Cultura general

Diagnóstico social: fases, tipos, indicadores y ejemplo


El diagnóstico social es un proceso metodológico de corte interpretativo, que busca conocer, comprender, describir y evaluar las necesidades o problemas sociales en un contexto determinado. Se trata de un procedimiento clave en el campo del trabajo social y el fundamento de los programas de desarrollo y bienestar.

El esclarecimiento de prioridades y la determinación de estrategias de intervención efectivas solo pueden lograrse luego de realizado el diagnóstico social, por ello la importancia de esta síntesis descriptiva.

A través de este pueden establecerse las distorsiones y problemas de determinada realidad social, los medios disponibles, los actores, las causas y las potencialidades latentes, así como el grado de viabilidad y factibilidad para implementar acciones correctivas.

Entre las definiciones de diagnóstico social que arrojan los teóricos, destaca como elemento común el constructo necesidad social, que puede considerarse como ese factor indispensable, universal y objetivo para la supervivencia, integridad y reproducción del ser humano, sin importar tiempo o lugar.

En el campo del trabajo social se consideran cuatro áreas básicas dentro de las necesidades sociales, y que serán el objeto de estudio de la mayoría de los diagnósticos. Estas necesidades son la integridad, la inclusión, la autonomía y la identidad.

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Fases del diagnóstico social

La literatura en torno al diagnóstico social suele plantear de 3 a 4 fases, las cuales se especifican a continuación.

Fase 1: Síntesis descriptiva 

Se trata de un primer nivel de conceptualización a través del que podrán seleccionarse las evidencias precisas y explicativas. Esta fase trasciende de la mera recolección de datos.

Consiste en la selección de la información y de todos aquellos insumos que puedan explicar la situación de la necesidad social. Lo ideal es que se realice una descripción de manera secuencial, que refleje cómo han evolucionado los hechos objetivos y subjetivos, a fin de comprender sus posibles causas y efectos.

Fase 2: Análisis causal 

Supone el segundo nivel de conceptualización y pretende encontrar conexiones entre las diferentes variables y los elementos que impactan la situación, que pudieran explicar su por qué.

En este análisis es necesario tomar en cuenta no solo las posibles causas y efectos, sino también el origen, las personas que intervienen, la demanda y los factores desencadenantes. Se aspira a determinar el comportamiento de todos estos factores y determinar si son variables independientes o dependientes.

Fase 3: Interpretación y conceptualización de las necesidades sociales

En este nivel de conceptualización se busca definir las necesidades sociales existentes, interpretarlas, así como determinar sus causas y componentes.

En esta fase lo ideal es lograr categorizar la necesidad social según el modelo de las cuatro áreas básicas (la integridad, la inclusión, la autonomía y la identidad). Además a la luz de las evidencias recopiladas, se deben plantear relaciones lógico-teóricas con las que puedan explicarse de manera detallada y organizada la situación social.

Fase 4: Evaluación y pronóstico de las necesidades sociales

En este último nivel de conceptualización se busca prever las necesidades sociales básicas de un individuo o grupo social. Generalmente las fases 3 y 4 no suelen presentarse de manera aislada, pero es importante explicar sus implicaciones por separado.

Esta fase tiene un doble propósito: el primero determinar las posibilidades de cambio, las consecuencias de este, así como los factores de riesgo o de carácter protector. El segundo, intentar predecir cómo evolucionarían esos factores y cómo sería el escenario social futuro.

Tipos

Hellen Harris Perlman (1905–2004), profesora y trabajadora social, además de una de las representantes por excelencia de la Escuela de Chicago, plantea tres tipos de diagnóstico social:

Diagnóstico dinámico 

Este tipo de diagnóstico busca definir cuál es el problema, establecer posibles soluciones, junto a los medios y recursos disponibles. Se toman en consideración aspectos psicológicos y físicos de cada caso, además de los sociales. Es un enfoque que exige flexibilidad, pues parte del principio de que toda situación social está en constante cambio.

Diagnóstico clínico 

Se refiere a aquellos procesos diagnósticos en donde el individuo es analizado a partir de una dolencia o patología que presente, manteniendo siempre la perspectiva social del problema. Suele realizarse con un equipo multidisciplinario que pueda aportar el carácter asistencial.

