Educación integral: características y cómo lograrla
La educación integral implica el desarrollo de todas las capacidades del individuo para prepararlo en función del mundo de las ideas y las acciones. Se busca potenciar sus habilidades físicas, psicomotoras, cognitivas, espirituales, socioemocionales y lingüísticas para que se inserte eficientemente en las áreas personal, social, laboral y cultural.
Este tipo de educación se caracteriza por ser de carácter vivencial; es decir, los conocimientos son adquiridos a través de la práctica y tienen especial vínculo con la potenciación de las propias capacidades del individuo, pues a través de la educación integral es posible desarrollar y promover las fortalezas específicas de una persona.
Además, parte importante de la educación integral es la retroalimentación que existe entre el individuo sujeto del aprendizaje y su entorno. Al formarse bajo un enfoque integral, una persona es capaz de interrelacionarse de forma más directa y profunda con los distitnos elementos que conforman su contexto.
Índice del artículo
El proceso de enseñanza-aprendizaje consta de una serie de etapas que deben señalarse y llevarse a cabo de manera organizada.
El punto inicial de este procedimiento de formación consiste en relacionarse con el entorno, mirarlo y percatarse de lo que existe. Todo ello puede ser percibido a través de los sentidos y ocupa un espacio en un momento específico.
La manera en la que aprehendemos los objetos que nos rodean estará determinada por la relación que establecemos con los mismos.
Esto da lugar a una fase siguiente, aquella que supone el intercambio con el otro. Con ese otro individuo se genera una relación a través de la cual es posible convenir acciones que permitan el desarrollo de un vínculo y den paso al lenguaje, proceso de comunicación a través del cual cada persona expresa sus ideas sobre el mundo que le rodea.
El proceso de formación lleva a que el ser humano sea capaz de comprender las relaciones existentes entre los distintos elementos de su contexto y él mismo. También es posible entender que todo suceso tiene una causa y una consecuencia, y que existe las acciones ejecutadas tienen trascendencia.
Entonces, una formación integral le permite al individuo relacionar los distintos ámbitos de sus realidades y conducirse, de tal manera que pueda establecer relaciones y vínculos sanos, lógicos, razonables y enriquecedores que sustenten su inteligencia emocional y le permitan incorporarse de manera natural a sus entornos.
La educación integral establece que el individuo debe desarrollar la conducta, la voluntad y el conocimiento para así poseer herramientas que le permitan conocerse a sí mismo, relacionarse de manera asertiva con el otro y desarrollar áreas de conocimiento que posteriormente lo ubiquen dentro de un entorno específico.
Es importante que el proceso de enseñanza-aprendizaje parta de la experiencia del individuo con el entorno y sus pares.
Debe llevarse a cabo la exploración y la experimentación necesarias que le faciliten respuestas relacionadas con cómo sacar el máximo provecho de sus potencialidades.
La educación integral actúa e incide directamente sobre el pensamiento y la acción del individuo. Permite que se desarrollen las distintas capacidades de una persona y propicia el entorno ideal para que puedan expresarse sus talentos desde la reflexión y el trabajo.
Este tipo de educación permite generar ideas propias y nuevas; facilita el proceso asociativo entre idea y concepto.
La metodología de la educación integral persigue estimular la imaginación y el proceso creativo, y fomenta el aprendizaje a través de la acción.
Durante el proceso de educación integral, tanto la observación como el empleo de las propias capacidades permiten la resolución de problemas; se aprende a proponer otros caminos para lograr los objetivos.
El individuo descubre motivaciones que lo conducen a querer profundizar en el conocimiento de nuevas experiencias de aprendizaje, pues es estimulado por distintos elementos.
Los individuos que reciben una educación integral obtienen información de valor que enriquece el intercambio y favorece la interrelación, generando lazos afectivos que fortalecen los vínculos entre quien facilita el aprendizaje y quien recibe la enseñanza.
Es importante que cada persona reciba una formación equilibrada en los diferentes aspectos de su desarrollo.
Gracias a esto tendrá acceso a herramientas y sistemas de enseñanzas que lo encaminen a adquirir destrezas y desarrollar competencias que le ofrezcan las mejores oportunidades de optar por puestos dentro de los diferentes ámbitos de la sociedad.
Es de mucha ayuda saber escuchar al alumno; esto facilita identificar cuál es el camino más efectivo para educarlo.
Es de mucha ayuda llevar a cabo actividades a través de las cuales los alumnos puedan poner en práctica sus capacidades. A partir de estas experiencias será posible determinar cuáles elementos deben potenciarse para brindarles así una educación integral.
Resulta fundamental entender que cada niño es un universo que tiene su propio ritmo para aprender.
Así mismo, se debe contar con ambientes propicios para el aprendizaje, en donde pueda explorar y descubrir sus gustos y habilidades.
Hay que estimular la creatividad, enseñar a los alumnos a querer, valorar y respetar tanto a las demás personas como a sí mismos.
También es importante hacer del proceso formativo una experiencia que trascienda en el tiempo y le ofrezca al individuo la posibilidad de ser crítico y valorativo, que pueda aportar soluciones y generar nuevas ideas creativas que transformen su entorno de manera positiva.
Es muy importante que los alumnos encuentren satisfacción en sus propias conquistas y logros. Que no sean castigados ante el fracaso o al quebrantar una norma, sino que entiendan que todo tiene una consecuencia, sin que esto implique minar su moral.
La intención es hacer que se conviertan en factores de cambio y que se adapten de manera natural a nuevas dinámicas a través de las que obtengan un desarrollo integral en todas las áreas en las que puedan incursionar gracias a sus capacidades.
También hay que fomentar valores como el compromiso y la libertad. La formación integral debe propiciar la autodeterminación y la independencia del alumno.
Actualmente es imprescindible que niños y jóvenes gocen de una formación sólida, ya que los medios de comunicación bombardean a los ciudadanos con información diversa y de toda índole.
Esta avalancha de información incluye ideas divergentes y opiniones muy contrastantes, lo que demanda un elevado criterio en el consumidor de la información que le permita discernir asertivamente.
La educación integral debe orientar al individuo a pensar con rigurosidad y persuadir desde la razón.
Debe establecer un equilibrio entre sus procesos emocionales, afectivos, cognitivos, psicológicos y espirituales, de tal manera que pueda tomar decisiones con lucidez y claridad, y comportarse de manera coherente con la moral y costumbres de su entorno.
- “La UNESCO y la educación: toda persona tiene derecho a la educación” en UNESDOC Biblioteca Digital. Recuperado en 07 de marzo de 2019 de UNESDOC Biblioteca Digital: unesdoc.unesco.org.
- López Q., A. “Cómo Lograr una Formación Integral-el Modo Óptimo de Realizar la LOGSE (PCNs)” en Hottopos. Recuperado en 07 de marzo de 2019 de Hottopos: hottopos.com
- ¿Qué es la educación integral” en Cosas de Educación. Recuperado en 7 de marzo de 2019 de Cosas de Educación: cosasdeeducacion.es
- Castellanos, H. “La Educación Integral” en Refractions. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Refractions: refractions.plusloin.org
- “La educación Integral” en La Salle. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de La Salle: lasalle.org