Ciencia

8 experimentos con humanos muy polémicos


A pesar de todos los avances de los que podemos disfrutar gracias a la ciencia, la historia de su desarrollo está plagada de momentos oscuros y extremadamente polémicos. Pero estas controversias, que aparecen en casi todas las disciplinas de la investigación, se dan especialmente en el campo de la psicología y las ciencias humanas.

Para descubrir todo lo que sabemos hoy sobre el funcionamiento de la mente y el cuerpo de las personas, muchas veces se han llevado a cabo experimentos con humanos muy polémicos y que probablemente no podrían ser replicados hoy en día. Algunos de ellos estaban bien vistos en su momento, mientras que otros se hicieron en secreto debido al fuerte rechazo que habrían producido incluso entonces.

Todos ellos sirvieron para hacer avanzar el conocimiento sobre nuestra naturaleza y capacidades, pero lo hicieron a un precio muy alto. Incluso hoy en día, muchos de ellos siguen despertando debates dentro de la comunidad científica.

1- Experimentos con terapia de conversión

La terapia de conversión es el nombre que se le da a una serie de procedimientos que supuestamente son capaces de cambiar la orientación sexual de una persona.

A pesar de estar prohibida en muchos países, en algunos territorios y momentos de la historia se han llevado a cabo muchas de sus prácticas. Posiblemente, el momento más famoso en que ocurrió fue durante el “Proyecto de Aversión Sudafricano”.

Este experimento tuvo lugar durante la época del apartheid en Sudáfrica. En este momento, el gobierno del país tenía normas muy estrictas en contra de las personas homosexuales.

Los dirigentes del territorio pensaban que quienes se sentían atraídos por individuos del mismo sexo tenían una enfermedad mental, y por lo tanto tenían que ser sometidos a algún tipo de terapia.

El problema era que no se conocía ninguna terapia que pudiese modificar con éxito la orientación sexual de una persona. Por eso, el gobierno sudafricano creó el Proyecto de Aversión, en el que se sometió a miles de personas homosexuales a todo tipo de prácticas muy invasivas para tratar de cambiar sus preferencias.

Aunque durante el proyecto se utilizaron varias técnicas, la más extendida era la siguiente. Primero, se le administraban drogas a los sujetos para ponerles en un estado mental sugestionable.

Después, se les enseñaban fotografías eróticas de personas del mismo sexo, tras lo cual se les daba una descarga eléctrica con el objetivo de que asociaran la homosexualidad con algo doloroso.

Por último, se les mostraban fotografías eróticas de parejas heterosexuales, y se les daban más drogas para que aumentase su placer, tratando así de cambiar su orientación sexual. Por supuesto, el experimento no tuvo éxito.

Por desgracia, el Proyecto de Aversión también incluyó más prácticas de este estilo, como la administración de hormonas sexuales a los sujetos o incluso la castración química en algunos casos.

Hoy en día, por suerte, las terapias de conversión están totalmente prohibidas en la mayoría de países, ya que se ha comprobado que no funcionan y que pueden ser extremadamente dañinas.

2- Los experimentos de Milgram

Para quienes conocen un poco del mundo de la psicología, probablemente el primer nombre que venga a la cabeza al pensar en experimentos polémicos con humanos sea el de Stanley Milgram. Este investigador de la Universidad de Yale realizó una serie de estudios sobre la obediencia que incluso hoy en día son famosos por la controversia que generaron.

Milgram quería descubrir cómo era posible que gente aparentemente normal hubiese seguido las horribles órdenes de dirigentes nazis en la Segunda Guerra Mundial. Para ello, creó una serie de estudios en los que una persona ajena a la universidad tenía que actuar como ayudante suyo en un falso estudio sobre el aprendizaje.

En estos “estudios” el participante tenía que seguir las órdenes del propio Milgram, quien les indicaba que tenían que presionar una serie de botones para darle descargas eléctricas a una persona que se encontraba en otra sala. En un principio las descargas eran leves, pero según avanzaba el experimento, llegaban a un punto en que podían ser muy dolorosas o incluso mortales.

