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Ascaris suum: características, morfología, ciclo biológico


Ascaris suum es un parásito perteneciente al filo nematoda que se caracteriza por ser el agente causal de la ascariasis, principalmente en cerdos. Tiene muchas similitudes con Ascaris lumbricoides, por lo que en ocasiones es confundido con él.

Fue descrito por primera vez por el zoólogo alemán Johann Goeze en el año 1782. Ascaris suum es un organismo muy estudiado ya que, debido a los daños que ocasiona en los cerdos, constituye un agente perjudicial para la industria de la ganadería porcina.

Este organismo puede considerarse representativo del género Ascaris, ya que tanto su comportamiento como su ciclo de vida es el típico de los miembros del mismo.

Índice del artículo

Taxonomía

– Dominio: Eukarya.

– Reino: Animalia.

– Filo: Nematoda.

– Clase: Secernentea.

– Orden: Ascaridia.

– Familia: Ascarididae.

– Género: Ascaris.

– Especie: Ascaris suum.

Características

Ascaris suum es un organismo pluriceular eucariota. Esto implica que está conformado por varios tipos de células que tienen su material genético (ADN) delimitado por una membrana (membrana nuclear), formando un organelo conocido como núcleo celular.

Así mismo, son animales con simetría bilateral. Durante su desarrollo embrionario presentan tres capas germinativas: mesodermo, ectodermo y endodermo. Estas capas dan origen a todos los órganos con funciones especializadas.

Este miembro del filo nematoda es considerado un endoparásito, porque se aloja en el interior de un huésped al que perjudica. De hecho, se alimenta de los nutrientes que ingiere el animal hospedador.

Estos parásitos tienen un tipo de reproducción sexual con fecundación interna. En este proceso el macho introduce su espícula copulatoria en el poro genital de la hembra. Es importante destacar que las hembras de esta especie tienen la capacidad de poner una gran cantidad de huevos, los cuales son liberados mediante las heces del huésped.

Morfología

Debido a que pertenece al grupo de los nemátodos, el Ascaris suum es un gusano redondo, no segmentado, y presenta dimorfismo sexual. Esto quiere decir que existen marcadas diferencias morfológicas entre los ejemplares de sexo femenino y aquellos de sexo masculino.

De manera general, los ejemplares adultos de esta especie de nemátodo tienen forma fusiforme y una coloración pálida. En ocasiones tienen un aspecto amarillento, y en otras, rosáceo.

Hembras

Las hembras tienen una longitud aproximada que oscila entre los 22 cm y los 50 cm, con un ancho de entre 3 y 6 mm. Su extremo posterior es de forma cónica y termina de manera redondeada. Así mismo, en los bordes laterales presentan unos ensanchamientos denominados papilas postanales.

Machos

Por otra parte, como es típico en los organismos del género Ascaris, el macho es de menor tamaño que la hembra. Puede llegar a medir entre 14 – 32 cm y tener un ancho de 2 a 4 mm.

Su extremo posterior termina de forma curvada. Presenta aquí unas prolongaciones llamadas espículas que pueden medir hasta 3,5mm de longitud y que se utilizan en el acto copulatorio.

De igual forma, el macho presenta una serie de papilas en su extremo posterior, de las cuales 75 pares son precloacales y 7 pares son postcloacales. Además, en el borde interior de la cloaca presenta una única papila impar.

En el extremo anterior de este parásito, tanto en machos como hembras, hay tres labios: uno dorsal y dos ventrolaterales. Cada uno de ellos presenta papilas en su base. El labio dorsal tiene dos papilas, en tanto que los ventrolaterales tienen una papila lateral y una doble papila subventral.

El elemento característico que permite diferenciar entre Ascaris suum y Ascaris lumbricoides, es que en el borde interno de los tres labios que presenta el último en su extremo anterior tiene un borde dentado.

Huevos

Los huevos se encuentran rodeados por una cápsula que a su vez está conformada por tres capas: una externa que es de un color pardo amarillento, una intermedia que está compuesta por proteínas y quitina y una interna, de tipo vitelino, que está conformada por lípidos. Esta última es impermeable, por lo que protege en gran medida al embrión, evitando la entrada de alguna sustancia tóxica.

La medida aproximada de los huevos es de entre 61 y 75 micras de largo por 50-55 micras de ancho. Su forma es redondeada.

