Biografías de personajes históricos

Rosalind Franklin: biografía, aportes, reconocimientos, obras


Rosalind Franklin (1920-1958) fue una científica británica reconocida por sus trabajos sobre la estructura del ADN. Entre sus principales contribuciones a esta materia se encuentra el uso de la difracción de rayos X para obtener una imagen que mostraba la doble hélice del ADN. Además, realizó importantes descubrimiento sobre el carbón e investigó varios virus diferentes.

Franklin nació en 1920 en Londres y, desde muy pronto, mostró su gran inteligencia. A pesar de eso, en un primer momento, su padre se opuso a que estudiara ciencias en la Universidad, ya que consideraba que no era una opción adecuada para las mujeres. Sus familiares femeninas, en cambio, apoyaron a la joven en su decisión.

Ese enfrentamiento con su padre, quien después cambió de idea, no fue el único que Franklin tuvo que afrontar debido al machismo de la sociedad de la época. Su propio descubrimiento más famoso fue ignorado durante mucho tiempo y fueron sus colegas masculinos quienes se llevaron todo el mérito.

La científica, que nunca dejó de trabajar, falleció a una edad muy temprana. Con solo 37 años Franklin murió víctima de un cáncer. Algunos de sus biógrafos afirman que la exposición a los rayos X en sus experimentos pudo ser uno de los causantes de la aparición de la enfermedad.

Índice del artículo

Biografía

Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920 en Londres, Inglaterra. Su familia estaba bien posicionada económicamente, algo que permitió a la joven realizar sus estudios en varios centros de prestigio.

Su primer colegio fue la Escuela Norland Place. Después, a los 9 años, ingresó en la Escuela Lindores para señoritas, un internado situado en Sussex. La delicada salud de la niña fue uno de los motivos del cambio de localidad, ya que Sussex se encontraba en la costa, en un entorno considerado más saludable.

Dos años más tarde, Franklin volvió a cambiar de colegio. En esa ocasión ingresó en la Escuela St. Paul para niñas. Con solo once años, la joven comenzó a obtener grandes resultados académicos en ciencias y en el estudio del latín. Además, aprendió a hablar francés con fluidez.

Estudios en Cambridge

Cuando tenía quince años, Franklin aprobó el examen para ingresar en el Newnham College de Cambridge y realizar allí su carrera universitaria. En un primer momento, su padre se opuso a esa decisión y le retiró su asignación, ya que consideraba que las mujeres no debían estudiar en la universidad.

Fueron las mujeres de su familia, especialmente su tía materna, las que se hicieron cargo de los gastos de Franklin. Poco tiempo después, el padre acabó por aceptar lo decidido por Rosalind y volvió a pagar el coste de la carrera.

Su desempeño en la universidad fue notable y, en 1941, se graduó en física y química. Nada más terminar, recibió una beca para que realizara su tesis doctoral.

Segunda Guerra Mundial

El estallido de la Segunda Guerra Mundial provocó una pausa en la tesis de Franklin. Aunque, en un primer momento, la científica empezó a colaborar con el laboratorio de fisicoquímica de la Universidad de Cambridge, supervisada por el futuro Premio Nobel Ronald Norrish, pronto cambió de lugar de trabajo.

Tras renunciar al laboratorio, en 1942 Franklin comenzó a trabajar en la Asociación Británica para la Investigación del uso del Carbón, un organismo importante para el país durante el conflicto mundial.

Durante esa etapa, Franklin convivió con una física francesa refugiada en Inglaterra por la guerra: Adrianne Weill. Más tarde, se mudó con su prima Irene Franklin y ambas participaron en la organización de las patrullas que vigilaban las calles cuando Alemania bombardeaba la ciudad

París

Una vez finalizada la guerra, Franklin pidió a su amiga Adrianne Weill que la ayudara a buscar un trabajo. Sus palabras fueron que buscaba una ocupación para “una fisicoquímica que sabe muy poco de fisicoquímica y mucho sobre los hoyos en el carbón”.

En 1946, Weill invitó a Franklin a una conferencia y aprovechó la ocasión para presentarle  al director del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Marcel Mathieu. Gracias a ese contacto, al año siguiente la científica británica empezó a trabajar en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado en París.

Una de las ventajas que Franklin encontró en ese nuevo puesto de trabajo fue la falta de rechazo a las mujeres científicas, especialmente comparado con la situación en Inglaterra.

En el laboratorio francés, Franklin se convirtió en una de las máximas expertas mundiales en la técnica de difracción de rayos X. Este conocimiento resultó fundamental para su posterior trabajo con el ADN.

King’s College

Tras tres años en París, Franklin regresó en 1950 a Londres, después de que le fuera concedida una beca para trabajar en el King’s College. La científica se incorporó a su nuevo puesto en enero de 1951.

Aunque, en un primer momento, debía dedicarse a utilizar la difracción de rayos X en las proteínas y lípidos, su jefe, John Randall, decidió que investigara las fibras de ADN.

