Lengua y literatura

Glosas Emilianensis: qué son, origen, características, ejemplos


¿Qué son las Glosas Emilianenses?

Las Glosas Emilianenses son un conjunto de anotaciones marginales elaboradas en tres lenguas sobre el códice latino Aemilianensis 60. Estas lenguas eran un romance hispánico (una variedad riojana precastellana), euskera y el propio latín.

Esta serie de apuntes fueron encontrados como notas marginales, también entre los párrafos y líneas de ciertos pasajes, al ya mencionado códice latino Aemilianensis 60

Quienes elaboraron dichas notas fueron monjes copistas. Se cree que la intención era aclarar conceptos y resolver ciertas dificultades de comprensión, al modo de notas al margen. Las anotaciones son más de mil.

Hasta después del siglo XX varios filólogos de la lengua española no advirtieron la gran importancia de estos apuntes para el idioma castellano.

Origen de las Glosas Emilianenses

No hay nociones exactas sobre la fecha puntual de su creación. Solo contamos con hipótesis basadas en las evidencias presentes tanto en el lugar de su hallazgo, como en la grafía y los rasgos filológicos de la escritura.

El nombre de “Emilianenses” es debido al lugar donde se escribieron las Glosas, el monasterio de San Millán de la Cogolla. Millán, o Emiliano, proviene del vocablo latino Aemilianus. Dicho monasterio se encuentra en La Rioja, que para ese momento pertenecía al Reino de Navarra.

Fue en 1911 cuando se descubrieron las glosas, y esto gracias a Manuel Gómez-Moreno, estudiante de arquitectura mozárabe.

Gómez-Moreno analizaba las estructuras y métodos de construcción del Monasterio Suso cuando dio con los documentos. Tal fue su emoción que dejó de hacer lo que era su labor arquitectónica, y se encargó de transcribir todas las glosas.

Fueron cerca de mil las transcripciones. El joven estudiante de arquitectura, luego de la transcripción, ordenó los documentos minuciosamente para después enviarlos a Ramón Menéndez Pidal, uno de los más renombrados filólogos de España, además de folklorista e historiador.

A Menéndez Pidal se le debe, aparte de dar la real valía a las Glosas Emilianenses, la fundación de la Escuela Filológica Española. 

Es necesario acotar que el ILCYL (“Instituto de la Lengua Castellana y Leonesa”), aparte de las Glosas Emilianenses, también reconoció la importancia que tienen la Nodicia de Kesos y los Cartularios de Valpuesta como parte de los registros escritos conocidos más antiguos con presencia de algunas palabras castellanas.

Sin embargo, la importancia de las Glosas Emilianenses radica en que es la primera vez en que un texto escrito en una lengua distinta al latín presenta una estructura gramatical romance, y donde todos los niveles lingüísticos están presentes.

Por eso se considera que estas glosas son el primer testimonio escrito que refleja cómo se hablaba el romance ibérico, en la misma zona geográfica del castellano actual.

Características de las Glosas Emilianenses

Las Glosas Emilianenses, consideradas el santo grial que brinda valiosísima información filológica sobre los inicios del idioma español, tienen una serie de particularidades que las hacen únicas. A continuación se mencionarán y explicarán las más representativas:

Primer manual formal de enseñanza del latín

  • La manera en que las glosas son presentadas y usadas deja entrever que este códice pudo haber sido aplicado para la enseñanza del latín en tierras aragonesas.
  • Es de hacer notar, por medio de los apuntes, el seguimiento minucioso de los copistas por explicar cada fragmento del códice.
  • Esta necesidad de denotar todos los aspectos del manuscrito con tanta meticulosidad permitió asumir que era usado para dichos fines pedagógicos.

No se sabe con exactitud la fecha de creación

  • Los especialistas sugieren que pudieron escribirse entre los siglos X y XI. Sin embargo, esto no está aún del todo claro. A pesar de que se posee mucho material sobra la bibliografía alusiva al manuscrito, muchas de las interrogantes respecto a él están aún sin dilucidar.
  • Lo que salta a la vista es que el latín, para la época en que fueron escritas, ya no era la lengua madre de los habitantes de la península ibérica, sino el idioma litúrgico y académico.

Primer testimonio escrito del español actual

  • Dentro de las características propias de estas glosas, quizá esta es una de las más representativas. Casualmente nadie había reparado en ello hasta casi mil años después de su elaboración.
  • El idioma que se muestra es un claro romance, propio del español que se hablaba por la zona de Navarra en aquel entonces. Esta lengua es el romance navarro-aragonés, en la variedad riojana.

Primeros registros de una homilía en latín explicada

  • Quizá uno de los datos más interesantes es la presencia en el Códice Emilianense, en la página 72 del mismo, de una homilía escrita en latín. Allí pueden apreciarse las muy bien explicadas glosas del monje copista en navarro-aragonés, tanto en los márgenes como entre las líneas.
  • Esto hizo reforzar también la tesis del papel formativo de las glosas en lo que a los aspectos litúrgicos se refiere dentro de dicho monasterio.
  • Los manuscritos, pues, eran tomados como guías para llevar a cabo, y fielmente, todos los pasos pertinentes en las celebraciones eclesiásticas. Las glosas facilitaban su entendimiento e interpretación.

San Millán de Cogolla, cuna del castellano.