Los huevos pueden estar fertilizados o no. A diferencia de los fertilizados, los que no lo están son más alargados y estrechos. Internamente tienen una masa de gránulos no organizados.

Hábitat

Ascaris suum se encuentra ampliamente distribuido por todo el mundo. Es especialmente abundante en climas húmedos, templados y tropicales.

Su huésped principal es el cerdo. En este animal se ubica específicamente a nivel del intestino delgado, en donde se alimenta de los nutrientes ingeridos por el huésped.

Ciclo de vida

El ciclo de vida de Ascaris suum es similar al de otros parásitos del género Ascaris. Cuando se encuentra en el intestino delgado, la hembra libera una gran cantidad de huevos, un promedio de 300.000 diarios. Este número es relativo, ya que se han reportado casos en los que una hembra puede poner hasta más 600.000 por día.

Esos huevos son liberados al exterior a través de las heces del huésped. En el medio externo, cuando las condiciones ambientales de humedad y temperatura son las adecuadas, la larva evoluciona a una forma infectante, conocida como larva L2. Este proceso puede durar entre 23 y 40 días.

El cerdo, que es el principal huésped de esta parásito, ingiere los huevos con las larvas en estadio L2. En el intestido delgado, debido a los jugos intestinales y gástricos, los huevos eclosionan y la larva es liberada.

La larva no permanece en el intestino delgado, sino que penetra la pared intestinal e ingresa a la circulación. Posteriormente es transportada hacia el hígado, lugar en el que evoluciona a estadio larvario L3.

Inmediatamente, ingresa a las venas y a través del retorno venoso que acaba en la vena cava inferior, la larva llega al corazón (aurícula y ventrículo derechos).

Acto seguido, la larva llega a los pulmones, mediante la arteria pulmonar y sus numerosas ramas. Aquí experimenta otra muda y se transforma en larva L4. Luego se abre paso hacia los alveolos pulmonares y comienza el ascenso por el tracto respiratorio hacia los bronquios y la tráquea. Al llegar a la epiglotis es deglutida y pasa al sistema digestivo.

Finalmente llega a su hábitat definitivo, el intestino delgado. Aquí nuevamente evoluciona a larva L5 (adulto joven). Esto ocurre aproximadamente a los 25 días de que el huésped haya ingerido los huevos infectantes. Allí permanece hasta que alcanza el estado total de madurez y es capaz de producir huevos.

Aproximadamente a los 60 días de la infección, la hembra es capaz de liberar los huevos para que el ciclo biológico se reinicie.

Enfermedades

Ascaris suum es considerado un parásito casi exclusivo de los cerdos. Sin embargo, en ocasiones puede infectar al ser humano y ocasionar infecciones que cursan de manera similar a las causadas por Ascaris lumbricoides.

Así mismo, en lo que respecta a la infección es cerdos, esta infección es de suma importancia. Esto se debe a que representa pérdidas económicas considerables para la industria de los alimentos porcinos.

La razón es que durante el tránsito que este parásito sigue en su ciclo de vida por el organismo del huésped, va causando graves daños en los tejidos que atraviesa, principalmente en los pulmones.

Infección en humanos

Aunque poco común, este parásito puede ocasionar infecciones parasitarias en el ser humano. Cuando una persona ingiere huevos infectantes de Ascaris suum, las larvas siguen el mismo recorrido que realizan en el organismo del cerdo, ocasionando daños en esos tejidos.

Los síntomas que manifiesta una persona por efecto de este parásito son los mismos que los relacionados con Ascaris lumbricoides, tales como evacuaciones líquidas frecuentes, dolor abdominal, vómitos y náuseas. Así mismo, a nivel pulmonar se evidencia una sintomatología que se asemeja a la de la neumonía.

Infección en cerdos

En los cerdos esta infección también es conocida como ascariasis y es muy común en las granjas que se encargan de la cría de estos animales. Esto se debe a que el parásito se puede encontrar en muchos sitios como el suelo, el agua, los alimentos, el pasto y la piel de las mamas, entre otros lugares. Debido a esto, es muy fácil que un animal se infecte.

Dentro de cuerpo del animal, el parásito causa daño a nivel intestinal, principalmente por la acción de sus labios, que ejercen cierto efecto nocivo en la mucosa intestinal. Esto trae como consecuencia una condición que se conoce como enteritis catarral.

