Biografías

Pascual Ortiz Rubio: biografía, gobierno, aportes


Pascual Ortiz Rubio fue un político, geógrafo e historiador mexicano que ocupó la presidencia de la República entre 1930 y 1932. Nacido en Morelia en 1877, Ortiz participó en la Revolución mexicana apoyando a Francisco Madero y, tras la rebelión de Huertas, con los constitucionalistas de Carranza.

Después de finalizar el conflicto, Ortiz fue nombrado gobernador de Michoacán, cargo que ocupó durante tres años. Posteriormente, fue miembro de los gobiernos de Adolfo de la Huerta y de Álvaro Obregón. Cansado de la política, Ortíz dejó el país para viajar a España y Egipto. Sin embargo, el presidente Obregón lo reclamó para que ejerciera como Embajador en Brasil.

El asesinato de Obregón marcó el comienzo de la etapa denominada Maximato. A pesar de contar con varios presidentes durante ese periodo, el verdadero hombre fuerte en el poder era Plutarco Elías Calles. Fue este quien convenció a Ortiz de que se presentara a las elecciones de 1929.

Pascual Ortiz fue el vencedor de dichas elecciones, aunque las acusaciones de fraude fueron masivas. Nada más ocupar el cargo, el nuevo presidente sufrió un atentado que le dejó secuelas psicológicas. Su gobierno fue bastante débil, con Calles controlando todas las decisiones. Ante esto, Ortiz presentó su renuncia solo dos años después.

Índice del artículo

Biografía

Pascual José Rodrigo Gabriel Ortiz Rubio fue el nombre completo de este político mexicano nacido en Morelia, en el estado de Michoacán. El futuro presidente vino al mundo el 10 de marzo de 1877 en el seno de una familia interesada en la vida política. Su padre, con el mismo nombre, había ocupado varios cargos en la administración federal y estatal.

El joven Ortiz comenzó a estudiar ingeniería en la Universidad de San Nicolás, pero fue expulsado en 1895 por realizar actividades políticas antireeleccionistas. Por ese motivo, debió terminar la carrera de ingeniero topógrafo en la Escuela Nacional de Minería.

Revolución mexicana

Después de finalizar sus estudios, Pascual Ortiz regresó a Michoacán, donde ejerció su profesión hasta el inicio de la Revolución, en la que participó activamente.

Con la llegada a la presidencia de Francisco Madero, Ortiz fue diputado federal. El levantamiento de Victoriano Huerta provocó que fuera encarcelado junto con el resto de los legisladores. Durante su estancia en prisión aprovechó para escribir “Memorias de un penitente”.

Una vez liberado, Ortiz se unió al Ejército Constitucionalista liderado por Carranza para luchar contra Huertas. Durante el conflicto alcanzó el grado de coronel, además de ganar una popularidad que le sirvió para que le fueran asignadas labores de gobierno cuando la rebelión triunfó. Así, Ortiz es enviado a los Estados Unidos en busca de papel moneda que no pudiera ser falsificado.

Carrera política

Entre 1917 y 1920, Pascual Ortiz ejerció como Gobernador de Michoacán. Una de sus medidas durante esa etapa fue convertir en universidad a la institución en la que él había estudiado.

En 1920, Ortiz se unió al Plan de Agua Prieta, liderado por Plutarco Elías Calles. Se trataba de un manifiesto en contra del presidente, Venustiano Carranza. En apenas un par de semanas, los rebeldes lograron el control de la mayoría del país. Finalmente, tras el asesinato de Carranza, Adolfo de la Huerta ocupó la máxima magistratura mexicana de manera interina.

Ortiz fue nombrado Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas por De la Huerta y, tras las elecciones, fue ratificado en el cargo por el vencedor, Álvaro Obregón.

Europa y Medio Oriente

El periodo durante el que Ortiz ocupó el cargo de Secretario de Comunicaciones fue bastante escaso. Muy pronto comenzó a enfrentarse con otros miembros del gobierno y, en 1921, presentó su dimisión. Además, decidió dejar México y trasladarse a España, donde, junto con su esposa, abrió una tabaquería y una librería.

Más adelante Ortiz volvió a cambiar su residencia. En esta ocasión eligió Egipto, país en el que vivió durante seis meses. Durante ese tiempo estuvo estudiando los sistemas de riego construidos por los ingleses.

Embajador

En 1925, Álvaro Obregón le ofreció el puesto de embajador de México en Alemania. Ortiz aprovechó la estancia en ese país europeo para entablar amistad con altos oficiales del ejército germano.

Según sus biógrafos, Ortiz se había adaptado muy bien a su vida en Alemania. Por ese motivo, mostró su disgusto cuando el gobierno mexicano decidió ofrecerle la embajada en Brasil. Sin embargo, el político terminó aceptando el nombramiento y permaneció en el país sudamericano durante tres años, hasta 1929.

