Bandera de Malta: historia y significado
La bandera de Malta es el símbolo nacional de esta república miembro de la Unión Europea. Está compuesta de dos franjas simétricas verticales. La del lado izquierdo es de color blanco, mientras que la derecha es roja. En el cantón, mantiene un diseño de la George Cross con un borde rojo.
Esa cruz es la distinción más alta del Reino Unido y la Mancomunidad de Naciones, que les otorgaron en 1942. La bandera no ha recibido cambios desde la independencia del país en 1964.
La historia de las banderas de Malta es rica por la cantidad de colonos que han pasado. Fenicios, romanos y árabes ya ondeaban banderas en la isla, que se establecieron definitivamente con el Reino de Sicilia.
Posteriormente, la Orden de los Caballeros de Malta marcó un antes y un después en los símbolos. Tras una breve ocupación francesa, la colonización británica también dejó marcadas sus banderas.
El rojo de la bandera se asocia con los sacrificios para defender la fe, en consonancia con los colores de la Orden de Malta. El blanco sería de la paz y el amor, mientras que la George Cross es un símbolo que reconoce la valentía del pueblo maltés.
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Historia de la bandera
Se estima que los primeros habitantes llegaron a Malta alrededor del 5900 a. C. La principal actividad fue la siembra, pero sus métodos perjudicaron al suelo, por lo que abandonaron la isla.
Sin embargo, ya para el 3850 a. C. se produjo un nuevo poblamiento, con templos megalíticos que aún se mantienen de pie. Nuevamente esta civilización se extinguió, pero desde la Edad de Bronce, Malta no ha estado más despoblada.
Fenicios
Los primeros que colonizaron la isla fueron los fenicios. Estos navegadores provenientes del actual Líbano se mantuvieron desde aproximadamente el año 700 a. C. Su concentración no solo se produjo en la isla de Malta, sino también en Gozo, la isla que la acompaña. Posteriormente, las islas pasaron a estar bajo la hegemonía de Cartago junto con el resto de colonias fenicias en el Mediterráneo.
Al comerciar con Grecia, Malta empezó a hablar griego y tener muchas influencias, a pesar de no ser una colonia griega. Se considera que, durante el mandato fenicio, se pudo usar una bandera bicolor roja y azul.
Imperios romano y bizantino
La primera vez que los romanos entraron en Malta fue en el 255 a. C. durante la Primera Guerra Púnica. Sin embargo, el dominio romano empezó en la Segunda Guerra Púnica, alrededor del 218 a. C., al ser incorporadas las islas a la provincia de Sicilia. Más adelante, empezaron a tener sus propias instituciones como Senado y Asamblea.
Durante el dominio romano, las islas prosperaron y adquirieron el estatus de municipium. Aún el legado romano puede apreciarse en los restos arquitectónicos. Su poderío se mantuvo hasta el siglo VI d. C., cuando los bizantinos pasaron a conquistarla tras la división del Imperio. El Imperio romano utilizó un estandarte llamado vexillum, con la inscripción SPQR, traducida como Senado y Pueblo Romano.
Tras conquistar Sicilia, el Imperio bizantino tomó posesión en 535 de Malta. Posteriormente, la isla habría sido habitada por una comunidad griega ortodoxa, hasta la llegada de los árabes.
Dominio árabe
Aproximadamente en el año 870, los árabes llegaron a las costas de Malta e iniciaron un proceso de colonización. La dinastía aglabí fue la que llegó a costas maltesas y estuvo liderada por Halaf al-Hadim. Este emirato ya había conquistado Sicilia y desde ahí, asediaron las islas maltesas y masacraron a muchos de sus habitantes.
Muchas de las iglesias de la isla fueron destruidas y la devastación fue tal que la isla quedó prácticamente en el abandono hasta el año 1048. En ese año, una comunidad musulmana con el apoyo de sus esclavos repobló Malta.
Desde entonces, el dominio árabe se mantuvo a pesar de algunos ataques bizantinos. El legado de los árabes se pudo notar en la tecnificación de las islas, así como en la economía y el lenguaje usado.
