Biografías

Jefferson Pérez: biografía, medallas y otros logros


Jefferson Pérez es un ecuatoriano nacido en Cuenca el 1 de julio de 1974. Se dio a conocer mundialmente por los éxitos obtenidos como deportista en la modalidad de marcha atlética. De hecho, actualmente es el único deportista de Ecuador que ha sido galardonado con medallas en los Juegos Olímpicos.

Pérez ha obtenido dos medallas olímpicas. La primera fue de oro y fue en los Juegos Olímpicos celebrados en Atlanta en 1996. La segunda medalla que obtuvo fue de plata, y fue en el marco de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Pekín en el año 2008. En ambos encuentros participó en la marcha atlética de 20 kilómetros.

A los 34 años de edad, en el año 2008, Jefferson Pérez se retira de las competencias. Antes de su retiro, fue considerado el mejor atleta en marcha atlética de la historia ecuatoriana. Y no solo fue reconocido dentro de Ecuador, dado que también fue campeón mundial de marcha atlética en tres años: 2003, 2005 y 2007.

Pérez tuvo una amplia carrera, ya a los 17 años ganó una competencia y obtuvo su primera medalla en la ciudad de California, en Estados Unidos. Durante su carrera recibió más de 20 reconocimientos, incluyendo Mejor Deportista Iberoamericano y Atleta de oro, galardón ese último otorgado por la Confederación Sudamericana de Atletismo.

Índice del artículo

Ecuador y los Juegos Olímpicos

La primera participación de Ecuador en unos Juegos Olímpicos tuvo lugar en el año 1924, en París, en donde no obtuvo ninguna medalla.

Pasaron 44 años para que volviera a participar en las Olimpíadas, presentándose en México 1968 con la misma suerte anterior, es decir, sin obtener preseas.

A partir de ahí y hasta el año 1992, el país participó sin falta alguna en los subsiguientes Juegos Olímpicos, pero sin que ninguno de sus atletas lograran subirse al podio: Múnich 1972, Montreal 1976, Moscú 1980, Los Ángeles 1984, Seúl 1988 y Barcelona 1992.

Juegos Olímpicos Atlanta 1996

La representación de Ecuador en la modalidad de marcha atlética estaba en las piernas de Jefferson Leonardo Pérez Quezada, quien en Atlanta experimentaba su segunda participación olímpica.

La mañana del 26 de julio de 996 cambió la vida del atleta y de todo el público ecuatoriano, quienes detuvieron al unísono su respiración para acompañar cada paso de Pérez Quezada hasta llegar a la meta obtenida en 1 hora, 20 minutos y 7 segundos.

Pérez Quezada lograba una presea dorada como marchista atlético. Fue una marcha de 20 kilómetros que le dio la alegría dorada olímpica a todos los ecuatorianos por vez primera.

Jefferson reveló días después en una de las tantas entrevistas que diera a la prensa que a la hora de cruzar la meta uno de sus zapatos estaba roto. Sin embargo, esto no fue un obstáculo insuperable para obtener lo que tanto había soñado y regalar así una alegría y orgullo a su patria.

Trayectoria profesional preolímpica

Pocas personas habían seguido el andar deportivo de ese muchacho aunque ya para ese momento tenía algunas preseas en su haber: a los 17 años en California, Estados Unidos; y en Bulgaria, en donde en 1990 había obtenido la medalla de bronce en el Mundial Juvenil de Atletismo.

Fue en 1992 cuando obtiene el título mundial juvenil en Seúl, Corea, dándole la confianza necesaria para continuar de manera exitosa su carrera deportiva.

Revela en una entrevista que después del título de Seúl, la destilería Zhumir lo patrocinaría cuatro años seguidos. Antes de eso solo tuvo dos patrocinios locales. Ni el gobierno central ni el local lo apoyaron.

Quizás por eso en 1996 recorrió los 20 kilómetros en Atlanta con los zapatos gastados. Uno se le rompió antes de cruzar la meta. Así subió al podio. En el 2003 ganó oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, República Dominicana.

Ese mismo año, casi en sus 30, Jefferson Pérez se convierte en un plusmarquista al llegar a la meta en 1 hora, 17 minutos y 21 segundos.

Los titulares de prensa del momento lo calificaron como el marchista más veloz del mundo. Eso sucedió en el Campeonato Mundial de Atletismo de París.

Inicio deportivo

Los padres de Pérez fueron dos personas humildes y trabajadoras: Manuel Jesús Pérez y María Lucrecia Quezada.

Sus inicios deportivos fueron casi al azar. Jefferson cursaba segundo año en el colegio Francisco Febres Cordero cuando se le presenta el reto de tener que realizar una carrera de resistencia para poder aprobar Educación Física.

En ese momento su hermano mayor, Fabián, entrenaba en el parque de La Madre bajo la dirección del entrenador Luis Muñoz. Entonces, a Jefferson se le ocurre la idea de pedirle a Fabián que le cediera su puesto por una semana para lograr el entrenamiento adecuado y poder aprobar la materia.

En abril de 1988 se presentó por primera vez al parque La Madre de Azuay, y a partir de ese momento este sería el lugar donde Jefferson comenzó a realizar sus entrenamientos habituales.

Una vez que Luis Muñoz se dio cuenta de su talento, lo incentivó a continuar con otras pruebas y a continuar preparándose para lo que el entrenador vio que sería una disciplina en la que Jefferson podría destacar.