En realidad, la persona a la que parecía que se le estaban dando descargas era un actor, que en ningún momento sufría daño; pero los participantes pensaban que todo el proceso era real.

Aun así, más de la mitad de quienes se sometieron al experimento llegaron a presionar el botón que supuestamente podía matar al otro individuo, simplemente porque Milgram se lo había dicho.

Estos experimentos, aunque ayudaron a entender mejor el proceso de obediencia, fueron muy polémicos porque para que funcionasen los participantes no podían saber en ningún momento lo que estaba ocurriendo. Así, la mayoría de ellos llegaron a pensar que habían matado a una persona, cuando en realidad nadie había sufrido ningún daño.

3- La operación “Midnight Climax”

Muchos de los peores experimentos con personas se llevaron a cabo justo después de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los menos éticos fue la operación “Midnight Climax”, en la que la CIA y el ejército de los Estados Unidos quisieron estudiar la utilidad de drogas como el LSD o la heroína para controlar la mente de las personas.

En la operación Midnight Climax, gran cantidad de ciudadanos inocentes fueron llevados a casas seguras controladas por la CIA por prostitutas pagadas por el gobierno. Una vez allí, se les suministraban drogas como LSD sin que ellos se dieran cuenta. Después, se observaban los efectos de las mismas a través de espejos unidireccionales.

En algunas variantes de este experimento, los participantes eran introducidos a la fuerza en cámaras de privación sensorial, para tratar de comprender aún mejor los efectos de las drogas.

Aunque gracias a esta operación se descubrió mucho de lo que hoy sabemos sobre algunas sustancias capaces de alterar la conciencia, el método fue extremadamente poco ético.

4- El “Monster Study”

En 1939, los investigadores Wendell Johson y Mary Tudor, de la Universidad de Iowa, diseñaron un experimento con el que querían estudiar las posibles causas por las que una persona podría desarrollar problemas del lenguaje como la tartamudez. Para ello, utilizaron a 22 huérfanos con los que llevaron a cabo uno de los estudios menos éticos de la historia.

En el “Monster Study”, los niños fueron divididos en dos grupos. A los del primero se les administró terapia logopédica, y se les reforzaba verbalmente cuando conseguían hablar sin problemas.

Sin embargo, a los del segundo grupo se les dio terapia negativa, destinada a producirles tartamudez; y se les insultaba y humillaba cuando tenían cualquier fallo en el habla.

Aunque en su momento los resultados no fueron publicados, años más tarde se supo que los niños del segundo grupo desarrollaron todo tipo de problemas del habla. Además, estas dificultades permanecieron presentes durante toda su vida adulta.

5- El experimento de la prisión de Stanford

Posiblemente uno de los experimentos más conocidos y brutales de toda la historia de la psicología es el de la prisión de Stanford, que se realizó en el año 1971.

Su finalidad era comprender la influencia de los roles sociales en el comportamiento de las personas. Para ello, se dividió a 24 estudiantes voluntarios en dos grupos: prisioneros, y guardia de una cárcel ficticia.

Después de esto, los 24 estudiantes fueron encerrados en una réplica de una prisión, y se les dijo que tenían que actuar de acuerdo a su papel. En un principio tanto los guardias como los prisioneros seguían manteniendo una relación amistosa, pero poco a poco empezaron a aparecer divisiones entre ellos.

El experimento tenía que durar un mes; pero a los pocos días los guardias comenzaron a abusar física y psicológicamente de los prisioneros. Aunque en un principio los experimentadores (que lo observaban todo a través de cámaras) quisieron continuar con el estudio, la situación se descontroló hasta tal punto que tuvieron que detener el experimento para evitar que alguno de los estudiantes perdiera la vida.

6- El experimento de los ojos azules

Jane Elliott fue una profesora estadounidense que se hizo famosa por su experimento destinado a investigar el impacto del racismo en la educación. Poco después del asesinato de Martin Luther King, esta docente se puso al frente de su clase e informó a los alumnos de que la manera en que iban a llevarse a cabo las clases estaba a punto de cambiar.

