Medicina

Tenesmo rectal: qué es, síntomas, causas, tratamiento


¿Qué es el tenesmo rectal?

El tenesmo rectal es la sensación permanente de deseos de defecar, aun cuando ya se evacuó el intestino por completo. Esta molestia, que afecta a la parte distal del intestino (colon descendente, recto y ano), se caracteriza también por la presencia de dolor abdominal tipo cólico, esfuerzo o pujo para evacuar y estreñimiento.

El término “disquecia” se puede utilizar como sinónimo de tenesmo aunque muchos autores reservan el primero solo para casos pediátricos. Esto es así porque la causa de la dificultad para defecar se debe a la falta de coordinación entre los músculos del periné y el esfínter anal, lo cual es frecuente en recién nacidos o lactantes.

La expresión tenesmo data del griego antiguo. Se origina del vocablo teinesmós que significa “esfuerzo”, aunque la verdad se trata de una palabra compuesta por la raíz teinein —tensar, extender, hacer un esfuerzo— y el sufijo –smo, que es un formador de sustantivos.

Al ser una manifestación clínica propia de alguna enfermedad, el tenesmo no posee síntomas propios sino signos asociados; las causas son variadas y no necesariamente exclusivas del sistema gastrointestinal. Como lo hace presumir la primera afirmación, el tratamiento del tenesmo dependerá del manejo que se haga de la patología causante.

Síntomas del tenesmo rectal

Ya se explicó que el tenesmo como tal no tiene sintomatología propia, pero sí características particulares, entre las que se incluyen las siguientes:

Dolor

En el tenesmo rectal existen al menos dos tipos de dolor distintos que conforman el cuadro:

Dolor abdominal

Es un dolor tipo cólico que aparece de forma súbita y produce los típicos retortijones de los malestares gastrointestinales, de intensidad variable y que se extiende por la casi totalidad del abdomen, aunque predomina en el hipogastrio. Puede ceder cuando se logra finalmente vaciar el intestino, pero vuelve a presentarse en poco tiempo.

Dolor al defecar

La otra característica dolorosa del tenesmo es durante la evacuación. El paso de las escasas heces producidas a través del ano genera molestias importantes, como un desgarro, que se esparce por todo el periné y se mantiene un tiempo después de terminada la defecación.

Heces

La característica fundamental de las heces es su escasez. La consistencia de las mismas puede variar desde líquidas hasta sumamente sólidas, pero la cantidad siempre será poca. En ocasiones, por el esfuerzo y la inflamación local, las heces pueden presentar moco y sangre.

Estreñimiento

La falta de movimientos intestinales efectivos y el endurecimiento de las heces son típicos del tenesmo. Si bien la consistencia de las heces puede variar mucho, lo más habitual es que sean rígidas y difíciles de expulsar.

Alteraciones conductuales

La mayoría de los pacientes que sufren de tenesmo presentan en mayor o menor grado alteraciones psicógenas. La necesidad de acudir al baño frecuentemente, el dolor, la sensación de evacuación incompleta y la no mejoría ocasionan severa frustración y depresión clínica, requiriéndose muchas veces tratamiento psicológico y antidepresivos.

Causas del tenesmo rectal

Existen muchas patologías que cuentan entre sus síntomas con tenesmo rectal. A continuación se mencionan las más importantes:

Enfermedades inflamatorias del colon

La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son dos de las causas más frecuentes de tenesmo rectal. Ambas son enfermedades autoinmunes que producen inflamación del intestino grueso, lo cual dificulta la eliminación normal de las heces. Estas patologías suelen acompañarse de rectitis y proctitis, lo cual empeora el cuadro de tenesmo.

Cáncer de colon

Los tumores sólidos del colon, que ocupan de forma parcial o total la luz del intestino, producen tenesmo rectal. Es obvio que, al disminuirse el espacio que deben atravesar las heces, su paso se dificultará y se hará doloroso. Además, la presencia de la lesión intraluminal da la sensación de evacuación incompleta.

Por otra parte, la respuesta inflamatoria local que produce el cáncer colorrectal también ocasiona estrechez en el área por donde pasan las heces, impidiendo su normal tránsito y expulsión.

Abscesos anorrectales, fisura anal y rectocele

Las infecciones locales a nivel del ano y recto son causas de tenesmo rectal no asociadas a enfermedades sistémicas; de hecho, son las causas más importantes si apartamos las dos anteriores.

Las fisuras anales, causadas por heces muy duras o voluminosas y en quienes practican sexo anal, pueden infectarse y volverse abscesos que son muy dolorosos.

Este dolor puede exacerbarse con el paso de las heces, por lo cual se produce rechazo involuntario del acto defecatorio y, consecuentemente, tenesmo rectal.

Si a esto se le suma que los abscesos pueden comportarse como lesiones ocupantes de espacio, la evacuación es aún más difícil, dolorosa y escasa.

