Trastornos mentales/Psicopatología

8 consecuencias de la esquizofrenia en la salud y la familia


¿Cuáles son las consecuencias de la esquizofrenia?

Las consecuencias de la esquizofrenia principales son el deterioro cognitivo, aislamiento, suicidio, hábitos tóxicos, déficits de habilidades para la vida diaria, impacto sobre familias y el coste económico.

La esquizofrenia es una enfermedad neuropsiquiátrica grave, deteriorante y relativamente frecuente en la sociedad. Cursa con alteraciones emocionales, sensoriales, cognitivas y conductuales, y afecta aproximadamente al 1% de la población general.

Suele iniciarse en la juventud temprana, ya que la edad típica de inicio recae entre los 18 y los 23 años aproximadamente, aunque puede comenzar en cualquier momento de la vida. 

Hay que tener en cuenta que no todos los pacientes con esquizofrenia padecen la misma sintomatología, el mismo curso ni las mismas características clínicas. De hecho, existen diferentes subgrupos de esquizofrenia, dependiendo de la sintomatología presentada.

Consecuencias de la esquizofrenia en la salud, familia y sociedad

Deterioro cognitivo

La esquizofrenia no solo produce síntomas positivos, como los delirios y las alucinaciones, sino también produce síntomas negativos. La dualidad entre positivo y negativo hace referencia al nivel de actividad del cerebro esquizofrénico.

Mientras unos (los positivos) incrementan el nivel de actividad y se manifiesta a través de un aumento de la velocidad de pensamiento o la aparición de delirios y alucinaciones, los negativos disminuyen la actividad cerebral.

De forma más específica, los síntomas de tipo negativo pueden agruparse en dos categorías principales: las referentes al estado afectivo y las referentes al estado cognitivo.

La sintomatología afectiva se caracteriza principalmente por la apatía, la abulia y la “indiferencia afectiva”. Se podrían interpretar estos síntomas como una especie de estado depresivo en el que el paciente esquizofrénico no tiene ganas de hacer nada, no disfruta de nada y es incapaz de generar emociones positivas.

En cuanto a los síntomas negativos cognitivos, muchos pacientes esquizofrénicos manifiestan lo que se conoce como alogia. La alogia se refiere a la ausencia o disminución del lenguaje espontáneo, cuando hay pobreza en su contenido o bloqueos, o también hay una mayor latencia de respuesta. 

Estos síntomas suelen ser menos frecuentes al inicio de la enfermedad, pero suelen hacerse más prominentes con el paso de los años.

De este modo, la mayoría de pacientes con esquizofrenia acaban perdiendo gran parte de sus capacidades mentales y presentando un deterioro cognitivo claramente marcado, el cual a menudo puede desembocar en un síndrome demencial.

Aislamiento

Otra de las consecuencias más típicas de la esquizofrenia es el aislamiento y el pobre contacto social que padecen los pacientes. Esta repercusión de la enfermedad hace referencia al cuarto grupo de síntomas que hemos comentado anteriormente, es decir, a los síntomas relacionales.

Esta consecuencia altamente perjudicial para los pacientes pueden explicarse en función de los demás síntomas. Es decir, todos los síntomas de la esquizofrenia pueden dificultar enormemente la capacidad de la persona para socializar y tener un círculo de apoyo.

Los propios síntomas de la enfermedad hacen que el paciente tenga muchas dificultades para relacionarse, por lo que el aislamiento aparece muchísimo entre los sujetos con esquizofrenia.

Suicidio

A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, el suicidio es un aspecto altamente relevante en la esquizofrenia, ya que este tipo de conductas aparecen con relativa frecuencia.

Expertos de la Asociación Española de Psiquiatría Privada señalan que el 80% de los casos de suicidio se asocia a un cuadro de depresión, una esquizofrenia, un trastorno de personalidad o una drogodependencia.

En el caso de la esquizofrenia, el suicidio va estrechamente relacionado con la sintomatología depresiva que puede ocasionar la patología. 

Tanto el aislamiento como los propios síntomas del trastorno psicótico pueden llevar al paciente a un estado en el que las conductas suicidas sean más posibles y ganen mayor prevalencia.

Este hecho explica que las tasas de suicidio entre pacientes esquizofrénicos sean notablemente superiores a las de la población general y constituyan una de las consecuencias principales del trastorno.

Hábitos tóxicos

El consumo de sustancias y la esquizofrenia han sido dos conceptos que han estado siempre muy ligados. Esto se explica porque existe un gran número de pacientes esquizofrénicos que presentan hábitos tóxicos y que consumen distintos tipos de drogas.

