Enfermedades por estrés: qué son, trastornos físicos y psicológicos
¿Qué son las enfermedades por estrés?
Existen enfermedades causadas por el estrés debido a las respuestas emocionales, fisiológicas y endocrinas que se dan en el organismo. Estas respuestas tienen efectos negativos en nuestra salud, tanto mental como física.
De manera breve, el estrés podría definirse como el estado físico y mental en el que el cuerpo entra como respuesta a acontecimientos estresantes. Las respuestas ante el estrés no son solo conductuales, aunque esta sea la única respuesta directamente observable.
Las respuestas fisiológicas y endocrinas van encaminadas al aumento de la energía del individuo para que este pueda responder al estímulo externo de una manera rápida y eficaz, como por ejemplo, huir de un peligro de muerte o luchar.
Para ello se activa el sistema nervioso autónomo, y los sistemas inmunológico y endocrino segregan epinefrina, norepinefrina y esteroides.
El problema ocurre cuando el cuerpo permanece demasiado tiempo en tensión, recibiendo continuamente las hormonas del estrés (cortisol y adrenalina), que se vuelven sustancias tóxicas en el organismo y generan enfermedades.
Enfermedades y trastornos físicos causados por el estrés
La exposición a situaciones estresantes durante un largo periodo de tiempo puede provocar o intensificar los siguientes trastornos físicos.
Enfermedades coronarias
Estas enfermedades pueden darse por el aumento de presión sanguínea provocado por la secreción de norepinefrina y cortisol.
Entre estas enfermedades se encuentra la hipertensión, las taquicardias e incluso el aumento de probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, una embolia o un infarto cerebral.
Trastornos dermatológicos
Los desajustes hormonales y endocrinos provocados por el estrés pueden causar problemas como el acné (por el exceso de secreción sebácea), la alopecia, manchas, eccemas, sequedad, sudoración excesiva, debilidad en las uñas y un largo etcétera.
Trastornos endocrinos
La hiperfunción del sistema endocrino puede causar diabetes de tipo II (producida por el aumento sistemático de glucosa en la sangre) y, en los casos más graves, pueden llevar a la persona a la obesidad.
Trastornos gastrointestinales
El aumento de las secreciones de jugos gástricos puede provocar úlceras en el estómago, problemas digestivos, náuseas, diarreas, gastritis, dolor abdominal e incluso un trastorno denominado síndrome del colon/intestino irritable.
Síndrome del colon irritable (o del intestino irritable)
Este síndrome está provocado directamente por una situación que causa estrés intenso o prolongado. La hiperactivación del sistema endocrino debida al estrés puede provocar un aumento de sensibilidad en los órganos internos, como el colon o intestino.
Trastornos respiratorios
El estrés sostenido hace que tengamos una mayor probabilidad de sufrir alergias, apnea del sueño (cortes en la respiración mientras se está durmiendo que disminuyen la calidad del sueño) y asma.
Problemas musculares y articulatorios
Debido a la continua tensión de los músculos, son frecuentes los dolores de cuello y de espalda, los tirones y las contracturas. Además, esto causa a su vez problemas articulatorios.
Dolores de cabeza y migrañas
Al aumentar la presión arterial pueden inflamarse las meninges (capas que envuelven al cerebro) y esto puede provocar dolor de cabeza y, en casos más graves, migrañas.
Un dato curioso es que el cerebro no tiene receptores del dolor, por lo tanto, cuando nos duele la cabeza no es porque nos pase nada en el cerebro, normalmente es debido a la inflamación de las meninges.
Trastornos inmunológicos
Como explicamos antes, las defensas bajan si la situación estresante perdura en el tiempo, como resultado, es más probable contraer enfermedades infecciosas.
