Epicóndilo: concepto, características, funciones y patologías
¿Qué es el epicóndilo?
Epicóndilo es una eminencia ósea que se encuentra encima o sobre el cóndilo de algunos huesos largos y que permite la inserción de músculos y ligamentos. El cóndilo es una protuberancia ósea donde se encuentra una superficie articular. El término proviene del griego “epi” que quiere decir “sobre” el cóndilo.
Se describen epicóndilos para el miembro superior, en el húmero y para el miembro inferior, en el fémur. Antiguamente, en la nomenclatura anatómica el epicóndilo se refería exclusivamente al epicóndilo lateral del húmero. Actualmente se describen dos epicóndilos para el húmero y dos para el fémur.
Los epicóndilos se encuentran en los extremos distales del húmero y del fémur. Se describe el epicóndilo lateral y medial del húmero y el epicóndilo medial y lateral del fémur. En el epicóndilo lateral del húmero se insertan seis músculos, que son el músculo ancóneo, el extensor radial corto del carpo, el extensor común de los dedos, el extensor propio del meñique, el extensor ulnar del carpo y el supinador corto.
El epicóndilo medial del húmero, que se denomina también epitróclea o epicóndilo interno del húmero, es el asiento de cinco inserciones musculares que son: el músculo pronador redondo, el palmar mayor, el palmar menor, el cubital anterior y el músculo flexor común superficial de los dedos de la mano.
En el epicóndilo medial o interno del fémur se aloja el tubérculo del tercer aductor. El epicóndilo lateral del fémur es más pequeño que el medial y allí se inserta el ligamento peroneo colateral de la articulación de la rodilla.
Los epicóndilos pueden ser sujetos de inflamación por lesiones traumáticas o por uso excesivo en algunos deportes. Son frecuentes las fracturas de la zona, sobre todo en los niños, y pueden ser objeto de cualquier otro proceso patológico como cualquier órgano o tejido corporal.
Características y funciones del epicóndilo
La epífisis distal o inferior del húmero está formada por la tróclea, el cóndilo, la epitróclea o epicóndilo medial y el epicóndilo lateral. La epitróclea es rugosa en su parte anterior y da origen a los flexores del antebrazo. Detrás se encuentra el canal epitrocleoolecraniano por donde pasa el nervio cubital o ulnar.
El epicóndilo lateral da origen al músculo ancóneo, al supinador corto y a los músculos extensores del antebrazo. Los epicóndilos humerales se encuentran en la cercanía del trayecto de la arteria humeral y del nervio cubital.
A causa de esta cercanía con la epitróclea (epicóndilo medial del húmero), las fracturas de estos epicóndilos pueden causar lesiones del nervio cubital. Las fracturas supracondíleas del húmero, que son muy frecuentes en los niños, pueden comprometer a la arteria humeral.
Las funciones del epicóndilo son las de proveer una superficie de inserción para los tendones que se insertan en la zona. En el caso de los epicóndilos del húmero, representan la inserción de origen de los músculos allí insertados, por ello, son el punto de apoyo para la acción muscular.
A diferencia de los epicóndilos del húmero que son asiento de los tendones de nueve músculos, los del fémur son el sitio de inserción de solo dos músculos. Sin embargo, la función de los epicóndilos femorales es similar a la de los humerales.
Patologías
Los epicóndilos pueden ser sujetos de diversas lesiones traumáticas, infecciosas, inflamatorias o tumorales, sin embargo, las fracturas y las lesiones por exceso de uso en las prácticas deportivas son las más frecuentes.
Epicondilitis humeral en la práctica deportiva
La epicondilitis es una inflamación del tendón en el sitio donde este se inserta en el hueso, es decir, en el epicóndilo. El codo de tenista o epicondilitis lateral es una de las epicondilitis más frecuentes asociada a la práctica deportiva.
Es una enfermedad del codo cuya causa fundamental es el exceso de uso. La epicondilitis del tenista generalmente se debe a la irritación del tendón del extensor radial del carpo en su inserción de origen en el epicóndilo lateral del húmero.
En la tendinitis, el líquido acumulado debido a la inflamación causa edema (hinchazón) de la vaina que cubre al tendón. Esto produce un engrosamiento de la vaina del tendón que causa dolor, lo que limita el movimiento.
La lesión puede causar pequeños sangramientos locales, edema y dolor, afectando a un tendón o extendiéndose a los demás tendones insertados en el epicóndilo correspondiente. Si el proceso se repite, después de un tiempo, se comienza a depositar calcio en el área de origen del tendón y se produce una tendinitis calcificada.
El dolor del codo de tenista se ubica localmente en la zona lateral del codo afectado, se incrementa con el movimiento activo más no con la movilización pasiva del miembro. El pico máximo de dolor se alcanza progresivamente y el movimiento de la articulación no está mecánicamente limitado.
Otra epicondilitis asociada a la práctica deportiva es la epicondilitis medial del codo llamada codo de golfista, que produce una inflamación del epicóndilo medial del húmero. La sintomatología es similar a la anterior pero afecta el epicóndilo medial.
Epicondilitis femoral en la práctica deportiva
El síndrome de la banda iliotibial es la causa de dolor lateral de la rodilla más frecuente en los corredores, aunque puede ocurrir con la práctica de natación, remo, ciclismo o senderismo.
Esta banda iliotibial es el tendón del músculo tensor de la fascia lata. Esta banda se origina en el trocánter mayor del fémur por la fusión del tendón del tensor de la fascia lata con el tendón del glúteo mayor y medio.
Desde su origen desciende pasando por la articulación de la rodilla por el epicóndilo lateral del fémur para luego insertarse en la tibia. El roce permanente contra el epicóndilo durante la carrera puede producir inflamación de ambas estructuras, lo que genera dolor en la zona.
El uso de la acupuntura como alternativa de tratamiento, ha sido empleado con éxito para aliviar el dolor de la epicondilitis.
Otras causas de epicondilitis
Los traumas en los epicóndilos pueden causar tendinitis o epicondilitis, causando una inflamación dolorosa del o de los tendones involucrados. Otras causas son los depósitos de cristales, los desalineamientos posturales y la hipermovilidad de la articulación.
Otras lesiones frecuentes son las fracturas del epicóndilo. Las fracturas francamente desplazadas del epicóndilo medial producen inestabilidad de la articulación y deben ser resueltas quirúrgicamente.
El 20% de las fracturas en la región del codo en pacientes pediátricos corresponde a una fractura del epicóndilo medial del húmero y, en estos casos, el 60% de los pacientes presentan dislocación del codo.