Psicología

Cómo tener una personalidad atractiva: 10 hábitos esenciales


Tener una personalidad atractiva significa que las personas a nuestro alrededor se sienten cómodas, fundamentalmente porque nos sentimos cómodos con nosotros mismos.

Todo el mundo tiene personalidad. Puede ser más introvertida, más extrovertida, menos o más decidida. Pero si lo que se quiere es tener una personalidad atractiva, entonces hay que mejorar las habilidades sociales, el liderazgo, la capacidad de decisión o la autoestima.

Otros rasgos que también pueden trabajarse y mejorar son el coraje, la capacidad de esfuerzo, de arriesgarse, de sacrificio y de perseverancia. 

En todo caso, lo importante es entender que ante cualquier actuación, siempre habrá alguien que critique y que esté en desacuerdo, por lo que la primera recomendación es no buscar la aprobación de los demás, y decidir cambiar por uno mismo, no por lo que otras personas deseen de nosotros.

Bien lo decía Aristóteles: “Para evitar ser criticado, no hagas nada, no digas nada, no seas nada”.

¿Cómo tener una personalidad que resulte atractiva?

1. Sé decidido

En realidad, muchas de las características que la gente desea en esta sociedad son las del líder carismático. Son personas de las que decimos que “tienen personalidad” (aunque todos la tenemos).

Uno de esos rasgos de personalidad es el ser decidido, es decir, tomar decisiones sin llevarse demasiado tiempo o ponerse excusas. Por supuesto, cuando una decisión es importante, es necesario tomarse el tiempo y analizar pros y contras.

Sin embargo, esas personas decididas actúan en situaciones que los demás consideran de riesgo y que en realidad no lo son.

Por tanto, si actúas con decisión en estas situaciones, obtendrás los mayores beneficios y el único riesgo será ser criticado, lo cual solo puedes evitar si no haces nada (y probablemente va a haber gente que también te critique por no haber actuado).

Ejemplos: sales como voluntario en clase, eres participativo en tu equipo de trabajo, decides irte al extranjero, sales a bailar con quien te gusta.

2. Da ejemplo

Dar ejemplo es otro de los comportamientos típicos de los líderes carismáticos, y en general, de todo tipo de líderes.

Se trata de que actúes o hagas cosas que los demás no se atreven a hacer o deberían hacer. Y algo muy importante es hacerlas porque quieres y porque te apetece, no porque quieres que los demás piensen bien de ti. En este caso, lo harás sin ganas y no servirá de nada.

Ejemplos: vas a una ONG, ayudas a alguien que se ha caído, te ofreces de voluntario para ayudar a tu jefe/maestro…

3. Identifica y supera tus miedos

Tanto para ser decidido como para dar ejemplo, vas a tener ansiedad o miedo. Es algo normal, pero que es necesario superar.

No se trata de que intentes eliminar el miedo, sino de que lo percibas y que aun así actúes. Se trata de que en un momento dado identifiques que la ansiedad/miedo está impidiendo que actúes. Tras ello, obligarte a actuar, aunque sea algo sin importancia.

Ejemplos: hablar en público es un miedo que suele tener mucha gente. Para superarlo, es ideal obligarse a participar en clase, talleres, cursos e incluso presentaciones de empresa. 

4. No busques la aprobación

La búsqueda de la aprobación es uno de los peores hábitos que se puede tener y que la mayoría de la gente presenta.

Es difícil acordarse siempre y a veces nos comportamos para agradar a los demás, incluso a gente a la que ni siquiera importamos. Al fin y al cabo, somos seres sociales y necesitamos a los demás parar vivir.

Pero aquí se da una paradoja muy real: cuando dejas de intentar agradar es cuando más agradas. Solo se tiene que cumplir una condición: no faltar el respeto.

Tú puedes vivir a tu forma y hacer lo que quieras, no tienes por qué seguir a los demás o hacer lo que los demás dicen, siempre que no faltes el respeto.

Incluso proponte no encajar, no seguir al rebaño. Eso es tener carácter.

5. Sé autónomo

Una de las características más atractivas en una persona es la autonomía.

En realidad está relacionada con las anteriores. Si eres autónomo, te costará menos tomar decisiones solo, no querrás agradar a los demás y tendrás más autoestima, ya que podrás identificar y superar los miedos tú solo.

Ser autónomo no es ir a comprar el pan solo, es aprender a vivir feliz tú mismo, aprender a tomar decisiones por tu cuenta y ser capaz de solucionar tus propios problemas.

6. Quiérete

Si no te quieres a ti mismo, lo comunicas a los demás y te valorarán menos.

Es, por tanto, muy importante aprender a quererse a sí mismo. Esto a su vez potenciará todos los hábitos anteriores.

Es más, no esperarás a que alguien más actúe, sino que te dirás a ti mismo que tú mereces cosas mejores y que tienes derecho a actuar y encontrarlas.

Aprende primero a quererte y valorarte, no esperes que los demás lo hagan. Paradójicamente, comenzarán a hacerlo después.

7. Aprende a verte de forma positiva

Algo que suele pasarle a muchas personas es, por ejemplo, que dependiendo de la ropa que se pongan se sienten de una forma u otra. Si se visten con ropa más “elegante” o “guay” se sienten con más valor. 

En realidad, la ropa no tiene ningún poder real. Solo es psicológico y social. Lo que importa es cómo tú te ves con esa ropa. ¿Y por qué vamos a actuar con una ropa de una manera y con otra de otra? ¿No es muy superficial?

Cómo te veas a ti mismo es lo que va a influir más en cómo actúas.

Si te ves como una persona de valor, que puede aportar a los demás, segura, decidida, con futuro, etc., actuarás de esa forma.

Si te ves como un fracasado, inseguro e indeciso, actuarás así.

8. Arriésgate

Todas las personas que llegan alto o que son consideradas de valor se suelen arriesgar.

Un futbolista se arriesgó en su momento porque decidió entrenar duro en lugar de estudiar “e ir a lo seguro”. Un empresario influyente no buscó un trabajo que le diera seguridad. Un político, como Nelson Mandela, que realiza un gran cambio, se arriesga a pasar años en la cárcel.

9. Rompe con los convencionalismos

Hacer lo que los demás hacen, seguir a los demás sin pensarlo, aceptar normas que en realidad nos hacen daño, hacer lo que “la sociedad” indica, aunque tú quieras hacer otra cosa puede ser terrible.

Por ello, intenta vivir con tus normas –sin irrespetar o dañar a nadie–, viaja, emprende, realiza tus sueños.

10. Haz cosas que los demás no hacen

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein.

Una auténtica demostración de carácter y de que no estás influido por los demás, es hacer cosas que los demás no hacen. Y no solo levantar la mano, salir a hablar en público, ayudar a alguien, etc.

Se refiere a llevar una vida que a los demás les puede resultar extraña, pero que tendrá consecuencias muy positivas en tu vida.

Puedes tener una personalidad atractiva, ser sociable, ligar y triunfar haciendo cosas que los demás nunca harían y que probablemente nunca harán.

Ejemplos: viaja solo, ten horarios completamente distintos, come comidas diferentes, apúntate a un curso extraño que te llame la atención, no trabajes cuando los demás lo hacen, trabaja cuando los demás no lo hacen…