Diagnóstico etiológico

En este tipo de diagnóstico social se concatenan eventos y se describe la evolución del problema desde su origen. Además se busca establecer alguna relación causa-efecto inmediata y pronosticar los procedimientos más útiles para abordar el caso.

Indicadores

Los indicadores de un diagnóstico social integran todos aquellos aspectos que pueden medirse mediante una escala y que en conjunto permiten concluir si la situación social es adecuada, de vulnerabilidad o deficitaria.

Los ítems a evaluar pueden variar según el modelo de diagnóstico que maneje el trabajador social, así como depende del ámbito y la necesidad básica en los que se estén enfocando.

Por esta razón, el número de indicadores puede variar. Además de la información sociobiográfica, en los diagnósticos sociales suelen manejarse 5 ámbitos claves (económico, convivencial, personal, salud y social). Las categorías e indicadores más comunes de cada uno se mencionan a continuación:

Económico

– Recursos económicos (disponibilidad de ingresos, gastos de bienes y servicios básicos, gastos en bienes no básicos).

– Situación ocupacional o laboral (actividad, duración de la jornada, estabilidad, condiciones, legalidad).

Convivencial

– Alojamiento o vivienda (tipo de vivienda, suministros, condiciones de habitabilidad y de equipamiento, acceso a servicios básicos, localización, propietario)

– Situación relacional (redes primarias o familiares, redes secundarias, redes de convivencia, maltrato emocional, abandono físico o emocional, corrupción de menores).

– Organización de la vida cotidiana (alimentación, higiene personal, reparto de tareas de administración, reparto de tareas domésticas, cuidado de los menores).

Personal

– Habilidades sociales (competencias cognitivas, resolución de conflictos, adaptación a los cambios, asertividad, expresión de sentimientos, comunicación).

– Formación, educación o capacitación (nivel de estudio, escolarización, idiomas, rendimiento escolar, experiencia laboral, formación en curso).

Salud

– Autonomía psíquica y física (estado de salud, adicciones, nivel de independencia, necesidad de tratamientos).

– Discapacidad e incapacidad laboral.

Social

– Participación social (participación formal o no formal, ausencia de participación, aislamiento social).

– Aceptación social (discriminación, libertad de derechos, prohibición de uso y disfrute por coerción).

Ejemplo

Si un trabajador social quiere determinar el grado de aceptación social de una persona primero recopilará la información a través de algún instrumento que haya diseñado. Selecciona las evidencias y establece conexiones entre las diferentes variables.

Probablemente detecte un nivel muy deficitario en las categorías de recursos económicos, trabajo, formación, vivienda, participación social y aceptación social. Una vez determinadas las causas de discriminación, debe realizarse con el afectado un plan de trabajo que especifique objetivos, actividades, recursos y niveles de intervención.

Como parte de las estrategias de intervención, pudieran implantarse dinámicas de participación grupal y comunitaria para abordar las necesidades más afectadas. También pudieran llevarse adelante acciones para sensibilizar a la comunidad, a fin de promover la cultura de igualdad.

Referencias 

  1. Diagnóstico social. (2019, 20 de julio). Wikipedia, La enciclopedia. Recuperado de wikipedia.org 
  2. Muñoz, M. M., Barandalla, M. F. M., Aldalur, A. V., Urretxu, Á. A., San Juan, A. F. y Martín, B. L. (1996). Manual de indicadores para el diagnóstico social. Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales de la Comunidad Autónoma Vasca.
  3. Díaz Herráiz, E. y Fernández de Castro, P. (2013). Conceptualización del diagnóstico en Trabajo Social: necesidades sociales básicas. Cuadernos de trabajo social26(2), 431-443.
  4. Aguilar Idáñez, M.J. y Ander-Egg, E. (2001). Diagnóstico social: Conceptos y metodología. Colección política, servicios y trabajo social (México).
  5. Arteaga Basurto, C., González Montaño, M. V. (2001). Diagnóstico. En Desarrollo comunitario. Recuperado de recursos.udgvirtual.udg.mx