Evaluación externa: características, tipos (pruebas), ejemplos
La evaluación externa es un proceso de estudio mediante el cual se examina una organización y el desempeño de la misma mediante la intervención de un agente que no pertenece a ella. El término se utiliza en diferentes contextos, entre los que destacan el educativo y el empresarial.
Dentro del ámbito empresarial, la evaluación externa se utiliza principalmente para comprobar de manera imparcial si la compañía está cumpliendo con los objetivos que se había propuesto. De esta manera es más fácil detectar posibles fallos y puntos de mejora dentro de la actividad de la empresa.
En el mundo de la educación la evaluación externa está cobrando cada vez una mayor importancia, gracias al uso de pruebas estandarizadas y a informes como el PISA que comparan el rendimiento de cada centro haciendo comparaciones por regiones, comunidades autónomas o incluso a nivel de países.
Contar con una buena evaluación externa es imprescindible para evitar que los sentimientos o las ideas de los miembros de una organización influyan sobre el rendimiento de la misma. En este artículo estudiaremos cómo funciona esta técnica a nivel general.
Índice del artículo
- 1 Características de la evaluación externa
- 2 Tipos de evaluación externa (pruebas)
- 3 Ejemplos de evaluación externa
- 4 Referencias
Características de la evaluación externa
Utiliza un evaluador ajeno a la entidad
La característica más importante de una evaluación externa es que busca comprobar cómo funciona una empresa o entidad mediante la observación por parte de un agente que no pertenece a la misma. Normalmente el evaluador será un profesional especializado en este campo que se dedica únicamente a medir el rendimiento de distintas compañías.
Por ejemplo, en el caso de una institución educativa como un colegio o un instituto la evaluación externa puede ser llevada a cabo por un inspector, una persona cuya labor principal es comprobar que todo funcione de manera adecuada en los centros a su cargo.
En otros casos podría hacerse mediante la realización de una prueba estandarizada destinada a medir el nivel de los alumnos.
Proporciona una mayor imparcialidad
El principal motivo por el que una empresa o institución pueden decidir solicitar una evaluación externa es para conseguir un punto de vista imparcial sobre su rendimiento y sobre las actividades que lleva a cabo. De esta manera es más fácil detectar posibles errores y entender en mayor profundidad todos sus procesos y actividades.
El problema de que una evaluación sea realizada por una persona perteneciente a la misma organización es que pueden entrar en juego factores como las emociones, los sesgos cognitivos o la presión por parte de los compañeros para alterar los resultados del estudio. Desgraciadamente, esto impide detectar problemas correctamente y dificulta mucho la mejora.
Por eso, contar con un agente evaluador externo puede ser determinante para que la organización consiga los resultados que desea y pueda implementar mejoras en sus procesos con las menores dificultades posibles.
Se hace de manera estandarizada
Para conseguir los mejores resultados con una evaluación externa, normalmente estas se llevan a cabo mediante procedimientos estandarizados que permiten comparar de la manera lo más objetiva posible los resultados obtenidos con aquellos que se esperaban.
Esto implica el uso de pruebas como cuestionarios, pruebas estandarizadas, informes y entrevistas estructuradas con los miembros de la compañía.
En el ámbito educativo, por ejemplo, esto se traduce en la realización de exámenes estandarizados a los alumnos de todos los centros de un país para poder comprobar en cuáles los estudiantes están alcanzando mayores niveles de conocimientos.
De esta forma es más sencillo detectar aquellos centros en los que existan problemas y diseñar un plan de intervención efectivo.
Tipos de evaluación externa (pruebas)
Existen muchas maneras diferentes de llevar a cabo una evaluación externa. A continuación veremos algunos de los tipos de pruebas más comunes que se pueden utilizar para realizar un proceso de este tipo.
Entrevistas
La manera más sencilla de hacer una evaluación externa es mediante el uso de entrevistas. En ellas un agente externo evalúa a los miembros del equipo y les pregunta sobre su trabajo, los procesos que llevan a cabo y los resultados que consiguen hablando con ellos de manera individual o utilizando cuestionarios anónimos.
Esto permite conocer de primera mano el trabajo que está realizando cada uno de los miembros de la organización, y entender sus necesidades y problemas y las dificultades con las que se encuentran en su día a día.
Grupos focales
Otra de las técnicas más utilizadas en las evaluaciones externas es la de crear grupos focales. Estos consisten en seleccionar a un grupo de personas y llevarlas a un entorno controlado, en el que se les harán preguntas sobre su experiencia dentro de la entidad, sus percepciones sobre su trabajo, y sus necesidades.
Observación directa
La mera observación puede ser una herramienta muy útil dentro de una evaluación externa. Por ejemplo, una empresa que quiera mejorar la eficiencia de sus procesos puede contratar a un observador que contemple las interacciones con los clientes, los tiempos de entrega y los procesos en los que se pierde más tiempo para detectar posibles fallos y proponer soluciones adecuadas.
Encuestas
Las encuestas pueden utilizarse de manera externa para recopilar datos de diferentes fuentes. Esta herramienta puede servir para identificar las opiniones de los clientes, comprobar cuáles son sus intereses, y qué aspectos del servicio que están comprando creen que deben mejorar.
Auditoría
Dentro de una empresa, es muy común que se lleven a cabo auditorías externas para comprobar el funcionamiento de los procesos que se realizan en la misma.
Cuando se usa esta herramienta se contrata a un experto ajeno a la compañía que evalúa todos los aspectos de la misma y ofrece consejos y soluciones para mejorar el rendimiento o solucionar los problemas que ha detectado.
Ejemplos de evaluación externa
Ya hemos visto que es posible realizar una evaluación externa en prácticamente cualquier ámbito, siendo dos de los más comunes el mundo de la empresa y el de la educación.
Un ejemplo del primero podría ser, por ejemplo, la contratación de un consultor por parte de una compañía para determinar por qué un plan de marketing concreto no está funcionando y para ofrecer soluciones a este problema.
En el mundo de la educación, podemos encontrar un ejemplo de evaluación externa en los informes PISA. Mediante una serie de pruebas estandarizadas, un comité de expertos determina qué centros están obteniendo mejores resultados académicos y dividen los resultados en función de su localización geográfica, siendo más sencillo detectar centros que estén sufriendo alguna clase de problema.
Referencias
- “Evaluación externa” en: La Guía de Educación. Recuperado en: 06 Julio 2020 de La Guía de Educación: educacion.laguia2000.com.
- “La evaluación externa e interna de los centros educativos” en: Educaweb. Recuperado en: 06 Julio 2020 de Educaweb: educaweb.com.
- “External evaluation methods” en: Chron. Recuperado en: 06 Julio 2020 de Chron: smallbusiness.chron.com.
- “Internal vs. External evaluation” en: HARC Data. Recuperado en: 06 Julio 2020 de HARC Data: harcdata.org.
- “La autoevaluación y evaluación externa de instituciones educativas” en: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Recuperado en: 06 Julio 2020 de Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo: uaeh.edu.mx.