Fernando de Rojas: quién fue, biografía y obra
¿Quién fue Fernando de Rojas?
Fernando de Rojas (c. 1470-1541) fue un escritor español, cuya única obra conocida es La Celestina, famoso trabajo literario creado a finales del siglo XV. No hay muchos datos acerca de su vida, sin embargo, los historiadores se han esforzado por dar a conocer algunos aspectos biográficos.
Aunque La Celestina presenta estructura dialogada, en muchos casos no se le reconoce a Fernando de Rojas como un dramaturgo, debido a que su obra carece de varios e importantes elementos de índole dramática.
La fama universal de Rojas se debe a los temas que trató, la descripción de ambientes y personajes y el establecimiento de un “tipo” psicológico: la alcahueta.
Biografía de Fernando de Rojas
Nacimiento y primeros años
Nació en La Puebla de Montalbán, Toledo, entre 1465 y 1473. Se dice que provenía de una familia judía de buena posición económica, perseguida por la Inquisición.
Pero, por otro lado, algunos estudiosos y catedráticos, como Nicasio Salvador Miguel, de la Universidad Complutense de Madrid, aseguran que fue hijo del hidalgo Garci García Ponce de Rojas y Catalina de Rojas.
Según esto, Rojas no fue perseguido por la Inquisición, y el estar integrado a la sociedad le permitió ejercer como alcalde. De haber sido judío, no hubiese podido ejercer ningún cargo público.
Cursó estudios de derecho en la Universidad de Salamanca. De los casi nueve años que pasó en la universidad para titularse, tres los dedicó a la Facultad de las Artes, y se acercó a los clásicos latinos y a la filosofía griega.
Abogado, alcalde y esposo
Después de culminar la universidad, Fernando de Rojas se mudó a Talavera de la Reina. Una de las razones de su mudanza fue que en Puebla tenía que pagar los tributos por orden de la autoridad.
En Talavera, comenzó a ejercer como abogado y a ganar reconocimiento. Su desempeño le permitió ocupar varios cargos de servicio público.
En 1538 se convierte en el Alcalde Mayor de una villa en Talavera de la Reina, que a su vez pertenecía al Arzobispado de Toledo. Investigadores coinciden con su buen desempeño como regidor municipal.
En la misma ciudad de Toledo contrajo matrimonio con Leonor Álvarez de Montalbán, hija de Álvaro de Montalbán, quien en 1525 fue acusado por judío. Con Leonor tuvo cuatro hijos, tres mujeres y un varón.
Como ocurre con casi toda su vida, poco se conoce de su vida matrimonial y familiar. Apenas se sabe que de los hijos que tuvo, el mayor siguió sus pasos, ejerciendo también como abogado y jurista.
Muerte y legado de Rojas
Fernando de Rojas murió en la ciudad de Talavera, Toledo, en 1541.
Jamás hizo alguna referencia sobre su obra La Celestina. Su labor como abogado y el limpio desempeño en los tantos cargos públicos que ocupó, incluyendo el de alcalde, le dieron la notoriedad de intachable.
De acuerdo con lo establecido en su testamento, su trabajo le permitió dejar un jugoso patrimonio.
Se sabe que tras su muerte y la declaración de sus pertenencias, son muchos los letrados y críticos que se han dedicado a estudiar su amplia biblioteca.
Después de su muerte, en la compilación de su biblioteca no apareció ningún manuscrito de La Celestina, aun cuando al momento de fallecer había aproximadamente unas 32 reproducciones de la obra.
Por ello, en ocasiones se ha debatido sobre la autoría de La Celestina. Algunos estudiosos afirman que pudo haber sido escrita por el poeta Juan de Mena o el escritor Rodrigo de Cota, a quienes se les adjudica, específicamente, el primer acto del relato.
Lo cierto es que, aun después de su muerte, Fernando de Rojas sigue siendo tema de conversación, por conocerse poco de su vida, y porque su única obra no la dio a conocer él mismo, por lo que sigue estando en duda su autoría.
Obra
A Fernando de Rojas únicamente se le conoce La Celestina. Data del siglo XV, y también se le conoce con el nombre de Comedia de Calisto y Melibea, y más tarde como Tragedia de Calisto y Melibea.
La primera edición que se conoce de la comedia atribuida a Rojas es la de 1499, durante el reinado de los Reyes Católicos. Es considerada la referencia más completa de lo que después sería el auge del nacimiento del teatro y la novela moderna.
La obra está escrita en diálogos. Sus personajes están sumamente detallados, al igual que el ambiente donde se desarrolla (el universitario). Resalta también el uso de citas.
La obra ha sido tan trascendental que se ha considerado un subgénero de la comedia humanística, cuya principal finalidad es la lectura y no la representación, es decir: no creadas para ser actuadas o dramatizadas.
Sigue estando vigente porque trata temas de contenidos actuales y con abundantes recursos expresivos.