Banderas árabes en Malta
A pesar de que la dinastía aglabí era autónoma, nominalmente dependía del Califato abasí. Este se mantuvo hasta el año 909 y su bandera era un paño negro.
Posteriormente, fue el Califato fatimí el que tomó posesión de los territorios árabes del sur de la península itálica, Sicilia y Malta. La bandera de este califato era un paño de color blanco.
A partir del año 948 y tras una revuelta en el Califato fatimí, Hassan al-Kalbi se proclamó emir de Sicilia. Por consecuencia, su emirato se convirtió en una entidad política separada de facto del Califato fatimí, aunque nominalmente siguiera perteneciendo a él.
A este emirato le correspondió nuevamente luchar contra los bizantinos y demás grupos. El Emirato de Sicilia usó un paño verde como pabellón real.
Normandos y Reino de Sicilia
Malta se mantuvo como uno de los últimos lugares de esta parte del Mediterráneo bajo dominio árabe. Sin embargo, a través de la invasión de los normandos que habían venido realizando en el sur de la península itálica, pusieron fin a la colonización árabe y abrazaron el cristianismo.
En 1091 se concretó la primera invasión por parte de Roger I. En ella, el gran conde le habría entregado al pueblo como gratitud una parte de su bandera rojiblanca, lo que sería el origen de la bandera maltesa. Sin embargo, no fue hasta 1127 con el rey Roger II que se produjo un establecimiento formal de la isla bajo dominio normando.
Primeros estandartes sicilianos
La entidad política por la cual los normandos agruparon sus conquistas al sur de la Península itálica fue el Condado de Sicilia. Su primer gran conde fue Roger I, que mantuvo como armas un blasón de fondo amarillo con un león negro. Este monarca sería, según indica el mito, el originario de los colores de Malta al haberles entregado a su pueblo una bandera rojiblanca.
Roger II fue su sucesor. Ese gran conde fue el que invadió Malta y se asentó de manera definitiva, fundando el Reino de Sicilia y proclamándose él mismo como rey. El reino no contó con símbolos nacionales al comienzo, pero sí con armas reales.
Creación del Condado de Malta
Nominalmente, Malta perteneció al Reino de Sicilia por 440 años. Sin embargo, este reino formó parte de diferentes dinastías. Al comienzo, no hubo un desapego total de las tradiciones árabes de muchos habitantes. Incluso, en 1127 el rey Roger II debió enfrentar un alzamiento árabe.
Para el año 1192 se creó el Condado de Malta, que fue un señorío feudal del Reino de Sicilia, con Margarito de Brindisi como su primer conde. A partir del año 1194 hubo un cambio de dinastía en el Reino de Sicilia, ante lo que Enrique VI del Sacro Imperio Romano Germánico tomó el poder. Este monarca pertenecía a la dinastía Hohenstaufen, por lo que los símbolos cambiaron.
Para entonces, los Hohenstaufen impusieron una bandera blanca con una punta triangular en la parte derecha que incluyó un águila negra, símbolo de la dinastía.
Con los Hohenstaufen se aceleró el proceso de latinización de Malta. En 1224, el emperador del Sacro Romano Imperio Germánico, Federico II, envió una misión a Malta para establecer un nuevo control real. Además, el objetivo era evitar una futura rebelión musulmana. Sin embargo, la lengua maltesa perduró.
Casa Anjou
La relación entre los Estados Pontificios, dirigidos por el Papa, y el Reino de Sicilia, no eran buenas. De hecho, el papado buscó la forma de que la dinastía Hohenstaufen entregase el trono siciliano.
Después de un intento fallido de entregarle la corona a la monarquía inglesa, el papa Urbano IV encargó a Luis IX, rey de Francia, el Reino de Sicilia. Para eso, nombró a su hermano Carlos de Anjou como rey de Sicilia.
La invasión se produjo en 1266 y para 1268 ya los herederos Hohenstaufen habían muerto. Malta se convirtió en un feudo particular del rey Carlos I, que la mantuvo hasta 1283. La nueva casa real mantuvo los símbolos propios a Francia, que fueron la flor de lis y las cruces.
