Félix María Zuloaga: biografía, gobierno, aportes
Félix María Zuloaga fue un político y militar mexicano nacido en marzo de 1813. En 1858, se convirtió en presidente de México después de proclamar el Plan de Tacubaya, que desconocía la Constitución de 1857 y las leyes liberales aprobadas por los gobiernos anteriores.
Su vocación militar le llevó a enrolarse en el ejército siendo aún muy joven. Durante los años siguientes participó en la guerra contra los independentistas texanos, en la Primera intervención francesa y en la guerra contra los Estados Unidos. Zuloaga demostró su valía en esos conflictos y fue ascendiendo en el escalafón hasta llegar a comandante.
Su participación en la política interna de México se caracterizó por sus cambios ideológicos. En un primer momento, pareció simpatizar con los liberales, aunque pronto comenzó a apoyar al gobierno de Santa Anna. Cuando fue capturado durante la Revolución de Ayutla, Zuloaga volvió a cambiar de bando para apoyar a Ignacio Comonfort, el futuro presidente.
Pocas semanas después de haber prometido a Comonfort su lealtad, Zuloaga lanzó el Plan de Tacubaya que buscaba acabar con su gobierno. Esta rebelión significó el inicio de la Guerra de Reforma, que terminó con la victoria de los liberales de Benito Juárez y, prácticamente, el final de la carrera política y militar de Zuloaga.
Índice del artículo
Biografía
Félix María Zuloaga Trillo nació en Álamos, Sonora, el 31 de marzo de 1812. De niño, completó su educación primaria en una escuela de Chihuhua y, después, se trasladó a Ciudad de México para ingresar en un seminario.
El joven Zuloaga abandonó el seminario en 1834 para alistarse en las milicias civiles de Chihuahua. Su primera experiencia militar tuvo lugar durante las conocidas guerras comanches, en las que combatió a esta tribu y a los apaches, cuyos guerreros atacaban con frecuencia las poblaciones de Sonora y de la propia Chihuahua.
Ingreso en el ejército regular
Zuloaga regresó en 1838 a Ciudad de México para alistarse en el ejército regular con el grado de teniente segundo. Ese mismo año, el militar participó en la Guerra de los Pasteles, el primer conflicto armado que enfrentó a México con Francia.
Además, Zuloaga también luchó en algunas campañas contra los texanos que habían declarado de facto la independencia de ese territorio. Su destacada participación en estas guerras le valieron ser nombrado presidente del Consejo de Guerra de la guarnición de Ciudad de México.
Derrocamiento de Bustamante
Según sus biógrafos, en esos años Zuloaga parecía simpatizar con los liberales mexicanos. Sin embargo, sus cambios de bando fueron constantes.
En 1840, era un apasionado defensor de Anastasio Bustamante, pero solo un año después se convirtió en un firme partidario de Antonio López de Santa Anna y de su plan de Regeneración.
Zuloaga fue ascendido a capitán y, en 1842, destinado a Yucatán para luchar contra los separatistas. Su siguiente destino, en 1843, fue Tabasco, donde alcanzó el grado de teniente coronel. En los años siguientes, recibió el encargo de fortificar Monterrey y Saltillo.
El militar volvió a demostrar su valor durante la guerra que enfrentó a México con los Estados Unidos, entre 1846 y 1848. Durante el conflicto, recibió una licencia especial para ocupar la alcaldía de la ciudad de Chihuahua.
Alianza con los conservadores
Al terminar la guerra con los Estados Unidos, Zuloaga abandonó su cargo en Chihuahua y volvió al ejército para convertirse en presidente del Consejo de Guerra.
Cuando estalló la Revolución de Ayutla, en 1854, Zuloaga se mantuvo fiel a Santa Anna y combatió a los liberales. Durante la guerra, fue hecho prisionero y recluido en la Hacienda de Nuzno. El militar solo se salvó de ser fusilado por la intervención a su favor de Ignacio Comonfort.
En agradecimiento, Zuloaga se enroló en las fuerzas liberales para combatir, esta vez a Santa Anna, a quien denigró en una carta escrita en 1856 y en la que, además, juraba lealtad a Comonfort. Solo 20 meses más tarde, el militar encabezaría el Plan de Tacubaya.
Después de ser liberado, Zuloaga fue ascendido a general de Brigada. También en 1855, ejerció como representante del estado de Chihuahua en la Junta de Representantes de los Estados en Cuernavaca.
Reformas liberales
A pesar de haberlos combatido, Zuloaga simpatizaba con el Partido Conservador, especialmente tras las leyes aprobadas por los gobiernos liberales.
Esas reformas habían formado ya parte del espíritu del Plan de Ayutla, proclamado en 1854. Aunque su punto principal era derrocar al dictador Santa Anna, los rebeldes también declaraban la necesidad de cambiar muchos aspectos que, desde su punto de vista, no permitían el progreso del país.