Personajes de La Celestina
Los diálogos de esta obra se dan entre los siguientes personajes:
Celestina
Aunque la obra se centre en el amorío entre Calisto y Melibea, Celestina es el personaje principal. Se caracteriza por ser agradable y a la vez extravagante, llena tanto de vitalidad como de avaricia. La mueven la codicia y satisfacer el apetito sexual de los demás.
Quizá lo más resaltante es que conoce con exactitud la psicología de cada uno de los personajes. A su vez, siente que su objetivo principal es facilitar el disfrute de las relaciones sexuales.
Aunque en su juventud haya ofrecido servicios sexuales, posteriormente se dedicó a concretar citas amorosas. Además, cede su casa para que las meretrices lleven a cabo su oficio. Es inteligente, manipuladora y se destaca en la hechicería.
Calisto
Es un personaje cínico y egoísta. Su principal objetivo es satisfacer sus deseos carnales a como dé lugar, sin importarle nada. Desprecia todas las recomendaciones de su criado con respecto a los peligros que corre por la conducta que tiene.
En la primera escena de La Celestina, él es rechazado por Melibea, de ahí que comience a personificar al amor loco y obsesivo. Posteriormente, sus necesidades cambian, y quiere lograr a toda costa tener el amor de Melibea.
Melibea
Mujer apasionada, cuyo rechazo hacia Calisto pasa a convertirse en un amor decidido. Sus decisiones son tomadas desde “el qué dirán” o la llamada conciencia social, que le fue inculcada desde niña. Es víctima de una hechicería por parte de Celestina.
Aunque ama a Calisto, su sentimiento es más real, menos loco y menos obsesivo. La muerte de su enamorado la perturba emocional, moral y socialmente, hasta el punto que decide quitarse la vida.
Lucrecia
Es la criada de Melibea, y aunque muestra repulsión hacia Calisto, en realidad esconde su amor por él. Siente una profunda envidia por su patrona cada vez que su enamorado le lleva serenatas. Se deja manipular por Celestina, y en el fondo se siente culpable de la muerte de los amantes.
Pármeno
Es el personaje más funesto de la obra, se ve maltratado por los demás. Por medio de su madre, Claudina, conoce a Celestina y comienza a aconsejar a su amigo Calisto de los peligros a los que se expone.
Deja de lado sus principios y la fidelidad a su amo al enamorarse de una de las aprendices de Celestina.
Sempronio
Es codicioso y egoísta, pierde todo respeto y estima por sus amos. Es un retrato de la forma como se deshacían los enlaces entre los amos y siervos en la época medieval. Mantiene amoríos con una de las prostitutas de Celestina, y saca ventaja de Calisto para seguir manteniendo sus vicios.
Las meretrices Elicia y Areúsa
Son personajes envidiosos y rencorosos, y en lo más profundo de su ser odian a los hombres, y a través de sus “profesiones” materializan su venganza hacia ellos.
Elicia no se preocupa por nada, solo su satisfacción; mientras que la otra tiene más conciencia de las cosas. Quieren vengar la muerte de sus amantes.
Padres de Melibea
Alisa, la madre, no ejerce una relación estrecha con su hija, en cierto sentido siente rechazo hacia ella.
El padre, Pleberio, aunque ama a su única hija, no le dedica mucho tiempo, y tras la muerte de esta queda desolado.
Propuesta de la obra
La Celestina tiene tres propuestas o intenciones. La primera de ellas está dirigida, según el autor, a exponer la corrupción desde la traición y deslealtad de los sirvientes hacia sus amos, a fin de obtener lo que desean en sus vidas.
En segundo lugar, advierte sobre la locura del amor, específicamente el que se daba a escondidas, porque los amantes ya tenían un matrimonio arreglado.
Finalmente, el autor expone las miserias humanas a través de la lucha constante entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace.
Estructura de La Celestina
La Celestina, o simplemente Celestina, se divide en dos partes precedidas por un prólogo, que describe el encuentro entre Calisto y Melibea. La primera parte se refiere a la primera noche de amor; la participación de Celestina y los criados, y a la vez el deceso de los tres.
La segunda parte de la historia trata el tema de la venganza; la segunda noche de amor entre los protagonistas amantes. Incluye también la muerte de Calisto, el suicidio de Melibea y el dolor que sufre Pleberio por la muerte de su hija.
Adaptaciones de La Celestina en las artes
La Celestina ha jugado un papel crucial en la historia del teatro, cine y televisión, de los musicales, la danza y la pintura. Son innumerables las adaptaciones que se han realizado de esta obra, entre las que se mencionan:
– En la pintura, Picasso pintó en 1904 un cuadro donde aparece “La Alcahueta”, el otro nombre que se le daba a Celestina.
– En el cine, Carlo Lizzani realizó una versión de esta obra.
– En la música, en 2008 se hizo una versión en flamenco, mientras que en 1999 el cantautor español Javier Krahe estrenó el tema “Cuerpo de Melibea”.