Ansiedad

Fobia a las serpientes (ofidiofobia): síntomas, causas


La ofidiofobia o fobia a las serpientes es el miedo irracional, intenso y persistente a las serpientes. Tal es el temor por este reptil que tan solo la idea de ver una foto o un juguete puede derivar en un ataque de pánico incontrolable.

Es la segunda fobia más común en el mundo, afectando a un 10% de la población aproximadamente. Además, se cree que hasta 1/3 de los seres humanos padece algún tipo de miedo por las serpientes.

Ya sea por las leyendas negras que se han contado sobre ellas, su siseo por el suelo sigilosamente, su inquietante mirada, el que algunas sean venenosas o el silbo que reproducen con su lengua, muchas personas sufren verdaderos escalofríos solo de pensar que se encuentran cerca de una de ellas. Afortunadamente, esta incapacidad mental de mantener la calma tiene tratamiento.

Además de desarrollar las posibles terapias, abordaremos la raíz del problema, intentando comprender sus causas y cuáles son las posibles consecuencias de padecer este trastorno.

Síntomas

Los síntomas pueden variar según el grado de pavor que se sienta hacía las serpientes. Algunos individuos experimentarán cierta incomodidad ante la exposición de un reptil mientras que otros desarrollarán condicionantes que afecten más a su salud.

Esto lo determinará el estado mental y otras características vinculadas al afectado. Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), algunos de los síntomas más frecuentes son:

  • Escalofríos.
  • Sensación de vulnerabilidad ante la serpiente.
  • Respiración dificultosa.
  • Aumento del ritmo cardiaco.
  • Sudoración excesiva.
  • Dificultad para expresarse o articular palabra.
  • Lloros, gritos.
  • Incapacidad para distinguir entre lo que es real y lo que no lo es.
  • Ataques de pánico.
  • Parálisis de manera instantánea o temporal.

A veces, la ofidiofobia puede afectar a la normalidad de una persona de manera considerable. Esta evitaría espacios propicios para el hábitat de una serpiente (parques, lagos, zoológicos, bosques, etc.) o pondría demasiado empeño en asegurarse de que su hogar está libre de recibir visitas inesperadas.

Causas

Tan solo un 10% de las serpientes pueden tener un peligro real sobre el ser humano. Entonces, ¿Qué hace que le tengamos tanto pánico y provoque este trastorno en ciertas personas?

Mitología

La serpiente es un animal lleno de simbología que se le ha vinculado a lo largo de la historia a conceptos tan negativos como el mal o el mismísimo diablo. La propia Biblia, a través de la historia de Adán y Eva, retrata a la serpiente como un animal mezquino y afín al demonio.

Esta cultura popular queda intrínseca en la menta humana, que por ignorancia no es capaz de distinguir lo mitológico con lo real.

Episodio traumático

Ocurren en su mayoría en la infancia. Si se fue testigo o víctima de un ataque de serpiente o se expuso a cualquier desencadenante perturbador o violento, esto puede desencadenar un trauma que derive en ofidiofobia.

Evolución

La causa evolutiva está muy presente para muchos científicos. Estos defienden que animales como las serpientes fueron un incordio para nuestros ancestros primitivos, lo que desarrolló cierta alerta y agudeza visual ante los movimientos del reptil.

En un artículo de Isbell (2006) en la revista Seed Magazine se recoge el posible impacto que se ha producido en el cerebro de ciertos mamíferos como el de monos o humanos, ante la convivencia con la serpiente.

Génetica

Punto de mayor controversia. Mientras que algunos científicos creen que el poseer familiares con ofidiofobia puede promover el que tú la padezcas, otros lo refuten argumentando que es simple condicionamiento familiar.

Tratamiento

Llegado este punto, habría que insistir en que hay que asegurarse de que el temor que sufres por una serpiente es verdaderamente una fobia. Para ello, el Manual diagnóstico y estadísitco de los trastornos mentales (DMS) de la APA, recoge los requisitos que se deben padecer para sufrir este trastorno:

  • Miedo persistente y excesivo hacia una serpiente aunque se sepa que es inofensiva.
  • Ataques de pánico o ansiedad ante la exposición de la serpiente.
  • Reconocimiento de que el miedo que se padece es excesivo (solo aplicable a adultos).
  • Evitación a toda costa del contacto con una serpiente.

Reconocidos estos síntomas, si es necesario que se acude a un profesional para que determine qué tipo de tratamiento es el más acorde para combatir este sufrimiento. Algunas de las terapias más usuales y eficaces son:

Terapia de exposición

Como su propio nombre indica, el objetivo de esta terapia es exponerse gradualmente al ser que nos crea el miedo. Para ello se establecerá un entorno seguro y controlado, en el que el paciente pueda sentirse algo más cómodo. Se le conoce también como técnica de desensibilización.

En este caso de manera paulatina se irá exponiendo al paciente a una foto de serpiente, un juguete que imite la figura, una serpiente muerte y una viva a cierta distancia. La idea es que llegado el momento, el afectado pueda tocar al animal e incluso colgársela por el cuello. Si consigue mantener la calma, el cerebro podrá controlar el miedo y la ansiedad.

Reestructuración cognitiva

Conocida también como terapia cognitivo-conductual. Tiene como objetivo variar el pensamiento negativo que se tiene sobre la serpiente para eliminar cualquier indicio de miedo o pánico en el sujeto. Para ello se apoya en la bioretroalimentación o técnicas de relajación.

Técnicas de relajación

El fin de las técnicas de relajación es proveer al afectado ciertas habilidades y técnicas para mantener la calma en estados de ansiedad. Se llevan a cabo clases de meditación, respiración controlada o ejercicios vinculados a la positividad para alcanzar la tranquilidad mental y física de manera voluntaria.

Medicación

Solo recurrente a casos severos. La ingesta de antidepresivos (ISRS) o ansiolíticos puede mejorar sustancialmente los síntomas producidos por este trastorno, pero un uso prolongado de los mismos puede derivar en una adicción u otros efectos secundarios.

Curiosidades

  • Existen cerca de 3500 especies de serpientes registradas.
  • La serpiente más grande capturada tenía una longitud de 7,5 metros y pesaba alrededor de 250 kilos.
  • Las serpientes provocan 2,5 millones de mordeduras venenosas al año, provocando más de 125.000 muertes.
  • En el sudeste asiático, Brasil, ciertas zonas de África o la India es donde se producen más muertes por la mordedura de este animal.
  • Los chimpancés temen a las serpientes de la misma manera que los humanos.
  • La serpiente es el símbolo de la Farmacia.
  • Los actores Justin Timberlake y Salma Hayek y el personaje cinematográfico Indiana Jones padecen ofidiofobia.
  • A lo largo de la historia, las distintas civilizaciones han otorgado cierta simbología contradictoria a este animal: sabiduría, eternidad, oscuridad, mal, poderes psíquicos, demonio, muerte, vigor sexual, etc.

Referencias

  1. Norris RL. Venomous snakebites in North America. In: Adams JG, ed. Emergency Medicine. 2nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2013:chap 139.
  2. Arne Ohman, Anders Flykt, and Francisco Esteves. Emotion Drives Attention: Detecting the Snake in the Grass. Copyright 2001 by the American Psychological Association.