La gran mayoría de sujetos con esta enfermedad presentan lo que se conoce como patología dual, es decir, un cuadro en el que se presentan dos trastornos (la esquizofrenia y el abuso de sustancias) y en el que ambas patologías se retroalimentan.

Son muchas las corrientes que relacionan la esquizofrenia y los hábitos tóxicos en un sentido unidireccional, en el que el consumo de drogas puede dar lugar a la aparición de esquizofrenia.

No obstante, gracias a la investigación que se ha llevado a cabo durante los últimos años, se ha concluido que el consumo de sustancias de por sí no puede causar esquizofrenia.

La relación entre hábitos tóxicos y esquizofrenia es bidireccional. Por un lado, la esquizofrenia incrementa la probabilidad de padecer dependencia a ciertas drogas y, por otro, el consumo de sustancias configura un factor de riesgo para la propia esquizofrenia.

Déficits de habilidades

Esta consecuencia de la esquizofrenia resulta especialmente relevante entre esos sujetos que padecen el debut de la enfermedad durante la adolescencia o etapas tempranas.

La esquizofrenia causa un claro deterioro en todos los ámbitos del paciente, el cual pierde un gran número de habilidades y suele adquirir un grado de dependencia notablemente elevado.

Este hecho hace que el desarrollo de habilidades básicas, como hacerse la comida, limpiar la habitación, o llevar a cabo una higiene y un cuidado de la imagen personal adecuado, se conviertan en actividades muy complicadas para el paciente.

Asimismo, otro tipo de habilidades más complejas, como comunicarse adecuadamente, gestionar aspectos administrativos o económicos personales, o realizar una actividad laboral, resultan acciones prácticamente inalcanzables.

De hecho, el entrenamiento en habilidades personales y sociales es uno de los principales objetivos del tratamiento psicológico en personas con esta patología, y resultan claves para limitar la dependencia del sujeto.

Esta consecuencia (al igual que todas las otras) puede variar en cada paciente y puede reducirse si se reciben los tratamientos adecuados. Sin embargo, el déficit de habilidades es uno de los factores que más se observan entre los pacientes con esquizofrenia.

Consecuencias en el mundo laboral

La esquizofrenia es un trastorno grave que afecta en múltiples ámbitos de la vida de la persona y, por lo tanto, también repercute en el mundo laboral. 

En primer lugar, el inicio de la patología en la adolescencia o el período adulto joven hace que en muchos casos el paciente carezca de una formación laboral suficiente para conseguir un empleo.

Asimismo, el déficit de habilidades que provoca el debut de la esquizofrenia también repercute sobre la capacidad del individuo de insertarse en el mundo laboral.

Además, la propia sintomatología de la esquizofrenia, independiente del grupo de síntomas que presente el paciente (positivos, negativos, desorganizados o relacionales), también son factores importantes que repercuten en la capacidad para insertarse en el mundo laboral.

En términos generales, los factores que intervienen de forma más directa en la consecución de un empleo son:

Edad: se ha demostrado cómo, a mayor edad, más difícil lo tendrá el paciente que padece esquizofrenia de adquirir una situación laboral satisfactoria.

Función cognitiva: en muchos casos, la esquizofrenia provoca un claro deterioro cognitivo, hecho que se relaciona con el fracaso laboral del paciente.

Funcionamiento social y educacional previo: tal y como hemos comentado al inicio de este punto y del anterior, cuanto antes empiece la esquizofrenia, menos habilidades personales habrá podido desarrollar el paciente.

Conciencia de enfermedad: la falta de consciencia acerca de estar enfermo es un fenómeno que ocurre en un gran número de pacientes y que se relaciona directamente con un peor futuro laboral.

Impacto sobre las familias y los cuidadores

La esquizofrenia es una patología que origina una dependencia importante en el paciente. Este necesitará el cuidado y la vigilancia de sus familiares para poder garantizar unos niveles mínimos de funcionamiento y llevar a cabo una vida satisfactoria.

Por este motivo, la carga sobre los familiares o cuidadores es una de las consecuencias más importantes de esta patología.

Coste económico

El coste económico que comporta la esquizofrenia es muy elevado, tanto por lo que refiere a los costes directos como lo que refiere a los costes indirectos.

Un estudio reciente estimó que en los países europeos, el coste de la esquizofrenia se sitúa entre el 3 y el 4% del producto nacional bruto (PNB), superando los 182.000 millones de euros anuales, por lo que esta enfermedad supone un coste económico muy importante para la sociedad.

Referencias

  1. Andlin-Sobocki, P., Rössler, W. (2005). Cost of psychotic disorders in Europe. Eur. J. Neurol.
  2. World Federation of Mental Health (2010). Caring for the caregiver: why your mental health matters when you are caring for others. Woodbridge.