Bertolt Brecht: biografía, características, obras y frases
Bertolt Brecht (1898-1956) fue un dramaturgo, novelista, director y poeta de origen germano. Es reconocido como uno de los autores teatrales más importantes de Alemania en el siglo XX.
Considerado como el padre del teatro épico o didáctico, sus obras se caracterizan por presentar gran influencia del pensamiento de Karl Marx, además de servir como estímulo para la crítica social.
Autor de 30 piezas teatrales, además de poemas, artículos de crítica teatral, tratados sobre dirección teatral y guiones cinematográficos. Destacan entre sus obras Drums in the Night, Threepenny Opera, In the Jungle, que no solo fueron galardonadas y algunas admiradas por la crítica, sino que despertaron polémica y la discusión en torno a la realidad política.
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Eugen Berthold Friedrich Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo, en el estado de Baviera, Alemania. Creció en el seno de una familia de la clase media.
Su padre, Berthold Friedrich Brecht, era un católico que gerenciaba una pequeña fábrica de papel, mientras su madre, Sophie née Brezing era una ferviente protestante. Por su influencia llegó a familiarizarse de tal manera con la Biblia que sería un factor latente en sus obras.
Desde joven sus aspiraciones artísticas eran evidentes. Durante sus años de escuela secundaria había publicado poesía y también una pieza dramática de un acto cuando explotó la Primera Guerra Mundial. Aunque inicialmente la apoyaba, pronto manifestó su oposición en un ensayo por el que casi lo expulsan de la escuela.
En 1917 se matriculó para estudiar medicina y filosofía en la Universidad de Múnich, pero terminó disfrutando de la vida en las tablas, alternando con grupos bohemios y estudiando drama con Arthur Kutscher, historiador e investigador de la literatura alemana.
En 1918 fue reclutado por el ejército seis semanas antes de la capitulación de Alemania, tiempo en el que sirvió en un hospital militar y resultó electo miembro del Soviet de Trabajadores y Soldados de Augsburgo.
Con apenas veinte años, Brecht ya había sido autor de su primera obra maestra y de varios poemas que lo posicionarían como uno de los mejores de su país. Su ópera prima Baal había sido producto de las discusiones en el seminario de Kutscher.
Su segunda pieza en Drums in the Night (1922), recibió uno de los galardones literarios más importantes de la época: el Premio Kleist por Drama. Aunque habría que reseñar que también fue la razón por la que aparecería en la lista negra de los nazis. Al año siguiente, In the Jungle generó un escándalo que aumentó más la atención a su talento.
Pero fue en 1924 cuando adaptó e interpretó la obra que lo catapultaría a ser uno de los dramaturgos más reconocidos a escala mundial, Edward II de Christopher Marlowe.
En 1928 Brecht se basó en la historia de La ópera del mendigo John Gray (1728) para realizar otra de sus grandes producciones de la mano del compositor Kurt Weill, The Threepenny Opera, con quien colaboraría de manera permanente.
Fue en la década de los treinta cuando Brecht le fue dando forma al concepto de teatro épico. De manera paralela, su simpatía por las ideas marxistas y el surgimiento del movimiento nazi, lo llevaron a comprometerse de manera más directa con el Partido Comunista.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la llegada de Adolf Hitler al poder en 1933, Brecht prefirió dejar su país. Estuvo exiliado voluntariamente en Austria, Suiza, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Inglaterra y Rusia, hasta que se estableció en Estados Unidos.
Despojado de la ciudadanía alemana, hacía resistencia y propaganda antinazi en un periódico de idioma alemán que se publicaba en Moscú, así como con sus trabajos literarios.
Durante ese periodo escribió muchas de sus piezas teatrales más reconocidas. Además desarrolló algunos guiones para Hollywood, pero no le fue tan bien como en el mundo de las tablas.
En Norteamérica tampoco estuvo del todo tranquilo. Con la llamada Guerra Fría entre Estados Unidos y Norteamérica, el Comité de Actividades Antiamericanas (HUAC) le llevaba seguimiento por sus ideales comunistas.
