Trastornos mentales/Psicopatología

Esquizofrenia indiferenciada: características, causas, síntomas, diagnóstico


La esquizofrenia indiferenciada es uno de los cinco subtipos de esquizofrenia que se han descrito hoy en día. Concretamente, esta entidad diagnóstica se realiza por descarte. Es decir, los sujetos con esquizofrenia indiferenciada son esos que no cumplen los requisitos para ser diagnosticados de alguno de los cuatro subtipos restantes de la patología.

A pesar de que resulta un subtipo particular de la enfermedad, la esquizofrenia indiferenciada comparte muchos elementos patogénicos con el resto de subtipos y, por lo tanto, constituye una patología muy grave y deteriorante.

esquizofrenia indiferenciada

La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico grave y crónico que afecta aproximadamente a un 1% de la población. A pesar de que los síntomas más prototípicos de esta patología son los psicóticos (delirios y alucinaciones), la esquizofrenia puede presentar una gran variedad de manifestaciones.

Por este motivo, en la actualidad se han establecido distintos tipos de esquizofrenia, los cuales dependen mayormente del cuadro clínico que presente el sujeto.

Índice del artículo

Características de la esquizofrenia indiferenciada

La esquizofrenia indiferenciada es una enfermedad del neurodesarrollo que implica la presencia de una gran variedad de síntomas y manifestaciones.

Se cataloga como un trastorno psicótico y presenta un curso crónico que suele deteriorar de forma elevada el funcionamiento y la calidad de vida del individuo que la padece.

Las características generales del trastorno son una mezcla de signos y síntomas peculiares (tanto positivos como negativos) que han estado presentes una parte significativa de tiempo durante un período mínimo de un mes.

Así mismo, algunos signos de la enfermedad deben haber persistido durante al menos seis meses para poder efectuar el diagnostico de esquizofrenia indiferenciada.

La sintomatología del trastorno origina una marcada disfunción o deterioro en el ámbito social o laboral de la persona. Así mismo, la alteración padecida no está originada por los efectos directos de una enfermedad médica o el consumo de sustancias psicoactivas.

Causas

Factores genéticos

Existe una predisposición genética hacia desarrollar esquizofrenia. Además, hay más mutaciones en personas con esquizofrenia, generalmente relacionados con genes y cromosomas que afectan el desarrollo neurológico.

Factores fisiológicos

Funciones biológicas, químicas y alteraciones en el desarrollo cerebral afectan o contribuyen a que una persona padezca esquizofrenia indiferenciada.

Algunas de estos factores son el mal funcionamiento del sistema límbico, córtex frontal, ganglios basales y desequilibrio en los neurotransmisores.

También, durante el proceso de parto, si el feto sufre un traumatismo o anoxia cerebral tiene mayor probabilidad de verse afectado por esta enfermedad mental, puesto que perjudican directamente el desarrollo cerebral.

Factores psicosociales y ambientales

El ambiente que rodea al individuo, eventos traumáticos, la familia y factores estresantes como la economía y la aceptación social pueden desencadenar una esquizofrenia indiferenciada. Normalmente para que aparezca la esquizofrenia tendrá que existir también predisposición genética.

Síntomas

La esquizofrenia es un trastorno complejo que puede abarcar un gran número de síntomas y manifestaciones diferentes.

Resulta un trastorno grave y crónico que origina una tasa de suicido del 10% y requiere al menos una hospitalización en más del 50% de los casos. Así mismo, la enfermedad está sujeta a un elevado desgaste emocional y económico, y se encuentra altamente estigmatizada en la sociedad actual.

Por otro lado, la esquizofrenia se caracteriza por no presentar un cuadro clínico único y específico, por lo que la sintomatología puede variar en cada caso.

Por este motivo, se han sugerido cinco subtipos de esquizofrenia (paranoide, desorganizada, catatónica, indiferenciada y residual). Sin embargo, la presentación clínica de estos subtipos, a pesar de ser más específica, también suele variar en cada caso.

