Filofobia (miedo al compromiso): síntomas, causas, cómo superarla
La filofobia o miedo al compromiso es una condición psicológica que se caracteriza por un miedo intenso e irracional a enamorarse, tener una pareja o empezar una relación estable. Tenerle cierto respeto a las relaciones es algo común y habitual, pero esta patología lleva esto a un extremo y causa a quienes la sufren un profundo sufrimiento.
Muchas personas sufren cierto miedo al compromiso o evitan las relaciones de pareja por diferentes motivos. Sin embargo, para que se considere que alguien sufre de filofobia, es necesario que se cumplan ciertas condiciones específicas. La más destacada es la presencia de un miedo irracional y profundo que impide a quien lo sufre actuar de la manera en que realmente querría hacerlo.
La filofobia comparte muchas características con otros trastornos mentales, concretamente con aquellos que pertenecen al campo de las fobias específicas relacionadas con el ámbito social. Aunque aún no está englobada dentro de las clasificaciones más comunes de problemas psicológicos, cada vez más expertos la consideran una condición real.
La fobia al compromiso puede aparecer por muchos motivos, y afecta de diversas maneras a las personas que la sufren. Por suerte, aunque sus efectos pueden ser muy perjudiciales, es posible trabajar sobre ellos y minimizarlos hasta que la persona que la sufre pueda llevar una vida sentimental satisfactoria.
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Para las personas con filofobia, la simple idea de enamorarse o comenzar una relación puede provocar síntomas de ansiedad como dolor de pecho, falta de respiración, miedo intenso y sensación de estar atrapado. Debido a ello, los individuos con esta patología tratan de evitar cualquier tipo de relación romántica e incluso la posibilidad de conocer a alguien con quien tener una.
Sin embargo, para comprender la filofobia es necesario examinar con más detenimiento sus efectos más comunes. A continuación veremos cuáles son los síntomas más habituales de la fobia al compromiso.
La mayoría de personas que sufren de filofobia han sufrido alguna experiencia desagradable relacionada con las relaciones amorosas. Además, por diversos motivos son incapaces de olvidarse de su sufrimiento pasado, por lo que tienen una serie de heridas que aún no se han cerrado y que les dificulta abrirse a personas nuevas.
Uno de los síntomas más comunes de la filofobia es la dificultad para dejar atrás las situaciones desagradables del pasado y la creencia de que estas van a volver a repetirse en cualquier relación amorosa que se de en el futuro. Esto provoca un profundo malestar emocional, que puede traducirse en miedo, ansiedad o depresión.
Los individuos con filofobia generalmente tienen una visión muy negativa de las relaciones de pareja. Debido a sus malas experiencias pasadas, tienen la expectativa de que comenzar una aventura romántica con alguien nuevo acabará provocándoles mucho dolor en el futuro. Como consecuencia, procuran evitar cualquier tipo de situación amorosa.
Así, quienes padecen filofobia creen que no serían capaces de soportar una nueva ruptura o una situación similar relacionada con las relaciones de pareja, por lo que consciente o inconscientemente deciden que lo mejor es evitar las relaciones en la medida de lo posible.
Uno de los requisitos más importantes a la hora de desarrollar una relación de pareja satisfactoria es la capacidad para abrirse ante los demás y mostrarle los propios sentimientos y pensamientos. Para las personas con filofobia, sin embargo, esto es algo que produce un miedo irracional y profundo.
Las relaciones personales requieren cierto grado de vulnerabilidad; y aunque esto es algo que se vuelve especialmente importante en las de pareja, también juega un papel importante en las de amistad. Por eso, quienes sufren filofobia suelen mantener cierta distancia incluso con las personas más importantes de su vida.
Los individuos con fobia al compromiso suelen tener una visión negativa del resto de personas. Generalmente han sufrido mucho a manos de otros en el pasado, por lo que creen que los demás van a hacerles daño si se lo permiten. Como consecuencia, se vuelven extremadamente cautos en sus relaciones.
Con el tiempo, las personas con filofobia aprenden a no depender de nadie más. El lado positivo de esto es que se vuelven muy independientes y capaces de cuidar de sí mismas; pero al mismo tiempo, generalmente se sienten solas y creen que no existe ninguna posibilidad de desarrollar una relación satisfactoria.
