Relaciones

Nadie Me Quiere: 10 Consejos Esenciales Para Superarlo


Si alguna vez has sentido la sensación de que “nadie me quiere“, en este artículo encontrarás 10 consejos para superarlo. El rechazo es una de las situaciones a las que las personas más sensibles se enfrentan. De este modo, la sensación de que “nadie me quiere” puede aparecer en distintos momentos de la vida.

Esta sensación guarda una estrecha relación con la baja autoestima. Por un lado, las personas con baja autoestima experimentan con mayor frecuencia sentimientos de este tipo. Por otro, experimentar la sensación de que “nadie me quiere” constituye un factor de riesgo importante para tener baja autoestima.

No obstante, independientemente de la autoestima, todas las personas pueden desarrollar este tipo de sentimientos en fases concretas de su vida, principalmente debido a la cualidad de los aspectos relacionales del individuo.

Por este motivo, resulta importante saber gestionar adecuadamente este tipo de sensaciones y conseguir eliminar los sentimientos de que “nadie me quiere”. En este artículo se postulan 10 consejos que pueden resultar de mucha ayuda para conseguir tales objetivos.

¿Crees que nadie te quiere? 10 consejos para superarlo

1- Quiérete a ti mismo

El primer paso indispensable que se debe efectuar cuando sientes que nadie te quiere consiste en quererte tú a ti mismo. Este factor resulta fundamental para preservar tu autoestima y poder desarrollar una visión razonable y saludable acerca de tu situación relacional.

El hecho de que creas que nadie te quiere, independientemente del grado de veracidad de la sensación, nunca debe implicar que tú también dejes de quererte a ti mismo.

Tu autoimagen y las relaciones que estableces con otras personas son aspectos claramente diferenciados. Por este motivo, resulta de vital importancia no mezclarlos nunca.

Todas las personas pueden atravesar momentos en los que su situación relacional resulta compleja o delicada. No obstante, tú sigues siendo la misma persona, con las mismas virtudes y cualidades, independientemente del afecto que recibas por parte de los demás.

2- Analiza la veracidad de tu sensación

Las sensaciones abstractas y globales se caracterizan por no conformar un pensamiento específico, sino una impresión más generalizada. Este hecho implica que la sensación de que “nadie me quiere” puede estar formada a través de pensamientos distintos que se relacionan entre sí.

Así mismo, en las sensaciones se suele connotar un elevado componente emocional que lo retroalimenta. Es decir, un pensamiento concreto genera una emoción, la cual motiva la aparición de más pensamientos de ese tipo.

De este modo, las sensaciones se caracterizan por poder estar formadas por análisis poco precisos y poco contrastados. Por este motivo, es importante analizar la veracidad de la sensación de que “nadie me quiere”, ya que a menudo esta puede resultar mucho más extremista de lo que realmente es.

Analizar qué personas son las que realmente no te quieren y qué personas pueden salirse de esa condición constituye un proceso básico para superar este tipo de situaciones.

El hecho de que ciertas personas de las cuales querrías recibir un mayor efecto no te quieran como tu deseas debe analizarse desde un punto de vista externo, en el cual el sujeto (y por lo tanto el culpable) no debe ser uno mismo.

3- Analiza tus relaciones

En la misma línea que el punto anterior, resulta de mucha utilidad analizar y examinar la calidad de las relaciones personales que tienes.

Al hacerlo, probablemente te darás cuenta de que sí eres importante para ciertas personas y que sí que hay gente que te quiere. Realizar este proceso ayuda a externalizar los problemas relacionales y no convertirlos en una problemática de identidad personal.

Ver qué personas te quieren y cuáles no, permite especificar la situación actual en la que te encuentras. Así mismo, resulta útil a la hora de examinar las necesidades concretas que uno tiene.

Por ejemplo, una persona puede tener la sensación de que nadie le quiere debido a que no tiene pareja y desea mantener una relación sentimental.

Analizar así la sensación permite detectar que el problema radica en la ausencia de una relación sentimental. Sin embargo, este problema se aleja de la sensación general de que “nadie me quiere”.

4- No busques la aprobación de los demás

Un aspecto importante tanto para superar la sensación de que “nadie me quiere” como para incrementar la autoestima consiste en evitar la búsqueda de aprobación de los demás.

Normalmente, cuando alguien tiene la sensación de que nadie le quiere desarrolla un estado emocional inestable y un estado anímico decaído, el cual solo puede compensarse a través de la aprobación de los demás.

No obstante, si dejas que tu bienestar dependa de la respuesta de terceras personas, no tendrás ningún control acerca de tu estado emocional. Además, guiarte a través de estos principios puede motivar una modificación de tu conducta y tu forma de ser, hecho que puede hacer que cada vez te gustes menos a ti mismo.

