Cultura general

Competencias docentes: concepto, características y ejemplos


¿Qué son las competencias docentes?

Las competencias docentes son una serie de habilidades, conocimientos y actitudes que los profesores necesitan dominar para ser capaces de llevar a cabo su trabajo de manera satisfactoria. Aquellos maestros que las posean podrán enfrentarse a todo tipo de situaciones y desafíos dentro del aula.

Las competencias docentes se encuentran en el punto medio entre teoría y práctica. Por ello, para adquirirlas es necesario tanto tener una serie de conocimientos previos obtenidos mediante el estudio, como ser capaz de aplicarlos en el día a día acorde con el contexto de trabajo.

Debido a que las condiciones de la educación están cambiando continuamente, los profesores no pueden conformarse con aplicar lo que aprendieron durante su formación universitaria. Por el contrario, es necesario que sigan aprendiendo de manera continua, para que puedan adquirir nuevas competencias año tras año.

Principales competencias docentes

Antiguamente, los profesores no tenían que preocuparse en exceso por la manera en la que impartían sus lecciones. Debido a que la educación oficial era prácticamente la única forma de adquirir al conocimiento, la mayoría de los alumnos se contentaban con poder asistir a clase.

Sin embargo, al día de hoy esta situación ha cambiado radicalmente. Actualmente cualquiera puede acceder a una enorme cantidad de información a través de Internet, por lo que los profesores tienen que ser capaces de aportar algo extra a la simple transmisión de conocimientos.

Por ello, hoy en día se considera que los conocimientos de los maestros tienen que ser multidisciplinares, abarcando diferentes ámbitos como el trabajo en equipo o la atención a la diversidad. A continuación veremos cuáles son las competencias docentes más importantes.

Establecer objetivos y diseñar situaciones de aprendizaje

Al contrario que en épocas pasadas, donde el conocimiento era escaso y la dificultad del aprendizaje radicaba en encontrarlo, hoy en día tenemos el problema contrario.

Debido al exceso de información existente, uno de los principales problemas de los estudiantes es decidir qué necesitan aprender realmente.

Por eso, una de las principales habilidades que debe dominar un buen docente es establecer una serie de objetivos claros que le marquen el camino a sus alumnos.

A la vez, debe actuar como facilitador para que estos puedan llevar a cabo satisfactoriamente su tarea como aprendices.

Planificar la progresión de lo aprendido

Muy relacionada con la competencia anterior está la necesidad de hacer un plan en el que los conocimientos se adquieran de manera gradual.

A pesar de que el Ministerio de Educación establece qué conocimientos son necesarios, el profesor tiene que ser capaz de decidir cuándo y en qué orden trabajar cada apartado.

De esta manera, los alumnos irán adquiriendo sus nuevos conocimientos en función de sus habilidades previas. Si se hace correctamente, el nivel de reto siempre será el adecuado para mantener a los estudiantes motivados y con ganas de aprender.

Dominar la materia

El profesor no solo tiene que conocer la asignatura que está impartiendo, sino que debe ser un experto en esta. Esto se debe a que, para poder enseñar sobre un tema concreto, es necesario tener conocimientos muy profundos sobre el mismo.

Por lo tanto, es recomendable que los maestros solamente impartan clases sobre materias que les apasionen y sobre las que tengan amplios conocimientos. En caso contrario, es su deber ponerse al día y aprender lo que sea necesario para poder dar buenas clases.

Mejorar constantemente

Debido a que la educación es un proceso fundamental en la vida de las personas, los profesores deben comprometerse a tratar de hacer su trabajo un poco mejor cada día.

Nadie nace siendo perfecto, por lo que siempre existe espacio para mejorar por muy buenas habilidades que se tengan de base.

Esto puede implicar multitud de aspectos, como por ejemplo asistir a cursos sobre la aplicación de nuevas técnicas en el aula, o practicar habilidades de comunicación para ser capaz de entenderse de forma más efectiva con los alumnos.

Gestionar la clase

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los profesores es el control sobre el alumnado. En una clase de 20 o 30 alumnos, cada uno con sus inquietudes, intereses y problemas personales, es muy sencillo que la situación se descontrole y resulte imposible impartir los conocimientos programados para el día.

Debido a ello, un buen profesor tiene que ser capaz de controlar a sus alumnos y gestionar los problemas que puedan ocurrir en el aula. Esto requerirá habilidades como la asertividad, la persuasión y una comunicación eficaz.

Dar ejemplo

Los niños realizan gran parte de su aprendizaje modelando a sus familiares y profesores. Por eso, en el contexto del aula los docentes tienen que ser conscientes de qué efecto provoca su forma de actuar sobre sus alumnos.

Si un profesor utiliza la violencia física o las amenazas para controlar a los estudiantes, estará dando un ejemplo pésimo sobre la manera de enfrentarse a los problemas.

Por el contrario, si trata a todos los alumnos con respeto pero con firmeza, los niños aprenderán mucho sobre la forma adecuada de comportarse en una situación difícil.

Atender a la diversidad

Cada alumno es totalmente diferente del resto, y como tal tiene unas necesidades específicas y concretas distintas de las de los demás.

El profesor, en la medida de lo posible, tiene que saber atender a estas diferencias sin por ello descuidar los objetivos de aprendizaje comunes.

Esto puede llegar a ser muy complicado, y requiere una gran habilidad de toma de decisiones para saber a qué es necesario prestar atención en cada momento.

Otras consideraciones

Esta lista de competencias docentes dista mucho de incluir todas las habilidades necesarias para que una persona se convierta en buen profesor o profesora.

Sin embargo, solo con adquirir estas siete competencias el docente podrá defenderse de manera bastante eficaz dentro del aula.

El otro aspecto a tener en cuenta es que nadie es capaz de realizar su trabajo de manera adecuada sin una buena unión de teoría y práctica.

Por lo tanto, estudiar cuáles son las competencias docentes fundamentales es tan importante como tratar de llevarlas a la práctica en el día a día.