Historia

Invasión alemana de Polonia: causas y consecuencias


La invasión alemana de Polonia comenzó el 1 de septiembre de 1939. Se trató de una acción militar llevada a cabo por el ejército germano para anexionarse parte del territorio polaco. El nombre de la operación fue Fall Weiss, en castellano Caso Blanco, y supuso el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania había tenido que hacer frente a las duras reparaciones acordadas en el Tratado de Versalles. Aparte del pago de grandes cantidades de dinero, había perdido parte de su territorio. Esto fue uno de los factores que llevó al poder a Adolf Hitler, del Partido Nacionalsocialista.

Uno de los objetivos de los nazis era recuperar los territorios perdidos, entre los que se encontraba Danzig y el llamado corredor polaco. Además, dentro de su doctrina, se encontraba la intención de unificar todas aquellas tierras donde, según ellos, hubiera habitantes de cultura alemana.

Después de firma un tratado con la Unión Soviética, en el que se repartían Polonia, Hitler ordenó que comenzara la invasión. Aunque Francia y Gran Bretaña le declararon la guerra enseguida, las tropas alemanas llegaron a Varsovia en pocas semanas, logrando el control del país.

Índice del artículo

Antecedentes

La firma del Tratado de Versalles puso fin, de manera oficial, a la Primera Guerra Mundial. A los derrotados, entre ellos Alemania, se vieron obligados a afrontar pagos económicos en compensación por el conflicto. Igualmente, perdieron partes de sus territorios.

La crisis económica sufrida por Alemania tras la guerra, incapaz de afrontar el pago de las reparaciones y la inestabilidad política fueron aprovechadas por el Partido Nacionalsocialista para llegar al poder. Así, Hitler se convirtió en canciller y, en pocos meses, asumió todos los poderes del Estado, ilegalizando y persiguiendo a sus opositores.

Una de las bazas que Hitler usó para alcanzar el poder fue el sentimiento de humillación de parte de la sociedad alemana por el Tratado de Versalles. Así, prometió devolver la grandeza a Alemania, incluyendo la recuperación de los territorios perdidos.

Los nazis abandonaron la Conferencia de Desarme y la Sociedad de Naciones. En 1934, Alemania firmó un pacto de no agresión con Polonia, buscando debilitar las relaciones de este país con Francia.

Lebensraum

En 1937, los máximos responsables nazis establecieron la estrategia a seguir en política exterior. El objetivo era asegurar el Lebensraum, el “espacio vital”. Según Hitler y los suyos, Alemania necesitaba expandirse para sobrevivir, fijando sus primeros objetivos en aquellas regiones vecinas con población de origen germano.

El primer paso fue la anexión de Austria, en marzo de 1938. Ante la falta de respuesta de las potencias europeas, el siguiente objetivo fue Checoslovaquia. Los alemanes, mediante en Pacto de Munich, se hicieron con parte de su territorio y, en marzo de 1939, lograron controlar el resto de ese país.

Ante estos hechos consumados, Francia y el Reino Unido declararon que, en caso de que Polonia fuera atacada, actuarían para defenderla.

Preparación del Fall Weiss

A pesar de que Hitler había ofrecido varias ofertas de negociación a Polonia para resolver las disputas territoriales, el proceso de Nuremberg reveló que los preparativos para la invasión se estaban realizando es esos mismos momentos. El plan fue bautizado Fall Weiss (‘Caso Blanco’).

El mismo 11 de abril de 1939, Hitler ordena a los Estados Mayores que se preparen para la guerra. Los objetivos marcados eran la defensa de las fronteras y la anexión de la Ciudad Libre de Danzig.

El día 28, Hitler dio un discurso en el Reichstag en el que exigió la devolución de Danzig. Igualmente, lo hizo mediante un documento remitido al gobierno polaco. Además, pidió la construcción de una carretera y un ferrocarril que uniese esa localidad con territorio alemán.