Fue entonces cuando Emilio Portes Gil, quien ocupaba la presidencia tras el asesinato de Álvaro Obregón, le pidió que regresara al país para ocupar la Secretaría de Gobernación.

Candidatura presidencial

En realidad, ese nombramiento no era más que el primer paso para que Ortiz fuera candidato a la presidencia. Plutarco Elias Calles, hombre fuerte del país, pensaba que la falta de apoyos de Ortiz entre los partidos políticos convertían a Ortiz en alguien manejable.

Para que fuera nombrado candidato, Elías Calles tuvo que apartar al favorito de su partido, Aarón Sáenz, en una maniobra denominada “madruguete”.

El propio Ortiz, en sus memorias, dejaría escrito que “(Calles) me pidió que aceptara ser Precandidato a la Presidencia por el Partido por él organizado, compitiendo con Sáenz para el que me dio a entender que la mayoría tal vez no lo aceptaba y había el peligro de disolución de la familia revolucionaria; que yo estaba en condiciones excepcionales para encabezar el partido por mi ausencia del país de muchos años y mi ningún compromiso político con las facciones reinantes…”

A esto añadía lo siguiente:

“Me entregaba, en caso de mi triunfo, un grupo completamente adicto a él, más bien dicho servil a Calles, y era de presumirse lo difícil de manejarlo. Pero no había más remedio: acepté ser candidato de su partido y tenía que cumplir mi compromiso”.

La candidatura de Ortiz se oficializó en marzo de 1929, en la convención que tuvo lugar en Querétaro.

Campaña

La campaña electoral comenzó a finales de mayo de 1929. Frente a la candidatura de Ortiz se encontraba la de José Vasconcelos, del Partido Antirreeleccionista, además de Pedro Rodríguez, del Partido Comunista.

Un levantamiento armado, encabezado por Gilberto Valenzuela y Antonio I. Villarreal obligó a parar la campaña, que no volvió a reanudarse hasta que los rebeldes fueron derrotados por el general Calles.

Elecciones

Las elecciones se celebraron el 17 de noviembre de 1929. Al tratarse de una convocatoria extraordinaria debido al asesinato de Obregón, el vencedor debía ocupar el cargo solo hasta 1934.

El contexto político mexicano era bastante convulso. Vasconcelos había conseguido el apoyo de los jóvenes del norte y basó su campaña en denunciar las prácticas, según su opinión, poco democráticas de Elías Calles.

Tras las votaciones se sucedieron las denuncias de fraude, hasta el punto de que estas elecciones son consideradas por muchos historiadores como las más fraudulentas de la democracia mexicana. A pesar de las pruebas documentales presentadas por Vasconcelos sobre la manipulación de votos, Pascual Ortiz fue declarado vencedor.

Atentado

Pascual Ortiz tomó posesión del cargo el 5 de febrero de 1930. La ceremonia se desarrolló en el Estado Nacional y cuando finalizó se trasladó al Palacio Nacional para recibir las felicitaciones de sus partidarios.

En la puerta del estadio lo esperaba un coche para realizar el traslado, pero Ortiz prefirió utilizar el vehículo de su esposa, que también se encontraba en el lugar. Ese cambio de planes evitó el asesinato del nuevo presidente, ya que se trataba de un auto más robusto.

Mientras el coche avanzaba, Daniel Flores González disparó a Ortiz, hiriéndole en un carrillo. Las heridas sufridas, aunque no mortales, obligaron al presidente a guardar una convalecencia de dos meses en el hospital.

Por su parte, el tirador fue arrestado y condenado a 19 años de prisión. Sin embargo, después de un año en la cárcel, fue hallado muerto en su celda.

Presidencia

Además de las secuelas físicas causadas por el disparo, Ortiz sufrió también problemas psicológicos a consecuencia del atentado. Según los biógrafos, el político padeció una neurosis que dificultó su reincorporación a la vida pública.

A lo anterior hay que unirle el control que Elías Calles quería mantener sobre todas las decisiones tomadas. Todo esto acabó por hacer insostenible la posición de Ortiz, que presentó su dimisión tras dos años de presidencia, en 1932.

Sus palabras al abandonar el cargo fueron las siguientes:

”Salgo con las manos limpias de sangre y dinero, y prefiero irme, y no quedarme aquí sostenido por las bayonetas del ejército mexicano”.

Últimos años y muerte

El sustituto de Pascual Ortiz Rubio en la presidencia de la República fue Abelardo L. Rodriguez. Tras abandonar el poder, Ortiz se trasladó a los Estados Unidos y permaneció fuera de su país hasta 1935.

Ese año, el presidente Lázaro Cárdenas, amigo personal de Ortiz, le ofreció la gerencia de la compañía Petromex. Además de ocupar este puesto, el político también realizó otras actividades encargadas por el presidente.

Tras esto, Ortiz se concentró en sus negocios personales, además de dedicarse a viajar por todo el país. Su fallecimiento se produjo el 4 de noviembre de 1963 en la Ciudad de México, cuando contaba con 84 años.