  • Esta zona, conjuntamente con La Rioja, ha recibido el apodo de la “cuna del castellano”, gracias a las Glosas Emilianenses. Sin embargo, son muchos los detractores que se oponen al considerar que no contienen un español antiguo, sino un simple navarro-aragonés.
  • Para noviembre de 2010, la RAE (Real Academia Española) consideró los Cartularios de Valpuesta la verdadera primera documentación escrita donde aparecen formalmente palabras propias del castellano, incluso mucho antes de las Glosas Emilianenses. Sin embargo, la misma Academia Española reconoció que son solo eso, palabras castellanas colocadas o incluidas en estructuras gramaticales no propias del español.
  • Es necesario acotar que las glosas sí contienen estructuras gramaticales romances que no se aprecian en los cartularios, lo cual les da una ventaja abismal en cuanto a sintaxis y organización lingüística se refiere.
  • Habiendo expuesto las diferencias puntuales entre los Cartularios de Valpuesta y las Glosas Emilianenses, son estas últimas las que realmente denotan, por los distintos niveles lingüísticos que manifiestan y sus complejas estructuras, ser la muestra escrita fidedigna más antigua del español, y así ya lo han aceptado numerosos críticos, y la misma RAE.

No hubo un solo glosador, sino varios

  • Luego de su aparición, bien sea el siglo X u XI, y de haberse hecho las primeras notas marginales, el manuscrito fue intervenido más de una vez. Eso resulta totalmente normal, tomando en cuenta lo costoso del papel para la época (se utilizaba pergamino) y lo dificultosa que era la labor de hacer copias.
  • Además de ello, este texto tenía la particularidad de orientar y encaminar a sus lectores en la senda de las pastorales (reflexiones sobre cómo guiar a los fieles en la religión). Por ende, es lógico que sirviera no solamente a un usuario, sino a varios al pasar del tiempo. La variedad en la caligrafía y las diversas lenguas presentes así lo evidencian.

Contienen el más antiguo testimonio escrito en euskera

  • Cien de las mil Glosas Emilianenses poseen un valor apartado muy especial: contienen anotaciones en euskera. Estas notas marginales son la primera manifestación escrita conocida de este antiguo idioma.
  • Esto es de suma importancia y trascendencia, debido a que el euskera no es un idioma reciente, estamos hablando de una de las lenguas más antiguas, y siendo tan antiguo, propio de la zona del País Vasco, es sumamente importante que apenas mil años atrás haya aparecido su primera manifestación escrita, y particularmente en estos textos.

Variedad lingüística

  • Las Glosas Emilianenses, más de mil en total, fueron escritas en romance riojano precastellano, latín y euskera. Tres lenguas en total.
  • El latín plasmado no era el latín del códice, era latín coloquial, mucho más comprensible que el mismo códice, y en algunos pasajes se sospecha que disfrazaba (latinizaba) lo que ya se pronunciaba como lengua romance.
  • También son claramente evidentes los rasgos mozárabes, asturiano-leoneses y catalanos expuestos, aunque no tan ampliamente.

Ejemplos

  • “El primer vagido de la lengua española”. Si vamos a la página 72 nos encontramos con este fragmento, considerado por Dámaso Alonso, reconocido filólogo español y ganador del premio nacional de literatura de 1927, como “el primer vagido de la lengua española”.  Esta es la frase más larga del códice:

Navarro-aragonés

Con o aiutorio de nuestro
dueno Christo, dueno
salbatore, qual dueno
get ena honore et qual
duenno tienet ela
mandatione con o
patre con o spiritu sancto
en os sieculos de lo siecu
los. Facanos Deus Omnipotes
tal serbitio fere ke
denante ela sua face
gaudioso segamus. Amen

Traducción al castellano

Con la ayuda de nuestro
Señor Cristo, Señor
Salvador, Señor
que está en el honor y
Señor que tiene el
mandato con el
Padre con el Espíritu Santo
en los siglos de los siglos.
Háganos Dios omnipotente
hacer tal servicio que
delante de su faz
gozosos seamos. Amén

  • Notaciones en euskera. A continuación se muestran las primeras notaciones conocidas en euskera y presentes en las Glosas Emilianenses:

Euskera

“jçioqui dugu
guec ajutu eç dugu”.

Traducción al español

“nos alegramos,
nosotros no tenemos adecuado”.

¿Para qué han servido las Glosas Emilianenses?

Gracias a estas notaciones se tiene un registro filológico del español de suma importancia, pues es un testimonio escrito de la lengua hablada en aquel momento.

Además, el hecho de que algunas pocas glosas estuviesen escritas en euskera primitivo significa que era una zona de contacto lingüístico románico-vasco.

Pero sin duda su relevancia radica en que son el primer registro escrito en una lengua romance, específicamente ibérica, y que mediante su análisis filológico se puede llegar a la conclusión de que constituye el texto escrito más antiguo del idioma español.

Referencias

  1. Ruiz, E. (2001). Glosas Emilianenses. España: Real Academia de la Historia. Recuperado de: rah.es
  2. Concepción Suárez, X. (2014). Las Glosas medievales:
    San Millán de la Cogolla, Silos, Valpuesta
    . España: Página cultual asturiana. Recuperado de: xuliocs.com
  3. Maestro García, L. M. (S. f.). Glosas Emilianenses. Brasil: Rincón de Cultura. Recuperado de: espanaaqui.com.br
  4. García Turza, C. y Muro, A. M. (1992). Glosas Emilianenses. Madrid: Testimonio, compañía editorial. Recuperado de: vallenajerilla.com
  5. Glosas Emilianenses (S. f.). (N/a): Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org