoday.com