Trastornos mentales/Psicopatología

Hipnosis ericksoniana: qué es y cómo funciona


¿Qué es la hipnosis ericksoniana?

La hipnosis ericksoniana, o hipnoterapia de Erickson, es un enfoque psicoterapéutico que usa el trance hipnótico para ayudar al paciente a utilizar sus propias asociaciones mentales, recuerdos y potenciales para lograr sus metas terapéuticas.

La sugestión hipnótica puede facilitar la utilización de habilidades y potenciales que ya existen dentro de una persona, pero que permanecen sin usarse o están poco desarrollados por una falta de entrenamiento o de comprensión.

El hipnoterapeuta cuidadosamente explora la individualidad de un paciente para saber qué aprendizajes de vida, experiencias y destrezas mentales están disponibles para enfrentar el problema.

El terapeuta entonces facilita una aproximación a la experiencia de trance dentro de la cual el paciente puede utilizar estas únicas y personales respuestas internas para lograr la curación.

Esta terapia ayuda a resolver problemas psicosomáticos, psicológicos y a manejar el dolor, por ejemplo.

Pasos de la hipnosis ericksoniana

En la hipnosis ericksoniana el tratamiento tiene 3 pasos fundamentales.

– Existe un primer período, que es el de preparación. Aquí, el terapeuta explora el repertorio de experiencias de vida del paciente y facilita marcos de referencia constructivos para orientarle hacia el cambio terapéutico.

– El segundo período es el del trance terapéutico, en el que se activan y utilizan los propios recursos mentales del paciente.

– En el tercer período se hace un cuidadoso reconocimiento, evaluación y ratificación del cambio terapéutico conseguido.

Pilares de la terapia ericksoniana

No tener ideas preconcebidas sobre el paciente

Este punto subraya la importancia de la observación y, sobre todo, de la no clasificación clínica. Esto implica una comprensión más certera de la problemática y permite huir de la estrechez de la clasificación para centrarse únicamente en el universo del paciente.

Pretender un cambio progresivo

Su meta es lograr objetivos concretos para el futuro próximo. El terapeuta no puede aspirar a controlar todo el proceso de cambio del paciente. Solo lo inicia y posteriormente este sigue su camino.

Establecer el contacto con el paciente en su propio terreno

Esta idea no solo tiene que ver con la idea de Erickson de salir de la consulta e intervenir en la calle o en la casa del paciente. Tiene que ver también con el modo en el que terapeuta y paciente deben entrar en contacto, la forma de establecer una relación.

Desarrollar la escucha y dejar a un lado las interpretaciones, con el fin de poder comprender las particularidades de cada paciente. Esto implica entender su mundo para entrar en él, lo cual supone un trabajo intenso, largas horas de reflexión y paciencia.

Un ejemplo de esto es cuando el propio Erickson empezó a hablar el idioma incoherente de un paciente esquizofrénico y a comunicarse con él en sus mismos términos.

También sucedía que, si la persona estaba acostumbrada a que le trataran de una forma dura, Erickson lo trataba de la misma forma. Era su manera de contactar y lograr la comunicación.

Crear situaciones en las que las personas puedan darse cuenta de su propia capacidad para modificar su manera de pensar

Para Erickson era fundamental permitir al paciente reconocer sus capacidades, situándolo en un marco en el que estas pudieran manifestarse. Por lo tanto, había que dejarle control al paciente de la situación y motivarle para que ejerciera el cambio.

Erickson utilizaba el insight (darse cuenta) aunque de forma diferente al enfoque psicodinámico. Su enfoque educacional enfatizaba el descubrimiento del lado positivo (más que del negativo) para producir el insight en el paciente.

El método Milton

En los últimos años de su vida, Erickson ya no hablaba tanto de hipnoterapia, sino del método Milton, que consiste en el uso de la palabra con la finalidad de crear confusión mientras se establece una sugestión directa.

Erickson utilizaba metáforas, cuentos y paradojas como herramientas principales, bien fuera que provocara o no el trance. De allí que muchos conozcan su modelo terapéutico, también, como las metáforas y paradojas de Milton Erickson.

Modelo terapéutico

Para entender el modelo terapéutico de Erickson, es necesario partir de una conclusión fundamental: su estrategia terapéutica era totalmente original para su época y totalmente desestructurada.

Con esto se intenta decir que Erickson no partía de influencias reconocibles de otros autores, al estilo de mentores o maestros, ni había deducido su manera de actuar de alguna escuela psicológica o terapéutica.

Cuando Erickson inició su recorrido por la terapia, la gran escuela que influyó en la terapia fue el psicoanálisis y, obviamente, él no hacía parte de sus filas, como tampoco lo hizo del posterior movimiento conductista.

Para Erickson, el pasado no era la clave para solucionar el conflicto. El pasado, según sus palabras, no se puede cambiar, y aunque se pueda explicar, lo que se vive es el hoy, el mañana, la próxima semana, y eso es lo que cuenta.

Digamos que fue lo suficientemente intuitivo, observador, disciplinado e independiente como para crear su propia estrategia de acción a partir de la hipnosis. 

La hipnosis como medio, no como fin

A medida que pasaba el tiempo disminuyó cada vez más su utilización, dándole más relevancia a la metáfora y al lenguaje imperativo. Esto lo hizo un precursor de otros modelos muy comunes en la actualidad, como la terapia narrativa.

Para Erickson, aprender la hipnosis era ante todo aprender a observar al otro, a comprender su visión del mundo, a seguirlo paso a paso, de manera que se pudieran utilizar todas estas informaciones para ayudar al paciente a comportarse de otro modo.

Por lo tanto, se puede entender que, en la visión de Erickson, la hipnosis no es el punto clave, sino otra herramienta que permite llegar a dicho punto: el cambio obtenido por medio de la influencia interpersonal.

La premisa de Erickson era resolver el problema, pero sin recurrir a recetas, para lo cual contaba con la paciencia y minuciosidad como para afrontar cada problema de forma única. Esta originalidad al abordar sus casos fue lo que le dificultó transmitir lo que sabía.

Pero eso no quiere decir que su terapia no tenía forma alguna. Algunos autores piensan que hay unos pilares fundamentales en la terapia de Erickson, y aquí se mencionarán a continuación.

El legado de Milton Erickson

Al estudiar la vida y la obra de Milton Erickson, nos damos cuenta de que, si bien su teoría no es de las más conocidas, ha contribuido al crecimiento de muchas otras que hoy son lugares comunes cuando se habla de psicoterapia.

Se han observado sus aportes en la psiconeuroinmunología, en la psicología de la salud, en el humanismo, e incluso en el conductismo y el psicoanálisis.

Además de esto, sus aportes para el crecimiento filosófico y científico del tópico de la hipnosis con orientación terapéutica es de los más grandes producidos por una sola persona.

Referencias

  1. Erickson, M. (1958). Pediatric Hypnotherapy. The American Journal of Clinical Hypnosis. 
  2. Erickson, M., & Rossi, E. (1977). Autohypnotic Experiences of Milton H. Erickson. The American Journal of Clinical Hypnosis. 
  3. Therapeutic Metaphors: Why Milton Erickson’s Stories Healed (And How Yours Can Too).