Geografía

Geografía del transporte: qué estudia, historia, conceptos


La geografía del transporte se encarga del estudio espacial de los sistemas y medios de transporte, considerado un “fenómeno espacial”, ya que nace de la necesidad de las personas de movilizarse de un sitio a otro a través del espacio. Se trata de una ciencia social que se desprende de la geografía humanística.

El transporte es entendido como la forma de desplazar a los habitantes de cierto lugar a otro, así como de acercarlos a un servicio, producto o interés. Difícilmente en una ciudad, aldea o pueblo, aquellas cosas que se necesitan estén en el mismo sitio donde se encuentra una determinada persona. De aquí surgen los medios de transporte como medio de conexión para satisfacer necesidades.

Existen en la actualidad dos formas bien diferentes de entender a la geografía del transporte: el estudio y análisis de los sistemas de transporte, y el estudio y análisis del impacto del transporte en la sociedad.

El primero hace referencia a los medios de transporte como las rutas, caminos, distancias, topografía (estudio del terreno), tecnología aplicada, distribución en el espacio, contexto socio-económico y político, costos e inversión.

El segundo aspecto se enfoca en los efectos del transporte sobre las sociedades. Los expertos argumentan que la geografía del transporte puede explicar desde crisis económicas hasta cambios religiosos en las comunidades. La distribución social sobre el tiempo y el espacio, es uno de los principales temas a tratar.

Índice del artículo

Breve historia de la geografía del transporte 

Esta rama de estudio de la geografía humana podría considerarse relativamente nueva. Como sucede con muchas de las disciplinas de esta familia de estudio, esta aparece luego de la institucionalización de la geografía general en Europa. Es precisamente en Alemania donde se dan los primero grandes avances.

El autor Johann Georg Kohl es considerado el precursor de la geografía del transporte. Su obra El transporte y los asentamientos humanos en su dependencia de la configuración de la superficie terrestre (1841), es considerado un documento invaluable y fundacional de esta ciencia.

Utilizando Moscú como su principal objeto de estudio, Kohl desarrolló una teoría matemática sobre el desarrollo y expansión de las que llamó “ciudades circulares”. En su libro predijo acertadamente la construcción de rascacielos y centros comerciales subterráneos, como consecuencia del desarrollo geográfico y geométrico de estos centros urbanos.

Tres décadas más tarde, Alfred Hettner, geógrafo también alemán, propondría que se instale como materia la “geografía de la circulación” dentro de la geografía humana. En ese entonces, la geografía del transporte tenía una impronta orgánica y las ciudades y sistemas de movilización se entendían como la circulación de la sangre en el cuerpo humano.

En la vereda ideológica opuesta, Friedrich Ratzel propondría una mirada determinista fuertemente influenciada por las ideas darwinistas de la época. Ratzel logró sistematizar la geografía del transporte y proponer la teoría del “espacio vital”, de corte imperialista y militarista, en la cual se basaría parte de la ideología de la Alemania nazi.

Ratzel y sus ideas fueron altamente combatidas dentro de la comunidad científica, ya que servían como excusas para fomentar nociones relacionadas con la supremacía racial. Ratzel, como tantos otros deterministas geográficos, creían que el medio moldeaba a los hombres y que la naturaleza dotaba de cualidades específicas a determinados grupos.

Es en este entonces cuando surge la corriente de pensamiento radicalmente opuesta al determinismo: el posibilismo geográfico. Con el francés Paul Vidal de la Blache como principal exponente, la teoría sostenía que son los humanos quienes modifican el paisaje y que el rol del transporte sería fundamental para el desarrollo de una sociedad.

La geografía del transporte entendida como en la actualidad (sistematizada y academizada) aparece recién en el siglo XX. Durante las décadas del ’40 y el ’50 y luego de años de investigación empírica, logran establecerse bases y métodos de estudio y análisis concretos. La mayoría de estos con un enfoque humanista y con una marcada impronta de casas de estudio de Francia y Estados Unidos.

Conceptos de la geografía del transporte

Como ocurre con toda ciencia, a lo largo de los años surgen nuevos desafíos, ideas y corrientes de pensamiento que obligan a actualizar el objeto de estudio. Sin embargo, siempre se mantienen ejes fundamentales sobre los que se recopila el estudio.

– Espacio geográfico: se entiende como la superficie o distancia que conecta dos puntos de interés.

– Movimiento: se refiere a la relación de desplazamiento que sucede en el espacio geográfico.

Estos dos conceptos son los pilares fundamentales de esta ciencia, desde aquí se desprenden otras nociones como:

Transporte y cambio espacial

Surgida en los 90, se enfoca en el estudio de las modificaciones sociales surgidas gracias a la globalización del comercio y las telecomunicaciones.

Dentro de su campo de estudio se enfoca en aspectos tales como: el análisis del transporte y la política, construcción de infraestructuras, fricción de la distancia, el transporte y el medio ambiente, el transporte y el turismo, los sistemas de información y gestión del transporte.

Movilidad y cambio social

Transporte, movilidad y cambios sociales son entendidos como tres factores en conflicto a partir de la globalización.

La necesidad urgente de redistribución de la riqueza que garantice el acceso al transporte para los sectores postergados o la sustentabilidad de los medios y sistemas de movilidad, son algunos de los temas que se desarrollan.

Tendencias en la geografía del transporte

En tiempos actuales son por lo menos seis los ejes fundamentales en los que se enfoca esta ciencia.

– Transporte terrestre: explosión e incremento exponencial de la demanda de automóviles propulsados con combustible fósil en los principales centros económicos mundiales: Europa, Asia y Estados Unidos.

– Transporte marítimo: claro dominio de embarcaciones de gran porte en lo referido al comercio internacional, con el fin de trasladar contenedores.

– Transporte ferroviario: surgimiento e instalación de redes y trenes de alta velocidad (“tren bala”).

– Transporte aéreo: la alta demanda forzó la desregulación casi total de esta industria. Aparecen las aerolíneas low-cost y se impulsa la construcción de nuevos aeropuertos.

– Puertos marítimos: como puntos clave para el comercio y la recreación, cada vez avanzan en extensión kilométrica y oferta de servicios.

– Plataformas multimodales: la demanda de movilidad en los principales centros económicos es tal, que obliga a la construcción de terminales de pasajeros donde se combinan al menos dos medios de transporte, aunque en ocasiones convergen los tres principales: terrestre, aéreo y marítimo.

Referencias

  1. Shaw, J., Knowles, R., & Docherty, I. (2007). Fundamentals of Transport Geographies.
  2. Miralles-Guasch, C. (2013). La movilidad, los transportes y el territorio. Un triángulo líquido y multiforme.
  3. Wilmsmeier, G. (2015). Geografía del transporte de carga. Evolución y desafíos en un contexto global cambiante.
  4. The Geography of Transport Systems. (s.f.). Recuperado de transportgeography.org
  5. Seguí Pons, J. M., & Martínez Reynés, M. R. (2003). Pluralidad de métodos de y renovación conceptual de la geografía de los transportes del siglo XXI. Recuperado de ub.edu