Casa de Aragón
Sin embargo, la toma francesa de esta región molestó a la Corona de Aragón y al Imperio bizantino, que organizaron una insurrección. Esta fue exitosa y el rey Pedro III de Aragón obtuvo la victoria. El resultado fue la división del reino entre su parte peninsular e insular.
Para el Reino de Trinacria, compuesto por la isla de Sicilia y Malta, el trono fue para Federico III de Aragón. Sin embargo, para el Reino de Sicilia o Reino de Nápoles, en la península, Carlos II de Anjou mantuvo el trono. No fue hasta el siglo XVI cuando el rey de España recuperó ambos territorios.
En el año 1282, el rey Pedro II comenzó a usar el que fue el primer emblema del Reino de Sicilia, compuesto por las armas de Aragón y de la dinastía Hohenstaufen. Esto se hizo a raíz de su matrimonio con Costanza de Hohenstaufen.
La coronación de Federico III hizo cambiar la bandera del reino. En este caso, se mantuvo la división en cuatro, pero en forma de Cruz de San Andrés. Esta bandera fue usada como insignia naval y se mantuvo hasta 1816, habiendo sido una de las banderas más longevas de Europa.
Orden de Malta
Ante la expansión otomana, el rey de España Carlos V que controlaba al Reino de Sicilia tomó varias decisiones para proteger sus conquistas del avance turco en Europa.
Una de las víctimas de los otomanos fue la católica Orden de Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén, entonces establecida en la isla griega de Rodas y expulsada de ahí por los otomanos.
Como consecuencia, Carlos V decidió darles en 1530 una nueva sede a estos caballeros: la isla de Malta. Así se iniciaron 275 años de historia en la isla de Malta de la también conocida como Orden de San Juan de Jerusalén, que sería denominada Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. O simplemente, Orden de Malta.
El poderío de estos caballeros se desarrolló a través de fortificaciones y evangelización. Eso les sirvió en uno de los eventos históricos más importantes. En 1565, la isla de Malta sufrió el asedio del sultán Suleimán del Imperio otomano.
Después de cuatro meses de batalla, los otomanos aceptaron la derrota a pesar de su superioridad numérica, lo que los dejó en un punto desmoralizante y desde el cual no pudieron seguir conquistando.
Banderas de la cruz maltesa
La Orden de Malta tiene dos grandes banderas cuyos símbolos distintivos la reconocen en todo el mundo, aún hoy en día. Actualmente, la Orden de Malta es un estado sin territorio que tiene su sede en la capital de Italia, Roma. Sin embargo, desde 1130 aproximadamente ya usaban una bandera roja con una cruz blanca latina que divide en cuatro partes al paño.
Esta bandera se estableció tras una orden del papa Inocente III. Se diferenciaba de la bandera de los templarios por tener los colores invertidos.
El otro gran símbolo de la Orden de Malta es la que hoy se denomina la bandera de las obras, destinada a ser usada en sus obras sociales y hospitalarias y no en su papel como estado. Esta es también un paño rojo con una cruz de ocho puntas, conocida como cruz maltesa, que tiene su origen en el siglo XII.
La cruz fue usada también desde el siglo XIII por los caballeros y en las embarcaciones. Su origen está en la bandera de la República de Amalfi, desde la que provinieron los fundadores de la orden.
Ocupación francesa
Ya en el siglo XVIII, el poder de los caballeros de la Orden de Malta fue decayendo. Incluso, llegaron a enfrentar algunas rebeliones internas. La expansión y guerras napoleónicas seguía creciendo, y en 1798 en el medio de su expedición a Egipto, Napoleón Bonaparte pidió un puerto seguro para sus barcos, que le fue negado.
Ante eso, envió una división a La Valletta, capital de Malta, y la ocupó. El gran maestre de la Orden de Malta capituló el 11 de junio. Napoleón estuvo seis días en Malta, en los que impuso un reordenamiento administrativo y financiero.
Además, abolió la esclavitud en la que aún permanecían los turcos. A nivel educativo garantizó la educación pública. La población recibió favorablemente a los franceses, pero rápidamente esta situación cambió. Durante la ocupación francesa, que se extendió por dos años, se usó el tricolor francés.
