Medicina

Salpingoclasia: características, cómo se realiza, ventajas, desventajas


La salpingoclasia es un método de esterilización para la mujer. General­mente es permanente, dependiendo de la técnica utilizada. Clásicamente implica una operación de las trompas de Falopio que debe efectuarse con una incisión en cuña a nivel del cuerno del útero y el cierre de las heridas con sutura.

Salpingo” significa trompa y “clasia” es un sufijo que significa aplastamiento o rotura. Literalmente, salpingoclasia significa el aplastamiento o rotura de las trompas, en este caso, de las trompas de Falopio.

Existen varios sinónimos para este procedimiento como son ligadura de trompas, oclusión tubárica bilateral (OTB), esterilización tubárica y tubectomía. El objetivo final de este procedimiento es el de interrumpir la permeabilidad tubárica (de las trompas de Falopio) y así impedir la fertilización del óvulo e implantación del huevo.

La esterilización como método anticonceptivo es una elección para millones de hombres y mujeres en edad reproductiva. Entre las mujeres que utilizan algún método anticonceptivo, un tercio de ellas confían en la esterilización masculina o femenina.

El procedimiento está indicado en aquellos que lo soliciten y que realmente entiendan que generalmente es un proceso irreversible. Revertir este procedimiento de esterilización es difícil y muy poco exitoso. Generalmente se utiliza en personas que ya han procreado y no desean tener más hijos.

Antes de someterse a esterilización las personas deben recibir asesoría para estudiar otras alternativas y conocer los pros y contras de dicho procedimiento. No se recomienda para mujeres muy jóvenes.

El proceso de esterilización en la mujer usualmente consiste en la oclusión, escisión o división de las trompas de Falopio. El procedimiento puede efectuarse después de un parto vaginal o una cesárea, o por una intervención electiva no relacionada con el periodo puerperal (periodo posterior al parto).

Existen algunas condiciones médicas en las que un embarazo puede arriesgar la vida de una paciente. Por ejemplo, en pacientes con enfermedades congénitas cardiovasculares graves, estos métodos sencillos y con pocas complicaciones pueden ser una buena elección.

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Cómo se realiza

Existen varias técnicas para interrumpir la permeabilidad tubárica. Generalmente un segmento de la porción media de cada trompa es escindido (cortado).

Cada extremo queda cauterizado con un bisturí eléctrico o ligado con sutura, y queda totalmente sellado por fibrosis y por nuevo crecimiento peritoneal. Otros métodos utilizan la implantación de unos anillos que sellan las trompas.

En el caso de la salpingoclasia puerperal se puede efectuar directamente en el curso de una cesárea. Si se hace posterior al parto vaginal se puede hacer inmediatamente después del parto o en el puerperio, 1 a 3 días después del parto.

La ventaja de efectuar la intervención en el período puerperal es que por varios días después del parto, en el periodo puerperal mediato, el fundus del útero (parte superior del cuerpo del útero) se encuentra a nivel del ombligo y las trompas son directamente accesibles debajo de la pared abdominal, lo que facilita el acceso a las trompas.

Si se usó un catéter epidural para la analgesia durante el parto, este mismo se puede utilizar para la analgesia de la esterilización. Debe asegurarse un buen vaciado vesical, generalmente con una sonda uretral. Esto evita lesiones vesicales durante la intervención y el alejamiento del fundus uterino por encima del ombligo.

Se hace una pequeña incisión infraumbilical que siga la curva del ombligo para no dejar cicatrices antiestéticas visibles. Una de las causas por la que estas intervenciones pueden generar fallas es por la ligadura equivocada del ligamento redondo en vez de la trompa seccionada.

Si la intervención no está relacionada con el puerperio se pueden utilizar varias técnicas y varias vías de acceso.

Vías de acceso para la salpingoclasia

Unas vías son laparoscópicas y consisten en dos pequeñas incisiones de 1 cm cada una, efectuadas en el borde o límite superior del vello púbico. Para ello, y con el objeto de ampliar el espacio y evitar lesiones, se inyecta primero un gas en la cavidad.

Luego se introduce un laparoscopio, que es un tubo delgado con una fibra óptica que permite visualizar el procedimiento. Por la otra incisión se introduce un trocar (especie de punzón revestido de una cánula) a través del cual se introduce el instrumental.

Este procedimiento puede efectuarse con anestesia general o con anestesia local y sedación.

Otra vía es una intervención quirúrgica con anestesia general y una incisión de unos 5 cm en la zona del pubis. Esto se hace aprovechando algún otro procedimiento quirúrgico que deba realizársele al paciente.

También puede accederse a la trompa a través del cuello uterino y se coloca una especie de resorte dentro de la trompa. El método se denomina “esurre” y es un método permanente e irreversible. Antes de efectuar cualquiera de estos procedimientos debe comprobarse la ausencia de embarazo.

Tipos

Se han desarrollado muchas técnicas para este tipo de procedimientos que se pueden agrupar por el tipo de medios de oclusión que utilizan. Existen métodos con resección quirúrgica y ligadura, oclusión con grapas, clips o anillos, métodos de electrocoagulación y esurre.

