Cultura general

7 Mitos y Leyendas de la Región Pacífica de Colombia


Los mitos y leyendas de la región Pacífica son producto del enorme cruce étnico y cultural presente en la zona, y la mayoría surgieron hace décadas, en épocas donde frente a ciertas manifestaciones físicas de la naturaleza no existía una explicación científica razonable.

Hoy en día son parte del patrimonio folklórico no solo de la región Pacífica sino de toda Colombia.

Por lo general estas leyendas hacen referencia a seres sobrenaturales de carácter malicioso, que engañan o se aprovechan de personas descuidadas e inocentes, o simplemente buscan castigar a quienes han cometido algún crimen o fechoría.

Mitos y leyendas principales del Pacífico de Colombia

Estas historias suelen sobrevivir gracias a la tradición oral y en menor medida a la escrita. Es común que sean relatadas como historias de terror para asustar a los niños y enseñar alguna moraleja.

1- La Madre Agua

Esta leyenda cuenta que en las orillas de los ríos y lagos habita una mujer de una belleza inigualable (una ninfa), de ojos azules y cabellera negra, capaz de atraer a los niños con su canto.

Aquel niño que escuchara su canto caería irremediablemente hipnotizado y entraría al agua buscándola hasta ahogarse. La leyenda está posiblemente inspirada en las antiguas historias de las sirenas que atraían marineros a su fin.

Por esta razón es costumbre nunca dejar que los niños recorran la orilla del río solos. Los hombres adultos también pueden caer en su hechizo. De acercarse demasiado al agua, la ninfa los atraparía y llevaría al fondo para devorarlos.

2- La Patasola

En las montañas y bosques de la región Pacífica, merodea una mujer que camina a saltos en una sola pierna (de donde proviene su nombre), buscando a campesinos y transeúntes inocentes a quienes seduce para luego devorarlos.

En ocasiones toma la forma de una hermosa mujer capaz de enamorar a cualquier hombre; sin embargo, lleva el rostro cubierto.

Si alguien intenta darle un beso su forma cambiará a ojos de fuego y grandes colmillos.

3- El Hombre Caimán

El mito del hombre caimán surgió por un hombre llamado Saúl Montenegro, que gustaba de espiar a las mujeres mientras se bañaban en el río. Para esto usaba pócimas que lo convertían en caimán.

Por desgracia, un día asustó a uno de sus amigos, quien accidentalmente rompió la botella de la pócima en su cabeza, condenándolo a quedarse por siempre como un caimán con cabeza de hombre.

4- La Muelona

La muelona es un ente que atormenta a los hombres borrachos y mujeriegos, atrayéndolos gracias a su apariencia, para luego llevarlos a un lugar apartado y devorarlos con sus enormes dientes.

Su nombre “muelona” hace referencia a los enormes dientes que posee. Al igual que otros mitos como La Llorona o El Silbón, anuncia su presencia haciendo ruido, en este caso haciendo rechinar sus dientes.

5- El Bracamonte

Es una criatura sobrenatural que ningún ser humano ha visto, devora a cualquiera que se cruce en su camino y lanza espantosos bramidos que aterrorizan al ganado.

La única forma de protegerse de un bracamonte es clavar una estaca con la calavera de una vaca, ya que la criatura teme a las osamentas de sus presas.

6- La Tunda

La Tunda es una mujer con aspecto monstruoso, siendo comparada a veces con un vampiro. Vive en los bosques y se dedica a atraer a las personas para mantenerlas cautivas en su zona.

Para ello, adopta la forma de algún ser querido de su víctima, lo que provoca que caiga cautivo de la trampa de la Tunda. Una vez retenido, alimenta a las personas con camarones peídos, lo que provoca en sus rehenes que se mantengan en trance y se vean incapaces de poder huir. Esta sensación es la que se conoce como entundamiento.

7- El Riviel

Se dice que el Riviel era un viajero francés llamado Reivige, que llegó a Colombia en busca de su esposa, la cual le había abandonado por su amante.

La leyenda comienza cuando Reivige, que estaba viajando en canoa por un río de la región pacífica, se vio sorprendido por la espalda, siendo apuñalado presuntamente por el amante de su mujer.

Desde entonces, en los ríos de la zona, se presenta un personaje en forma de luz de color azul mientras navega en una mochita (pequeña canoa). Es conocido por el Riviel, y se cree que es un alma en pena que se dedica a guiar a los navegantes para atraerlos a un fatal destino en el que perderán la vida debido a una corriente o remolino.