Elliott dividió a sus estudiantes en función del color de sus ojos. Aquellos con los iris claros se situaron en la parte delantera de la clase. Además, se les proporcionó más tiempo de recreo, más comida durante la hora del almuerzo, y la posibilidad de participar activamente durante las lecciones. Por último, la profesora les felicitaba por todo y les animaba a expresarse y decir lo que pensaban.

Por otro lado, los estudiantes de ojos oscuros tuvieron que sentarse en la parte trasera del aula, se les proporcionaron menos privilegios y se les castigó por prácticamente todo lo que hacían.

Además, Elliott se inventó varios estudios que supuestamente afirmaban que las personas con ojos claros eran más inteligentes debido a la menor presencia de melatonina en su cuerpo.

Los resultados fueron muy sorprendentes: los niños con ojos claros comenzaron a tener mejores resultados en clase, además de volverse más crueles con sus compañeros. Por el contrario, aquellos con los ojos oscuros vieron cómo sus notas empeoraban poco a poco, a la vez que lo hacía su autoestima. Al final del experimento, por suerte, la profesora les reveló que todo había sido un montaje.

7- El estudio del Buen Samaritano

Una de las áreas más importantes de la psicología social es el estudio sobre el altruismo y las conductas de ayuda. Aunque se han llevado a cabo muchos experimentos en este ámbito, uno de los más famosos es el del Buen Samaritano, dirigido por varios investigadores de la Universidad de Princeton.

En este experimento se pretendía comprobar la probabilidad de que una persona al azar actúe de manera altruista y ayude a otra persona. Para ello, se invitó a 40 estudiantes (que no sabían que estaban participando en un experimento) a que dieran un a charla sobre lo que significaba ser un buen samaritano. De esta manera, se pretendía que tuvieran el altruismo en mente.

De camino a dar su charla, sin embargo, los estudiantes se encontraban con un hombre que fingía necesitar ayuda inmediata. En algunos casos, el actor pretendía haberse caído y no poder levantarse; y en otros, se suponía que le estaba dando un ataque al corazón. La idea era ver cuántos de los participantes ayudarían al hombre por su propia voluntad.

Desgraciadamente, menos del 50% de los estudiantes decidieron pararse a socorrer al actor; y en el caso de los que presenciaron un ataque al corazón, menos del 10% se detuvieron.

Este experimento, aunque no fue tan controvertido como los anteriores, también implicaba engañar a los participantes y someterles a pruebas psicológicas sin su conocimiento y sin que consintieran a hacerlo.

8- El experimento de Facebook

Uno de los experimentos con humanos más polémicos de la historia se llevó a cabo muy recientemente, y estuvo relacionado con la mayor red social del mundo: Facebook.

Cuando se descubrió lo que había sucedido, millones de personas en todo el planeta mostraron su indignación contra la popular página, aunque finalmente no hubo ningún tipo de consecuencia negativa para sus dirigentes.

En el año 2012, se reveló que la red social había analizado los datos de más de 700.000 usuarios de Facebook para investigar en secreto sus características psicológicas, sus emociones y los efectos de diferentes publicaciones en las mismas. Al mismo tiempo, se les manipuló para comprobar cómo reaccionaban frente a determinadas situaciones.

Por ejemplo, los encargados de Facebook recogieron algunas de las palabras más utilizadas por cada uno de los usuarios y las introdujeron en publicaciones falsas, que más tarde les mostraban.

De esta forma, comprobaron que sus clientes tendían a “contagiarse” de las emociones que veían en la red social de forma muy rápida, especialmente si estas eran similares a las que expresaban normalmente.

Millones de personas en todo el mundo se quejaron por haber sido manipuladas sin su consentimiento; pero lo cierto es que Facebook se libró de cualquier tipo de consecuencia negativa.

A día de hoy, se sabe que la red social sigue analizando e incluso vendiendo los datos sobre el comportamiento de sus usuarios, en lo que probablemente es uno de los experimentos menos éticos de la historia.