Los medios de oclusión de la permeabilidad de las trompas pueden ser por resección quirúrgica y ligadura entre los que se pueden citar las técnicas de Parkland, Pomeroy y la de Pomeroy modifi­cada. Son las de mayor uso debido a que tienen pocas fallas y muy pocas complicaciones.

Otros métodos de oclusión tubárica utilizan grapas o clips con diferentes formas y materiales. También se usan unos anillos de silicona. Estos procedimientos pueden generar necrosis por compresión de la circulación local de la trompa.

Existen también los métodos que utilizan electrocoagulación, es decir, aquellos que dejan pasar una pequeña corriente eléctrica con el objeto de quemar una pequeña porción de la trompa.

Por último, un método muy difundido por la facilidad con la que se puede realizar por no necesitar anestesia, ni incisiones, ni ligaduras y por la alta efectividad consiste en colocar un microinserto en las trompas por vía vaginal a través del cuello uterino, se llega a las trompas y se hace la implantación.

El organismo genera un proceso inflamatorio alrededor del implante que cierra las trompas y al cabo de tres meses se desarrolla un tejido fibrótico que cierra de manera permanente el conducto tubárico.

En los países subdesarrollados que tienen altas tasas de natalidad y en los que problemas económicos les impiden a las mujeres acceder a otros métodos anticonceptivos, las campañas de esterilización ambulatorias para mujeres multíparas han sido efectivas para reducir la natalidad en familias de muy bajos recursos y con cargas familiares importantes.

Ventajas y desventajas

Ventajas

– Su efectividad anticonceptiva es inmediata, a excepción del esurre, que tarda tres meses en garantizar la anticoncepción.

– Puede tener una vida sexual activa sin peligro de embarazo.

– Su recuperación es muy rápida, siete días a lo sumo.

– No altera las secreciones hormonales.

– No altera los ciclos menstruales.

– Algunas técnicas no requieren de incisiones ni anestesia.

– Disminuye el riesgo de cáncer de ovario.

Desventajas

– Como el procedimiento es prácticamente irreversible, deben considerarse los aspectos relacionados con la pareja, la posibilidad futura de un divorcio y de volver a tener otra pareja y querer procrear, la pérdida de algún hijo, etc. El apoyo psicológico es muy importante para tan trascendental decisión.

– Algunas mujeres expresan remordimiento o pesar por haberse esterilizado, sobre todo cuando el procedimiento se efectuó en edades muy tempranas. Por esta razón, algunas escuelas de ginecobstetricia no recomiendan este procedimiento antes de los 30 años a menos que existan causas médicas que lo indiquen.

– Como el proceso de reversión es muy complicado y poco efectivo, si se desea tener otro hijo probablemente deberá recurrir a la fertilización in vitro.

Efectos secundarios

Estos procedimientos tienen pocos efectos secundarios, no obstante, puede presentarse dolor y malestar durante el procedimiento y en los primeros días posteriores.

Como todo procedimiento quirúrgico, la salpingoclasia puede tener algunos riesgos como lo son daños vasculares o de la vejiga urinaria durante la intervención, infecciones graves por perforación de vísceras intestinales durante el procedimiento quirúrgico, etc.

Debido a algunos defectos de la cirugía o por la formación de un tracto fistuloso o una reanastomosis espontánea de la trompa seccionada, pueden ocurrir embarazo. Generalmente y dependiendo del método utilizado, esta posibilidad afecta entre 4 y 7 de cada 1000 mujeres sometidas a esterilización.

Unos de los efectos secundarios más importantes y que son más frecuentes después de la reanastomosis tubárica son los embarazos ectópicos, es decir, la implantación de un óvulo fecundado fuera del útero. Esta situación es una emergencia quirúrgica que pone en grave riesgo la vida de la madre.

La utilización de los diferentes implantes intratubáricos por vía vaginal a través del cuello uterino se han asociado a algunas complicaciones como sangrado anormal, perforación uterina o de las trompas de Falopio debido a la migración del implante, alergias o reacciones de hipersensibilidad, especialmente a los componentes de níquel.

Algunos eventos de esta naturaleza han necesitado de cirugía abdominal para retirar el dispositivo. Como inicialmente el bloqueo de la permeabilidad tubárica con los métodos de implantes no es del 100%, es necesario confirmarla tres meses después del procedimiento con un examen denominado histerosalpingografía.

La histerosalpingografía es un examen radiológico que se utiliza para examinar el útero y las trompas, y que utiliza fluoroscopia y contraste. Con la confirmación del cierre de las trompas la eficacia de este método asciende al 99%.

Referencias

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  3. Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., Jameson, J. L., & Loscalzo, J. (2001). Harrison’s principles of internal medicine.
  4. Oats, J. J., & Abraham, S. (2015). Llewellyn-Jones Fundamentals of Obstetrics and Gynaecology E-Book. Elsevier Health Sciences.
  5. Phelan, J. P. (2018). Critical care obstetrics. John Wiley & Sons.