A las pocas semanas, siendo el ganador de la carrera Sport AID, Jefferson se gana la oportunidad por vez primera de representar a su país en Estados Unidos y en Inglaterra como embajador deportivo.

El reto de sumarse a la marcha

La marcha olímpica es un deporte que implica mover el cuerpo de determinada manera para no ser descalificado.

A causa de estos movimientos extraños, Jefferson tuvo que consultar con su familia y su almohada la propuesta que le hiciera su entrenador Luis Chocho de unirse al grupo de marchistas, donde las campeonas Luisa Nivicela y Miriam Ramón ya participaban.

Fue así que, recibiendo el apoyo familiar, Jefferson decidió entregarse a este exigente deporte, combinando sus estudios con el trabajo de vendedor de verduras en el mercado.

Obstáculos en el camino

Dado el alto entrenamiento que tienen los atletas de alto nivel, están propensos a sufrir graves lesiones físicas que incluso pueden sacarlos de la carrera deportiva. Jefferson no estuvo exento de este peligro durante su carrera. En el año 1993 sufrió una fractura de clavícula que lo inmovilizó por un tiempo.

En el año 1999, días antes de su participación en el Campeonato Mundial que se celebraría en España, se le detecta una hernia discal.

Esta última no le impedía participar en la competición, pero si participaba, podía correr el riesgo de aumentar la lesión con daños incluso irreversibles. Aun así, el ímpetu y las ganas de llegar al podio de Jefferson lo llevan a participar.

En esa ocasión, y aun a pesar de los dolores, alcanzó el segundo lugar, exhibiendo con orgullo la medalla de plata obtenida. Luego de eso tuvo que someterse a una intervención quirúrgica y a un largo proceso de recuperación que lo mantuvo en una silla de ruedas por unas cuantas semanas.

En los Juegos Olímpicos de Sidney en el años 2000 Jefferson tal vez se vio un poco frustrado por los resultados alcanzados, ya que no pudo repetir la hazaña de conseguir presea y tuvo que conformarse con el cuarto lugar.

Esto lo llevó a tomar la decisión de abandonar la carrera deportiva, al menos por un tiempo. Necesitaba recuperarse no solo física, sino también emocionalmente. Durante este tiempo se dedicó a culminar sus estudios universitarios como ingeniero comercial.

Segunda medalla olímpica

Durante ese tiempo culmina sus estudios y tiene tiempo para repensar la decisión. Además, había recibido numerosas peticiones del público en general.

Luego de consultarlo con su familia y de recibir su apoyo, el atleta decide volver a la marcha. Ya tenía una filosofía de vida: cuando se comienza a creer que lo imposible no existe, es cuando se empieza a vivir.

Y es de esa manera que en 2005 es campeón mundial en Helsimki, Finlandia. Dos años más tarde repite la hazaña en Osaka, Japón.

Ya con 34 años, regresa a unos olímpicos representando a Ecuador. El 15 de agosto de 2008, en Beijing, China, obtiene la segunda medalla olímpica para Ecuador, una de plata.

El gobierno, en vista de su hazaña, le otorga el premio al Mejor Deportista Ecuatoriano. Y ese mismo año, luego de la competencia Challenge Mundial en Murcia, España, se retira del deporte.

Jefferson Pérez acumuló 11 medallas en eventos mundiales e internacionales. Junto al polaco Robert Korzeniowzki, comparte el honor de ser los mejores marchistas del mundo.

Y en su honor, luego de aquel 1996, el gobierno firma el Acuerdo Ministerial N° 3401. En este el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ecuatoriano decreta el 26 de julio como el Día Nacional del Deporte.

En el 2013 se crea en el ámbito gubernamental el Plan de Alto Rendimiento. Por primera vez se le comenzaron a otorgar becas a los deportistas y a financiar sus entrenamientos.

El retiro de la marcha atlética

Después de su retiro del deporte de alta competencia, Jefferson Pérez sigue sus estudios de maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Azuay. También decidió fundar una firma para organizar eventos deportivos.

Igualmente crea y preside la Fundación Jefferson. Su objetivo: propulsar la construcción de una sociedad justa y equilibrada en donde se le dé prioridad a las niñas, niños y adolescentes de escasos recursos.

Actualmente está cursando un postgrado en Ciencias Políticas en Salamanca, España. En reciente rueda de prensa señaló que posiblemente se lance como candidato a la Alcaldía de Cuenca en el año 2019.

A continuación una entrevista reciente a Jefferson Pérez:

Referencias

  1. Constante, Soraya (2016) El zapato roto de Jefferson Pérez. Diario El País. España.  Recuperado en elpais.com
  2. Quizhpe, Manuel (2015) Jefferson Pérez en doble medallista olímpico y tiene 11 medallas. Diario El Comercio. Ecuador. Recuperado en elcomercio.com
  3. (2017) 21 años de la hazaña de Jefferson Pérez. Diario El Telégrafo. Ecuador. Recuperado en eltelegrafo.com.ec
  4. (2016) Jefferson Pérez, el único medallista de oro olímpico de  Ecuador en estos 95 años de El Universo. Diario el Universo. Consultado el 16 de febrero de 2018 en eluniverso.com
  5. Jefferson Pérez. EcuRed. Cuba. Recuperado en ecured.cu