En este sentido, varios autores postulan la división de la sintomatología de la esquizofrenia en cinco dimensiones principales:

Síntomas positivos

Son los más típicos de la enfermedad y engloban dos síntomas principales: las ideas delirantes o delirios y las alucinaciones auditivas, visuales, táctiles u olfativas.

Síntomas negativos

Resultan la otra cara de la moneda de la sintomatología. Se caracterizan por ser menos notorios que los síntomas positivos pero afectan de forma más intensa y grave el bienestar y la funcionalidad del sujeto.

Los síntomas negativos están formados por manifestaciones como el aplanamiento afectivo, la abulia, la apatía, el pensamiento perseverante, la pobreza del lenguaje o los bloqueos.

Síntomas desorganizados

Los síntomas desorganizados hacen referencia a una serie de manifestaciones directamente visibles en la conducta del paciente. Está compuesto por signos como el lenguaje o la conducta desorganizada y la afectividad inapropiada.

Síntomas de excitación

En algunos casos, la esquizofrenia origina manifestaciones de excitación o estimulación cerebral que se diagnostican en una categoría diferente a la de los síntomas positivos.

Síntomas afectivos

Finalmente, la esquizofrenia también puede originar alteraciones en el estado de ánimo, causando síntomas depresivos o disminución del humor.

Diagnóstico de la esquizofrenia

La esquizofrenia se caracteriza por la presentación de los siguientes criterios diagnósticos:

1- Síntomas característicos: Dos (o más) de los siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte significativa de un período de 1 mes (o menos si ha sido tratado con éxito):

a) ideas delirantes

b) alucinaciones

c) lenguaje desorganizado (p. ej., descarrilamiento frecuente o incoherencia)

d) comportamiento catatónico o gravemente desorganizado

e) síntomas negativos, por ejemplo, aplanamiento afectivo, alogia o abulia.

2- Disfunción social/laboral: Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio de la alteración, una o más áreas importantes de actividad, como son el trabajo, las relaciones interpersonales o el cuidado de uno mismo, están claramente por debajo del nivel previo al inicio del trastorno

3- Duración: Persisten signos continuos de la alteración durante al menos 6 meses. Este período de 6 meses debe incluir al menos 1 mes de síntomas que cumplan el

4- Exclusión de los trastornos esquizoafectivo y del estado de ánimo.

5- Exclusión de consumo de sustancias y de enfermedad médica.

6- Relación con un trastorno generalizado del desarrollo: Si hay historia de trastorno autista o de otro trastorno generalizado del desarrollo, el diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo se realizará si las ideas delirantes o las alucinaciones también se mantienen durante al menos 1 mes

Diagnóstico de la esquizofrenia indiferenciada

La esquizofrenia indiferenciada resulta un subtipo de la enfermedad, por lo que para su diagnóstico se deben cumplir los criterios anteriores de una forma especial, de tal modo que permita descartar la existencia de otro subtipo de la patología.

Los criterios a realizar para el diagnóstico de esquizofrenia indiferenciada son:

1- Presencia de un tipo de esquizofrenia en que están presentes los síntomas del Criterio A, pero que no cumple los criterios para el tipo paranoide, desorganizado o catatónico.

2- Codificación del trastorno indiferenciado en función de su curso:

a) Episódico con síntomas residuales interepisódicos

b) Episódico con síntomas residuales no interepisódicos

c) Continuo

d) Episodio único en remisión parcial

e) Episodio único en remisión total

f) Otro patrón o no especificado

g) Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa

Referencias

  1. Barlow D. and Nathan, P. (2010) The Oxford Handbook of Clinical Psychology. Oxford University Press.
  2. Caballo, V.(2011) Manual de psicopatologia y trastornos psicológicos. Madrid: Ed. Piramide.
  3. DSM-IV-TR Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (2002). Barcelona: Masson.
  4. Obiols, J. (Ed.) (2008). Manual de Psicopatología General. Madrid: Biblioteca Nueva.
  5. Sadock, B. (2010) Kaplan & Sadock manual de bolsillo de psiquiatría clínica. (5ª Ed.) Barcelona: Wolters Kluwer.