El rectocele —o salida de la mucosa interna del intestino a través del ano debido al debilitamiento de las paredes— también puede causar tenesmo rectal, además de estreñimiento y sensación de evacuación incompleta o insuficiente. La presencia de sangre y moco en las evacuaciones también es habitual en el rectocele.

Infecciones intestinales

Los procesos infecciosos del intestino y la gastroenteritis pueden desencadenar tenesmo entre sus múltiples síntomas. Como en escenarios previos, se asocia a la inflamación local que se genera como parte de la respuesta inmunológica al germen, alterando el normal funcionamiento del tracto gastrointestinal y, por ende, de las evacuaciones.

Algunas infecciones parasitarias, como la causada por el Trichuris trichiura, afectan primordialmente la porción distal del colon, causando prolapso de la mucosa rectal y tenesmo. Este cuadro es más frecuente en pacientes pediátricos y es posible evidenciar la presencia del parásito en la mucosa prolapsada.

Hemorroides

Las venas hemorroidales producen dolor al defecar y llevan a tenesmo involuntario por parte del paciente, especialmente cuando están trombosadas.

La presencia de sangre en las heces, lo cual es muy habitual en aquellos pacientes que presentan hemorroides, hace que el acto de evacuar sea aún más traumático y la persona lo evite.

Enfermedad diverticular

Los divertículos del colon, enfermedad con un importante componente genético familiar, está descrita entre las causas de tenesmo rectal.

La fisiopatología del tenesmo en estos casos no está bien dilucidada, pero se sospecha que tiene más relación con la infección de los divertículos (diverticulitis) que con la sola presencia de ellos en el colon.

La diverticulitis, inflamación casi siempre de origen infeccioso de los divertículos, produce molestias al evacuar y disminución del calibre intestinal, por lo que el paso de las heces a través del colon es difícil y doloroso. Las pocas heces expulsadas suelen acompañarse de moco y sangre.

Síndrome de intestino irritable

Una de las patologías más comunes del aparato gastrointestinal y de las menos comprendidas es el síndrome de intestino irritable. Entre sus síntomas se encuentra el tenesmo rectal, usualmente asociado a estreñimiento.

En ocasiones esta patología se presenta con distensión abdominal, lo que le da la sensación al paciente de querer ir al baño. En realidad hay una gran acumulación de gases en los intestinos, lo cual ocasiona dolor y flatulencias, pero no hay contenido fecal.

Gonorrea rectal

Aunque infrecuente, las enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea pueden afectar el ano y recto, produciendo tenesmo.

El comportamiento de estos cuadros es parecido al de cualquier otra enfermedad infecciosa, pero se debe ser cauto con la posibilidad de inmunosupresión asociada a otras infecciones virales como el HIV/sida.

Trastornos de la motilidad intestinal

Episodios de diarrea o estreñimiento pueden originar tenesmo renal. Sin ser cuadros patológicos propiamente dichos sino manifestaciones de otra enfermedad, igualmente se caracterizan por las molestias que ocasionan durante la defecación y la sensación de querer evacuar incluso cuando ya se ha intentado hacerlo varias veces.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la severidad del tenesmo y de la patología que lo origine. Sin embargo, existen tratamientos comunes que pueden disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

Alimentación

Una dieta rica en fibras es una de las mejores formas de aliviar las molestias causadas por el tenesmo. Se recomienda la ingesta de al menos 20 gramos de fibra al día para que las heces tengan características óptimas para su paso a través del intestino más fácilmente y sin dolor.

Beber mucha agua también es recomendable; esto le proporciona mayor cantidad de líquido al intestino para que este pueda suavizar las heces. Es bien sabido que la inadecuada hidratación es un factor de riesgo importante para el estreñimiento.

Actividad física

El ejercicio, sin importar su intensidad, ayuda a estimular los movimientos intestinales. Además, favorece el establecimiento de hábitos y horarios claros, lo cual ofrece mejoría importante del tenesmo y alivio emocional al paciente.

Tratamiento farmacológico

El uso de antiinflamatorios es una terapia común en el manejo del tenesmo rectal. Cuando el proceso inflamatorio es causado por enfermedades inmunológicas, el tratamiento ideal es con esteroides, los cuales tienen un efecto inmunorregulador.

En caso de infecciones rectales y abscesos anales, los antibióticos son necesarios. Debido a la ubicación de la lesión, donde existe un ambiente ideal para el crecimiento de muchos tipos de gérmenes, los antimicrobianos deben ser de amplio espectro e indicarse durante un periodo de tiempo prudencial, siempre asociado a protectores gástricos.

En algunos casos son útiles los laxantes y ablandadores de heces. Siendo el estreñimiento una molestia habitual en el tenesmo rectal, no es contraproducente su utilización por periodos cortos para evitar convertirlo en una necesidad.