Trastornos de los órganos sexuales
Los órganos sexuales pueden deteriorarse debido a los desajustes hormonales provocados por el estrés. Este deterioro puede generar alteraciones de los ciclos menstruales, disminución del apetito sexual, empeorar algunos trastornos de la conducta sexual e incluso infertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
Problemas de crecimiento
La altura que alcanzaremos en nuestra adultez viene predeterminada genéticamente, pero en nuestros genes no hay una cifra exacta, sino un intervalo dentro del cual podrá estar nuestra altura.
La altura que alcancemos, dentro de ese intervalo, depende de factores ambientales y uno de ellos es el estrés. Se ha comprobado que los adultos que sufrieron estrés durante su infancia no llegan a la altura máxima de su intervalo.
Enfermedades psicológicas por estrés
Entre los trastornos psicológicos influenciados por el estrés están los siguientes:
Trastorno adaptativo o estrés crónico
El estrés crónico es un tipo de trastorno de adaptación que se caracteriza por una reacción emocional y conductual no saludable ante una situación identificable y prolongada de estrés.
Es decir, este trastorno aparece cuando el individuo sufre estrés de forma prolongada y no lleva a cabo respuestas adaptativas ante ese estrés.
La depresión
Se ha comprobado que este trastorno es más frecuente en las personas que han sufrido estrés crónico.
Trastornos de ansiedad
Las personas que sufren mucho estrés en su vida cotidiana tienen una mayor probabilidad de sufrir trastornos de ansiedad, porque se activan demasiado ante situaciones estresantes gracias al proceso de adaptación explicado anteriormente.
El dolor crónico
Algunos estudios han demostrado que el estrés crónico produce hiperalgesia (sensibilidad excesiva al dolor) en los órganos internos y el sistema somatosensorial y, por lo tanto, es más probable sufrir dolor crónico.
Los trastornos de la conducta sexual
Niveles altos de estrés pueden provocar un trastorno de la conducta sexual denominado trastorno del deseo sexual hipoactivo. Este trastorno es más frecuente en mujeres y conlleva la pérdida progresiva del deseo sexual.
También es frecuente que las personas que sufren niveles altos de estrés desarrollen trastornos del sueño, como el insomnio. Además, en un estudio reciente, se ha demostrado que este tipo de personas tienen formas poco eficientes de afrontar el estrés.
Trastornos por estrés postraumático
Este trastorno se da como consecuencia de una experiencia traumática que provoca un estrés agudo, como sufrir abusos sexuales, presenciar una catástrofe o estar en peligro de muerte.
No ocurre en todas las personas que sufren este tipo de experiencias, es más frecuente que se desarrolle si la experiencia ha ocurrido durante la infancia del individuo o si este usa estrategias poco adaptivas para afrontar el estrés.
Trastornos de la conducta alimentaria
Uno de los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes en las personas con estrés es el trastorno por atracón. Este trastorno se caracteriza por los episodios de ingesta compulsiva (atracones), es decir, la persona come una cantidad de comida excesiva durante muy poco tiempo y tiene una sensación de pérdida de control sobre lo que está haciendo.
El alzhéimer
Hay estudios que demuestran que el estrés produce un envejecimiento prematuro de áreas claves del cerebro, como el hipotálamo, y, por lo tanto, aumenta las probabilidades de desarrollar la enfermedad de alzhéimer.
Psicosis aguda
Algunos autores sugieren que la experiencia de estrés es esencial para la aparición de psicosis aguda. Estudios recientes han comprobado que las experiencias estresantes mal gestionadas, que causan malestar y ansiedad, pueden generar la aparición de síntomas psicóticos en individuos con una predisposición genética.
Además, si estos individuos han sufrido una experiencia de trauma infantil, hay bastante probabilidad de que desarrollen la psicosis.
Referencias
- The Role of Stress on Physiologic Responses and Clinical Symptoms in Irritable Bowel Syndrome. Gastroenterology.
- Hypoactive Sexual Desire Disorder: A Review of Epidemiology, Biopsychology, Diagnosis, and Treatment. Sexual Medicine Reviews.