Cultura general

Injusticia social: qué es y ejemplos


¿Qué es la injusticia social?

La injusticia social existe cuando un grupo o sector de la sociedad se encuentra sometido a condiciones de desigualdad respecto al resto de la población o, en algunos casos, respecto a otro sector de la sociedad que detenta el poder político y económico.

La injusticia social implica un desbalance, pues un sector de la sociedad no está percibiendo los beneficios o derechos que le corresponden, o está siendo directamente explotado y sometido a condiciones injustas.

Por eso hablamos de injusticia social cuando algunos sectores no tienen acceso a un trabajo justo, a educación, a protección legal, a un buen sistema de salud., etc.

Parte de la historia reciente de la humanidad, al menos desde el siglo XVIII, es el recuento de los esfuerzos por disminuir las distintas formas de injusticia social, y por hacer un mundo más justo e igualitario, pero aún falta mucho por resolver, como veremos a continuación.

Ejemplos de injusticia social

1. Explotación laboral

La explotación laboral es una de las condiciones de injusticia social más comunes, y podemos reconocerla cuando se presentan algunas de las siguientes situaciones:

  • El salario es muy bajo o inexistente.
  • Las jornadas tienen más de ocho horas diarias, sin descanso.
  • Los empleados viven en el mismo lugar de trabajo.
  • Hay falta de higiene y alimentación escasa.
  • Los patrones retienen los documentos de identidad de los trabajadores.
  • Los trabajadores sufren amenazas y no se les permite comunicarse con sus familiares, etc.

Por ejemplo, en Argentina un alto porcentaje de trabajadores laboran sin gozar de beneficios sociales y laborales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que un 70% de estos trabajadores son extranjeros y un 30% argentinos.

2. Trabajo infantil

Se define como trabajo infantil toda actividad realizada por niños y adolescentes menores de 16 años. Con pocas excepciones, casi todos los países prohíben el trabajo infantil y promueven la instrucción gratuita y obligatoria. El trabajo infantil atenta contra el derecho a la educación y a una infancia feliz.

Sin embargo, según la OIT, hay 160 millones de niños, entre 5 y 16 años, que trabajan, 75 millones de ellos en labores peligrosas, especialmente en actividades agrícolas (exposición a sustancias tóxicas como pesticidas o fertilizantes químicos, exposición a animales de tiro, manejo de vehículos como tractores, etc.).

3. Violencia de género

Llamamos violencia de género a todas las formas de violencia ejercidas generalmente por los hombres contra las mujeres: violencia física, violencia psicológica, sexual, legal y económica, entre otras.

La violencia de género es una de las grandes injusticias sociales que aquejan a la humanidad, que a menudo se ejerce en el interior de los hogares y familias con intervención externa solo cuando la violencia conduce a un hospital, o a la morgue.

De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido alguna clase de violencia de género, y solo en 2017 más de 80 mil mujeres fueron asesinadas por parejas o exparejas o familiares.

4. Brecha salarial de género

La brecha salarial de género consiste en la diferencia en la remuneración de un mismo trabajo realizado por dos personas de distinto género, generalmente en perjuicio de la mujer.

Incluso en países desarrollados como los que integran la Unión Europea, la brecha salarial de género ronda el 14% entre hombres y mujeres; aun así muy lejos de otras naciones, como Pakistán, que superan el 60%.

5. Discriminación racial

La lucha contra el racismo y la discriminación racial fue uno de los esfuerzos más importantes del siglo XX, y culminó con el fin del Apartheid en Sudáfrica, en 1992. Pero la discriminación no ha cesado.

Al hablar de racismo se suele pensar en los afroamericanos, sin embargo, también se ejerce esta clase de discriminación contra descendientes de pueblos indígenas en América Latina, o contra minorías étnicas o religiosas, como los uigures en China.

6. Migrantes, desplazados y xenofobia

Los migrantes y desplazados son aquellas personas que se ven obligadas a abandonar su país por razones económicas, políticas o a causa de guerras o catástrofes (sequías, terremotos, hambrunas).

En 2019 la cifra de desplazados en el mundo fue de 80 millones de personas, que a menudo y en condiciones muy precarias llegaron a naciones donde por distintos motivos sufren rechazo y agresiones por razones religiosas, raciales o culturales.

Comprender que vivimos en un mundo de constantes movimientos migratorios, y que todos formamos parte de una gran comunidad humana, es fundamental para acabar con manifestaciones como la xenofobia.

7. Pobreza

De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2017 689 millones de personas vivían con menos de dos dólares al día, y en la institución internacional consideran que a raíz de la pandemia de 2020 esta cifra va a incrementarse.

De esa población casi el 50% está constituido por niños y adolescentes. Reducir la pobreza sigue siendo uno de los grandes desafíos de la humanidad.

8. Prostitución y trabajo forzoso

Se define como prostitución el otorgamiento de favores sexuales a cambio de dinero, y el trabajo forzoso, de acuerdo con la OIT, como cualquier actividad realizada bajo amenaza y contra la voluntad del trabajador.

Esta organización estima que cada año el trabajo forzoso genera 150.000 millones de dólares, de los que 99.000 son producto de la prostitución o explotación sexual.

La prostitución está íntimamente vinculada con la trata de personas (secuestros de mujeres y niños para ser vendidos y dedicados a la explotación sexual), y en el trabajo forzoso se incluyen el reclutamiento obligado para barcos de pesca, los trabajos en minas ilegales, el trabajo en plantaciones, etc.

9. Acceso al agua

En 2018 la Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaron que una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a servicios de agua potable: 2.200 millones de personas. Y alrededor de 4.200 millones no cuentan con servicios de aguas servidas.

Aunque en las últimas décadas estos servicios han mejorado, todavía hay un gran número de personas sin acceso a agua limpia, o debidamente potabilizada. Este informe reveló también que al menos 144 millones de personas beben agua superficial sin ninguna clase de tratamiento.

10. Acceso a la salud

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, la mitad de la población global está privada de servicios de salud, y al menos 800 millones de personas destinan un 10% de su ingreso familiar a cubrir los gastos médicos de un familiar.

La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto también que en el acceso a las vacunas sigue habiendo una enorme brecha entre los países del primer mundo y el resto.

Una salud pública digna para todos los seres humanos sigue siendo otro de los retos de la humanidad que esperemos se logre resolver durante el siglo XXI.