¿Qué es el sistema persona producto?
El sistema persona-producto consiste en la combinación de las funciones de los seres humanos con el producto proveniente de algún proceso, generalmente industrial. La actividad conjunta entre humano y máquina hace de esa acción un sistema en el que ninguna de las partes puede desvincularse.
La sociedad poco a poco transforma a la naturaleza y, a su vez, la naturaleza termina transformando a la sociedad. A lo largo de la historia ha evolucionado la relación entre los humanos y los materiales necesarios para cubrir sus necesidades. Esto se debe a las modificaciones generadas por los artefactos hechos por el hombre.
El sistema en sí en un ciclo cerrado en donde el ser humano, que es el encargado de tomar las decisiones, es la clave. Para comprender la interacción en los sistemas persona-producto se deben considerar las diferencias entre ambas partes.
¿Qué rol cumple la persona y la máquina en el sistema?
Los humanos son más lentos y su energía es limitada; en cambio, las máquinas que hacen los productos son considerablemente más veloces y poseen presión. Esto cambia cuando el producto es completamente manufacturado por el ser humano.
Por otro lado, el ser humano es flexible y se adapta relativamente a los cambios. En cambio, una máquina es rigurosa; es creada para un ambiente y una función específica. Además, el ser humano ya no está en capacidad de poder fabricar un producto con la misma rapidez y precisión que una máquina.
Asimismo, la productividad depende del apropiado manejo y empleo de las cualidades del ser humano y de su interacción con la máquina, así como de la información que maneje y suministre el hombre.
Interfases del sistema
Las interfases se refieren a los puntos de contacto entre la persona y el producto. Específicamente, se enfocan en una relación entre ser humano y la máquina fabricante del producto. De forma concreta, existen dos puntos de contacto:
Dispositivos
Se encargan de mostrar datos importantes del estado y comportamiento de la máquina. Esos dispositivos son las pantallas digitales, escala circular con un puntero móvil, marcadores fijos sobre una escala móvil y escalas en general.
Para poder leer de manera correcta los dispositivos, estos deben reflejar claramente los datos. Es necesario que el tamaño de la tipografía empleada pueda ser visible incluso cuando la iluminación no sea la adecuada.
La información presentada debe ser útil y fácil de entender, pues esto permite velocidad para el operador.
En el caso de que se utilicen escalas, el puntero debe estar lo más cerca que pueda a la escala para que apunte al número correcto y se eviten errores de lectura.
Controles
Son elementos que utilizan los seres humanos para manejar, dirigir y modificar los procesos de las máquinas. Un ejemplo de los controles son los botones, perillas, pedales, palancas, manubrios y volantes.
Es importante que los controles se ajusten a la anatomía del ser humano. Los dedos y las manos deben actuar con movimientos precisos y rápidos. Los brazos y los pies deben aplicar fuerza.
Los controles deben estar cerca de manera que puedan alcanzarse fácilmente a la altura del codo y de los hombros. Asimismo, los controles deben estar a la vista.
La distancia entre los botones a operar también debe considerarse según la anatomía del cuerpo. Si es un control para usarse con ambas manos, lo ideal es que sea de tamaño reducido y los botones se encuentren en los bordes o cerca de estos.
Por otra parte, los botones rotatorios deben ser fáciles de manipular aplicando poco esfuerzo muscular. Debe contar con una alta precisión pero con poco desplazamiento.
Para poder manejar esas interfases, el ser humano debe estar bien informado sobre la composición de los materiales de la máquina, así como la habilidad y técnicas para manipular correctamente a la máquina y elaborar un determinado producto.
Importancia del humano en el sistema persona-producto
El ser humano es una mitad indispensable para aplicar cualquier sistema persona-producto. Él aún mantiene un papel importante cuando el producto se fabrica con una máquina.
Ejemplos sencillos y comunes en los que se cumple este sistema son el piloteo de un avión, monitoreo de un centro de reactores de energía nuclear o la supervisión de una fábrica de alimentos.
Por ejemplo, la destreza de un piloto determinará la capacidad de reacción y el tiempo en el que lo hace ante un accidente, para así poder lograr evitarlo.
Por otro lado, la decisión acertada del encargado de material radioactivo podría evitar pérdidas de material que conlleven a una catástrofe.
Asimismo, el ser humano es quien puede identificar las fallas en cuanto a la conservación de los alimentos o funcionamiento de los equipos en una fábrica de alimentos, lo que asegura la salud pública. La persona determinará si el producto fabricado es o no apto para consumo.
Categorías
Para facilitar la comprensión del sistema ser humano-producto, y para hacer que su ámbito de aplicación sea amplio, se han determinado tres categorías:
Sistema persona-producto
En este sistema existe una íntima relación entre la persona, el producto y los cambios sufridos por el material debido a su intervención.
En este sentido, es necesario que el ser humano conozca las propiedades del material o los materiales utilizados, así como el conocimiento técnico que se necesita para obtener un producto.
Ejemplos de este sistema son la encuadernación manual, la albañilería y la orfebrería, además de la máquina de coser, la alzadora y la plegadora.
Sistema ser humano-máquina
Este sistema se refiere a una relación recíproca entre la persona y la máquina. De la persona depende la conducción y dirección de la máquina, pero solo ella podrá generar los cambios de posición necesarios.
Conducir un vehículo es uno de los mejores ejemplos del sistema ser humano-máquina. De igual forma, pilotar un avión, conducir un tren, coser a máquina, operar un computador y manejar una máquina expendedora, entre muchos otros.
Sistema máquina-producto
En este sistema la máquina controla de manera automática las fases del proceso técnico de producción. En este caso la persona no tiene control sobre el proceso de manera directa.
Destacan en esta categoría las máquinas industriales, los microondas, refrigeradores, hornos y cocinas, además de los mecanismos de producción en serie.
Fusión humano-máquina
Los avances tecnológicos han permitido la invención de estructuras que actúan como la extensión del cuerpo humano. El sistema ser humano-producto ya hace simbiosis y puede mezclarse, alternando máquina y humanidad.
En este sentido, se ha creado la muscle machine, una máquina híbrida entre humano y robot. El exoesqueleto fue diseñado por James Stelarc y tiene seis patas robóticas que se sujetan al control de las piernas y manos del piloto.
Cuando los músculos de goma están inflados, se contraen y se extienden cuando están agotados. Los codificadores en las articulaciones de la cadera permiten que la persona pueda dirigir la máquina.
Se puede variar la velocidad de esta máquina. Además, cuenta con sensores de acelerómetros conectados que generan datos que se convierten en sonidos, y aumentan la operación neumática acústica y el mecanismo de la máquina.
Cuando la muscle machine está en movimiento y actuando según indique la persona que la maneje, pareciera que no se pudiera distinguir quien lleva el control de quién o qué.
Este avance tecnológico es una muestra más del cambio que puede ejercer el ser humano en su entorno, y el nivel en el que se puede fusionar con la máquina.