Lengua y literatura

Adivinanzas: origen, características, partes, funciones, tipos


Las adivinanzas son acertijos o enigmas que describen una cosa u objeto con la intención de que un receptor deduzca lo que es. Comúnmente los enunciados se producen con rimas, esto con la finalidad de darle sonoridad y dinamismo a la pregunta que se formula. Toda adivinanza contiene una respuesta oculta en su planteamiento.

Ahora bien, las adivinanzas son en sí mismas un método de enseñanza que le permite a los niños familiarizarse con algunos conceptos y significados. Del mismo modo, este tipo de acertijos son herramientas de entretenimiento y distracción, eso debido a la forma en que están compuestas. Por otro lado, sirven para cultivar la imaginación.

Las adivinanzas presentan diversas características, entre las más resaltantes están la métrica que componen los versos y la facilidad con la que se vuelven parte de la cultura popular. Los enigmas que se plantean a través de los enunciados pueden estar dirigidos a una variedad de elementos que forman parte de la realidad cotidiana.

En relación a los tipos de adivinanzas pueden ser concebidas como una especie de juego de palabras o en forma simbólica incluyendo algunas metáforas. Un ejemplo de adivinanza es: “Chiquito como un ratón y cuida la casa como un león” (el candado). En fin, las adivinanzas funcionan  lúdica y didácticamente para distraer y enseñar.

Índice del artículo

Origen

El origen de las adivinanzas no es preciso. Algunas investigaciones sostienen que las primeras se dieron en lengua sánscrita, en pasajes bíblicos y en relatos de tradición oral que se convirtieron en leyendas. Su nacimiento y desarrollo están ligados con la curiosidad del ser humano de conocer y saber más.

Por otro lado, algunos estudios han manifestado que las adivinanzas se originaron en China, específicamente en la ciudad de Hang-Cheu en tiempos de la dinastía Sunga. Un grupo de hombres vestidos de igual forma se presentaban en las calles y ofrecían dinero al público a cambio de dar respuesta a los acertijos que planteaban.

Origen etimológico

En cuanto al origen etimológico el vocablo adivinanza proviene de la lengua latina. Esta compuesto por el prefijo ad (“hacia”) y la raíz divinus (propio de los dioses).  Por su parte, el sufijo anza indica la acción. Se traduce como acertijo o como un enunciado que se formula para ser interpretado y dar una respuesta.

Características de las adivinanzas

Las adivinanzas presentan las siguientes características:

Presentan elementos orientadores

Al aportar en el texto palabras claves escondidas o fragmentadas, creando pistas que al unirlas despiertan la imaginación del receptor hasta llegar a construir un significado y encontrar la solución.

Ejemplo: “Te la digo, te la digo” (la tela); “En medio del cielo estoy y nunca en agua voy” (la letra “e”).

Incluyen elementos desorientadores

Utilizando versos con pistas engañosas, con doble sentido o figuras retóricas, haciendo comparaciones, personificaciones y animalizaciones. Con el propósito de desorientar al receptor  y que se le dificulte encontrar la solución.

Al presentar las opciones de forma confusas pueden ser varias las respuestas, siendo la acertada la opción más inocente, lo que aprovecha el emisor para burlar al adivinador.

Ejemplo: “Silbo y no tengo boca…” (El viento); “Corro y no tengo patas…” (El tiempo); “Soy largo y cabezón…” (El árbol).

Sirven para entretener

Una de las principales características de las adivinanzas es la función recreativa que poseen. La creatividad y el ingenio con que son elaboradas permiten entrar a estados de tiempo cargados de juegos y distracción.

Popularidad

Las adivinanzas gozan de popularidad y reconocimiento en todas las culturas y sociedades, eso se debe a su antigüedad y a que casi siempre son transmitidas de manera oral, así que se van heredando de generación en generación. Su tradición oral hace posible que el enunciado varíe de acuerdo a cada región.

