6 poemas de 8 estrofas
Los poemas de ocho estrofas son composiciones líricas cuya estructura consta de ocho partes con versos de métricas y rimas variadas a gusto del autor. Es posible trabajar con versos sueltos o sin rima y de métrica dispersa.
Estos pueden elaborarse para ser cantados o declamados, según el propósito de quien los escribe y el número de versos de cada estrofa también dependerá del poeta.
Son un estupendo recurso pedagógico aplicable a cualquier área del saber y en cualquier nivel de enseñanza; basta solo con tener conocimiento pleno de lo que se quiere enseñar.
Índice del artículo
Lista de poemas de 8 estrofas
El carrito de 2 versos
I
El carrito de dos versos
va alegre y juguetón.
II
Con sus líneas va y declama
un poema al corazón.
III
Si le miras bien las ruedas
muchas rimas hallarás.
IV
El carrito de dos versos
corre y corre sin parar.
V
Ayer iba por mi casa
y pasó un carro sonriente.
VI
Al voltear vi al carrito,
veloz e inteligente.
VII
Ojalá lo vea mañana
quiero reírme de nuevo.
VIII
Qué carrito tan hermoso
el carrito de dos versos.
La bicicleta de 3 versos
I
Hoy me levanté temprano
a correr mi bicicleta
para estar en forma y sano.
II
Por descuido yo vi algo
escrito en el volante,
y me dejó pensante.
III
“Bicicleta de tres versos,
así me llamo yo,
y mis pedales son muy tersos”.
IV
Pues resulta que la bici,
tenía su propio nombre,
¿quién lo diría?, ¡ay, hombre!
VI
Desde entonces yo le hablo
y la llamo como es
para que se sienta bien.
VII
Mi bicicleta de tres versos
es rápida y divertida
y me alegra a mí la vida.
VIII
Correrla es un placer
que vale uno, dos y tres
como los versos de su ser.
El sapito de cuatro versos
I
Hace poco fui al estanque
y allí vi un lindo sapito,
era verde y muy chiquito
y brincaba hacia adelante.
II
Me llamó con su croar,
y me acerqué atentamente,
y me dijo en mi mente:
“Cuatro versos sé cantar”.
III
Yo quedé impresionado,
qué cosa tan extraña,
que una rana color caña
diga eso a un humano.
IV
“¿Cuáles versos usted canta,
mi querido verde sapo?”,
pregunté yo al batracio,
mirando su boca santa.
V
“Canto un verso color miel,
que es muy dulce, y es muy fino”,
dijo el sapo color pino,
muy confiado en mí y en él.
VI
Eso suena interesante,
oh, sapito, rey del verde,
que a la hierba vas, te pierdes,
como el agua y el diamante.
VII
Canta, sapo, para mí,
tus versos de caramelo,
quiero oír tu rima al cielo,
tu poema rico en sí.
VIII
“Yo aquí canto al humano,
estos versos de agua y río,
dulces, buenos contra el frío,
para hacernos más hermanos.
La casa de cinco versos
I
Mi mamá compró una casa,
muy amplia y muy hermosa,
repleta de cada cosa:
hay estantes, mesas, tazas,
y un jarrón con lindas rosas.
II
La recorro cada día
apreciando su belleza,
en el frente no hay maleza,
y al lado vive mi tía,
qué curioso, quién diría.
III
Ayer vi una habitación,
amplia, grande y oscura,
con un espejo de gran altura,
en el techo un corazón,
y una cama muy, muy dura.
IV
Sus cortinas eran blancas,
sus paredes azul turquesa,
había cierta delicadeza
en sus dos grises bancas,
decoradas con fresas.
V
Me gustaba aquel lugar,
era algo misterioso,
y como yo era curioso
le revisé sin dudar
y di con algo sin igual.
VI
Había una carta en una esquina,
detrás de un grande jarrón,
estaba en un sobre marrón,
tenía una letra muy fina
y cinco versos al son.
VII
Yo quedé muy intrigado
al ver el poema en sí,
así que fui y lo leí,
y fue de mi agrado,
sus letras dicen así:
VIII
“Esta casa fue mi hogar,
en ella viví dichoso,
tuve abrigo, tuve mozos,
a mi familia pude amar,
fui feliz, a todo dar”.
El viaje de seis versos
I
Ayer salimos de viaje
a conocer el mundo entero,
fuimos, fue muy placentero,
cada lugar y paraje,
yo iba de blanco traje
y con gorro de barbero.
II
Vimos muchas cosas bellas,
casas, caminos y rosas,
personas maravillosas
que hablaban entre ellas
caminando por aquellas
amplias calles silenciosas.
III
También vimos animales,
perros, gatos y conejos,
en el mar vimos cangrejos,
en el desierto chacales,
vimos serpientes mortales
en el monte, a lo lejos.
IV
En la playa, pescadores,
barcos grandes y pequeños,
niños jugando entre sueños,
también había nadadores,
y peces multicolores
de colores risueños.
V
Hubo un circo en la vía
y decidimos entrar
y pudimos apreciar
a la maga, miss María,
que muchos trucos sabía
y además podía cantar.
VI
El cine no podía faltar,
así que entramos para ver,
había salas por doquier,
películas a todo dar;
de la alegría quise cantar
con la alegría de mi ser.
VII
Lo más hermoso del viaje,
es que escribí seis versos,
lindos, suaves, tersos,
inspirado en el paisaje,
en cada bello paraje
donde estuvimos inmersos.
VIII
“Imposible no escribir
todo lo aquí vivido,
vimos aves con sus nidos,
gente de noble sentir,
no paramos de reír,
con todos nuestros sentidos”.
De vuelta a los cuatro versos y ocho estrofas
I
Hasta aquí hemos llegado,
ocho estrofas, cuatro versos,
de letras, de universos,
que de a poco se han hilado.
II
Todo puede ser poesía,
basta solo el escribir
lo que se puede sentir
de noche como de día.
III
La rima ayuda en sonoridad,
la métrica da sentido,
y todo lo transmitido
le queda a la humanidad.
IV
Es muy fácil enseñar
si se usa la poesía
el niño aprende de alegría,
y se anima hasta a cantar.
V
El adulto no se queda,
sino que también se anima
y es que si algo rima
contagia a todo el que pueda.
VI
El verso es la escuela
que a todos va y atrapa
de letras es un mapa
que aprende hasta la abuela.
VII
Yo escribo por placer,
pues la poesía me llena
me brota en cada vena
y me hace un mejor ser.
VIII
Con esta me despido,
espero sea de ayuda,
si queda alguna duda,
pregunta, ¿sí?, te pido.
Referencias
- Poemas de 8 estrofas. (2019). Argentina: Escribir canciones. Recuperado de: escribircanciones.com.ar.
- Marín, J. J. (2007). Ocho estrofas de amor. (N/A): Mundo poesía. Recuperado de: mundopoesia.com.
- (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
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