Para mitad de junio, el plan de invasión estaba preparado. Los alemanes organizaron unas maniobras en la frontera polaca, mientras que enviaban unidades a Prusia Oriental con la excusa de celebrar el aniversario de la Batalla de Tannenberg.

Pacto con la Unión Soviética

Otra fecha crucial en la organización de la invasión fue el 23 de agosto. Ese día, Alemania y la Unión Soviética firmaron un Pacto de No Agresión. Entre las cláusulas secretas figuraba la división de Polonia entre los dos países. Franceses y británicos recibieron este acuerdo con gran hostilidad.

En respuesta, el Reino Unido firmó, el 25 de agosto, un Pacto de Ayuda Mutua con el gobierno de Polonia. Según los historiadores, Hitler había programado la invasión para el día 26, pero la aplazó debido al acuerdo entre polacos y británicos.

Desarrollo

Alemania había creado una fuerza aérea muy poderosa durante los años previos, superior a la del resto de los países europeos. Además, había planeado llevar a cabo sus planes de invasión usando el Blitzkrieg, la táctica de la Guerra Relámpago.

En el caso de Polonia, sus tropas se dividieron en dos ejércitos principales. Uno, el principal, se desplegó en el sur, y el segundo en el norte.

Por su parte, los polacos dudaron entre dos estrategias de defensa. La primera consistía en concentrar sus fuerzas en su frontera con Alemania y proteger de manera espacial la industria, las comunicaciones y los grandes centros de población. Sin embargo, se trataba de un frente muy amplio y difícil de defender.

La segunda estrategia era la de resistir usando como líneas de defensa el curso de los grandes ríos, como el Vístula o el San. Allí, debían esperar la ayuda franco-británica, aunque suponía perder algunos de las zonas importantes del país.

Comienzo de la invasión

La invasión alemana de Polonia comenzó a las 4:45 del día 1 de septiembre de 1939. Los alemanes cruzaron la frontera y, a la misma hora, el acorazado “Schleswig-Holstein” empezó a cañonear el puerto de Danzig.

A las 6:00, la fuerza aérea germana comenzó a bombardear las ciudades más importantes de Polonia, como Varsovia, Cracovia, Poznań, Łódź, Katowice, Płock, Grudziądz, Radom, Lvov, Grodno, Brest y Terespol

Entre el día 1 y el 3, el ejército polaco trató de frenar el avance alemán. Para intentar su propósito, empezaron a retirarse para formar una línea defensiva los más cercana posible a la frontera.

Batalla de Westerplatte

El mismo día 1 de septiembre comenzó la batalla de Westerplatte, cerca de la desembocadura del río Vístula. Los polacos trataron de resistir el avance alemán, logrando frenarlo durante una semana. Sin embargo, la superioridad militar germana hizo inútil el intento.

Finalmente, el ejército atacante se hizo con el control de la frontera. Tras esto, Alemania se aseguró el control de Danzig, llamada Gdansk en polaco.

Batalla de Wizna

Entre el día 7 y el 10 de septiembre se desarrolló la batalla de Wizna, conocida como las Termópilas polacas por la resistencia ofrecida por un pequeño grupo de soldados polacos. A pesar de su inferioridad numérica, lograron aguantar tres días antes de ser aniquilados por sus enemigos.

Esta batalla fue muy importante por la localización estratégica de la ciudad de Wizna. Esta se encontraba en el camino hacia Varsovia, por lo que su conquista facilitó el avance alemán hacia la capital.

Batalla de Bzura

Una de las batallas más decisivas de la invasión de Polonia fue la de Bzura. Tuvo lugar al oeste de Varsovia, cerca del río que dio nombre a la batalla.

Los polacos intentaron contraatacar, logrando cierto éxito al principio, haciendo retroceder a varias divisiones enemigas. Sin embargo, la mayor movilidad de las tropas alemanas, así como la falta de suministros, provocó que los polacos no pudieran aprovechar su ventaja inicial y tuvieran que retirarse.

