Rapé (Tabaco de Esnifar): Historia y Efectos en la Salud
El rapé, también conocido como tabaco para esnifar, es un preparado a base de la planta de tabaco (Nicotiana tabacum) que tiene un larga historia en la humanidad, incluso más larga que la de los cigarros. Este compuesto molido, que se consume aspirándolo por vía nasal, está mezclado con otras sustancias aromatizantes (como menta, entre otras) para reducir su fuerte aroma.
Rapé es una palabra francesa, cuya traducción al castellano significa “rayado” y fue justamente por tratarse de tabaco rayado en sus orígenes por lo que se le atribuyó ese nombre a este preparado ancestral.
Incluso la Real Academia Española en su diccionario incluyó este terminó como la definición de tabaco rapé. Esta sustancia se consigue en la mayoría de los casos en forma de polvo, hecho con hojas cortadas y molidas luego de que ya hayan madurado.
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Origen del rapé
El origen del rapé está en las culturas precolombinas de América y al mismo tiempo, pero sin conocimiento compartido, en diferentes regiones del continente se consumía el tabaco en sus diferentes versiones, entre ellas se esnifaba.
Los pueblos originarios de Brasil fueron de los primeros de los que se tenga registro en comenzar a consumir rapé. Para su elaboración, colocaban las hojas secas de tabaco en un mortero y lo molían para luego inhalarlo.
También en Haití absorbían tabaco por medio de un tubo. En su novela El noble arte de fumar, el escritor Dunhill da cuenta de esta práctica y la describe con sencillez: “Utilizaban una mano de almirez de rosa y un mortero para moler el polvo”, escribió.
Con la llegada de Cristobal Colón, y sus embarcaciones, al continente americano comenzó a tenerse registro de esta forma de consumo del tabaco rayado.
Estas prácticas, fueron recogidas por algunos de los viajeros, entre ellos el religioso fray Ramón Pané, y así este preparado comenzó su expansión mundial, principalmente en Europa.
El rapé llegó al Viejo Continente primero por vía de los colonos portuguesas y luego de los españoles. Casi un siglo más tarde, llegarían las primeras semillas de tabaco para su cultivo y posteriormente se harían algunos experimentos medicinales.
Usos
El rapé, además de ser un sustancia de consumo recreativo, en sus primeros momentos en Europa tuvo aplicaciones medicinales, sobre las cuales aún subsisten algunas polémicas.
Fue Felipe II uno de los impulsores del rapé en forma de medicamento. Conocido como “El Prudente”, fuer rey de España entre 1556 y 1598, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves desde 1580. Además también gobernó en Inglaterra e Irlanda.
El monarca pidió al médico y botánico Francisco Hernández de Boncalo que comenzará el cultivo de tabaco para darle usos medicinales.
Una de las primeras personas en probar las facultades del rapé fue Catalina de Médici, esposa de Enrique II de Francia, quien comenzó un tratamiento paleativo contra las migrañas padecidas por su hijo.
Así este preparado ganó popularidad entre las elites, por lo que durante muchos años el rapé quedó asociado a un producto típico de las aristocracias y era considerado un bien de lujo.
A pesar de estos usos medicinales, las facultades curativas del rapé, o del tabaco esfinado, nunca fueron comprobadas científicamente.
Efectos para la salud
De acuerdo a los estudios más modernos sobre los efectos que el rapé produce en la salud de las personas, sus consecuencias están asociadas al tabaco en cualquiera de sus versiones.
Si bien el rapé no genera la combustión tan nociva para la salud que sí provoca el cigarro, contiene todos los componentes de la planta Nicotiana tabacum.
Este tipo de productos contienen sustancias cancerígenas, como las nitrosaminas, formaldehído, crotonaldehído, benzopireno y otros hidrocarburos aromáticos policíclicos, además de polonio.
Las nitrosaminas son el componente que mayor peligro pueden causar en la salud, por ser los cancerígenos más prevalentes y fuertes del tabaco, con efectos mayormente en la boca y el páncreas, uno de los tipos de cáncer más potentes, sobre todo en hombres.
A pesar de los registros científicos, en cada país varían los datos sobre la toxicidad del rapé. Incluso en algunos lugares del mundo no se comprobó el incremento de enfermedades cardiovasculares relacionados con el consumo de rapé.
Algunos experimentos revelaron que el rapé tiene facultades descongestivas para las vías respiratorias y hasta puede prevenir algunos tipos de resfrío. Sin embargo, los especialistas advierten de sus efectos secundarios.
Rapé en la actualidad
En algunas culturas chamánicas de México o de la amazonia colombiana se utiliza el rapé como un sustancias con propiedades curativas.
Además, en el mundo de hoy el rapé volvió a cobrar popularidad en diferentes lugares del planeta, siendo una de las formas de consumo de tabaco novedosas, a pesar de su larga historia.
Muchos consumidores redescubrieron esta forma de disfrutar del tabaco sin humo, como una forma de respeto al medioambiente, con una comunidad que crece día a día por los diferentes rincones del mundo.
Pero no solo se debe a una conciencia ecológica el auge moderno del rapé, sino que también está ligada a una nueva moda de consumo de este producto estimulante.
Según los consumidores, el rapé, o tabaco esnifado, es una forma gustosa, refrescante y estimulante de disfrutar de la planta Nicotiana tabacum.
Personalidades históricas como Napoleón I, Federico el Grande, el poeta Friedrich Schiller, el filósofo Immanuel Kant y Helmuth von Moltke fueron algunos de los grandes consumidores del rapé.
Referencias
- Alfren H. Dunhill, El noble arte de fumar, Parsifal, 1996.
- Bourne, G. E.: Columbus, Ramon Pane, and the Beginnings of American Anthropology (1906), Kessinger Publishing, 2003.