Psicología educativa

Maltrato infantil: qué es, tipos, causas, consecuencias, prevención


¿Qué es el maltrato infantil?

El maltrato infantil es el maltrato físico, psicológico o sexual hacia un niño, dándose de forma más frecuente por padres, cuidadores, maestros o familiares cercanos. Se trata de un fenómeno sociológico frecuente; una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos cuando eran niños.

La Organización Mundial para la Salud (OMS) define el maltrato infantil como cualquier acción de abuso o desatención de la que son objeto los niños y adolescentes menores de 18 años, que perjudique su salud o su desarrollo.

El maltrato a menores no solo se refiere al maltrato físico o al abuso sexual, también incluye el abandono y el maltrato psicológico. Otras acciones, como la explotación comercial, la negligencia o la indiferencia emocional, también son consideradas como maltrato infantil.

Tipos de maltrato infantil

Maltrato físico

Se da cuando se utiliza la fuerza física para provocar un daño en el menor. Incluye todas las acciones intencionales que causan daño físico en el niño: golpes, quemaduras, arañazos, pinchazos, sacudidas violentas, etc.

El niño golpeado

Los niños golpeados o maltratados físicamente presentan marcas, moretones y magulladuras en amplias zonas de su cuerpo, y heridas en diferentes etapas de cicatrización.

Con frecuencia presentan también fracturas múltiples producidas en distintas fechas, lesiones en el sistema nervioso o traumatismos encefálicos que evidencian maltratos físicos, duros y repetidos en el tiempo.

El lactante agitado (síndrome del bebé sacudido)

Las sacudidas violentas constituyen una forma de maltrato frecuente en niños muy pequeños: la mayoría tienen menos de nueve meses de edad.

Estas sacudidas pueden provocar hemorragias en el cerebro, en la retina y pequeñas fracturas “astilladas” en las articulaciones de brazos y piernas del niño, causadas por un zarandeo rápido y enérgico.

Las sacudidas pueden provocar consecuencias a largo plazo, como retraso en el desarrollo psicomotor, parálisis cerebral, ceguera o incluso la muerte.

Negligencia o abandono

La negligencia sucede cuando el familiar no cuida al menor como corresponde. Es una falta de responsabilidad que lleva a la omisión de los cuidados básicos del niño o adolescente, cuyas necesidades fundamentales no están cubiertas.

Para que tengas algunos ejemplos concretos, hay negligencia cuando al menor no se le vigila, no se le envía a la escuela, no se le da de comer como se debe, no se le viste adecuadamente o no es llevado a control o consultas médicas, etc.

Maltrato psicológico

Es un conjunto de conductas y actitudes que se prolongan en el tiempo y que causan mucho daño en el estado anímico y la autoestima de niños o adolescentes.

El maltrato psicológico incluye gritos, insultos, indiferencia, desprecio, humillaciones, confinamientos, amenazas o cualquier tipo de hostilidad manifestada en forma verbal.

Si este tipo de maltrato sucede en los primeros años de vida del niño, es posible que este no desarrolle el apego, y en el futuro ese niño o niña se sentirá excluido del ambiente familiar y social.

De esta manera, el maltrato psicológico influye negativamente sobre su autoestima y habilidades sociales.

Abuso sexual

El abuso sexual se da cuando un niño o adolescente menor de 18 años mantiene contacto sexual con un adulto u otro menor, cuando no está preparado evolutivamente para hacerlo y cuando esta situación se da en una relación de sometimiento, abuso de poder y autoridad sobre la víctima.

El abuso sexual incluye también la explotación sexual, violaciones, manoseos, solicitudes con connotaciones sexuales aunque no haya contacto físico, la masturbación en presencia de un niño o la exposición de órganos genitales, entre otros.

En estos casos, sucede muchas veces que los niños son llevados a la consulta con el médico por problemas físicos o de conducta que cuando se investigan más a fondo, resultan ser las consecuencias de un abuso sexual.

Factores de riesgo

Si bien el maltrato infantil puede suceder en cualquier ámbito, debes saber que existen algunos factores de riesgo que aumentan las oportunidades de que un niño o adolescente sufra maltratos.

Por ejemplo, los niños menores de cuatro años y los adolescentes tienen mayor riesgo. Lo mismo sucede con los niños que no fueron deseados, que no cumplen con las expectativas de los padres, que tienen alguna discapacidad física o mental o que lloran mucho.

Adultos tutores que tienen dificultades para establecer vínculos afectivos con sus hijos, que fueron maltratados ellos mismos en su infancia o que tienen expectativas poco realistas en cuanto al desarrollo de sus hijos, tienen mayor riesgo de ser maltratadores.