Ese cambio de asignación se produjo incluso antes de que Franklin se incorporará al centro, ya que querían aprovechar sus cualidades para completar la investigación sobre el tema que estaban llevando a cabo Maurice Wilkins y Raymond Gosling. Este último, un estudiante de doctorado, fue nombrado su ayudante.

Rosalind Franklin, junto con Gosling, enfocaron su trabajo en la mejora de un aparato para lograr imágenes nítidas del ADN. Las primeras pruebas demostraron el éxito obtenido.

Por otra parte, aunque el King’s College no era el centro científico más hostil con las mujeres, Franklin sí encontró que se las consideraba menos valiosas que los hombres. Algunas reglas, como que no pudieran compartir el área de descanso y la cafetería, hicieron que se sintiera incómoda.

Uso sin permiso de su trabajo

Rosalind Franklin presentó los primeros resultados de sus investigaciones en un conferencia celebrada en noviembre de 1951. Su compañero de laboratorio, Maurice Wilkins, con quien no se llevaba muy bien, había invitado a dos científicos que estaban investigando también la estructura del ADN: Francis Crick y James D. Watson.

Fue en esa charla cuando estos dos científicos conocieron el trabajo de Franklin y, se sospecha, empezaron a usar sus datos. Según se ha conocido después, durante los meses siguientes, Wilkins enseñó a sus dos colegas las imágenes de ADN obtenidas por Franklin. Lo hacía, además, sin su conocimiento ni su permiso.

Entre las imágenes que Watson y Crick vieron de la mano de Wilkins se encontraba la fotografía número 51, en la que se apreciaba la doble hélice del ADN. El propio Watson afirmó años después: “en cuanto ví la foto quedé boquiabierto y se me aceleró el pulso”.

Con las imágenes de Franklin, más los datos que esta había expuesto en la conferencia y otros que Wilkins les proporcionó, Watson y Cricks publicaron su hipótesis sobre la estructura del ADN en la revista Nature en 1953.

Artículo en Nature

El trabajo publicado por Watson y Crick en Nature no contenía ninguna referencia a la labor de Franklin. La única frase en la que aparecía el nombre de la científica rezaba: “…hemos sido estimulados por el conocimiento de la naturaleza general de resultados experimentales no publicados y las ideas de Wilkins, Franklin y sus colaboradores…”

En esa misma edición de Natura aparecía un artículo firmado por Rosalind Franklin y Raymond Gosling. Se trataba de un artículo con muchos detalles técnicos sobre su método de fotografiar el ADN e incluía la conocida fotografía 51. Además, la autora daba su apoyo a la teoría de Crick y Watson.

Birkbeck College

Finalmente, la tensión con Watson, Crick y Wilkins y el ambiente machista del King’s College provocaron que Franklin abandonara su puesto. Su destino profesional fue el Birbeck College, otro laboratorio ubicado en Londres.

En este laboratorio, que dirigía John Bernal, Franklin realizó investigaciones sobre los virus. Algunos de ellos, como los relacionados con el virus del mosaico del tabaco o el de la polio, son todavía una referencia para los expertos.

Enfermedad

Durante un viaje a los Estados Unidos, en 1956, Franklin comenzó a sentirse enferma. El diagnóstico confirmó la gravedad de su estado, ya que padecía un cáncer de ovarios. A pesar de tener que someterse a varias operaciones y a quimioterapia., la investigadora continuó trabajando otros dos años

En 1958, le fue concedida una beca para el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos. Sus méritos fueron reconocidos y el presupuesto destinado a su investigación era el mayor recibido por algún científico de Birkbeck.

Fallecimiento

Rosalind Franklin no pudo comenzar su trabajo en el laboratorio estadounidense. A finales de 1957 había sufrido una importante recaída en su enfermedad y el 6 de abril fallecía en Londres cuando solo contaba con 37 años.

Aportes y descubrimientos

Aunque Rosalind Franklin fue la autora de importantes investigaciones sobre la estructura del carbón y sobre el ARN de algunos virus, su mayor contribución a la ciencia fueron sus hallazgos sobre el ADN. En este campo se incluye la fotografía 51, la más nítida tomada hasta la fecha y que mostraba la doble hélice del ADN.

Imágenes del ADN

Después de su estancia en París, Franklin se había convertido en una de las mayores expertas en la difracción de rayos X. Al comenzar a trabajar en el King’s College, aprovechó estos conocimientos para obtener imágenes del ADN.

La científica comenzó a experimentar con su técnica para tomar imágenes y, en poco tiempo, obtuvo la conocida fotografía 51. En esta se podía apreciar la estructura de doble hélice característica del ADN.

Además de tomar la imagen, Franklin realizó algunas mediciones y dejó sus observaciones reflejadas en sus cuadernos de laboratorio. Estos datos serían fundamentales para que Watson y Crick desarrollaran su teoría sobre el ADN.

Estudios sobre el carbón

Franklin empezó a investigar las características del carbón durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque el material era de sobras conocido, su estructura molecular aún no se había detallado en profundidad.

