Cultura general

Resignificación: qué es, significado, tipos, ejemplos


¿Qué es la resignificación?

La resignificación en psicología es una técnica que se utiliza en distintas terapias psicológicas para cambiar la interpretación que se hace de un determinado evento. Mediante ella, la persona puede cambiar su manera de pensar sobre algo que le ocurrió en el pasado, con el fin de mejorar la forma en que se siente en el presente.

Esta herramienta se basa en la teoría de que lo que nos decimos sobre lo que nos ocurre es al menos igual de importante que el hecho mismo que ha sucedido. Así, nuestras emociones estarían mediadas no solo por las cosas que nos pasan, sino por la interpretación que hacemos de las mismas.

A pesar de que surgió originalmente en contextos como el psicoanálisis y la hipnosis clínica, la resignificación se encuentra hoy en la base de muchas de las terapias modernas. La manera de aplicar esta herramienta puede variar ligeramente en cada una de ellas, pero la idea de fondo es la misma.

¿Cómo funciona la resignificación?

La idea básica de la resignificación es muy sencilla. Consiste en elegir de manera consciente un punto de vista sobre lo que nos ha ocurrido que nos permita sacarle el máximo partido. En el caso de que no haya nada que podamos hacer para cambiar una situación, esta técnica nos ayudará a restarle importancia.

El objetivo, en cualquiera de los dos casos, es hacernos sentir mejor y otorgarnos las herramientas necesarias para que podamos actuar en lugar de quedarnos paralizados por nuestros sentimientos negativos.

Veamos un ejemplo. Una persona va a terapia porque sufrió acoso escolar de niño. Este hecho le ha provocado todo tipo de inseguridades, miedos y problemas de autoestima.

El trabajo de un psicólogo que quisiera usar la resignificación sería encontrar la manera de ayudarle a pensar de manera más positiva sobre lo que le ocurrió.

Supongamos que la persona se dice a sí misma cosas como las siguientes: “Fue algo espantoso”, “Nunca lo podré superar”, “No valgo nada”.

Es evidente que estos pensamientos están afectando de manera negativa a su bienestar. Por ello, el psicólogo debería ayudarle a modificar estas creencias por otras más potenciadoras.

En el caso del bullying, algunas de estas creencias positivas podrían ser las siguientes: “Lo que ocurrió me hizo más fuerte”, “Ya no soy esa misma persona”, “Mi futuro no tiene por qué ser como mi pasado”.

Tan solo con empezar a aceptar estos pensamientos, la persona adquiriría más recursos para mejorar su vida.

Terapias en que se usa la resignificación

A continuación veremos algunas de las ramas de la psicología que hacen uso de la resignificación o de herramientas similares a ella.

Psicoanálisis

Una de las funciones del psicoanálisis es ayudar a la persona a encontrar “traumas” de su pasado. Una vez que el paciente es consciente de ellos, debe ser capaz de darles un nuevo enfoque. Según los psicoanalistas, solo así podrá seguir adelante y empezar a sentirse bien.

Para ello, el terapeuta explora junto al paciente diferentes opciones de interpretación de lo ocurrido. Durante las sesiones de terapia, ambos construyen una nueva narrativa sobre la vida de la persona.

Hipnoterapia

Otra de las terapias más antiguas que utilizan la resignificación es la que emplea la hipnosis clínica como herramienta. Mediante el trance hipnótico, es muy sencillo para el terapeuta cambiar la interpretación del paciente de algo que le ha ocurrido.

Una vez que se detecta una situación problemática, el hipnotista puede cambiar las creencias del paciente sobre la misma.

Si se hace correctamente, esto le permitirá sentirse mejor inmediatamente. Además, le ayudará a enfrentarse a lo que le ocurra de forma más efectiva.

Terapia cognitivo – conductual

La terapia más aceptada a día de hoy también hace uso de la resignificación. En este caso, el proceso consiste en generar nuevas creencias racionales sobre una situación. Para ello, el terapeuta trabaja con el paciente para encontrar los pensamientos que le están generando malestar.

Una vez detectados estos pensamientos irracionales, ambos tratan de encontrar argumentos lógicos que los rebatan. Así, mediante el debate mental, el paciente acaba desarrollando una visión del mundo más potenciadora.

PNL

La PNL o programación neurolingüística tiene mucho en común con la hipnoterapia tradicional. En esta corriente, el terapeuta ayuda al cliente a reencuadrar sus experiencias. Esto puede hacerse de varias maneras distintas.

Una de ellas es, al igual que en la terapia cognitiva – conductual, cambiando las creencias sobre lo ocurrido. Esto se puede hacer también mediante el debate racional. En este caso, sin embargo, el proceso suele ser mucho más rápido y estar apoyado por otras herramientas.

Otra manera de lograrlo es mediante el cambio emocional directo. Mediante diversas técnicas, la PNL puede modificar la manera en la que nos sentimos. Así, se logran asociar emociones positivas a un evento que en principio era negativo.

De esta manera, el cliente logra sentirse mejor casi de inmediato. Además, es capaz de enfrentarse a sus problemas con una nueva energía.

Referencias

  1. “Psicología en tiempos de crisis: resignificando” en: Jorge Gracia – Consulta Psicológica. Recuperado de jorgegracia.es.
  2. “¿Qué es resignificar?” en: Hipnoterapia. Recuperado de hipnoterapia.cl.