Gobierno

No se puede entender el periodo presidencial de Pascual Ortiz sin tener en cuenta el contexto político en el que transcurrió: el denominado Maximato. Este periodo tuvo una duración de seis años, entre 1928 y 1932, y estuvo marcado por la figura de Plutarco Elías Calles, conocido por el sobrenombre de  “el jefe máximo”.

Durante los años del Maximato se sucedieron tres presidentes distintos. El primero fue Emilio Portes, el segundo Pascual Ortiz y el tercero Abelardo I. Rodriguez. Sin embargo, el poder real fue ejercido por Elías Calles.

Este político había ocupado la presidencia de México entre 1924 y 1928. Su influencia política, sin embargo, no terminó en ese momento, ya que continuó tomando las decisiones de los siguientes gobiernos.

El asesinato de Álvaro Obregón, vencedor de las elecciones de 1928 y único político con carisma suficiente para haberse enfrentado a Calles, marcó el comienzo del Maximato.

Tras el crimen, Calles propuso a Portes Gil como presidente interino hasta la convocatoria de nuevas elecciones y fue también quien impulsó la candidatura de Ortiz Rubio.

Mientras, Plutarco Elías Calles había fundado el Partido Nacional Revolucionario, germen del futuro PRI. Ortiz Rubio se presentó a las elecciones como candidato de ese partido y, con múltiples acusaciones de fraude, se hizo con la victoria.

Gobierno débil

Las secuelas del atentado sufrido el mismo día de su toma de posesión y las continuas intervenciones de Elías Calles en sus decisiones provocaron que el gobierno fuera muy débil. El propio gabinete ministerial fue una imposición de Calles, con lo que el poder real de Ortiz era muy limitado.

Por otra parte, Ortiz no contaba con apoyos políticos propios, según sus biógrafos, no tenía un carácter fuerte. De esta forma, las decisiones de su gobierno eran tomadas por unos ministros que obedecían totalmente a Calles.

Suspensión de pagos de la deuda

Como el resto del planeta, México sufrió los efectos de la Gran Depresión que estalló en los Estados Unidos en 1929. La economía sufrió una contracción, lo que obligó al gobierno de Ortiz a devaluar la moneda. Además, el desempleo creció de manera notable, dejando a los dirigentes mexicanos sin otra opción que suspender los pagos de la deuda durante dos años.

Renuncia

La situación de Pascual Ortiz como presidente se hizo insostenible. Calles, autoproclamado “Jefe Máximo de la Revolución”, no le permitía ningún tipo de iniciativa y, además, su salud no era muy buena.

Solo dos años después de acceder a la presidencia, Pascual Ortiz Rubio presentó su renuncia en un ambiente crispado y con rumores de golpe de Estado.

Aportes

Una de las primeras medidas tomadas por Ortiz Rubio tras asumir la presidencia fue visitar Estados Unidos. Allí se entrevistó con Hoover, presidente del país, y con el gerente de la Standard Oil.

Ortiz ofreció a los estadounidenses acabar con el agrarismo que había caracterizado la política mexicana y dar facilidades para la inversión privada. Ambos aspectos fueron bien recibidos por la banca internacional y por el gobierno de los EE.UU.

Propuestas aprobadas

Una de las medidas más importantes tomadas por el gobierno de Ortiz Rubio fue la proclamación de la Doctrina Estrada. Esta se hizo pública el 26 de septiembre y apoyaba la no intervención en las políticas de otros países, en clara referencia a los Estados Unidos, yh el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Además, el gobierno estableció relaciones con la República Española y ordenó la incorporación de México a la Liga de las Naciones.

En cuanto a asuntos internos, la administración de Ortiz ratificó la libertad de culto y promulgó la Ley Federal del Trabajo. Por otra parte, la península de Baja California quedó dividida en dos territorios y Quintana Roo fue anexionado a Yucatán.

Publicaciones

Además de su actividad política, Ortiz Rubio fue el autor de varios libros de temática diversa. Entre sus publicaciones se encuentran La Revolución de 1910 Apuntes Históricos, Memorias de un penitente, Apuntes geográficos del Estado de Michoacán, Historia de Michoacán y Memorias.

Referencias

  1. Carmona Dávila. Doralicia. Pascual Ortiz Rubio. Obtenido de memoriapoliticademexico.org
  2. EcuRed. Pascual Ortiz Rubio. Obtenido de ecured.cu
  3. Heraldo de México. Pascual Ortiz Rubio, el presidente del atentado y la Comisión Nacional del Turismo. Obtenido de heraldodemexico.com.mx
  4. The Biography. Biography of Pascual Ortiz Rubio (1877-1963). Obtenido de thebiography.us
  5. People Pill. Pascual Ortiz Rubio. Obtenido de peoplepill.com
  6. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Ortiz Rubio, Pascual (1877–1963). Obtenido de encyclopedia.com
  7. U.S. Library of Congress. The Maximato. Recuperado de countrystudies.us