Después de su victoria sobre los conservadores, los liberales procedieron a aprobar sus reformas. Entre los objetivos de los liberales se encontraba la disminución del poder de la Iglesia católica y en formalizar la separación entre esa institución y el Estado.
Además, también pretendían reducir los privilegios de los militares y otorgar la ciudadanía mexicana con todos los derechos a los indígenas.
Plan de Tacubaya
Zuloaga acabó apoyando el punto de vista de los más conservadores del país. Además, convenció al presidente surgido de la Revolución de Ayutla, Ignacio Comonfort, de que México era ingobernable con la Constitución de 1857, que tachaba de demasiado radical.
El 17 de septiembre de 1857, Zuloaga encabezó el pronunciamiento del Plan de Tacubaya. Este desconocía la Constitución de 1857, así como al presidente Ignacio Comonfort. Además, exigía que se convocara un Congreso extraordinario que redactar una nueva constitución.
Dos días más tarde de que el Plan fuera hecho público, Comonfort se unió a sus postulados. De esta manera, el presidente dio una especie de golpe de Estado contra su propio gobierno.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Benito Juárez, se negó a apoyar a los conservadores y Comonfort ordenó arrestarlo.
Presidencia
Zuloaga exigió a Ignacio Comonfort que renunciara a su cargo, el 11 de enero de 1858. Durante los siguientes 10 días, el todavía presidente intentó resistirse, e incluso puso en libertad a Benito Juárez y a otros liberales.
El 23 de enero, Zuloaga se autoproclamó presidente del país, con el apoyo de los generales conservadores y del clero católico. Al mismo tiempo, Benito Juárez, que como presidente de la Suprema Corte era el siguiente en la línea sucesoria presidencial, proclamó su derecho a ocupar el puesto.
Los conservadores, con Zuloaga a la cabeza, tenían en esos momentos el apoyo de los militares, por lo que Juárez tuvo que organizar su propio gobierno en Guanajuato. De esta forma, comenzó la llamada Guerra de Reforma.
La primera etapa en la presidencia de Zuloaga se prolongó hasta finales de 1858, cuando una sublevación hizo que fuera sustituido por Manuel Robles Pezuela.
Solo un mes más tarde, el general Miguel Miramón volvió a reponer a Zuloaga en la presidencia. A su vez, Zuloaga nombró a Miramón como su sustituto en febrero y renunció poco después.
A partir de ese momento, Zuloaga se mantuvo activo políticamente, aunque adoptó un perfil muy bajo.
Los liberales, por su parte, no reconocieron ninguno de estos gobiernos, ya que los consideraba anti-constitucionales. Zuloaga y los otros presidentes conservadores tampoco fueron aceptados por Estados Unidos, que reconocía a Juárez como legítimo mandatario.
Intento de recuperar la presidencia
El 9 de mayo de 1860, Zuloaga realizó un último movimiento para recuperar la presidencia. Al día siguiente, Miramón lo apresó y lo llevó con la tropa a la campaña del interior.
El 3 de agosto, Zuloaga aprovechó la escasa vigilancia para escapar, cuando estaba junto al ejército conservador en León, Guanajuato. Desde allí se trasladó a Ciudad de México, donde se presentó ante el Consejo de Gobierno.
Este organismo rechazó de plano su intención de recuperar la presidencia. Aun así, con ayuda de algunos militares conservadores, asumió el cargo el 13 de agosto, aunque enseguida partió a combatir a los liberales y no realizó ningún tipo de actividad legislativa.
Final de la Guerra de Reforma
El 22 de diciembre de 1860, el ejército liberal derrotó a los conservadores en la batalla de Calpulalpan y selló el destino definitivo de la Guerra de Reforma. Benito Juárez entró en la capital mexicana el 1 de enero de 1861 y restableció el orden constitucional en el país.
Los conservadores, a pesar de la derrota, siguieron reconociendo a Félix María Zuloaga como presidente. El gobierno de Juárez, por su parte, lo declaró fuera de la ley por el asesinato de Melchor Ocampo.
El mandato de Zuloaga en el gobierno itinerante que intentó formar concluyó el 28 de diciembre de 1862, después de dos años de infructuosos ataques contra el ejército federal. Los conservadores pusieron entonces sus esperanzas en preparar el Segundo Imperio Mexicano, que se proclamaría en 1863.
Últimos años
Zuloaga intentó aliarse con el Imperio, pero no logró su objetivo. En 1865, debió salir al exilio y se estableció en Cuba.
Su regreso a México se produjo tras la muerte de Juárez. En sus últimos años, Zuloaga no hizo ningún intento de volver a la política y se dedicó en exclusiva al cultivo de tabaco. Falleció en Ciudad de México, el 11 de febrero de 1898.
Gobierno de Zuloaga
Zuloaga fue elegido por el clero católico y por los generales más conservadores para ocupar la presidencia de México después del golpe de Estado que terminó con el gobierno liberal.
El militar asumió el cargo el 23 de enero de 1858. Su primer gobierno estaba formado por civiles y sacerdotes, con el ministerio de Justicia en manos del padre Francisco Xavier Miranda.