Así mismo, por cada tejido que va recorriendo la larva del parásito, va causando ciertos daños, principalmente de tipo irritativo. Esto desencadena en el huésped una respuesta inflamatoria por parte de los tejidos.

De igual forma, algunos especialistas consideran que las larvas de este parásito favorecen algunas infecciones bacterianas, ya que en su paso desde la luz intestinal hacia el torrente sanguíneo permite que algunas bacterias como por ejemplo la Salmonella lleguen a la sangre.

En este mismo orden de ideas, este parásito también ejerce una acción tóxica, debido a que libera ciertas sustancias que son consideradas toxinas. Estas pueden desencadenar en un individuo sensible una reacción alérgica muy grave.

Síntomas

La presencia y severidad de los signos y síntomas depende de la cantidad de parásitos que se encuentren en el intestino del animal. En ocasiones, cuando la infección no es tan intensa, no se evidencian síntomas. Sin embargo, cuando se presentan síntomas, estos pueden ser los siguientes:

– Evacuaciones líquidas frecuentes.

– Incremento de la temperatura corporal.

– Vientre prominente.

– Ictericia (piel y mucosas amarillas).

– Retardo en el crecimiento.

– Raquitismo.

– Distrofia cutánea con evidencias de hiperqueratosis.

– Alteración del apetito.

– Convulsiones (en casos graves).

Así mismo, algunos animales pueden manifestar síntomas que indican el desarrollo de una neumonía, como por ejemplo tos persistente con expectoración sanguinolenta y fiebre elevada.

Diagnóstico

El diagnóstico de esta patología incluye los procedimientos ya conocidos para diagnosticar cualquier enfermedad causada por algún parásito intestinal. Entre estos métodos están los siguientes:

– Examen coprológico: a través de un examen microscópico de las heces es posible determinar la presencia de huevos en ellas. Incluso, si la parasitosis es muy intensa, se puede capturar algún ejemplar adulto del parásito.

– Diagnóstico clínico: este se basa en la pericia y experticia que tiene el especialista que revisa al animal afectado, así como también en la observación y presencia de ciertos signos. Por ejemplo, la presencia de algún parásito en las heces o de alguna larva en el esputo.

En el caso de animales que fallecen sin tener una causa exacta de la muerte, se les puede realizar un examen post mortem. En este es posible observar las lesiones que ocasiona este parásito en los diversos órganos. Por ejemplo, en el hígado se observan unos puntos blancos que se conocen como “manchas de leche”.

Estas no son más que cicatrices que evidencian el paso migratorio de las larvas durante su ciclo de vida a través del hígado.

Igualmente, en el intestino delgado del animal es posible estudiar las lesiones que este parásito deja, producto de la irritación crónica de la mucosa intestinal.

Tratamiento

El tratamiento para este tipo de parasitosis abarca varios aspectos importantes que, en su conjunto, contribuyen a erradicar al agente nocivo.

En primer lugar, lo que debe hacerse es desparasitar a todos los animales, sin importar si han presentado síntomas o no. Así mismo, se debe proceder a realizar una limpieza profunda y significativa de los corrales y parideras donde se encuentran.

De igual forma, debido a que las heces son consideradas un foco de infección, deben ser incineradas, ya que pueden contener huevos con capacidad infectiva.

Por último, es importante la aplicación de una terapia medicamentosa que incluya medicamentos antiparasitarios, como por ejemplo los siguientes:

– Albendazol.

– Piperazina.

– Mebendazol.

– Oxfendazol.

Prevención

Para evitar las infecciones por Ascaris suum es importante seguir las siguientes recomendaciones en los sitios de cría de cerdos:

– Examinar periódicamente a todos los cerdos, incluso si no manifiestan signos de la infección.

– Emplear métodos de desinfección eficaces, como por ejemplo el uso de formol y vapor caliente.

– Realizar limpiezas profundas en los sitios en los que los cerdos están habitualmente, como comederos y bebederos.

En el caso de los seres humanos, para evitar infectarse con este tipo de parásito, es importante adoptar y practicar medidas de higiene como lavarse las manos después de ir al baño, lavar adecuadamente los alimentos y evitar el contacto directo con cualquier suelo que pudiera estar infectado.

Referencias

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