Una de las cuestiones que las investigaciones de Franklin aclararon era la causa por la que algunos tipos de carbón eran más permeables al agua o a los gases que otros.

Además, también realizó estudios sobre la relación entre la porosidad y la temperatura de carbonización e identificó y midió la porosidad fina. Esto permitió que los carbones pudieran ser clasificados según su comportamiento.

Estos trabajos quedaron reflejados en varios artículos publicados entre 1946 y 1949. Prueba de su importancia es que aún siguen siendo citados por los expertos.

Trabajos sobre virus

Ya en el Birkbeck College, el último laboratorio en el que trabajó antes de su muerte, Franklin se centró en el estudio del ARN de los virus del mosaico del tabaco y el de la polio.

En estas investigaciones volvió a usar la cristalografía de rayos X, método que le proporcionó imágenes nítidas del virus del mosaico del tabaco.

Su gran descubrimiento en este campo fue que el virus en cuestión era hueco y solo estaba compuesto por una cadena de ARN. La confirmación de esta hipótesis no llegó hasta después del fallecimiento de la científica.

Premios y reconocimientos

Aunque el trabajo de Rosalind Franklin ha sido reconocido internacionalmente, estos honores le ha llegado en las últimas dos décadas. En su época, su contribución fue prácticamente ignorada por sus colegas.

Así, cuando Watson y Crick presentaron su modelo de la estructura del ADN invitaron a Wilkins a firmar el artículo como coautor. Sin embargo, este no aceptó, ya que no había participado en el descubrimiento. Sin embargo, Franklin, cuya contribución fue fundamental, no fue invitada a firmar el artículo.

Premio Nobel

Según sus biógrafos, Franklin falleció sin ser consciente de la importancia que tuvo su investigación en el trabajo presentado por Watson y Crick.

Ambos científicos fueron galardonados con el premio Nobel de Medicina en 1962 por su trabajo sobre el ADN. Durante la recogida del galardón, ninguno de los dos mencionó a Franklin.

A pesar de la polémica, lo cierto es que las reglas del Nobel prohíben dar el premio a título póstumo, por lo que Franklin no habría podido recibirlo. No obstante, existe consenso acerca de que, en el caso de haber estado con vida, hubiera merecido obtener el premio junto con sus dos colegas de profesión.

Reconocimientos póstumos

Ya en los años 80 del siglo pasado se empezó a reconocer la contribución científica de Rosalind Franklin. Sin embargo, fue a partir de los 90 cuando ese reconocimiento se generalizó.

En 1992, por ejemplo, el English Heritage puso una placa en la casa en la que Franklin vivió en Londres. En ella se grabaron las siguientes palabras: “Rosalind Franklin, 1920-1958, pionera en el estudio de estructuras moleculares, incluido el ADN, vivió aquí en 1951-1958”.

Además, en el año 2001, el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos creó un premio que lleva su nombre para reconocer a las investigadoras sobre el cáncer.

Dos años más tarde, la Real Sociedad de Londres creó otro premio con su nombre destinado a las investigaciones sobresalientes en cualquier campo científico o tecnológico.

Obras publicadas

– Bangham, D. H. y Rosalind E. Franklin (1946), Thermal expansion of coals and carbonised coals.

– Franklin, R. E. (1950), «On the structure of carbon», Journal de Chimie Physique et de Physico-Chimie Biologique

– R.E. Franklin y R.G. Gosling. Configuración molecular de la sal sódica del ácido desoxirribonucleico extraído del timo. Revista Nature 171: 740–741. (25 de abril de 1953).

– R.E.Franklin y R.G. Gosling. Evidencia de una cadena de doble hélice en la estructura cristalina de la sal sódica del ácido desoxirribonucleico. Revista Nature 172: 156-157. (25 de julio de 1953).

– Franklin, Rosalind y K. C. Holmes. The Helical Arrangement of the Protein Sub-Units in Tobacco Mosaic Virus.

– Franklin, Rosalind, Donald L. D. Caspar y Aaron Klug. Chapter XL: The Structure of Viruses as Determined by X-Ray Diffraction

Referencias

  1. Vonne, Lara. Rosalind Franklin, la mujer que descubrió la estructura de la vida. Obtenido de hipertextual.com
  2. Redacción BBC Mundo. Rosalind Franklin, la olvidada científica detrás del descubrimiento de la estructura del ADN, uno de los más importantes para la medicina moderna. Obtenido de bbc.com
  3. Fresquet Febrer, José L. Rosalind Franklin (1920-1958). Obtenido de historiadelamedicina.org
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Rosalind Franklin. Obtenido de britannica.com
  5. Biography.com Editors. Rosalind Franklin Biography. Obtenido de biography.com
  6. Bagley, Mary. Rosalind Franklin: Biography & Discovery of DNA Structure. Obtenido de livescience.com
  7. Klug, Aaron. Franklin, Rosalind Elsie. Recuperado de oxforddnb.com