Asedio de Varsovia

El asedio de Varsovia, capital de Polonia, comenzó el mismo día 1 de septiembre, con los bombarderos de la Luftwaffe sobre la población.

Las tropas terrestres alemanes iniciaron el ataque terrestre el día 8, cuando las primeras unidades blindadas penetraron en la ciudad.

Los alemanes esperaban una rápida conquistas, pero ese primer ataque fue repelido por los defensores. Ante esto, comenzó el asedio a la capital. Los polacos resistieron hasta el día 28 de septiembre, día en el que la guarnición defensiva tuvo que rendirse.

El día siguiente, 100.000 soldados abandonaron la localidad y fueron capturados por las fuerzas alemanas. El día 1 de octubre, el ejército germano entró en la ciudad.

Batalla de Brest Litovsk

Antes de la toma de la capital, entre el 14 y el 17 de septiembre, se desarrolló la batalla de Brest Litovsk. Como en otros lugares, los polacos pudieron resistir un tiempo el avance alemán, en este caso durante tres días, antes de tener que retirarse.

Batalla de Leópolis

Tras la caída de Brest, las tropas polacas se propusieron evitar la conquista de Lvov. En este caso, sus esfuerzos acabaron son éxito, aunque sufrieron muchas pérdidas.

Sin embargo, el día 18 de septiembre, el ejército soviético comenzó su propia invasión. Ante esto, los defensores polacos no pudieron aguantar más y Lvov cayó en manos de la Unión Soviética el día 22.

Batalla de Kock

La última batalla de la invasión alemana de Polonia tuvo lugar entre el 2 y el 5 de octubre, cerca de la ciudad de Kock. Un general polaco, Franciszek Kleeberg, había conseguido reagrupar a las últimas unidades polacas situadas en el sureste del país. Aunque fueron derrotados, el militar polaco logró que sus hombres pudieran huir hacia Rumania.

Invasión soviética

Conforme estaba recogido en el pacto firmado entre Alemania y la Unión Soviética, este último país inició su propia operación militar contra Polonia el 17 de septiembre de 1939.

El motivo aducido por los soviéticos fue defender a los ucranianos y bielorrusos que vivían en la zona oriental de Polonia tras la invasión nazi. Para los soviéticos, el gobierno polaco ya no podía defender a esos ciudadanos, por lo que su intervención era necesaria.

La superioridad militar y numérica del Ejército Rojo provocó que alcanzaran rápidamente sus objetivos.

Causas

Hitler, después de anexionarse Austria y Checoslovaquia, comenzó preparar su siguiente objetivo: Polonia. El canciller alemán exigió a Polonia que devolviera el territorio de Danzig, perdido tras la Primera Guerra Mundial.

El área de Danzig separaba a Prusia Oriental del resto de Alemania, por lo que era fundamental para la intención nazi de reunificar todos los territorios que tuvieran habitantes de cultura germana.

La negativa polaca, los alemanes impulsaron sus planes de invasión. Además, la ocupación de Polonia les permitía crear una pantalla frente a uno de sus futuros enemigos: la Unión Soviética.

La excusa: Incidente de Gleiwitz

Antes de comenzar la invasión, los nazis prepararon una situación que les diera la excusa para atravesar las fronteras polacas. Así, montaron una operación de bandera falsa que les dio el pretexto para iniciar el ataque.

Gracias a la confesión SS-Sturmbannführer Alfred Naujocks durante los Juicios de Nuremberg, se conocen los detalles sobre esa operación de falsa bandera. Se trató de un supuesto ataque polaco a la estación radiofónica Sender Gleiwitz, el 31 de agosto de 1939.

La información aportada en Nuremberg documenta como un grupo de agentes nazis se hicieron pasar por polacos para sabotear la estación de radio. Los responsables de dicha operación fueron Reinhard Heydrich y Heinrich Müller, jefe de la Gestapo.

El grupo de agentes alemanes había conseguido uniformes polacos. Una vez que consiguieron entrar en la estación, proclamaron un mensaje anti-alemán. Con eso, los nazis declararon que su invasión estaba justificada.