Sirven para educar

Si bien las adivinanzas sirven para entretener, también es cierto que se utilizan en los sistemas de enseñanza para educar a los niños en relación a conceptos y significados que forman parte del día a día. Por otra parte, la aplicación de adivinanzas contribuye a la integración grupal y a la conservación de la cultura popular.

Anonimato

Por lo general, las adivinanzas no poseen un autor específico, sino que se consideran anónimas por la manera en que se han dado a conocer (tradición oral) y al mismo tiempo por el carácter popular que han alcanzado con el paso de los años. De allí que puedan existir diferentes versiones de una misma adivinanza.

Contenido

El contenido de las adivinanzas está relacionado con objetos o cosas que forman parte de la cotidianidad de una sociedad y cultura. Así pues, las respuestas pueden estar asociadas a frutas, elementos de la naturaleza, utensilios, figuras abstractas como la vida y la muerte, animales, sentimientos, entre otros.

Se establecen fórmulas de conclusión

Al cerrar el acertijo se invita al receptor para que encuentre la solución y continúe con el juego, mediante palabras motivadoras que indican:

  • Facilidad: “Ante tu vista la respuesta está”; “Más claro no canta un gallo”.
  • Dificultad: “no me lo adivinarás…”; “debes pensar en grande para lograr…”.
  • Ánimo para intentarlo: “Seguro estoy, que adivinarás hoy”; “Si quieres adivinar, espera un poco más”.
  • Burla: “El que no adivine, bien tonto es”. “Si adivinar no podrás, orejas de burro te van a saltar”.
  • Reto: “Si eres listo, podrás adivinar”; “Si tienes ingenio, lograrás descifrar”.
  • Recompensa: “Si adivinar podrás, el gran señor serás”; “El mejor adivinador, recibe la premiación”.

Tienen carácter de tipo didáctico

Esto se evidencia en el uso de juegos de palabras cruzadas para el desarrollo intelectual, dirigidas a niños, jóvenes y adultos.

Se presentan estructuras de palabras que al organizarlas de forma coherente, se puede encontrar la solución, fomentando así en el receptor la capacidad de razonamiento lógico, la capacidad comunicativa.

Se busca que la adivinanza logre hacer al participante descifrar un código lingüístico que le comunica un mensaje de forma confusa.

De esta forma -jugando-, aprenden a asociar, memorizar, comparar y formular sus conclusiones, para por fin con ello, descubrir la respuesta correcta.

Partes (estructura)

Toda adivinanza presenta las siguientes partes o componentes:

Planteamiento o fórmula de introducción

Esta parte de la adivinanza se basa en la formulación de una pregunta que puede contener características o cualidades específicas de un objeto. La intención es brindarle pistas al receptor en relación con la respuesta.

Pistas o elementos orientadores

Estos elementos se introducen dentro de la adivinanza con el objetivo de orientar o dirigir al receptor hacia la respuesta correcta. Por la brevedad de este tipo de textos se utilizan palabras que describen a los elementos que forman parte de esta forma de entretenimiento.

Elementos desorientadores

Estos elementos son opuestos a los anteriores debido a que tratan de distraer al público receptor para que se tarde más en dar respuestas y así la adivinanza sea más entretenida. Los enunciados pueden estar compuestos por palabras carentes de sentido en relación al objeto en cuestión.

Métodos de conclusión

Esta fase tiene que ver con la complejidad y dificultad de responder la adivinanza. Al mismo tiempo el emisor puede motivar al receptor con la solución a través de un premio simbólico o haciéndolo cumplir una penitencia en caso de no acertar. En esta parte se afianza el carácter dinámico y de entretenimiento de las adivinanzas.

Funciones

Las adivinanzas presentan las siguientes funciones:

Función lúdica

Una de las principales funciones de las adivinanzas es invitar al juego y a la diversión. Este objetivo se logra por medio de los juegos de palabras, la estructuración de los versos y la atención que se le presta al enunciado que se plantea. Las adivinanzas despiertan la imaginación, el pensamiento y la curiosidad por saber.