Brecht y otros 40 escritores, directores, actores y productores de Hollywood, fueron citados para comparecer ante el HUAC en septiembre de 1947. Inicialmente se negó a declarar sobre su afiliación política, hasta que finalmente testificó no ser miembro del partido comunista.
Al día siguiente de ser interrogado por la HUAC, salió de los Estados Unidos. Primero estuvo un tiempo en Suiza, pero pronto regresó a Alemania. Se estableció en el Berlín Oriental, en el que podía expresar libremente sus ideales comunistas.
Junto a su esposa Helene Weigel fundó una compañía de teatro, el Berliner Ensemble, con el cual puso en práctica todos sus conceptos y principios del teatro épico.
El 14 de agosto de 1956, a sus 58 años, fallece en la ciudad de Berlín uno de los dramaturgos germanos más destacados del siglo XX.
Durante su trayectoria Brecht desarrolló historias originales, pero también transformó los trabajos de otros autores en interpretaciones modernas. En sus obras se evidencia la influencia del drama español, de la sátira absurda, de películas, de la literatura popular hasta de la narrativa del lejano oriente y el teatro isabelino.
A diferencia del estilo dramático, el teatro épico de Brecht era más lento y reflexivo. Intentaba evitar las tensiones y los conflictos para facilitar la meditación y el análisis. Se contraponía a lo propuesto por otros directores teatrales, como el realismo excesivo que proponía el ruso Konstantín Stanislavski (1863-1938) o la perturbación máxima que pretendía el francés Antonin Artaud (1896 – 1948) en los espectadores.
Su foco en la argumentación y la discusión buscaban confrontar a la audiencia, otorgándole un papel crítico de las situaciones socio-políticas que presentaba y convirtiéndolos en “espectadores productivos”. El también conocido como teatro dialéctico o didáctico, tenía propósitos de revolución social y pretendía despertar el sentimiento colectivo, mediante contradicciones, humor o juegos.
Le huía además al melodrama, a los argumentos manipulativos y a la identificación con el personaje, conocida como catarsis en el teatro aristotélico. Para ello se valía de recursos escénicos como canciones, prólogos, gestos, música, escenografía, que interrumpieran la narración y permitieran el distanciamiento o extrañamiento de la pieza con la realidad.
La audiencia deja entonces de ser envuelta en la acción escénica, simpatizar con los personajes y experimentar sus sentimientos, para convertirse en un observador que enfrenta una situación, que le exige tomar decisiones y actuar en consecuencia.
Otro de sus grandes aportes fue el uso del gestus, recurso inspirado en el teatro chino. Brecht invitaba a los actores a adoptar una actitud física o un gesto que les permitiera interpretar al personaje sin emocionalidad excesiva y distanciándose del personaje.
Además, permitía que un actor desempeñara múltiples roles en sus piezas y promovía con frecuencia la “ruptura de la cuarta pared”, recurso en el cual el personaje habla directamente con el público.
– Baal (1918)
– Drums in the Night (1922)
– Man’s a Man (1926)
– The Threepenny Opera (1928)
– Fear and Misery in the Third Reich (1935)
– Life of Galileo (1938)
– Fear and Misery of the Third Reich (1938)
– The Good Person of Sezuan (1940)
– Mother Courage and Her Children (1941)
– The Resistible Rise of Arturo Ui (1941)
– The Good Woman of Szechwan (1943)
– The Caucasian Chalk Circle (1948)
– Little Organum for the Theater (1948)
– “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
– “Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio de los hombres”.
– “Muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia”.
– “Esos que pretenden, para reformarnos, vencer nuestro instinto criminal, que nos den primero de comer. De moral hablaremos después. Esos que no se olvidan de cuidar nuestra formación, sin que por ello dejen de engordar, escuchen esto: por más que le den vueltas, primero es comer, y después de hartos ¡venga la moral!”
-“La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que solo es una imagen”.
-“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer”.
-“Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.
-“Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime“.
-“Desgraciado el pueblo que tiene necesidad de héroes”.
-“Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo cómo era su casa“.
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