Lengua y literatura

Apóstrofe: características y ejemplos en poesía y cuentos


El apóstrofe es un recurso literario que consiste en enfatizar un mensaje dentro de un discurso, el cual puede estar dirigido a una persona (viva o no), a un objeto, animal, ser inanimado o hacia el mismo orador. En otras palabras, esta figura retórica acude al diálogo para transmitir con intensa emoción a alguien o algo.

Respecto al origen etimológico del término apóstrofe, se sabe que proviene del vocablo griego apostrophe, que se traduce como “volverse hacia el otro lado”. En este sentido, esta herramienta literaria dirige la fuerza del discurso hacia el espacio que ocupa un ser o ente. Esta técnica se da tanto en el lenguaje hablado como en el escrito.

Ahora bien, una de las características más significativas del apóstrofe es la sensación o efecto de cercanía que genera entre el receptor y el emisor. Por tal motivo, esta figura literaria es frecuentemente utilizada en la narrativa, la poesía y en los discursos de contenido político. Su función principal es captar el interés de una audiencia.

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Características del apóstrofe

El apóstrofe se caracteriza por los siguientes aspectos:

– El contenido del mensaje se realiza imprimiéndole pasión e intensidad.

– El apóstrofe está dirigido a un público amplio. Esto se debe a que el receptor puede existir o no, al tiempo que puede ser una persona, animal, objeto o algún ente abstracto.

– Esta figura retórica persigue el vínculo y la cercanía entre el autor y el público en virtud de la pasión y la fuerza con que se emite el discurso.

– El apóstrofe produce un giro o cambio dentro de la tonalidad del resto del discurso. Esta ruptura se origina a partir de la intención de despertar la atención de una audiencia determinada.

– El apóstrofe es propio del lenguaje escrito y del hablado.

– Este recurso literario se observa en la narrativa y en la poesía. Con frecuencia es utilizado en los soliloquios, oraciones, plegarias y en las alocuciones políticas.

Ejemplos de apóstrofe

– En poesía

“El árbol de oriente” (Juan Ortiz)

Se vistió de verde frente al mar,

lleno todo de sus frutos jugosos,

de sus flores amarillas.

¡Y los colibríes!

¡Los hermosos colibríes!…

Explicación 

En este poema el tema principal es un árbol, del cual se exaltan sus cualidades. Sin embargo, de repente se cambia la dirección poética y aparecen los colibríes. Es en ese punto donde el escritor aplica el apóstrofe.

“El rey de la selva” (Juan Ortiz)

Con su melena roja se levanta en las planicies,

él es dueño de todo lo visible,

dueño y señor hasta donde miren sus ojos.

Pero las hienas, ¡las cruentas hienas!

¡Ellas son rebeldes y peligrosas!

¡Nadie puede enfrentarles solo!

¡Su inteligencia, oh, su inteligencia!…

Explicación

Este poema exalta al león y sus cualidades como rey de la selva. No obstante, hay un giro en la poética y comienza a hablarse de las hienas y cómo resaltan entre los demás animales. Es en ese punto de cambio de perspectivas donde se produce el apóstrofe.

“El tiburón” (Juan Ortiz)

“Rey de los mares, escualo de boca aserrada,

el mar se abre ante ti,

casi nada se resiste a tu bravura,

a tu fuerza y tu fiereza.

¡Ah, pero las orcas!

¡Que no te agarren las orcas!

¡Ellas sabe tu punto débil, y jugarían contigo como con un pez pequeño!”…

Explicación

El protagonista de este poema es el tiburón, pero el discurso poético se interrumpe y aparecen las orcas. Allí se da en cambio de trama inesperado al que podemos llamar apóstrofe.

– En cuentos

“El jardín” (JUan Ortiz)

El jardín era inmenso y muy floreado, tenía rosas y jazmines, también amapolas y margaritas y los tulipanes le bordeaban por doquier. Había lirios cerca de la fuente central, a la cual le decoraban unos ángeles. De haber sabido que todo cambiaría, lo habría cuidado. ¡El incendio!, ¡vino con todo y de la nada! El relámpago cayó justo en la fuente y volvió el agua fuego y salpicó cada lugar y todo se hizo llamas… ¡El incendio! ¿Quién lo hubiera pensado?, ¿quién?…

Explicación

En este caso, la trama pasa bruscamente del panorama del jardín que se describe minuciosamente a un incendio inesperado. Este último desplaza por completo al objeto principal y se vuelve protagonista del relato, convirtiéndose en el apóstrofe.

“Ella, el amor” (JUan Ortiz)

Ella iluminaba cada espacio conocido de mi existencia. No hablaré de su belleza, era mucha. Cuidaba de todos. Los niños la amaban, los animales, toda la gente del pueblo. Ella era, sí, el amor. ¡Ah, la muerte! ¡Yo no la vi venir!…

Explicación

En este ejemplo la voz principal es la de un hombre enamorado que habla de la mujer dueña de su corazón; él habla de ella y sus cualidades. De repente aparece la muerte, y ese cambio brusco del discurso en el cuento sirve como apóstrofe.

“La Iglesia de los santos” (Juan Ortiz)

José era un cuidador de propiedades abandonadas. Había cumplido su labor durante 20 años, sin ningún inconveniente. Un día, la empresa para la que trabajaba lo envió a cuidar un sitio llamado “La iglesia de los santos”. Todo en el lugar era lúgubre y tenebroso, y José sabía que algo no andaba bien. “¡Ese diciembre!”, recordó el cuidador, “cuando perdí a mi hijo en ese accidente… aún recuerdo la decoración de la casa de en frente, y era idéntica a esta… ¡Mi hijo!, ¡mi pobre pequeño!… ¡cuánto dolor aún siento!

Explicación

En este caso se puede apreciar un doble apóstrofe. La trama central versa sobre la Iglesia de los santos, pero la historia da un vuelco cuando se empiezan a narrar dos hechos traumáticos en la vida de José. Primero el accidente toma protagonismo, y luego el dolor por el hijo del cuidador.

“La orilla ha quedado sola” (Juan Ortiz)

Aún recuerdo aquellos tiempos de abundancia de sardinas, de meros cerca de la costa, de grandes atunes y muchas embarcaciones cargadas con frutos del mar. Los hombres iban felices a sus casas con sus pagos y el sobrante de las pescas. ¡La fábrica!, eso fue otra cosa… Las máquinas abarrotaron las calles, y en pocos años todo quedó en el olvido…

Explicación

En este fragmento el narrador cuenta las memorias de un pueblos pesquero. El apóstrofe se presenta con “la fábrica”, un ente que irrumpe para cambiar tanto el discurso como la realidad.

Referencias

  1. Definición de apóstrofe. (2015). México: Definición. Recuperado de: definicion.mx.
  2. Apóstrofe. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  3. Pérez, J. y Merino, M. (2015). Definición de apóstrofe. (N/A): Definición. De. Recuperado de: definicion.de.
  4. Apóstrofe. (S. f.). Cuba: EcuRed. Recuperado de: ecured.cu.
  5. Roca, X. (S. f.). Apóstrofe. España: Es Poesía. Recuperado de: espoesia.com.