Cultura general

Caricatura política: definición, historia, características, ejemplos


La caricatura política es un dibujo realizado con el fin de transmitir una opinión sobre la política, sus protagonistas y los hechos de actualidad. Son una herramienta de libertad de expresión en la que se hace una crítica a través del humor.

Este tipo de expresión ocupa un lugar importante en las secciones de opinión de los medios de comunicación impresos y electrónicos. De hecho, gozan de tanto valor y reconocimiento como las columnas de opinión escritas. Los caricaturistas políticos son altamente valorados.

La caricatura política que acabamos de ver representa a Donald Trump, presidente de EE.UU., en su batalla por construir un muro que separe México de la nación que gobierna. El caricaturista intenta reflejar su obsesión por construir el cerco aunque ello suponga “romper la “libertad”, la cual es representada por la famosa estatua localizada en Nueva York.

Este es un ejemplo de caricatura moderna, una forma de expresión que juega un papel fundamental en la construcción del discurso político de las sociedades. Además, se considera una manifestación de la libertad de prensa y de expresión. Su contenido se concentra en temas de actualidad y de interés general, por lo tanto están dirigidas a un público que goza de un mínimo de conocimiento sobre esos temas. 

Índice del artículo

Historia

Se estima que las primeras manifestaciones cercanas a la caricatura política se dieron cuando los romanos dibujaron la imagen de Nerón en las paredes de Pompeya.

Sin embargo, fueron necesarios avances tecnológicos posteriores para la propagación que hoy ha alcanzado esta forma de expresión. En este sentido, la técnica del grabado fue uno de los avances más importantes que posibilitaron el desarrollo de la caricatura política.

Primeras manifestaciones modernas

En el siglo XVI, durante la época de la reforma protestante en Alemania, la propaganda visual fue muy utilizada para representar a las figuras políticas y religiosas como héroes o villanos, de acuerdo con su postura dentro de ese momento coyuntural.

Estas manifestaciones artísticas se desarrollaban en grabados de madera y de metal, y fueron muy populares.

Esto se debe a que había muy altos niveles de analfabetismo, de tal manera que las imágenes eran la única forma de comunicación que podía llegar a la gran mayoría de la población.

Durante el siglo XVIII surgió la caricatura italiana, que se convirtió en la base de los caricaturistas de la época. Ellos crearon imágenes diseñadas para influir en las opiniones de los espectadores y al mismo tiempo hacerlos reír sobre temas serios.

Con el paso del tiempo fue posible abordar y discutir cada vez más temas a través de las caricaturas. Por lo tanto, también fue creciendo el interés de la población en estas y su influencia en las decisiones y en el devenir de las sociedades.

En ese mismo siglo se extendió en Gran Bretaña el derecho de autor sobre las sátiras relacionadas con eventos actuales, que se reproducían a través de las nuevas placas de grabado en cobre; es decir, sobre aquellas primitivas caricaturas políticas que habían comenzado a llamar la atención en bares, tabernas y cafeterías.

El nacimiento del mito

La conciencia del verdadero poder de la caricatura política se originó en Francia. Esto sucedió durante la invasión de Napoleón a Italia, cuando un joven soldado ilustró de forma caricaturesca al tirano, contribuyendo en gran medida a su derrocamiento.

Este hecho, ilustrado por Stendhal en 1839, demostró que aquellas imágenes humorísticas no constituían solamente un divertimento. Por el contrario, dejaba ver cómo podían llegar a movilizar a la opinión pública hacia posiciones y acciones políticas determinantes.

En este mismo país, en 1830, Charles Philipon fundó el diario La Caricatura, desde el cual se lanzaron críticas gráficas en contra de Luis Felipe y Napoleón III.

Estas publicaciones reforzaron el poder de las caricaturas políticas y fundaron el mito del poder ideológico de las mismas.

Primeras manifestaciones en América

La primera caricatura política del continente americano se le atribuye a Benjamín Franklin. En 1747 dibujó a un hombre arrodillado rezando a Hércules con la leyenda “El cielo ayuda a quien se ayuda”.

Esta imagen buscaba invitar a los colonos estadounidenses a que se defendieran de los indígenas originarios sin ayuda británica. En este caso, la corona británica estaba representada en la imagen de Hércules como una metáfora.

Más adelante, en 1754, crearía una nueva caricatura de una serpiente cortada en pedazos. Cada uno de esos pedazos llevaba el nombre de una colonia y el dibujo estaba acompañado de la frase “Unirse o morir”.

En este caso invitaba a las colonias a unirse en contra de sus enemigos comunes a través de la alegoría de la serpiente.

Esta imagen se transformó en un mensaje de gran trascendencia en aquel momento histórico, demostrando el poder de influencia de estos mensajes cortos y simbólicos.

Características principales de las caricaturas políticas

Trata hechos de actualidad

La caricatura política se caracteriza por abordar hechos reales y actuales a través de un lenguaje metafórico y satírico. Este recurso suele servirle para señalar problemáticas o discrepancias con una situación política determinada.

Utiliza recursos paralingüísticos

Usualmente se emplean recursos literarios y gráficos que exageran las características de las situaciones o los personajes que se abordan. Estos recursos no pretenden distorsionar la realidad; por el contrario, buscan poner de manifiesto lo absurdo de los hechos a través de la hipérbole.

Por este motivo se usan diferentes recursos artísticos, como símbolos y alegorías. El artista suele enfocarse mucho en que el uso de estas figuras no distorsione el mensaje o dificulte la interpretación por parte de los lectores.

Tiene una función crítica

Cuando una caricatura política tiene éxito, puede cumplir una importante función de crítica social dentro de un contexto determinado. Suelen ser armas poderosas de emancipación, y a la vez de control político, porque inciden en la toma de decisiones de los ciudadanos.

Desde el siglo XVIII se considera que la caricatura política es un medio de crítica y combate hacia los personajes de la vida pública.

Utiliza la sátira y el humor

Su lenguaje humorístico y satírico se conoce como una forma de ridiculizar a los políticos para corregir sus errores o motivar al pueblo a emprender luchas contra ellos.

El humor se concibe como la forma más civilizada de desarrollar conciencia crítica en la población, incluso en la menos informada.

Esta forma de expresión trasciende la burla y se transforma en toda un arma política que permite agitar la opinión pública y cambiar el modo de pensar.

Referencias

  1. Dictionary of American History. (2003). Political Cartoons. Recuperado de: encyclopedia.com
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  3. Holtz, A. (S.F.). Are Political Cartoons Relevant? Recuperado de: digitalhistory.hsp.org
  4. Knieper, T. (2016). Political Cartoon. Recuperado de: britannica.com
  5. Study.com. (S.F.). What are Political Cartoons? – History & Analysis. Recuperado de: study.com