El criollismo y el anhelo de autonomía en Nueva España
El criollismo y el anhelo de autonomía en Nueva España fueron fenómenos muy vinculados generados por las pocas oportunidades dadas a los criollos en Nueva España. El criollismo fue un movimiento social ocurrido en la colonización española en el Nuevo Mundo y liderado por los criollos, es decir, los hijos de españoles nacidos en América.
Los criollos disfrutaban de ciertos privilegios económicos, sociales y culturales dentro de las nuevas comunidades americanas. Sin embargo, en lo que se refiere al ámbito político, eran fuertemente marginados por no haber nacido en España.
Los colonos españoles otorgaban libertades y prerrogativas a sus iguales, tratando con desdén a los nacidos en el territorio recientemente descubierto. En consecuencia, con el pasar del tiempo y el auge de nuevas generaciones, creció la inconformidad entre los criollos, lo que derivó en la avidez por autonomía y reconocimiento social.
¿Quiénes eran los criollos?
Los criollos eran un grupo social conformado por la descendencia de los blancos europeos que hicieron vida en tierras americanas a raíz de la colonización española. La casta criolla es una de las 16 mixturas básicas que surgieron al combinar los tres grupos sociales básicos de la época de la colonia: blancos, indios y negros.
Cuando la pareja (hombre y mujer) es blanca y de origen europeo, el producto de su unión corresponde a un criollo.
Denominación originalmente para esclavos
Este término fue utilizado originalmente por los portugueses para designar a los hijos de negros esclavizados que nacían en el territorio americano. Sin embargo, con el pasar del tiempo esta palabra fue empleada para nombrar a los hijos de los portugueses que nacían en los territorios conquistados.
Así, su uso se extendió en toda América para nombrar a los hijos de los colonos europeos, y el término fue adoptado en el virreinato de Nueva España con la misma acepción.
Apariencia española
En apariencia, los criollos tenían un aspecto sumamente similar a sus padres, lo que hacía muy difícil la diferenciación entre los criollos y los blancos europeos.
Así mismo, las costumbres y semblanza tradicional española se respetaron cabalmente durante la crianza de la generación de blancos criollos. Solo surgieron algunas diferencias menores, propias del ambiente que se estaba forjando en la Nueva España.
El virreinato de Nueva España se estableció a principios de 1535 en una importante área de América del Norte. Tuvo como capital la Ciudad de México, fundada sobre la pretérita Tenochtitlan.
Contexto socioeconómico de los criollos en Nueva España
El colonialismo y el expansionismo de las representaciones europeas en territorio americano tuvieron su auge a mediados del siglo XVI.
Sin embargo, con el pasar de los años y la aparición de generaciones de relevo, los nativos americanos se sentían cada vez más excluidos de las élites locales a pesar de sus orígenes europeos.
Principales limitaciones de los criollos en las sociedades coloniales
No tenían representación política
El virrey y los altos funcionarios locales eran designados directamente por la Corona imperial, y todos ellos eran ciudadanos españoles sin excepción alguna.
Generalmente, los funcionarios españoles viajaban al nuevo mundo únicamente para ejercer los cargos políticos asignados de forma temporal y en lapsos de ejecución sumamente breves.
La Corona imperial retribuía a los políticos europeos otorgándoles nombramientos en el Nuevo Mundo, además de incontables remuneraciones económicas por sus servicios políticos.
Este tipo de medidas hicieron que, paulatinamente, los pobladores del virreinato de Nueva España no se sintieran identificados con sus líderes políticos.
Prohibición de matrimonios entre funcionarios españoles y criollas
En el virreinato de Nueva España las leyes locales prohibían terminantemente la unión matrimonial entre un funcionario español en ejercicio y una mujer criolla. Sin embargo, a pesar de este tipo de limitaciones, las uniones libres si estaban permitidas.
Restricción en relaciones comerciales internacionales
Los criollos no tenían derecho a establecer relaciones comerciales con un país diferente a España. Esta prohibición estaba orientada a limitar cualquier tipo de relación incipiente con rivales potenciales como Inglaterra o Estados Unidos.
Durante el siglo XVIII los criollos se apoderaron de un importante segmento del comercio y de las actividades agropecuarias en general. Lo anterior trajo consigo la adquisición de un importante poder económico, seguido de un repunte social.
Cargos políticos negados
Los criollos ocupaban cargos diversos en la sociedad, de envergadura media, como por ejemplo: hacendados, dueños de minas, sacerdotes y misioneros, además de la referida ocupación de comerciantes.
De igual manera, los criollos eran beneficiados con la oportunidad de estudio en la Real y Pontificia Universidad de México. Allí tenían derecho a prepararse en especialidades como: medicina, leyes, religión y artes.
A pesar de ello, los cargos políticos seguían siendo designados indefectiblemente a oriundos europeos, sin ningún tipo de flexibilidad en este sentido.
Necesidad de autonomía por parte de los criollos
Los criollos se sintieron sumamente excluidos durante décadas de los procesos de envergadura políticos y económicos del virreinato de Nueva España.
Con la evolución generacional de los blancos criollos, surgió una identificación con el territorio americano más allá de la veneración que les fue inculcada por sus raíces españolas.
El proceso de transculturización trajo consigo una vasta mezcolanza, no solo racial sino gastronómica, artística y religiosa. En ese sentido, a mediados del siglo XVIII surge una tipificación de los criollos con el territorio habitado, más allá de los lineamientos de gobierno provenientes de la Corona.
En adición, el descontento de los criollos por la falta de representación política y social sirvió como caldo de cultivo de una serie de revueltas políticas y sociales, que sirvieron la mesa para los sucesivos movimientos independentistas.
Identificación con la burguesía española
Los criollos se identificaron cada vez más con los reclamos de la burguesía española quienes, al igual que ellos, manejaba una importante influencia económica pero carecían de voz y voto en el ámbito político.
En ese orden de ideas, las ideas revolucionarias de la burguesía española sirvieron de musa para los movimientos insurgentes de los criollos a mediados del siglo XVIII.
Luego de que se desarrollaran las diferentes revueltas independentistas, los criollos lideraron los nuevos territorios en lo referente al poder político, económico y social.
Sin embargo, el resto de los sistemas sociales de la época mantuvo el estatus que sostenía en la época de la Colonia, con muy pocas diferencias al respecto.
Referencias
- Ser criollo en la Nueva España. Revista Nexos. Recuperado de: nexos.com.mx
- Los Criollos. Biblioteca Digital Ceibal. Montevideo, Uruguay. Recuperado de: contenidos.ceibal.edu.uy