Otro de los síntomas más habituales de la filofobia es la evitación de cualquier tipo de relación de pareja, sentimental o amorosa. Las personas con este trastorno suelen preferir estar solteras, y generalmente desarrollan todo tipo de estrategias para conseguir cubrir sus necesidades sin tener que comprometerse con nadie.
Esta evitación de las relaciones, sin embargo, suele llevarse hasta el extremo de que las personas con filofobia son incapaces de imaginarse en pareja o compartiendo su vida con alguien en el futuro. De hecho, simplemente pensar en una relación amorosa hace que se sientan atrapadas y que les entre ansiedad.
Como consecuencia, estos individuos tratan por todos los medios de evitar enamorarse de cualquier persona. Si por algún motivo entran en una relación, tratarán de sabotearla inconscientemente; y generalmente sentirán un gran resentimiento hacia su pareja, al sentirse controlados por ella y creer que están perdiendo su individualidad.
Mantener relaciones sexuales es una de las necesidades más básicas de los seres humanos, y las personas con filofobia no son una excepción. Por eso, sufrir de miedo al compromiso no implica la evitación de encuentros sexuales o incluso de mostrar afecto en el dormitorio.
Sin embargo, debido a que el resto de aspectos de una relación son problemáticos para estos individuos, el sexo cobra una importancia extrema para ellos.
Así, es habitual que las personas con filofobia traten de mantener multitud de relaciones casuales en las que no exista ningún tipo de compromiso o afecto. Además, su autoestima muchas veces va ligada al número de parejas sexuales que consiguen, y lo atractivas que estas sean.
Debido a que la filofobia es una patología que todavía no ha sido demasiado estudiada, no se sabe exactamente por qué puede formarse el miedo irracional al compromiso ni por qué determinadas personas lo sienten con mayor intensidad frente a vivencias muy similares. Sin embargo, se cree que su aparición tiene que ver tanto con experiencias traumáticas como con la presencia de determinados factores de la personalidad.
Así, la mayoría de individuos con filofobia han pasado por situaciones muy desagradables relacionadas con sus relaciones personales, ya sean de pareja o de amistad. Muchos de ellos han sufrido algún tipo de abuso físico o emocional, y la mayoría han vivido situaciones muy dolorosas como rupturas complicadas, relaciones tóxicas o escenarios de abandono.
En los casos en los que la persona no ha sufrido directamente alguna de estas situaciones, es muy habitual que en su entorno cercano se hayan producido conflictos muy serios relacionados con la pareja o el amor. Por ejemplo, muchas de estos individuos provienen de hogares donde los padres se han divorciado y se han generado muchos conflictos debido a ello.
Por otro lado, no todas las personas que viven experiencias traumáticas de este tipo desarrollan un miedo irracional al compromiso. Debido a ello, se cree que ciertos factores de la personalidad como el neuroticismo, la hipersensibilidad o niveles muy bajos de inteligencia emocional pueden favorecer la aparición de esta patología.
En cualquier caso, el efecto combinado de las vivencias traumáticas y los rasgos innatos de la persona llevan a que esta desarrolle una serie de creencias negativas sobre las relaciones, el amor, el compromiso y la vulnerabilidad, que acaban desembocando en la aparición de la filofobia.
Acabar con la filofobia puede llegar a ser extremadamente complicado, sobre todo porque las personas que la sufren generalmente no son conscientes de que tienen un problema.
Debido a que tienen la creencia de que las relaciones de pareja son muy negativas, no se dan cuenta de que son sus propias ideas las que les están impidiendo disfrutar de una vida romántica y sentimental satisfactoria.
Por eso, el primer paso para superar la filofobia es tomar conciencia de que existe un problema. Generalmente, esto solo ocurre una vez que la persona ha tenido varias experiencias similares o el deseo de tener una relación se vuelve más fuerte que su miedo hacia las mismas.
Una vez que se ha detectado el problema, existen varios enfoques que se pueden tomar para superarla. Uno de los más efectivos es la terapia de exposición, que se basa simplemente en ir haciendo que la persona tenga que enfrentarse a su miedo poco a poco y en situaciones controladas.
Además de esto, existen otras terapias que pueden resultar muy útiles para eliminar el problema. El psicoanálisis, por ejemplo, busca comprender el origen del trauma para poder resolverlo; mientras que técnicas como la terapia cognitivo – conductual y la terapia de aceptación y compromiso se centran más en enseñar a la persona a convivir con sus síntomas y conseguir que le afecten lo menos posible.
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