Para jugar a las adivinanzas solo se necesita un emisor que ponga en práctica la capacidad indagadora de un receptor y que este a su vez esté dispuesto a imaginar y pensar lo suficiente para dar con la respuesta correcta.

Función estética poética

El componente poético de las adivinanzas y la manera en cómo están estructuradas dan acceso a un mundo de sensaciones y al mismo tiempo tejen un vínculo sencillo con el género de la poesía. Por su parte, las estrofas, versos y rimas conectan con la musicalidad y agudizan los sentidos con el uso de figuras literarias.

Función didáctica

Los elementos y las características que conforman a las adivinanzas hacen posible su función de enseñanza y su efecto en el aprendizaje. Todo ello se debe a su composición lingüística, semántica, sintáctica, poética, y rítmica. Además estos textos abren paso a la memorización de conceptos y significados de manera simple.

Tipos de adivinanzas

Las adivinanzas pueden ser:

– Conundra (conundrum en inglés)

Este tipo de adivinanzas se caracteriza porque el orador las plantea como un juego de palabras, y sus respuestas pueden darse también de la misma manera.

En ciertas ocasiones la respuesta se halla oculta en el enunciado o puede plantearse por el receptor al manipular una frase.

Ejemplo

“Está en medio del mar y no se moja”. (La letra “a” de la palabra “mar”).

– Enigma

Esta clase de adivinanzas está formulada por medio de enunciados compuestos por metáforas, símbolos o alegorías que dificultan la comprensión y por tanto requieren mayor razonamiento y tiempo para dar con la respuesta.

Ejemplo

“Soy blanca como la nieve

y dulce como la miel;

yo alegro los pasteles

y la leche con café”.

(El azúcar).

Ejemplos de adivinanzas

A continuación se presentan ejemplos de adivinanzas populares, es decir que forman parte de una sociedad o cultura:

– La puerta

Si se abre es entrada,

y también es salida,

sin ella no habría casa

para que alguien la viva.

– El trabajo

Da al hombre la comida,

también abrigo y techo,

y además le da derecho

a tener su buena vida.

– La banana

Llega siempre en grandes manos,

verde es primero, luego amarilla,

llega junto a sus hermanos

desde las distintas villas.

– El bigote

Siempre decorando anda,

por debajo del olfato,

por encima del gusto

y uniendo las mejillas

y al tacto da cosquillas.

– La cebolla

No importa el día o la hora,

si eres fuerte o aguerrido,

al cortarla, en un descuido,

sin remedio siempre lloras.

– El despertador

Eres tú quien se lo pide,

quien le indica y le programa,

pero odias que te grite

y te levante de la cama.

– El azul

El cielo le usa para decir día,

el mar, sin embargo,

lo viste para decir su nombre.

– El pez

Contra corriente y a favor

él vive día a día

aleteando de alegría,

sin tristeza ni temor.

– La mesa

En ella se come el desayuno,

el almuerzo y la cena,

también se toma el té, sin pena,

o el café, si quiere uno.

– La rana

Su salto nunca mengua

en el monte o la laguna,

siempre verde y oportuna

comiendo mosquitos con su lengua.

– La araña

Teje y teje su tela blanca

en el techo y en la esquina,

allí está ella, con sus mil ojos de misterio,

esperando a que la mosca caiga en su trampa fina.

Referencias

  1. Miaja, M. (2008). La adivinanza. Sentido y pervivencia. España: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Recuperado de: cervantesvirtual.com.
  2. Pérez, J. y Gardey, A. (2010). Definición de adivinanza. (N/a): Definición. De. Recuperado de: definicion.de.
  3. Ortiz, I. (2019). Características de las adivinanzas. (N/a): Tu Tarea Escolar. Com. Recuperado de: tutareaescolar.com.
  4. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  5. (2018). España: Wikcionario. Recuperado de: es.wiktionary.org.