Protectorado británico
La situación con los franceses se volvió insostenible, ante lo que la guarnición francesa tuvo que refugiarse. Finalmente, se solicitó ayuda de los británicos, que impusieron un bloqueo a la isla que acabó con la rendición francesa en 1800. De esa forma, Malta entró de forma voluntaria al Imperio británico, con el estatus de protectorado, pero manteniéndose en el Reino de Sicilia.
Aunque se suponía que el control británico sería temporal, el atractivo de los puertos malteses hizo que su presencia perdurase en el tiempo. Si bien desde el comienzo se planteó un sistema de autonomía o Home rule, este fue descartado, lo que hizo que el sistema colonial se elevara y la población estuviese condenada a la pobreza.
Colonización británica
A partir del año 1813, se creó la colonia de la Corona de la isla de Malta y sus dependencias, poniendo fin a su pertenencia al Reino de Sicilia. Los británicos, con el tiempo, empezaron a ceder en el posible autogobierno para Malta.
Sin embargo, diversos poderes se enfrentaron en Malta. Aunque comenzaron a establecerse nuevos textos constitucionales, surgieron movimientos para defender la lengua italiana, que había empezado a ser amenazada por el inglés. Además, la Iglesia Católica no quería perder sus privilegios ni herencia.
En 1849 formaron un Consejo de Gobierno de miembros electos, entre los que estaban varios miembros eclesiásticos, pero todos controlados por el gobierno británico. Durante el siglo XIX, la colonia de Malta usaba una bandera colonial británica. Esta mantuvo la Union Jack en el cantón, pero con el símbolo de la cruz maltesa o de San Jorge blanca, por lo que su fondo era rojo.
El final del siglo XIX permitió la creación de diferentes instituciones bancarias y ferroviarias, y aumentó la industria en la colonia. Para 1875 se aprobó una nueva bandera colonial. Esta redujo la cruz maltesa a un formato de escudo.
Siglo XX
Justo antes de comenzar el siglo XX, en 1898, la Malta británica se hizo con otra bandera colonial. Esta mantuvo nuevamente el esquema vexilológico británico, con la Union Jack en el cantón, fondo azul oscuro y el escudo en la parte derecha. Sin embargo, en esta oportunidad, el escudo cambió para ser simplemente un campo blanco y rojo con un borde amarillo, sin cruces.
Malta ocupó un papel importante durante la Primera Guerra Mundial, al ser el primer centro de recepción de soldados durante los conflictos en el Mediterráneo.
El 7 de junio de 1919 unas protestas por el precio del pan dieron partida a exigencias sobre la autonomía de la isla, que se concretó en un autogobierno en 1921, con un parlamento bicameral, que escogió a partir de entonces, a un primer ministro.
Además, comenzaron a ser reconocidos otros símbolos como el himno Innu Malti y se aprobó una nueva bandera. Esta mantuvo el mismo diseño de bandera colonial de la anterior, pero removiendo el círculo en el que estaba el escudo.
Autogobierno y Segunda Guerra Mundial
Las relaciones del autogobierno se tensaron y la constitución colonial fue suspendida dos veces, argumentando la intromisión de la Iglesia Católica en las elecciones y la decisión parlamentaria de la enseñanza del italiano en las escuelas.
Sin embargo, sí se permitió que en 1934 se estableciera el maltés como lengua oficial. Una nueva constitución en 1936 hizo que el nombramiento del gobierno volviese a estar en decisión de los británicos.
Malta fue centro de bombardeos por parte de las Potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Al estar rodeada de países enemigos, Malta sufrió numerosas bajas. En la etapa final de la guerra, la isla recibió apoyo militar estadounidense. Además, desde esa isla se comenzó a realizar la invasión a Sicilia para la liberación de Italia.
Durante la guerra, en 1943, Malta hizo su último cambio de bandera colonial. En esta oportunidad, el escudo se modificó, simplificando su forma. Además, el campo blanco se vio reducido con la presencia de uno nuevo: el azul, sobre el que se impuso la George Cross o Cruz de Jorge que el rey Jorge VI le había otorgado al pueblo de Malta por su heroísmo durante la guerra.