Con el inicio de la guerra de Reforma, la política pasó a un segundo plano. Los generales Luis G. Osollo y Miguel Miramón, jefes del ejército conservador, asumieron el poder real, mientras que el papel de Zuloaga era más bien simbólico. Por ese motivo, su actividad principal en esa época era asistir a misa.
Parte de los conservadores no aprobaron su pasividad y, en diciembre de 1858, proclamaron el llamado Plan de Navidad.
Plan de Navidad
El autor del Plan de Navidad fue Miguel María de Echegaray, conservador y antiguo partidario de Zuloaga. Su intención era reformar la constitución y cambiar al presidente.
Echegaray pretendía ocupar la presidencia, pero encontró el rechazo de otros conservadores. Finalmente, se decidió que el puesto debía ser para el general Miguel Robles Pozuela, ya que el candidato mejor valorado, Miguel de Miramón, se encontraba en el frente.
Zuloaga, al enterarse de la conspiración que tenía lugar en su contra, prefirió no ofrecer resistencia y abandonó la presidencia el 24 de diciembre de 1858.
Pozuela trató de unir a sectores civiles y militares para que aprobaran una nueva constitución. Benito Juárez, por su parte, se limitó a rechazar cualquier intento de cambiar el orden constitucional que consideraba legal.
El Plan de Navidad acabó siendo un fracaso y Zuloaga volvió a asumir la presidencia en enero de 1859.
Segunda etapa en la presidencia
Miramón devolvió la presidencia a Zuloaga en enero de 1859, pero un mes más tarde, el 2 de febrero, volvió a deponerlo para asumir el mismo el cargo y, de esta forma, convertirse en uno de los mandatarios más jóvenes de la historia de México.
Último regreso
En mayo de 1860, con Miramón aún en la presidencia, Zuloaga realizó un último intento de recuperar el cargo. Su intento de insurrección no tuvo éxito y Miramón lo arrestó y le obligó a acompañar al ejército, en calidad de detenido, durante su campaña del interior.
Zuloaga, a quien los soldados no prestaban demasiada atención, consiguió escapar y se presentó en Ciudad de México en busca de apoyos. Aunque la Junta de Gobierno Conservadora no aceptó su retorno al poder, él actuó como si fuera presidente.
Victoria liberal
Con la victoria de los liberales y con Juárez como presidente constitucional, los conservadores volvieron a reconocer la presidencia de Zuloaga a finales de 1860.
El político organizó un gobierno itinerante y pasó los siguientes dos años intentando derrotar a las fuerzas gubernamentales.
Durante esas campañas, Zuloaga ordenó capturar a Melchor Ocampo, un militante liberal al que acusaba de ser ateo y que se había manifestado en contra del poder de la Iglesia.
Ocampo, que vivía retirado en su finca de Michoacán, fue capturado y fusilado por las milicias conservadoras de Zuloaga. Esto provocó que el gobierno de Juárez emitiera una orden de busca y captura contra el líder conservador.
El final oficial de la presidencia de Zuloaga, solo reconocida por los pocos partidarios que lo seguían, se produjo el 28 de diciembre de 1862.
Aportes de Zuloaga
La presidencia de Zuloaga, en cualquiera de sus periodos, estuvo marcada por la Guerra de Reforma. Por ese motivo, su actividad legislativa fue muy escasa.
Cinco Leyes
Pocos días después de que Comonfort tuviera que abandonar el cargo, el nuevo presidente Zuloaga celebró un Te Deum en la Catedral de México y aprobó una de las pocas leyes de su mandato.
Las llamadas Cinco Leyes consistieron, en realidad, en la derogación de la legislación liberal aprobada anteriormente.
Así, Zuloaga ordenó derogar la Ley Iglesias, que reducía el poder económico de la Iglesia, la Ley Juárez, que eliminaba los tribunales especiales, y la Ley Lerdo, que favorecía la creación de una clase media rural.
Estas medidas fueron aprobadas mediante un decreto presidencial que, además, devolvía sus antiguos cargos a aquellos que se negaron a jurar la Constitución de 1857.
Referencias
- Carmona Dávila, Doralicia. Tras desconocer a Comonfort, Félix María Zuloaga es nombrado presidente por el partido conservador. Obtenido de memoriapoliticademexico.org
- Moreno, Víctor; Ramírez, María E. y otros. Félix María Zuloaga. Obtenido de buscabiografias.com
- Corta y resumida. Biografía De Félix María Zuloaga. Obtenido de cortayresumida.com
- Encyclopedia of Latin American History and Culture. Zuloaga, Félix María (1813–1898). Obtenido de encyclopedia.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. La Reforma. Obtenido de britannica.com
- Military Wikia. Félix María Zuloaga. Obtenido de military.wikia.org
- La Paradoja. El conservador Félix Zuloaga, es nombrado presidente interino de México. Obtenido de laparadoja.com.mx