Danzig y el Corredor Polaco

Danzig, Gdansk en polaco, era un puerto con una situación estratégica en el Mar Báltico, entre Prusia Oriental y Alemania. En 1920, la Sociedad de Naciones lo reconoció como Estado Libre de Danzig.

Hitler pretendía recuperar ese territorio, arrebatado a Alemania por el Tratado de Versalles. El 24 de octubre de 1938, exigió a Polonia su devolución, ya que se encontraba unido aduaneramente a este país.

Además, pidió la construcción de una línea ferrea y una carretera a través de los que se bautizó el corredor polaco. Esta via de comunicación debía unir Danzig con Alemania y tener un estatuto de extraterritorialidad.

El gobierno de Polonia rechazó la exigencia y pidió ayuda a Gran Bretaña, previendo una posible agresión. Los británicos propusieron una acción conjunta que fuera llevada a cabo por ellos mismos, Francia y la Unión Soviética. Sin embargo, Varsovia no quería que los soviéticos participaran.

Consecuencias

La primera consecuencia de la invasión fue, como en todas las guerras, la enorme destrucción y las pérdidas humanas que se produjeron.

Aunque no existen cifras exactas sobre el número de civiles muertos durante la operación, las bajas militares, según algunos expertos, llegaron a las 66000 fallecidos.

Inicio de la Segunda Guerra Mundial

Días antes de la invasión, concretamente el 25 de agosto de 1939, Polonia ya temía que se produjera la agresión alemana. Por ese motivo, firmó una serie de pactos de ayuda mutua con Francia y Gran Bretaña.

Las tropas alemanas atacaron el día 1 de septiembre. Dos días más tarde, el 3 de septiembre, británicos y franceses declararon la guerra a Alemania. Aunque no llegaron a prestar ayuda efectiva a los polacos, esto supuso el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

División de Polonia y destrucción de la industria

El Pacto de No Agresión entre Alemania y la Unión Soviética contenía cláusulas secretas para dividirse Polonia entre ambos países. El área que quedó bajo control soviético vio como todas su industria era trasladada hacia la Unión Soviética, dejando la zona empobrecida.

En la zona bajo el mando alemán, pronto comenzaron las persecuciones contra la población judía. Esta fue eliminada, ya fuera en los campos de concentración o por las malas condiciones de vida a los que fueron condenados.

La mayor parte de la sociedad polaca también fue duramente reprimida y, durante el transcurso de la guerra, quedó totalmente aplastada por las autoridades nombradas por los nazis.

Campos de concentración

Desde el momento de la invasión, Polonia se convirtió en una especie de cuartel general de los nazis. Fue uno de los lugares desde donde se organizó la solución final, la eliminación de todos los judíos.

Polonia fue el país en el que se construyeron más campos de exterminio. Los ciudadanos judíos, gitanos, homosexuales, comunistas, prisioneros de guerra y otros colectivos, eran enviados a ellos. Se calcula que unas 6 millones de personas fueron asesinados en esos campos.

Referencias

  1. Lozano Cámara, Jorge Juan. La invasión de Polonia (1939). Obtenido de claseshistoria.com
  2. Ferreiro, Miguel Angel. ¿Por qué Alemania invadió Polonia?. Obtenido de elretohistorico.com
  3. Historia Bélica. La Invasión de Polonia – 1939. Obtenido de historiayguerra.net
  4. United States Holocaust Memorial Museum. Invasion of Poland, Fall 1939. Obtenido de encyclopedia.ushmm.org
  5. John Graham Royde-Smith, Thomas A. Hughes. World War II. Obtenido de britannica.com
  6. Taylor, Alan. World War II: The Invasion of Poland and the Winter War. Obtenido de theatlantic.com
  7. Sontheimer, Michael. ‘When We Finish, Nobody Is Left Alive’. Obtenido de spiegel.de
  8. Pontecorvo, Tulio. Fall Weiss – The German Invasion of Poland. Obtenido de mycountryeurope.com