Además, las dificultades económicas en el hogar y el consumo de alcohol o drogodependencia también pueden ser factores de riesgo.

Por último, en las familias que viven situaciones de violencia doméstica, que sufren aislamiento en su comunidad o que tienen falta de apoyo de sus propios familiares para cuidar a sus hijos, también hay mayor riesgo de maltrato infantil.

Causas del maltrato infantil

Las causas del maltrato infantil son multifactoriales.

Cuando los adultos han sufrido maltratos en su infancia, cuando hay situaciones violentas en el hogar, baja autoestima, trastornos físicos o psíquicos en los padres o en los hijos, abuso de sustancias o hijos no deseados, hay mayor riesgo de que los menores sean maltratados.

La falta de elementos compensatorios a estos factores de riesgo, como pueden ser la satisfacción personal, el acceso a terapias, el apego para con los hijos, el apoyo social y la buena situación económica también provocan situaciones de mayor riesgo.

Consecuencias

Las consecuencias pueden ser:

  • Cuando el maltrato se da en niños pequeños, menores de tres años, es probable que no se desarrolle el apego y por lo tanto, se dañarán sus habilidades sociales y su autoestima.
  • Al crecer, es probable que los niños maltratados tengan dificultades para comprender, graduar y regular sus emociones y sus impulsos. Con frecuencia carecen de creencias positivas acerca de sí mismos y del mundo que los rodea. En general, tienen menos habilidades para reconocer o reaccionar ante el malestar de los demás.
  • Cuando el maltrato se da en niños mayores o adolescentes, estos suelen huir del hogar, agredirse ellos mismos y en general tener bajo rendimiento académico.
  • También es frecuente el aislamiento social, la delincuencia juvenil, el abuso de sustancias, el rechazo del propio cuerpo, el miedo generalizado, o la aparición de sentimientos de vergüenza o culpa, o enfermedades tales como la depresión o el trastorno disociativo de la identidad.
  • Al llegar a la adultez, las personas que fueron maltratadas en su infancia suelen transformarse ellos mismos en maltratadores de sus hijos.
  • El castigo físico puede provocar cambios en el cerebro. Los niños que son golpeados o maltratados físicamente desde pequeños hasta más allá de los cinco años de edad pueden tener un coeficiente intelectual más bajo.

Prevención

En general la prevención del maltrato infantil, desde un punto de vista global, es tarea de los gobiernos, los cuales deben establecer programas de ayuda, educación y apoyo a las familias.

Esto se puede lograr, por ejemplo, mediante la formación de grupos de apoyo que informen y eduquen a los padres para que tengan mejores actitudes para criar a sus hijos adoptando estrategias positivas.

También mediante políticas que ayuden a prevenir los embarazos no deseados o sensibilizando y formando profesionales que atienden menores, como maestros o pediatras, para la detección precoz de este tipo de situaciones.

En algunos estados, los pediatras y otros profesionales de atención a la salud están obligados por ley a denunciar los casos de maltrato infantil que conozcan o sospechen.

Pero no te preocupes, aunque no seas pediatra ni asistente social, tú también puedes hacer cosas para ayudar a evitar estas situaciones tan aberrantes.

Por ejemplo, si tienes hijos, enséñales a conocer su cuerpo y a diferenciar el contacto normal con otra persona del contacto impúdico. Sencillamente, diles que nadie tiene por qué tocarle los genitales si él no quiere.

De esta manera, estarás ayudando a prevenir el abuso sexual. Explícales a tus hijos que deben decir NO cuando una situación o una propuesta no les agrada y que si alguien les quiere obligar a hacer algo desagradable, se lo deben contar inmediatamente a un adulto de su confianza.

Por si fuese de tu interés añadimos el protocolo de actuación contra el maltrato infantil realizado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

¿Qué hacer si conoces una situación de maltrato infantil?

Si sabes de algún caso de maltrato infantil o lo sospechas, lo que debes hacer es contactar a algún servicio de protección infantil que esté disponible en tu ciudad, comarca o estado.

Si crees que el maltrato físico o la negligencia está poniendo en peligro inmediato la vida del niño, no dudes en llamar a la policía o al servicio de emergencias.

Lamentablemente, el maltrato infantil no desaparecerá si miras para otro lado.

Y lo que es peor, si no se previene a tiempo, es un problema que se perpetúa. Como seguramente ya has leído más arriba, los adultos que han sufrido maltratos en su infancia corren el riesgo de transformarse en maltratadores o personas violentas.

Por eso, si conoces o sospechas de algún caso de maltrato infantil debes informarlo a las autoridades correspondientes, no solo para que protejan a ese niño, sino para que también se le enseñe a la familia cómo funcionar adecuadamente, sin violencia.