Camino a la independencia
Tras la Segunda Guerra Mundial, todos los pasos se dieron camino a la independencia, aunque fue un proceso que duró casi veinte años. En 1946 se eligió una nueva Asamblea Nacional y para 1947, se aprobó una nueva constitución. Ese mismo año, se aprobó el voto femenino.
Los principales partidos políticos abogaron por un cambio de estatus. El Partido Laborista Maltés (MLP) apoyaba la autodeterminación o la completa integración al Reino Unido. En cambio, su rival centroderechista, el Partido Nacionalista (PN) solo apoyaba la independencia.
Tras diferentes propuestas, se realizó en 1956 un referéndum para la integración de Malta en el Reino Unido. En este estado, serían autónomos a excepción de defensa, política exterior y materia financiera. Aunque el referéndum fue apoyado por el 77.02% de los votantes, la participación apenas alcanzó el 59.1% por el boicot del Partido Nacionalista.
Los británicos tampoco estaban seguros de asignar escaños en su parlamento a excolonias por el precedente que pudieran crear. La crisis acabó con la renuncia de gobierno y diputados laboristas en 1958 y la suspensión de la constitución, lo que dejó a Malta en una situación colonial plena. Eso hizo perder el apoyo laborista a la integración al Reino Unido.
Independencia
Para 1961, la Comisión Blood aprobó una nueva constitución para Malta, en la que se retomó el autogobierno. Además, se proclamó el derecho a la autodeterminación y el reconocimiento del Estado de Malta.
Finalmente, el Parlamento británico aprobó en 1964 el Acta de Independencia de Malta. Además, el pueblo maltés aprobó una constitución con el 54.5% de votos afirmativos.
El 21 de septiembre de 1964, Malta se independiza formalmente como una monarquía de la Mancomunidad de Naciones. Desde esa fecha se usa la bandera de Malta, que es la misma que se mantiene hoy vigente. Esta resulta de una adaptación como bandera nacional del escudo colonial que se mantenía, y la supresión del campo azul previamente existente.
Malta se convirtió en una república en 1974. Eso tampoco implicó ningún cambio en su bandera.
Significado de la bandera
Rojo y blanco son los colores de Malta, y su significado puede entenderse a través de su origen. Existe una leyenda que cuenta que en 1090, el gran conde Roger I de Sicilia llegó con sus buques a Malta para garantizar su dominio.
El monarca le habría entregado una parte de su bandera rojiblanca a los habitantes como símbolo de gratitud, por lo que la bandera puede entenderse como la gratitud que representa a Malta.
Sin embargo, esta historia está considerada como un mito. La historia más probable es que el origen de los colores rojo y blanco venga de la bandera de la Orden de los Caballeros de San Juan. Estos colores eran un símbolo militar de representación de la orden que quería visibilizar el cristianismo y la ayuda hospitalaria.
Aunque la bandera de Malta carezca de un significado propio, en tiempos recientes se ha interpretado que el rojo es el color que representa a los sacrificios para defender su fe. Este argumento va en consonancia con lo planteado por la Orden de Malta. En cambio, el blanco significaría la paz, la luz, el optimismo y el amor.
George Cross
En 1942, el rey Jorge VI le otorgó a la isla de Malta, a través de su teniente de gobernador general William Dobbie, la George Cross. Esta es la máxima distinción británica. El motivo fue honrar la valentía de su pueblo, así como hacer valer su heroísmo y devoción durante la Segunda Guerra Mundial.
Por ese mismo motivo, la George Cross que se mantiene en la bandera simboliza la valentía de los malteses, así como su entereza para abordar conflictos. Además, su propia naturaleza de cruz se relaciona también con el cristianismo, que ha estado muy presente en la historia de Malta y también, en la religión que profesan sus ciudadanos actualmente.
Pabellón civil de Malta
Además de la bandera nacional, Malta cuenta con un pabellón civil o bandera mercante. Esta es prácticamente igual que la bandera de obras de la Orden de Malta, pues incorpora en su parte central la cruz maltesa de ocho puntas sobre un fondo rojo. Lo que la diferencia es que esta bandera está enmarcada en un rectángulo blanco.
Referencias
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