Por todo esto, es importante que la aprobación acerca de tus atributos la realices tú mismo. La aprobación de los demás debe resultar un elemento secundario y recíproco.

Es decir, le gustarás a las personas con las que mantengas una buena relación y serás menos importante para las personas con las que no tengas ningún tipo de vínculo.

5- Haz cambios saludables en tu día a día.

La mejor forma de superar la sensación de que “nadie me quiere” consiste en desarrollar un día a día que sea gratificante para ti. Como se ha comentado anteriormente, la gratificación no debe estar en manos de los demás.

Así pues, resulta conveniente que realices cambios saludables en tu rutina diaria. Trata de llevar a cabo esas actividades que te hacen sentir bien y poco a poco tu ánimo y tu bienestar incrementará.

Una vez tu ánimo esté más elevado, te será más sencillo gestionar la sensación de que “nadie me quiere” y te darás cuenta de que esto no es realmente así.

6- Cuida tus relaciones

Otro elemento importante para evitar la sensación de que nadie te quiere consiste en conseguir elementos específicos que te permitan darte cuenta de lo contrario.

Cuando una persona se encuentra mal anímicamente o presenta un estado emocional inestable, tiende a descuidar las relaciones personales. De hecho, cuando nos encontramos mal, las personas requerimos mucha más atención por parte de los demás, y a menudo nos cuesta valorar lo que hacen por nosotros.

Así pues, resulta muy importante cuidar todas y cada una de las relaciones personales. Hay que tener en cuenta que las otras personas también tienen necesidades y es necesario invertir tiempo y esfuerzo en ellos para que la relación sea satisfactoria.

7- No te culpes

No tener pareja, querer a alguien que no está interesado en ti, tener una mala relación con algún familiar, ver como algunas relaciones de amistad decaen con los años… Todos estos aspectos no son culpa de un única persona, sino que lo son de los dos individuos que conforman la relación.

Por este motivo, sea cual sea la situación, es importante evitar la culpabilización. Que te deje tu pareja no significa que tú seas el culpable, de la misma forma que no lo es que un amigo deje de llamarte para quedar.

Cada relación que se desvanece presenta dos responsables: los dos miembros de la relación. Así pues, resulta conveniente evitar las sensaciones extremistas de que “nadie me quiere” y no culpabilizarse de cosas que se escapan de el control de uno mismo.

8- Piensa en positivo

De forma general, satisfacer todas las necesidades personales resulta una tarea complicada. Las personas tienden a centrar la atención en lo que no se tiene más que en lo que se posee.

Sin embargo, presentar algún déficit o anhelar algunas cosas que no se tiene no debe ser un argumento para pensar en negativo, sino todo lo contrario.

Centrar la atención en aquello que te falta debe servirte para pensar en positivo y plantearte objetivos específicos. Debe ser la fuente de motivación que te permita realizar aquellas cosas que quieres hacer y conseguir los aspectos importantes para tu vida.

9- Evita la comparación

Ante la sensación de que “nadie me quiere” suele ser habitual realizar comparaciones constantes. Observar a otras personas y detectar las muchas relaciones que ellos tienen y uno no tiene es una práctica común ante este tipo de situaciones.

No obstante, a menudo no se es consciente de que dicha comparación se lleva a cabo de una forma desigual. A las otras personas se les analiza de una forma externa. No se puede saber lo felices que son, las emociones que experimentan ni los déficits que presentan.

Más bien todo lo contrario, cuando se observa algo que se desea en una tercera persona, se tiende a interpretar que esa persona lo tiene todo para ser completamente feliz. Sin embargo, rara vez esto es así.

Por este motivo, resulta muy importante evitar las comparaciones, ya que estas conducen a conclusiones distorsionadas que alimentan la sensación inicial de que “nadie me quiere”

10- Sociabilízate

Finalmente, el último elemento a tener en cuenta para evitar este tipo de sensaciones consiste en socializarte con los que te rodean .

Poder comunicarse y compartir cosas con los demás es la mejor vía para darte cuenta de que puedes ser importante para muchas personas y que hay mucha gente que puede quererte.

Referencias

  1. Sadock, B.J. y Sadok, V.A. (2004) Sinopsis de Psiquiatría (9ª Ed.). Madrid: Waberly Hispanica S.A.
  2. Barlow D. and Nathan, P. (2010) The Oxford Handbook of Clinical Psychology. Oxford University Press.
  3. Vallejo Ruiloba, J. (2002). Introducción a la psicopatología y psiquiatría. (5ª Ed.) Barcelona: Masson.
  4. Kaplan and Sadock’s Synopsis of Psychiatry: Behavioral Sciences/Clinical Psychiatry, 10th Edition (2007) Lippincott Williams & Wilkins.
  5. Caballo V.E., Salazar, IC., Carrobles J.A. (2011). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos. Madrid: Piramide.